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Mi cuñada me mete a su cuarto a darme un placer inolvidable
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Buenas, soy Adam, tengo actualmente 30 años, sin embargo lo que les contaré sucedió cuando yo tenía 25, aunque siento que hubiese sido ayer mismo. Mi novia con la cual llevábamos 3 años, comparte el departamento con su hermana, una chica de 19 años, piernuda, piel color blanca y cabello castaño, un culo paradito y bastante rico para su edad, pero al ser mi cuñada, permanecí un tiempo evitando ciertas situaciones las cuales inevitablemente terminaron pasando.

Los fines de semana yo solía ir a quedarme al departamento de mi novia, duermen en cuartos separados, pero se lograba escuchar muy bien cualquier ruido por la madrugada si este era lo suficientemente fuerte, mi cuñada siempre me ha parecido muy atractiva sexualmente, pero solo se quedaba como una fantasía en mi mente.

Algunas noches cuando cogíamos con mi novia se me empezó a pasar la idea de meter más ruido con el afán de que mi cuñada pudiera llegar a oírnos, a propósito intentaba gemir más fuerte o hacer que mi novia tuviera un orgasmo más intenso solo para luego vernos las caras al otro día los tres y morbosearme un poco con esta situación.

Una madrugada que me quedé en casa de mi novia no podía dormirme, intenté convencerla de que tuviéramos sexo pero ese día estaba muy cansada, me dijo que lo dejáramos para la mañana antes de irnos al trabajo y se volvió a dormir, yo un tanto caliente decidí mirar porno un rato en el celular y luego irme a buscar algún vaso de agua a la cocina, en lo que noto que mi cuñada está tumbada en el sofá, con un pijama de bata corta verde, mirando la televisión.

Mi primera impresión fue mirarle esas sabrosas piernas para posteriormente sentarme en el sofá de al lado. Conversamos un rato de cómo estuvo su día y que mañana debía salir temprano así que estaba próxima a irse a dormir, con lo cual yo le digo que adelante, que no hay problema, pero ella al momento de pararse, se acerca a mí y abruptamente me da un beso en la cara que a la vez logra rozar mis labios y al estar un tanto agachada logro verle todas sus tetas colgando de frente, lo que provocó inmediatamente una erección en mí.

Quedé un poco congelado y caliente con el hecho y ella simplemente sonrió y se fue a su habitación. En ese momento mi cabeza ya estaba deseando ese cuerpo, el de mi cuñada, no entendía bien por qué hizo aquello pero me gustaba, me daba una sensación de adrenalina pura. Me pare del sofá, mire a mi novia, dormía plácidamente en la cama así que se me ocurrió ir muy sigilosamente a la puerta del cuarto de mi cuñada.

Al llegar afuera de su cuarto, noto que su puerta está junta, intento mirar por entre medio y para mi sorpresa está solo en tangas, puedo ver sus tetas al descubierto, un culo delicioso y paradito, muy rico a la vista, noto que saca algo de su mueble de ropa y veo que es un dildo, ella se acuesta en la cama y comienza a acariciarse su cuerpo mientras su dildo lo lleva a la boca para ponerle saliva e intentar meterlo en su conchita.

Mientras yo observaba todo ese deleite mis manos se fueron a mi verga y comencé a tocarme, mi respiración se aceleraba y gozaba todo lo que podía mirar y oír, eran sus gemidos de placer de cómo se metía su juguetito.

De pronto ella por alguna razón mira hacia a la puerta y al notar que su puerta no estaba del todo cerrada se levanta abruptamente lo que no me da tiempo de irme porque mis pasos se iban a oír, ella abrió su puerta y me vio parado, con mi verga muy dura y mi cara totalmente caliente.

Ella me miró unos segundos un tanto inquieta pero rápidamente sonrió, le dije que me disculpara pero que no pude evitar mirarla por lo que había sucedido en la sala. Sin embargo con su mano se cubría ambas tetas, pero podía disfrutar toda su escultura de pie y en un rico tangas violeta de mallas.

Ella se me vuelve a acercar, sus labios rozan esta vez mi oído derecho, y me susurra preguntándome si su hermana, o sea mi novia, está dormida, a lo cual yo le digo que sí, que por eso yo me había levantado de la cama, ella me mira, sus ojos se van hacia mi verga, se muerde sus labios y comienza con una mano a masturbarme muy rico, al tiempo que con su otra mano se empieza a tocar una teta dejándomelas al descubierto.

El morbo de tener a mi cuñada de pie masturbándome hizo que mis manos se fueran hacia sus ricos pezones, marroncitos por cierto, y comenzamos a besarnos con lengua. Debo admitir que besaba muy rico, esa lengua sabía moverse.

Ella me hizo pasar a su cuarto, me confesó lo rico que es oírme cuando estoy cogiendo con su hermana, que eso logra llevarla al orgasmo cuando nos escucha, lo cual era de mis mayores fantasías, rápido me tumbe en su cama y me quite la camisa de dormir, quedándome solo en bóxers negros, ella comenzó a acariciar mi verga con sus manos, a tocarme de arriba hacia abajo, con sus delicadas manos para posteriormente mirarme, acercarse con su boca hacia toda la cabeza de mi verga y empezar a chupármela de una exquisita manera.

Su lengua me hace revolcar de placer, escuchar como me lo escupe y se lo vuelve a meter dentro de su boca, para dar una pequeña arcada y sacárselo, me hace sentir mi corazón palpitar a mil, mientras ella tiene colgando sus tetas, se escupe entre medio de ellas y comienza a hacerme una rica paja con ellas, sonriéndome mientras le digo que deseaba mucho tenerlas en mi verga.

Sus tetas son muy blandas, siento sus pezones que me rozan la cabeza de mi verga y cómo ella comienza a suspirar de la calentura. Luego mi cuñada se acerca hacia a mi boca, se me tumba encima y nos besamos morbosamente con lenguas, compartiendo los fluidos que mi verga llegó a botar mientras me la chupaba, al tiempo que le agarro sus nalgas, se las aprieto y suspira en mi cara cerrando sus ojos y ruborizando sus pómulos, verle su carita caliente me prende muchísimo, pero soy consciente que no tenemos mucho tiempo para coger.

Le pido que me ponga sus tetas en mi cara, una auténtica delicia como se las voy lamiendo, mi lengua dándole vueltas en círculo en sus pezones paraditos y marroncitos, ella me pide que se los muerda, gime de placer y me aprieta mi cara en ellos.

Mi cuñada se me acerca al oído y me susurra que quiere sentirme dentro de ella, así que le pido que se ponga en la cama en cuatro, como a mí me gusta coger, ella me dice que lo sabe, me confiesa en ese momento que nos ha visto a mí y a su hermana viéndonos coger en cuatro, que con eso se ha llegado a masturbar, lo cual provoca mucho morbo dentro de mí.

Ella queda con su rico culo empinado, yo voy como un desesperado a estrujarme en esas ricas nalgas, sentir sus cachetes en mi cara me ponen como un loco y besarlas me hacen suspirar fuertemente de placer.

Le abro sus nalgas y le como todo su ano, sintiendo su rico sabor a su culito, pasándole mi lengua e intentando meterla dentro, sintiendo también su delicioso aroma a su culito mientras mis manos mueven y aprietan sus nalgas.

En ese instante mi cuñada me dice que sé usar mi lengua y me pregunta si así es como le chupo el culo a su hermana, a lo que le respondo que sí, me dice que le calienta mucho que le haga lo mismo que a ella y continúo bajando con mi boca para besarle su rica conchita mojada y llena de sus fluidos, un sabor único y exquisito que va botando a medida que se va calentando, su clítoris palpita en mi boca al tiempo que yo sigo tocándome con mi otra mano.

Rápido la agarro de la cintura, me pongo detrás de ella y mi verga entra totalmente en su vagina, estar dentro de mi cuñada me da mucha excitación, ella se tira hacia atrás, comenzamos a escuchar cómo chocan sus nalgas en mis caderas, me pide que haga más ruido para que suene rico, yo le agarro del cabello al tiempo que le toco su clítoris con mi mano, me mira hacia atrás y me dice que le meta un dedito en el culo, me escupo mis dedos y le empiezo a meter uno dentro de su rico ano.

Ella haciendo un movimiento muy salvaje me dice que le resulta muy morboso que su hermana pudiera llegar a oírnos, pero que sabe el peligro que significa ello y a lo que ambos nos exponemos, pero la calentura en ese momento nos ganó y ella empieza a gemir cada vez más duro, mis caderas al ritmo del choque con sus nalgas suenan cada vez más fuertes.

Con mi mente morboseada le digo que nos pongamos de pie para penetrarla en la pared, justo la que da al cuarto de mi novia, así que ella se para, se pone en la pared de espaldas y me pongo detrás, sintiendo todo su cuerpo pegado al mío, pero esta vez le pido que abra sus nalgas con sus manos y una vez que lo hace, me tiro un escupo en mi verga y comienzo a penetrarla por su rico culo, me doy cuenta que pone una rica cara de dolor y placer y sus gemidos vuelven a aumentar de intensidad, le pregunto que si le gustaría que nos estuviera oyendo su hermana a lo que me responde que eso le genera mucho placer.

En mi mente comenzó a rondar la idea de ir a ver si mi novia estaba realmente dormida así que le dije a mi cuñada que paráramos un momento, que iba a ir a ver a su hermana si dormía, saqué mi verga lentamente de su ano y fui a la otra pieza, a lo que ella me siguió detrás, ella seguía únicamente en tanga y nada más, yo estaba solamente en bóxers, la puerta de mi novia estaba abierta así que me acerqué un poco y escuchaba que seguía durmiendo.

De pronto mi cuñada ahí mismo me agarró la verga y me susurró al oído que quería chupármela frente a su hermana, me dio mucho morbo que me dijera eso y provocó que me gustara mucho la idea. A pocos metros de mi novia, mi cuñada se puso de rodillas a chupármela, esta vez disimulando un poco el ruido de su boca pero sintiendo un placer que me tensa todo el cuerpo viéndole su carita tragándose toda mi verga y a la vez mirar a mi novia como duerme.

En ese momento mi cuñada me susurra que quiere que le acabe en su boca, yo empiezo a moverme vigorosamente hacia adelante y atrás agarrando su cabeza, le pido que me meta un dedito en mi culo y lo hace sin más, dándome mucho más placer, sintiendo que voy a estallar de calentura, de pronto ella saca su dedito de mi culo y se lo mete a su boca saboreándose y pajeandome rápido y pidiéndome leche.

Mi verga palpitaba de goce con todo lo que estábamos haciendo, le dije que abriera su boca y sentía que ya no aguantaba las ganas, una sensación explosiva llegó a mis huevos para luego irse a toda mi verga, mi leche salió a chorros fuertes, podía ver cómo le iba cayendo en su cara, en su cabello y lo demás se lo iba haciendo caer en su boca y lengua.

Mi cuñada con su otra mano se estaba tocando muy rápido su clítoris, de pronto note que sus ojos se apretaron, empezó a gemir suavemente, se tragó mi verga y comenzó a tener un rico orgasmo, escuchando su respiración agitada y tragándose mi leche calentita de una forma intensa y deliciosa frente a mi novia dormida.

Una vez que ella se corrió, se puso sigilosamente de pie, miró a mi novia, se dio cuenta que dormía y nos dimos un rico beso de lenguas, sintiendo el sabor de mi leche a través de su boca y diciéndome lo rico que estuvo, que era una de las tantas fantasías que tenía conmigo y que le fascinaba escucharnos coger con su hermana, me pidió que siguiera siendo ruidoso cuando lo hiciera con ella, nos despedimos y ella se fue al baño y yo volví a su cuarto a buscar mi camisa e irme a la cama a dormir.

Me acosté al lado de mi novia y ella parecía haber despertado en ese momento, me mencionó que no me moviera mucho y que me durmiera rápido, mientras yo tenía una explosión de placer y éxtasis recordando cómo me disfruté todo el cuerpo de mi cuñada.

A la mañana siguiente nos levantamos y desayunamos juntos, parecía que mi novia no se había dado cuenta de nada, con mi cuñada supimos disimular y actuar como si nada pasara, nos arreglamos todos para irnos al trabajo, poco antes de salir, me tope a mi cuñada en el baño, se me acercó me pasó su tangas violeta de la noche anterior y me dijo que lo guardara y oliera durante el día para irme calentando, para que la próxima vez volviéramos a coger lo cual produjo en mí una rica sensación de placer olerlos y meterlos en mi bolsillo y así fue cómo volvimos a tener sexo con ella, pero lo que ocurrió esa vez me dejó pasmado de placer que se los contaré en otra ocasión.

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