La virginidad la perdí el día de mi cumpleaños número 18 y con un hombre 16 años mayor que yo. Él fue quien despertó la putita que yo llevaba dentro.
Ese día por la mañana me llevó de compras, un baby doll negro con un conjunto de tanga y bra de encaje a juego porque me dijo que quería hacer de mi primera vez un momento inolvidable y vaya que lo fue.
Me hizo el amor de una manera tan deliciosa que ahora después de 30 años aún me estremezco de recordarlo. Una vez que se hubo recuperado me abrazo y me dijo algo así -ahora sí mamacita, llegó el momento de tenerte como a mí me gusta, ya tuviste tu primera vez haciendo el amor y quiero que también tengas conmigo tu primera cogida, estás dispuesta a aguantar??? Yo estaba tan caliente que sólo pude decir siiii
Se abalanzó sobre mi y me beso de una forma salvaje que casi me tocaba la campanilla con la lengua mientras me estrujaba las tetas, se agachó y me las chupaba intensamente, me mordía los pezones y me dolían pero entre más me dolían más me calentaba yo, gemía y gritaba "ay siii que rico" a lo que él me decía "te gusta verdad mamacita, si vas a ser una buena puta, mi puta, la mejor de todas" al mismo tiempo me giro y me puso en 4 y comenzó a nalguearme fuertemente jalándome del cabello mientras me decía "dime qué serás mi puta" y yo contestaba "siii quiero ser tu puta pero ya cógeme por favor".
Y de una sola estocada sentí su verga llenándome las entrañas, me cogía con fuerza mientras seguía apretando mis caderas y azotando mis nalgas alternadamente, me ardían pero no quería que dejara de hacerlo.
Me pidió que me pusiera de rodillas en el piso y comenzó a cogerme la boca tan fuerte que me daban arcadas pero no sé detenía, cuando mis lágrimas empezaron a salir por el esfuerzo, saco su verga de mi boca y se vino con fuertes chorros de leche embarrando toda mi cara y mi cabello.
Beso mi cabeza y dijo -lo has hecho excelente para ser la primera vez, no cabe duda que serás una gran puta. Ahora sólo te falta recibir la verga por el culo pero ese culito tuyo merece una sesión aparte.
Me levanté como pude y fui al baño a darme a una ducha, cuando me mire al espejo con la cara llena de leche, el cabello revuelto, las tetas amoratadas y la panocha rozada supe inmediatamente que jamás sería la misma, una puta había nacido… una Luna Nueva!