Mi esposa y yo siempre hemos compartido todo cuanto hacemos. Una noche de mucho sexo, viendo porno le dije que me super excitaba ver como los hombres les daban permiso a las mujeres para cogerse a otro hombre. Ella me preguntó: me permitirías darte ese placer? Me quedé sorprendido, pero de inmediato le dije que sí. Le pregunte que como podríamos hacerlo, y ella me conto que tenía 3 compañeros de trabajo que siempre andaban insinuándole cosas, pero que a ella le llamaba la atención un morenito que se veía muy bien y al parecer podría tener un verga grande y gruesa. Le propuse que lo hiciéramos el fin de semana.
Mi esposa es enfermera en un hospital en turnos fijos y el candidato tiene turnos rotativos, por lo cual tenía que saber cuándo el dispondría de tiempo para tener una cita con ella. Un jueves por la tarde me dijo que había encontrado al compañero y que como siempre la había invitado a salir por ahí para poder verse, y ella le dijo que lo llamaría para ponerse de acuerdo.
Como siempre lo había rechazado jamás esperaba que mi esposa le aceptara la invitación, y un tanto desconcertado le dijo que esperaría su llamada a la hora que fuera. Cuando lo llamó lo hizo en mi presencia en alta voz, pero yo no dije ni una palabra.
Contesto de inmediato y de manera efusiva le dijo: “Preciosa como estas? No te has arrepentido, verdad?”. Mi esposa: “Hola, no para nada, creo que ha llegado el momento que te goces lo que me has pedido siempre”. A lo que él contesto: “Genial, creí que nunca aceptarías y la verdad quisiera que fuera hoy mismo”. Mi esposa: “No comas ansias, te espero en mi casa el sábado por la noche, me prepararé y me pondrá algo muy especial para ti”. “Excelente voy a llegar a las nueve, cuando salga de turno me voy hacia tu casa… pero tú tienes esposo… Como le vas a hacer?”. Mi esposa: “No hay de que preocuparse el saldrá de viaje desde el viernes y regresará hasta el lunes”. “Pues no se diga más le respondió, te veo el sábado”.
Esa noche cogimos 3 veces pensando en el sábado y como me haría cornudo, Ella se excitaba solamente de saber que estaría en otros brazos y con otra verga. (las mujeres siempre desean tener relaciones con otros hombres pero son más recatadas que nosotros los hombres),
El viernes volvimos de trabajar y nos dimos otra tremenda cogida y yo le preguntaba. “Que es lo que más te excita del sábado?”. “Que a él siempre le han dado mucho morbo mis nalgas (tiene un precioso trasero bien paradito) y va a hacer hasta lo imposible porque yo le entregue mi culito me imagino. Por cierto si insiste no voy a poder resistirme a que me coja el culo”. “No te preocupes por eso, tienes que disfrutar todo lo que pase ese noche”, le dije.
No te pierdas la segunda parte… porque viene lo bueno…