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Mi güerita Ingrid conoce a mi macho negro
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Ingrid pasaba mucho tiempo en casa ya después de hacerse amante de mi esposo y mío, eso estaba resultando muy caliente y excitante, a veces yo salía con Tony mi macho negro y ellos se quedaban en casa a coger como si fueran una pareja caliente recién casada.

La curiosidad de Ingrid iba en aumento, cada vez que regresaba de salir con mi macho negro, ah mirada era de lujuria y me preguntaba todo lo que habíamos hecho…quería que le diera detalles de como me cogía.

Una ocasión, al estar haciendo un trio con mi marido y ella, mientras él la penetraba encima de ella, me acerqué y le dije al oído:

-Te gustaría ser penetrada también por mi macho negro?

Su respuesta fue un sí! rotundo mientras gemía aumentando los movimientos de su cadera para ensartarse más la verga de mi marido seguramente imaginando lo que sería sentir la verga enorme de Tony.

Ingrid sabía que la verga de Tony era enorme, le había mostrado ya muchas fotos de nosotros juntos y algunos vídeos.

Gimiendo intensamente, mi marido la penetró profundo y ella subió las caderas para recibirlo adentro, se había hecho ya una costumbre entre ellos que mi marido se viniera dentro de su vagina y ella recibía su semen con lujuria siempre.

Me encantaba está mujer, era deliciosa y su color de piel me echaba tanto! Rosado Y delicado, sus labios vaginales eran abultados y se abrían ampliamente cuando estaba caliente

Después de tener sexo con mi marido, se acercó a mí y me preguntó:

-Que tienes en mente?, me vas a ofrecer a tu macho negro?

-¿Quieres que te ofrezca a Tony para que te la meta? Le pregunté curiosa…

-La verdad? Sí dijo ella sonriendo, desde hace tiempo tengo ese deseo pero no te había dicho porque estoy contenta con ustedes dos y no quiero echarlo a perder.

-Por nosotros no te preocupes, dijo mi marido abrazándola por detrás y poniéndole la verga erecta de nuevo entre sus nalgas paraditas, cógetelo y disfrútalo, ya regresaras a casa y te cogeremos entre los dos de nuevo,

Dijo mi esposo frotando su pene en el ano de Ingrid y ella excitada contestó:

-Lo haré pero siempre regresaré con Uds., son mi pareja favorita y quiero estar mucho tiempo con Uds.

Se puso en cuatro en la cama y parando sus preciosas nalguitas le dijo a mi marido:

-Ven! Dame por el ano! Cómo una muestra de agradecimiento para Uds. dos que cada día me gustan más…solo una vez me han dado por ahí y no fue mi ex, dámela!

Me hizo señas para que me acostara frente a ella para mamarme la raja velluda mientras mi esposo le daba por el ano.

Mi marido rápidamente se acomodó entre sus preciosas nalgas rosadas y frotó su verga en la raja de Ingrid para lubricarla, le puso el glande en el ano y le dijo a Ingrid:

-¿La quieres? Ven por ella!

Se quedó inmóvil mientras Íngrid empezó a echarse para atrás recibiendo el pene erecto de mi esposo en el culo

Lentamente se lo metió y cuando sintió que ya lo tenía todo adentro empezó a moverse como nunca le había visto girar las caderas apretando la verga con su ano y gimiendo al mismo tiempo cachondamente.

-Mmmmm, gemía, dame más! ¡Dame más! Metemelaaa! Decía Ingrid sintiendo el placer de tener una verga bien adentro del ano, se agachó y empezó a mamarme la vagina con lujuria, su lengua entraba y salía intensamente de mi velluda raja mientras yo le acariciaba su preciosa cara recibiendo el placer con deseo intenso.

Mi marido la tomó de las caderas y empezó a meterle la verga en el ano con velocidad anticipando su orgasmo y ella al darse cuenta que se iba a venir, volteó a verlo y le dedicó una mirada de mujer caliente que solo pocas hembras tienen.

Al sentir el semen caliente de mi esposo llenarle el ano dio un grito intenso y se dejó caer en la cama mientras tú me venía solo de ver esa escena caliente que acababan de tener ellos.

Al día siguiente llamé a Tony y le platiqué de mis planes con Ingrid y aceptó gustoso.

-¿Sabe ella qué quieres que la embarace?, me preguntó Tony

-no, dejaré que sea ella quien te lo pida como me pasó a mi, seguro después de probarte deseara tener un hijo tuyo también, estoy segura.

-Ok, sabes que para mí no hay problema, cuando nos vemos?

-¡El viernes! Pasamos por ti ok?

-Ok morenita piernuda, los espero en la tarde.

Le pedí a Ingrid se pusiera un conjunto que me gusta mucho como se le ve. Vestido negro con la espalda descubierta y medias negras y zapatillas altas completaban su atuendo que la hacía verse más cachonda aún si eso era posible.

Ella estaba muy contenta y excitada por lo que pasaría más tarde y mi marido y yo nos miramos en complicidad, yo vestía una falda azul marino muy chiquita y blusa blanca transparente sin bra como era mi costumbre con zapatillas altas de tacón de alfiler.

Salimos los tres muy contentos rumbo al departamento de Tony, la idea era ir a una reunión swinger y de ahí regresar al departamento de Tony ya calientes a dejar que se cogiera a Ingrid por primera vez.

Llegamos por él y los ojos de Ingrid se iluminaron cuando apareció mi macho negro en la puerta del coche, se subió y salimos rumbo a la reunión más que contentos.

Al entrar a la reunión, yo iba de la mano de Tony y mi esposo llevaba abrazada a Ingrid muy orgulloso de su güerita bellísima.

Entramos y de inmediato las miradas se centraron en nosotros, fuimos a sentarnos a sillón semi redondo y empezamos a platicar entre risas y miradas de excitación de nosotras hacia nuestros hombres de la noche.

Tony inmediatamente sacó a bailar a Ingrid mientras mi esposo y yo empezábamos a fajar descaradamente frente a los demás presentes.

Cuando me fui cuenta, Tony estaba abrazando y acariciando las nalgas de Ingrid descaradamente en medio de todos y se estaban besando dándose la lengua intensamente.

Poco después regresaron a sentarse abrazados ya y vi que Ingrid estaba ruborizada, estaba roja de pena de dejar que la acariciara tan descaradamente Tony frente a los demás swingers ahí reunidos.

Entonces Tony se la soltó descaradamente:

-¿Quieres que te la meta? Pregunto admirando el bello cuerpo de Ingrid y su carita preciosa…

-Sí, quiero que me la metas como se la metes a Mariela y la haces gozar tanto.

Yo pensé que enviaste ese momento nos levantaríamos para irnos de regreso al departamento de Tony pero me sorprendió el cuando le pregunto a Ingrid:

-Quieres ir a mi departamento o prefieres quedarte aquí y que nos vean los demás mientras te poseo?

Ingrid no contestó pero se puso de pie y empezó a bailarle a Tony cachondamente mientras se desnudaba.

Mi marido y yo nos quedamos sorprendidos porque pensamos que ella preferiría irse de regreso al departamento pero le ganó la calentura de exponerse ante todos los presentes.

Continuará.

Las demás parejas, al darse cuenta de lo que venía, empezaron a acercarse y Tony se paró, tomó de la mano a Ingrid y se la llevó a una de las camas que estaban al fondo de la suite donde estábamos en la reunión…

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