Mi ex suegra era un infierno. Cuando me puse de novia con su hijo y este me la presentó, recuerdo como me hizo calentar desde la primera vez que lo vi.
Cabe resaltar que no me gustan las mujeres, pero ella tenía algo que hacía dar vuelta a cualquiera.
Mi ex novio solía contarme como se masturbaba por ella cuando era adolescente y eso me ponía más caliente que cogíamos toda la noche y yo más de una vez me imaginaba chocando mi conchita con la de ella. Obviamente no se lo decía a mi ex pero muchas veces llegué al orgasmo pensando en su mamita.
Una noche que fui a coger a la casa de mi ex, cuando se durmió me bajó sed y quise ir a la cocina por un vaso de agua, cuando iba pasando por la habitación de mi ex suegrita pude ver por la puerta que tenía medio abierta como ésta se estaba metiendo los dedos y gemía con los ojos cerrados.
Está de más decir que se me hizo agua la concha y me metí los dedos para darme placer viendo a ese mujerón disfrutar.
Volví caliente al dormitorio de mi ex y bajé hasta su entrepierna para meterme a la boca su miembro que estaba dormido. Lo chupé con tantas ganas mientras por mi cabeza se cruzaba la zorra de mi ex suegra mientras se daba placer.
Cuando la verga de mi ex se puso dura me coloqué arriba suyo y corrí mi tanga para sentarme en ella.
Estaba tan caliente que en pocos minutos estaba bañando la verga de mi ex con mis jugos.
Mi ex me puso en 4 y me cogió por la cola hasta que dejó toda su leche en mi culo. Pasé uno de mis dedos y sacando parte de su leche me la tragué saboreando lentamente el rico néctar que tenía en mi boca.
Esa fue una de las veces que cogí con mi ex pensando en su mamita, hubo más. Muchas más. Y ni hablar las veces que me provoqué orgasmos cuando estaba en mi casa pensando en las tetas y la vagina de ese mujerón.
Lastimosamente terminé con mi ex meses después. A él no lo extrañé pero a ella sí. No hubo mujer que me hiciera calentar tanto como mi ex suegra.