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Era una mañana nublada y hacia bastante frío, no era un buen día para mí, ya que por el clima no pude trabajar y me dirigía a mí casa cuando nos encontramos por casualidad, nos saludamos de beso como era costumbre, solo que está vez el abrazo duro un poco más, pude sentir tus bubis apretadas contra mi pecho y despertó en mi la lujuria, puede ver qué tus pezones estaban erectos y pensé que tal vez tú lo habías disfrutando tanto como yo…

Me dijiste que te daba gusto verme, que estabas sola porque toda tu familia se había marchado a otro estado a celebrar las fiestas y que tú habías podido ir por ti trabajo, que estabas sola y necesitabas compañía, te invité a comer y me dijiste que si pero antes querías ir a tu casa a tomar un baño y arreglarte un poco, te propuse vernos en dos horas, pero me dijiste que no, que mejor te acompañará a tu casa y de ahí nos fuéramos, te dije que si y fuimos en mi carro…

Llegamos a tu casa y nos sentamos en la sala, me ofreciste un café, lo que acepté gustoso, te sentaste junto a mi y platicamos de todo y de nada, pero, la plática se fue poniendo caliente, pusiste tu mano en mi pierna y yo te abrace y nuestros labios se buscaron, fue un beso suave pero, lleno de pasión, al terminar te dije "ya extrañaba esto, nadie besa tan rico como tú", me encantó tu reacción, me besaste con mucha fuerza y al final me mordiste el labio inferior muy fuerte, tanto que casi me quito, pero con una mano me tomaste del cuello y con la otra comenzaste a acariciar mi pene sobre el pantalón y empecé a acostumbrarme al dolor y el placer que sentía me hizo olvidarlo por completo.

Mi mano busco tu pecho, tan suave y rico que se siente, tus pezones ya estaban erectos, los frotaba con mis dedos y en eso me soltaste y me preguntaste "Te dolió?" Te dije "si, mucho" y con una mirada coqueta me dijiste "entonces ven a mí cama y hazme el amor tan duro que me duela"…

Me tomaste de la mano y me llevaste a tu dormitorio, corriste las cortinas cerraste la puerta y apagaste la luz, quedando todo en penumbras y me dijiste "no me he depilado y me da mucha pena que veas mi cuerpo desnudo" yo te dije "eso a mí no me importa, pero si te sientes más cómoda así lo haremos"…

Me acerque a ti y te di un beso cortito mientras mis manos desabotonaban tu blusa, la repite rápidamente y luego tú bra dejando tus bubis al aire, las tomé con las dos manos y les di unas chupaditas y una mordidita a una y dejaste salir de tu boca un pequeño gemido de placer, baje el cierre de tu falda y la gravedad hizo el resto cayendo al piso a tus pies, me puse de rodillas y te puse de espaldas. Baje tus chones y mientras la hacía besaba tus nalgas y les daba pequeñas mordiditas mientras acariciaba tus piernas, te diste vuelta y te inclinaste a quitarme la playera, me puse de pie y desabroché mi cinturón y luego el pantalón, tu bajaste mis chones hasta quedar tu cara a la altura de mi verga parada, la tomaste con la mano y besaste la cabecita, luego la levantaste y tú lengua la recorrió desde la base hasta la punta para luego meterla en tu boca succionando y ensalivándola mientras con tu mano acariciabas mis huevos…

Te puse de pie y te lance a la cama, levanté tus piernas y con la lengua frote tu clítoris, tu panocha ya escurría de lo excitada que estabas, metí un dedo en ella sin dejar de chupar y comencé a meterlo y sacarlo mientras con mis dientes aprisioné tu clítoris mientras con la lengua jugueteaba con el dentro de mi boca, con tus manos agarraste la colcha y la apretabas y jalabas mientras gemías de placer, mi dedo salió de tu panocha y con la lengua recorrí el camino desde tu culito hasta tu clítoris varias veces lentamente haciéndote sentir muy rico…

Entonces mi boca se prendió de tu panocha nuevamente, pero mi dedo que aún estaba húmedo entro en tu culito y me pediste que por favor lo moviera lento y así lo hice, metí mi lengua en tu panocha lo más profundo que pude moviéndola dentro mientras mi dedo entraba y salía de tu culito, tú te retorcías de placer hasta que con un grito apagado llegaste al orgasmo mientras jadeando me pediste que siguiera un poco más hasta que dejaste de moverte solté de mi boca tu panocha y saque mi dedo lentamente y se quedó tu culito abierto, al verte así tan vulnerable, acerque mi Verga que estabas palpitante de las ganas que me daban, pero tú reaccionaste y me dijiste "espera así no, yo te digo cuando", con una seña me pediste que me recostara en la cama y yo te obedecí…

Te pusiste entre mis piernas y mamaste mi verga una vez más, pero solo un poco, luego te subiste en mi apuntando mi verga a tu panocha con la mano, que con lo lubricada que estabas de tu panocha entro fácil y hasta el fondo, pude ver cómo apretaste los dientes al tocar fondo, te acomodaste y te hiciste hacía del frente y al mismo tiempo que empezaste a moverte me dijiste "comete mis tetas, quiero sentir tu boca y como las aprietas", eso es algo que a mí me encanta…

Con mi boca chupaba y mordida tus pezones mientras con las manos abría tus nalgas y acariciaba tu culito, trataba de meter un dedo, pero no podía por tu movimiento tan desenfrenado que hacías…

Gemías y me decías "que rica verga, me encanta".

Tu respiración era agitada y tú sudor caía en mi pecho, te acerque a mi boca y nos dimos un beso súper apasionado y me mordiste una vez más mientras te venías en mi verga, temblando y teniendo espasmos repetidamente me soltaste del labio y me dijiste "eres un hijo de la chingada, ve como me pones" te saliste y mientras lo hacías puede sentir un chorro de líquido saliendo de tu panocha que cayó en mi pelvis y en mi pancita, mientras lo tomabas con tu mano me dijiste "pero ahora es mi turno de hacerte temblar" te lo embarraste en el culito, tomaste, mi verga y la fuiste metiendo poco a poco mientras tus ojos veían directo a mí cara, como tratando de ver mi expresión en la oscuridad de tu cuarto…

Subías y bajabas lentamente y yo podía ver cuán difícil era para ti, porque cada vez que entraba toda gemías y apretabas los ojos, aún que era muy rico para mí lo que estaba sintiendo a mi lo que más me gusta es hacer sentir rico y no quería que sufrieras, así que mejor te dije que te pusieras en cuarto y al salirte vi la expresión aliviada en tu cara…

Te pusiste en cuarto al borde de la cama, te abrí las piernas y me puse en medio de ti y te la metí por la panocha que aún estaba caliente, inflamada y muy bien lubricada, te tome de la cintura y te la metía muy fuerte, empujando lo más fuerte y rápido que podía, sentía como tus nalgas rebotaban en mi pelvis y te di una nalgada esperando que no te molestará, pero tú me dijiste "dame más fuerte, tratarme como a una cualquiera, hoy quiero ser tu puta" así que puse mi mano izquierda en medio metiendo un poco mi dedo pulgar en tu culito mientras con la mano derecha te nalgueaba un poco más fuerte sin dejar de bombear tu panocha fuertemente, era tan diferente y tan placentero lo que sentía que sentí que estaba a punto de venirme y te dije "me voy a venir" y tú inmediatamente te saliste y diste vuelta para chupar y masturbarme haciéndome venir en tu boca, tragando hasta la última gota de mi verga, mientras yo jadeaba y gemía con la respiración agitada, poco a poco fui perdiendo la erección, me recosté en la cama y tú pusiste tu cabeza en mi pecho mientras te abrazaba cansados en la oscuridad…

Después de un rato nos levantamos y fuimos al baño, tu primero y yo te seguí, te propuse darnos un baño, aún que te negaste al principio aceptaste y por primera vez me dejaste ver tu cuerpo desnudo con luz encendida…

Nos vestimos y nos despedimos, era el tiempo de regresar, solo me preocupaba que decir porque mi labio estaba roto, pero algo se me ocurrirá

Moraleja, nunca te quejes de un día malo, se puede convertir en el mejor sexo de tu vida…

FIN

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