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Sexo con un obrero
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Mi historia empieza en marzo de 2015, en ese tiempo tenía 24 años. El sexo y la homosexualidad eran un tabú en mi familia al día de hoy, en parte porque provengo de una familia demasiado religiosa y practicante y esos actos de lujuria y lascivia son considerados inmundos sin más ni menos.

Había tenido experiencias con chicos de mi edad, pero esto es algo que considero mi primera experiencia gay en todo su esplendor.

Soy alguien macizo, no tan gordo ni musculoso, pero tampoco demasiado flaco, cabello oscuro, ojos marrones, tez blanca tirando a colorado.

Desde que tengo uso de razón me gustaron los hombres. Me calentaba mucho ver torsos desnudos y lampiños. Me excitaba mucho también ver hombres mayores desnudos.

Empecé Viendo pornografía gay, y aunque en mi familia muchos saben que me he involucrado en cosas gays, la mayoría prefiere fingir demencia.

Yendo al punto, en el día en que me voy a enfocar es en una noche calurosa de noviembre, siempre fui reservado en cuanto a mis gustos, pero por alguna razón, en esa obra se me ocurrió decirlo abiertamente, grande fue mi sorpresa cuando descubrí que el decirlo me abriría la puerta a todo tipo de insinuaciones sexuales por parte de mis compañeros. Muchos me agarraron aprecio y me llevaba bien con la mayoría.

Particularmente había un grupo de hermanos muy machos, los cuales se me había ocurrido inocentemente hacerle insinuaciones sexuales, sin saber que había empezado a generarse en ellos un deseo enorme por poseerme. En ese grupo de 5 hermanos uno más degenerado que el otro, había dos que particularmente llamaban mi atención. Uno muy guarro en su vocabulario que prácticamente me decía que iba coger conmigo, que no tendría ningún problema si yo aceptaba. Y otro de unos ojos verdes agua hermosos, no era particularmente atractivo, estaba medio excedido de peso, él era el más serio, obviamente no tendría ninguna oportunidad de que nada pasara, pero de un momento a otro el rumor que me gustaban los hombres empezó a correr y llegó a sus oídos.

Mi hermana tenía un bar donde nos reunimos a tomar todos los viernes sin excepción. Resultó que entre insinuación e insinuación otro compañero hace de mediador y sugiere que si querríamos coger, que lo hiciéramos que él no diría nada a nadie.

En broma le dije al chico con el que al final término pasando todo que iba al baño, si él quería que pasará algo que sólo me siguiera. No esperaba que lo hiciera, pero me siguió. Se puso a mis órdenes y me pregunto que qué quería que haga, le dije que se siente para yo chupársela. Pero me agarró un ataque de risa y le termine diciendo que me daba vergüenza.

La verdad es que tenía más nervios que vergüenza por ser mi primera vez con un macho real, a todo esto, era el baño de un bar donde estaba pasando todo. Quedaba al fondo de un pasillo y había una puerta que llevaba directo ahí. Con lo cual también nos estábamos arriesgando a que mi hermana nos viera o algún cliente, porque el bar estaba lleno ese día. Por gracia y obra de Dios nadie nos vio.

Entramos 23 al baño y 23:55 h recién estábamos saliendo, literal nos matamos en el baño.

El bajó su pantalón, no del todo para subírselo rápido por si alguien quería entrar. Empecé a manosearlo ahí abajo, me dijo empezá… Y empecé. Al instante se puso duro como un hierro. Empecé a succionar, pero debido a mi inexperiencia y los nervios se la mordí un poco, él con incomodidad dijo "seguí, pero no me la muerdas" trate de mejorar y lentamente empecé a sentir unos leves gemidos de placer.

Había mejorado la performance debido a su sugerencia. Lamí sus huevos y para mi sorpresa estaban totalmente afeitados fue la Gloria ese detalle. Empecé a masajear, a chupar con más ritmo, por momentos él me pegaba vergazos en la cara y para mi sorpresa era lo que en Argentina le llamamos "larguero", no acababa nunca, no le bajó la erección en ningún momento, yo pensaba es imposible siendo hetero (al final resultó que tenía experiencia con otros putitos, pero eso es otra historia) después de un rato largo de chupar y chupar en un momento tuvimos que interrumpir porque se sintió como que iba a pasar alguien.

Resultó ser falsa alarma, y él con una voz agitada me pregunta "¿seguimos?" – respondí si, obvio. Después de todo era un hecho inesperado el que se daba y no me lo iba a perder por nada. Me dice que quería la cola (refiriéndose al culo) me causaba gracia, porque hacia guarradas, pero era correcto para hablar de cosas sexuales. Me di la vuelta, empezó a buscar mi ano con su verga y empezó a taladrar entró con dificultad porque hasta ese momento no había tenido sexo con alguien mayor y estaba bastante apretado.

Me empezó a dar más fuerte y en un momento tuve que sugerirle que bajara el ritmo porque me dolía. A lo que él hizo caso. Él fue muy caballero y complaciente conmigo, eso me gustó. Entre chupada y cogida lo que llamamos Pete y cola acá, estuvimos bastante tiempo. Ya para terminar al momento de acabar le pregunté si ya estaba. Él dijo si. Y me subí el pantalón. Me pregunto si me había gustado y le dije que me encantó. Después me llevó en moto hasta mi casa y juro por Dios que cogía como animal, el culo me quedo dos días dolorido. Creo que fue la mejor experiencia de sexo al momento, decir que no volvió a pasar nada más con él, si entablamos amistad pero nada sexual. Si con otros familiares de él: su hermano y sobrino… Pero es otra historia

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