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Con la misma moneda (parte 3)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Fuimos a tomar hasta que no pudimos más, él tomaba por el dolor que le causaba el que su esposa le hubiera pedido el divorcio, y yo tomaba, por la rabia de no haber terminado de ver como se la cogían esos dos negros.

Pasado unos días, me enteré que mi amigo había intentado matar María, al parecer él la encontró en su habitación y esta vez, ella estaba con tres hombres que había con ella lo que se les viniese en gana.

Uno le dio verga por la boca, mientras que los otros dos le rellenaban el culo y su concha, está ves sus gritos no sonaron, solo parecían ser gemidos lanzados entre susurros, pero eran igual de ardientes como lo son los gritos de una mujer siendo clavada como una puta.

Según cuenta mi amigo, ¿ suena hipócrita, verdad? Decir mi amigo, luego de ser uno de los tantos que han disfrutado del cuerpo de su mujer. Él dice: que llegó esa tarde antes de lo normal, debido a que no podía concentrarse por qué en su mente rondaba, la petición de divorcio y justo esa mañana, esa petición se materializó, con la llegada de un sobre a su oficina, un sobre que contenía los documentos que él debía firmar, para que se realizara el divorcio oficialmente. Eso fue como recibir un balde de agua helada sobre su cara, y así estuvo intentando realizar su trabajo, como si no pasará nada.

Pero así de las cuatro de la tarde no soporto más, debía regresar a casa y conversar el tema con la esperanza de dejar el divorcio sin efecto. Pero al llegar a casa, el solo quería morir, al entrar a casa, sin que su mejor lo sintiera llegar ¿Como pues podría sentirlo? si estoy seguro que el ruido de sus nalgas al ser penetrada no le dejaba oír nada, sumado a eso el dolor de una verga entrándole por el culo, y una verga en su boca, no le dejaban espacio para concentrarse en sentir si alguien llegó.

Él se volvió loco en ese instante y cogió su arma, que tenía escondida detrás del televisor de la sala y así volvió a la habitación para encarar esa situación.

¿Por esto me pides el divorcio? Maldita puta

Y de un brinco, María se safo de las tres vergas que se estaba comiendo, y dando gritos ahora de desestabilización, le decía que baje el arma y no vaya a cometer una locura, les grito a los tres que se largaran de su casa, y ellos como pudieron agarraron sus prendas de vestir y se fueron, saliendo de la casa, como alma que se lleva el diablo.

Entonces él se acercó hasta ella poniéndole la Pistons en su frente, y le decía repetidas veces, eres una maldita puta.

Ella llorando le rogaba que dejase el arma y que ella desistiría del divorcio, pero él le dijo ¿Y para que te quiero ahora? Esta no ha de ser la única vez y estos no han de ser los únicos que te han cogido.

Pues no le dijo ella, y la muy pendeja le dijo, el primero en coger conmigo, luego de que nos casamos. Fue tu mejor amigo, aunque de mejor amigo no tenía nada.

Fue cuando oí mi celular timbrar y era una llamada de mi amigo, le contesté y muy sereno me dijo: compadre, te invito a cenar en casa .vente para conversar y así lo hice, llegue a su casa y al entrar sin tocar la puerta, puesto que los tres que salieron como almas que se lleva el diablo, pude verlo con su arma pegada en la cabeza de ella, mientras que de algún modo él había convencido que ella le chupaba su verga. Al ver esa escena hice como que me daba vuelta para no verlo, y él me dijo: ¿ahora te haces el que no te gusta verla así? ¿pero cogértela si te gusta, verdad cabrón?

Continuará…

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