En la penumbra, Adrian y Nicole se encuentran,
Dos almas ardientes en el juego del deseo, sin freno.
Sus miradas se cruzan, chispa de complicidad,
En este baile sensual, comienza la intimidad.
Adrian, con manos fuertes, traza su camino,
Recorre la piel de Nicole, con dulce desatino.
Ella suspira y tiembla bajo su tacto apasionado,
Un fuego interno se enciende, un amor entregado.
Nicole, con ojos avivados por la pasión,
Desnuda a Adrian con la mirada en su canción.
Susurros y gemidos, melodías en el aire,
Dos cuerpos enlazados, sin temor a naufragar.
El roce de sus labios, un encuentro celestial,
Los cuerpos se entrelazan, en un abrazo sensual.
La noche los envuelve, en su mágico velo,
Adrian y Nicole, en este amor, son cielo y suelo.
Así, en la penumbra, juntos se entregan sin fin,
Un poema de pasión, en su piel, queda el carmín.
En cada beso, en cada abrazo, son dos almas ardientes,
Adrian y Nicole, en este amor, son eternamente.