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Mi vida (parte 4): Mi mentora Michelle
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Los que han leído las primeras partes de “Mi vida” ya saben que me fui involucrando en este placer desde muy joven y por voluntad propia en donde tuve altos y bajos, a este punto de mis relatos yo estaba casado y para todos los que estaban en mi entorno sabían que yo era un hombre heterosexual totalmente normal, de hecho mantenía relaciones sexuales con mi esposa y una que otra amante, sin embargo mi debilidad seguía siendo la misma de siempre.

En este caso les contaré mi primera experiencia sexual programada con una chica transexual que no había recogido en alguna esquina de la ciudad de Caracas, siempre había sido todo fugaz porque las montaba en carro y luego de hacer lo nuestro, las bajaba.

Esta vez fue distinto, busqué por internet la que más me gustó pactando sitio y hora para nuestro encuentro en donde podía estar a solas y explorar todo lo que me faltaba, así fue y llegué al hotel media hora antes de que ella llegara para que me diera tiempo de asearme y prepararme para el encuentro, yo no estaba para nada temeroso porque mi culo ya estaba con bastante kilómetros recorridos de penes pero si estaba ansioso.

Michelle llegó, la más hermosa de la página muy femenina de cara, olor rico con piel clara y ojos verdes, creo que era la primera vez que detallaba tanto y con buena luz a una chica transexual porque el sitio y las circunstancias se prestaban para eso, sin perder tiempo y apenas entró en la habitación nos besamos antes de iniciar la conversación pre-sexual:

Michelle: mi amor que te gustaría hacer?

Yo: que me claves rico

Michelle: ok papi ponte cómodo pero págame por adelantado.

Sin dudarlo le pagué, ella era un poco seca de trato y tenía acento colombiano de hecho la voz no era tan femenina pero en general estaba muy rica, procedí a quitarme la ropa y me acosté boca abajo ya que mi costumbre era ser penetrado y era lo que me gustaba hacer, recordemos que pasé muchos años haciéndolo en mi carro y nunca le hice sexo oral a las chicas, la verdad es que me daba un poco de asco mamar y le dije: “Comete mi culo!! “

Se denudó y sin mucho preámbulo se me montó encima para besarme por el cuello, las espalda, las nalgas hasta abrir mi culo y meter su lengua, me pajeaba mientras me chupaba las bolas y el culo, tenía un inmenso de placer que me hizo acabar de inmediato, no pasó nada de tiempo cuando me subio las caderas dejándome con el culo bien parado para bombearme el culo con su pene que era considerable grande de tamaño y bastante duro, por un buen rato me tuvo así hasta que me puso boca arriba para cogerme como un pollito en brasa mientras me besaba, la verdad que es que mi punto de excitación ya no estaba tan alto porque recién había acabado y esto me provocaba extrañamente más dolor y rechazo a los besos, era como que quisiera que ya terminara y se fuera pero me lo clavaba con recorridos lentos y prolongados causándome además de dolor un gran ardor hasta que se vino, en general la verdad es que el hecho de estar en una cama hace todo más divino y me di cuenta que este era un procedimiento más seguro y adecuado.

Ocasiones como esta pasaron un par de veces más con ella misma porque era a la que llamaba pero un día ella llegó algo distinta no se si estaba ebria o algo más pero estaba muy acelerada, no me trató bien fue muy seca al saludar aunque me dio mi respectivo beso con lengua para luego empujarme con fuerza a la cama y yo ni si quiera me había desvestido, se quitó la ropa y se me montó encima para que nos besarnos acostados, hubo mucha lengua con algo de fuerza de su parte porque como les dije estaba un poco más seca y brusca este día, sin embargo me dejé llevar siguiendo su ritmo mientras le agarraba sus nalgas, yo vestido y ella desnuda encima de mi era lo que yo veía en el espejo del techo, luego se sentó sobre mis caderas y empezó a pajearse mientras me miraba a los ojos, sin duda estaba insinuando que le mamara el machete pero traté de pararme con la excusa de que me quería desvestir aunque con su peso y usando un poco de fuerza ya estaba más cerca porque sus nalgas ya estaban sobre mi pecho y puso su pene muy cerca de mi boca, lo fue restregando por mis labios hasta que cerré los ojos y abrí mi boca.

Ahí estaba yo, con mucho asco ya que no me llamaba la atención hacer sexo oral además que de seguro lo estaba haciendo terrible, no se estaba gimiendo o trataba de hablar pero se me salía la saliva y me ahogaba, sinceramente no lo estaba disfrutando porque no era lo mío, cada vez me embestía un ritmo más lento pero fuerte y profundo llegó un momento que de verdad yo ya no podía aguantar ¡¡¡me estaba cogiendo la boca desenfrenadamente!!!

En ese acto por escapar de su pene traté de juguetear con sus huevos pero fue peor porque terminó sentada en mi cara con su culo en mi lengua y las bolas encima de mi nariz, esto duró mucho rato por lo que decidí tomar mi pene y hacerme la paja mientras me comía su culo y ella me insultaba como si yo fuera una perra maricona mientras también se masturbaba lista para explotar. Terminó acabándome en mi cara sobre todo en la frente y el cabello porque les recuerdo que mi boca estaba en su culo, posteriormente me hizo limpiarle el pene y fue ahí cuando por primera vez pude saborear semen.

Estuve contratando a varias chicas de internet durante un tiempo aunque ya Michelle no se publicaba, ya no era tan seguido como antes porque estaba viviendo mis primero años de casado y estaba esperando un hijo, mis prioridades eran otras y mis escapadas fueron desapareciendo poco a poco ya no eran 10 15 ni 20 veces por año, eran 2 o 3 solamente y cada vez me alejaba más de mis aventuras pero ya mamaba guevo sin asco y me comía la leche gracias a Michelle que fue mi mentora.

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