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Mi vida (parte 3)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Como contaba en la segunda edición de “Mi Vida” yo estuve unos cuantos años buscando transexuales en la misma avenida donde siempre lo había hecho, las llevaba a sitios que ya conocía y me lo chupaban a bajo costo, después me inicié como pasivo y las buscaba solo para que me penetraran, pero no todo fue disfrute también pasé momentos incómodos y de mucho miedo.

Una vez luego de estar con una de estas agradables chicas con pene iba de vuelta a llevarla para su esquina cuando me abordaron unos policías pidiendo documentación y obviamente para extorsionarme, pues así fue tuve que pagar para evitar inconvenientes, en las siguientes oportunidades tuve más precaución pero me ocurrió un par de veces más sin mayores problemas con excepción de algo que más adelante contaré.

Otro episodio incómodo fue quedarme accidentado con mi vehículo en plena avenida y que la chica se tuviera que ir caminando, todos y cada uno de los carros que pasaban me decían cosas y se burlaban de mi sin contar la risa irónica del gruero que me tuvo que rescatar a las 2 am.

Nunca olvidaré la vez que le abrí la puerta a una chica transexual y se me montaron 2 más en el carro, terminaron robándome la cartera, el reloj y todo lo que tenía encima y ni si quiera me dieron una mamada…

Sin embargo yo seguía mi rutina de vez en cuando con toda normalidad pero mucho más atento siempre con la finalidad de que me penetrara una transexual hasta que un día ocurrió algo que me hizo cambiar la manera de ver las cosas y el peligro que yo estaba corriendo a nivel general.

Me llevé a una rubia blanquita que recogí en una esquina de la libertador, estuvimos buscando sitio para estar solos pero ese día había mucho movimiento vehicular entonces se me ocurrió la idea de meterme en un estacionamiento debajo de las torres más altas de caracas, tomé mi ticket y busqué un puesto algo alejado y oscuro en el sótano más bajo, ella empezó a chuparme la verga luego nos pasamos a la parte trasera donde me clavó ese guevo en el culo, luego de un rato recibiendo ese blanco pene dentro de mí, nos tocaron el vidrio.

Eran los vigilantes!!!

No sé si pueda expresar el sentimiento de pavor, miedo, humillación, angustia y todo al mismo tiempo que tuve en ese instante, estaba siendo enculado por una transexual en mi carro y expuesto a vistas ajenas.

Nos vestimos como pudimos, me pasé para adelante dejando a la joven chica atrás encendí el carro y busqué la salida del estacionamiento que por suerte en esa época se pagaba en efectivo a la salida y no tuve mayores problemas pero el susto de ese día fue inolvidable.

Luego de ese episodio pasé meses sin hacer más nada, a veces me daba unas vueltas por la avenida pero no me atrevía a montar a nadie porque estaba un poco paranoico, entonces empecé a conocer internet que en aquella época las páginas de putas publicaban una que otra transexual. Busqué varios días hasta que me gustó una, la llamé y pactamos en un hotel. Se llamaba Michelle y ella me dijo cuando estés hospedado me llamas.

En mi próximo capítulo les contaré como fue mi primera experiencia total con una transexual llamada Michelle, muchos de mi época con las mismas pasiones la recordarán.

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