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¿Y tú que me harías? (parte 1)
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Solo me dijo "Que me harías".

Hola me presento este es mi primer relato soy un hombre maduro de 53 años bastante conservado físico normal 1.70 de altura, 85 k, cabello corto castaño, ojos marrones, como quien diría una persona normal como cualquiera este es mi primer relato me anime ya que siempre leo y me gusta sus experiencias también.

Soy encargado en un comercio, tengo una compañera de trabajo llamada Silvia 10 años menor que yo, trabajamos juntos hace 8 años aproximadamente lo suficiente con para que ambos conozcamos muchos de nuestros secretos e intimidades.

Con el tiempo que llevamos trabajando juntos muchas veces las charlas se vuelven con doble sentido, pero nunca paso de ahí ambos somos casados quizás por eso siempre nos detuvimos ahí, más de una vez nos hemos ido algo prendido fuego a nuestras casas.

Un día hubo una marcha de protesta el cual hizo que todos los comercios de la zona tuviéramos que bajar las persianas por precaución ya que iba a durar todo el día, lo hicimos con la intención de cerrar e irnos temprano a nuestras casas, ya habíamos dejado todo preparado para el día siguiente cuando empezamos a escuchar gritos y corridas, decidimos que mejor era esperar hasta que todo se calme, le dije que llamara a su esposo para que este se quedara tranquilo que cuando podíamos salir yo la alcanzaba hasta su casa.

El tiempo transcurría y ya no sabíamos de que más hablar, le dije voy a la cocina quieres que te haga algo, en eso me dice y tú que me harías…

Ese silencio fue como una señal para mí que no podía dejar pasar la oportunidad que estaba esperando así que la dije ven conmigo Silvia y te muestro, ella se rio, pero note que su mirada se ilumino con picardía.

Mientras estaba en la cocina que Silvia viniera se me cruzaba por la cabeza un montón de cosas, pero también pensaba, y si solo era mi imaginación y metía la pata.

Fueron cinco minutos eternos hasta que vino Silvia, parecían una eternidad a esas alturas, mis nervios seguían a full como si fuera un principiante

En eso escucho aquí estoy ¿y ahora qué?

Cuando escuche eso trague saliva y me di vuelta ya no había marcha atrás era ahora o nunca, la mire fijo a los ojos por un momento y recorrí con mi mirada todo su cuerpo de arriba abajo, note que se había desabrochado dos botones de su camisa los cuales dejaban ver la silueta de su escote, me acerque bien a ella mi cara bien cerca de la de ella y le di un beso en su boca para ver su reacción, fue ahí que me correspondió el beso con más pasión que el mío, sus labios estaban muy calientes igual que nosotros dos.

El beso fue muy apasionado en eso me alejo la miro a los ojos y le pregunto

Estas segura?

Ella me mira y me da otro beso aún más caliente, mi calentura en esos momentos ya estaba a mil, empiezo a acariciarle toda su espalda presionándola más hacia a mi para que sintiera mi erección, me agarra de la espalda ella también y me empuja más hacia a ella demostrando que la quería bien adentro, ambos estábamos que hervíamos le saque su camisa de su pantalón para acariciar su piel que en ese momento se erizo al sentir el contacto de mis manos, su piel era muy suave estaba perfumada muy sutilmente y eso me excitaba aún más.

En ese momento ambos nos empezamos a despojar de nuestras camisas uno al otro con torpeza y rapidez tenía un sostén de encaje blanco que hacía que sus tenas redondas de buen tamaño estuvieran bien paradas a simple vista, le quedaba muy sexy pero el cual se lo saque para contemplar lo linda que eran sus tetas bien blancas con unas pequeñas aureolas oscuras y unos pezones bien parados ya a esas alturas, los apretaba con mis manos mientras ella se movía disfrutando de mis masajes.

Me agache para lamerlos tenían una suavidad inigualables, ya sentía como su respiración se entrecortaba podía ver como se mordía el labio para aguantar sus gemidos para que no nos escucharan pero era imposible estábamos solos, mientras estaba chupando y disfrutando de sus ricas tetas con mi otra mano me encargue de desabrochar el pantalón y dejarlo caer al suelo, podía ya sentir el aroma a sexo que emitían sus fluidos, su tanga se veía húmeda al tocarla por sobre su tela ella pego un salto, estaba muy excitada, como yo le baje su tanga y me ayudo a sacársela, todo eso mientras me estaba agachando.

Puse mis labios por encima de su pubis y lentamente fui bajando abrí un poco sus piernas y comencé a comerme esa deliciosa concha totalmente depilada (no queria que ese momento terminara nunca) el solo roce de mi lengua hizo que largara un gemido, ya a esas alturas no los podía contener más, pude sentir como tuvo su primer orgasmo con el solo sentir la punta de mi lengua en ese momento agarro fuerte mi cabeza y me empujaba con fuerza para que mi lengua ingresara a lo más profundo de su interior mmmmm sus fluidos iban brotando cada vez más calientes y yo los disfrutaba mucho, era un placer para mí el solo hecho de escuchar sus gemidos uno tras otro.

-ahhh siii asiii quiero mas no pares -me decía, el cual no era tampoco mi intención

Aunque yo tampoco aguantaba más mi erección, estaba que explotaba aun con el pantalón puesto.

Cuando se recompuso un poco me hizo levantar me puso frente a ella y me beso para tragarse sus líquidos el cual ambos disfrutábamos.

Mis manos seguían acariciando todo su cuerpo, ella se separó y me dijo espera ahora te toca a ti también disfrutar y empezó a mover su cuerpo refregándolo contra el mío, me desabrocho el pantalón ahí mismo sentí un poco de alivio, me miro y dijo vaya vaya tu amigo parece que tampoco aguanta ya, me bajo de una mi pantalón y mis bóxer a la vez y ahí sentí un alivio de verdad lo agarra con sus manos y empieza a acariciarlo me sentía en la gloria con Silvia la deseaba hace mucho y al parecer ella también.

Me vuelve a dar un beso y me dice ahora vuelvo y empezó a besar mi cuello y bajando lentamente besándome y acariciándome todo mi cuerpo hasta llegar a mi pene erecto y dura como una piedra a esas alturas, lo beso en la punta mientras me miraba tenía una cara de puta terrible a esas alturas mmmm que rico se sentía, que placer empezaba a darme, jugaba con su lengua como toda una experta lo saboreaba, poco a poco se lo iba tragando mientras con su mano acariciaba y apretaba mis huevos con fuerza.

Ufff que sensación tan indescriptible.

En un momento se lo trago por completo por unos segundo, me miro y me guiño un ojo hasta que se escuchó una arcada, se lo saco y un hilo de baba unía su lengua con mi pene, lo escupió y se lo volvió a meter todo de un solo saque otra vez, así estuvo varias veces, esa fue una sensación maravillosa verla desde donde yo estaba.

Yo estaba tan pero tan caliente que la agarre de la nuca con ambas manos y le cogí su boca acelerando el movimiento el cual ella no se oponía, en eso ya estaba por venirme le dije y la muy puta no se lo saco de su boca, eso me puso más a mil y no aguante más, nunca pensé que podía salir tanto semen con una sola mamada, pero lo disfrute, ella se tragó hasta la última gota con cara de placer se levantó se paró frente a mí y nos besamos con mucha lujuria esta vez.

Los dos estábamos cansados y excitados a las vez y teníamos más ganas de seguir y así lo hicimos.

Pero eso se los cuento la próxima, no los quiero que se haga tan largo el relato, aparte lo cuento y me acuerdo otra vez todo lo vivido.

Si les gusto pueden decírmelo y les cuento como siguió.

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