Me dediqué todo el día tranquilamente a mis cosas, tenía que descansar de las sesiones que había tenido con mi Perra y debía planificar una estrategia para poder usarla cuando quisiera sin levantar sospechas. Ese día no volví a encender el móvil, a la mañana siguiente tenía varios mensajes:
– Ya he encargado el cambio de habitación, lo traen el lunes, a primera hora. Vendrá a estrenarlo? Voy a recoger toda la casa y a preparar la habitación para cuando llegue la nueva cama y me enviaba todo el horario del fin de semana.
Junto a cada lugar me indicaba la hora y dirección.
Decidí dejarnos descansar el fin de semana, encontré unos talleres-cursos presenciales en una cadena de almacenes de materiales, lo que me ofrecía una oportunidad de salir y entrar sin problemas.
El lunes encendí el móvil y tenía varios Whatsapp, entre ellos:
– Amo, puedo hablarles de usted a mis amigas?
-Perra, puedes hablarles de que te has encontrado conmigo y que hay algo, pero no des muchas explicaciones sobre mí, si quieres decirles que por fin ha salido la Puta que llevas dentro es tu decisión, pero no me involucres.
Al momento contestó:
– Ok Amo, cuando salga el tema, que seguro sale, ya le iré informando.
– Como llevas tu entrenamiento particular?
– Ja, ja parece que he descubierto una nueva habitación en la casa, cada vez voy
Más al baño, aunque no lo necesite, solo para ponerme a cien, me encanta la guarra que veo en el espejo.
– En menuda Zorra te has convertido. Date prisa y que no llegas al gym. Y ese cuerpo tiene que estar en forma.
– Gracias por la ayuda, Amo. Besos.
Tenía el horario de mi Perra, que me había enviado por la noche, había quedado con sus amigas para el gym, tomar café y hacer también unas compras. Decidí ir a visitarla, sabía a qué hora estaría con sus amigas tomando café. Entré en la cafetería que estaba casi vacía, vi a Isa que estaba hablando con tres mujeres más, situada frente a la puerta, casi le da algo, fue a levantarse, pero le indiqué con la cabeza que no, se quedó tan blanca que sus amigas pensaron que era una bajada de tensión, pedí un café en la barra observándola y escribiendo por el teléfono, ella miraba nerviosa el suyo.
– Vete a refrescar tu sola al baño, en 2 minutos.
Dejé el café y fui a las escaleras bajando hacia los baños. Detrás mío apareció Isa.
Desde nuestra posición se podía ver si alguien venia y parte de la cafetería
– Creí que hoy no nos veríamos, han traído a primera hora el colchón, pero no se “puede utilizar” en 24 horas. Lástima. Hoy dormiré en la habitación de invitados. Ya tengo las cámaras, no sé si sabré configurarlas.
– Dame la copia de las llaves y el mando. Ya te dije que soy yo quien decide cuando se folla. Yo configuraré las cámaras.
– Perdón Amo, me pueden las ganas. Uff. La clave de la alarma es xxx.
– Como vas con tus amigas?
– Las tengo intrigadísimas, han empezado a hablar de sexo y fantasías, cuando me he involucrado en la conversación se han dado cuenta de que ya había experimentado algunas de sus fantasías, se han quedado boquiabiertas, algunas incrédulas, no hacen más que pedir detalles. Les he hablado un poco de usted, por sus comentarios, se notaba que si tuvieran la oportunidad que usted me ha dado ellas también la aprovecharían, aunque les frena el qué dirán. Les estoy dejando poco a la imaginación y creo que todas se van a ir más calientes que yo para casa. No dejan de ser unas hipócritas reprimidas, que aparentan llevar una vida idílica pero que se mueren por un buen polvo. Es una pequeña venganza. Ja, ja
Dándole un beso profundo, metí la mano bajo su falda y constaté que estaba muy húmeda.
– Pero que guarra eres, solo de pensar que venía a follarte te has mojado toda.
– Si Amo, al verlo me he quedado paralizada pero luego pensando en las posibilidades, me ha excitado mucho la idea. Y este es el resultado.
– Ahora No, quería que comprobaras que te puedo usar en cualquier momento y situación. Cuando estemos fuera no debes llamarme Amo, alguien podría oír lo que no debe. Dormirás en la habitación de invitados hasta que te diga.
– Le metí dos dedos y moví rápido mi mano, no hizo falta mucho más, sujetada a mi brazo empezó a correrse, apagando sus gemidos con un beso. Le di a lamer mis dedos con sus jugos, los lamio sin dejar de mirarme, con una cara de vicio, buscando retenerme. Como me ponía.
– Arréglate la ropa que ya te han vuelto los colores, jaja. Disfruta de tu pequeña venganza.
Dándole un beso, me fui, sin mirar atrás, echando un vistazo al grupo del Café, que cuchicheaba animadamente.
Empezando con mi “nuevo calendario escolar” decidí visitarla a la mañana siguiente, abrí y desconecté la alarma, haciendo algo de ruido para no sobresaltarla. Estaba en la habitación de invitados con el móvil, mirando si tenía Whatsapp o correos, al verme saltó de la cama para besarme.
– Amo, viene a estrenar la cama?
– Zorra, ya te dije…
– Perdón Amo, castigue a esta Puta por decidir sin su permiso.
– Luego, ahora vamos a desayunar.
Fue a la cocina con el albornoz y el pijama, al pasar por mi lado la agarré del pelo, casi se cae de la inercia:
– Como te dije que tenías que vestir cuando yo estuviera aquí?
– Perdón Amo,
Fue corriendo a la habitación y apareció con unas medias de rejilla, zapatos de tacón y lencería blanca con lacitos rojos.
-Así mejor Zorra.
Se puso a preparar unas tostadas y café.
La vista era muy morbosa, para follársela allí mismo, en sus braguitas podía notarse que estaba muy húmeda. Desayunamos poniéndonos al día del fin de semana. Hablamos de como planificar otros encuentros, tenía una parcela con casa, cerca de Madrid a unos 20 Km de mi residencia, quedamos para hacer una visita. Me puse a colocar y configurar las cámaras, una vez que terminé, llamé a mi Puta y empezamos a probarlas todas, quería grabar nuestras sesiones, empezando por la habitación, saqué del cajón reservado a los juguetes, una fusta con plumas en el extremo, la hice ponerse a cuatro en el borde. Con la cámara del móvil enfocando directamente su cara.
– Parece que no te queda claro cuando se folla aquí.
– Perdón Amo, es que me tiene muy caliente y me pueden las ganas.
Le quité las bragas que estaban empapadas y se la metí en la boca.
– Vamos a dejarlo claro, empezando con 10 golpes de fusta, cuenta en alto.
Empecé lentamente a un nivel medio, la primera le pilló de improvisto y lanzó un quejido, agarrándose a las sábanas, al que siguió el comienzo de la cuenta, en el sexto aunque había subido un poco la intensidad, ya no había quejido, solo esperaba el siguiente apretando las sábanas y relajándose en el conteo con una voz que había cambiado a placentera, al llegar a diez, besé su culo marcado y comencé a pasarle la pluma por las marcas, el coño y los pezones, se movía contoneándose, mientras sacaba las bragas de su boca para hablar.
– Amo, por favor, déjeme correrme, no aguanto, agg, agg, por favor, estoy muy excitada, me ha puesto mucho el castigo.
– Zorra, puedes correrte cuando quieras hoy es día de estreno, has aguantado muy bien. Espero que hayas aprendido la lección.
Su cuerpo cayó sobre la cama, mientras con su mano en el coño, terminaba de correrse.
Dejé que se recuperara un poco, su cara era todo orgullo, había superado otra prueba y le había gustado.
– Gracias, me gusta que me use.
La coloqué boca arriba con la cabeza colgando, me saqué la polla y no tuve que decirle nada abrió su boca para recibirla, empecé a follármela, cuando ya estaba dura, cogí un condón y lubricante.
– Vamos a ver cómo van los deberes guarra.
Se puso inmediatamente a cuatro sujetando los cachetes de su culo que seguían rojos:
Le metí un dedo que prácticamente sin ningún problema, con el segundo empezó a gemir mientras se volvía buscando mi aprobación.
– Bien Puta, sácalo bien que quiero follártelo.
– Si Amo, rómpale el culo a su Zorra, me encanta que me ponga en mi sitio.
Empecé a metérsela despacio al principio, solo la cabeza, ella buscaba con sus caderas más intensidad, cuando volvía buscando más agarrándola del pelo de di un empujón que nos llevó al éxtasis.
– Vamos Zorra, quiero ver cuanto deseas que te parta el culo.
Se sintió plena buscando que la follara más fuerte en cada envite, jadeaba sin parar, mordía la almohada, agarrada a las sábanas, mientras la azotaba, y tiraba del pelo.
– Amo fólleme, me gusta que me llene el culo, agg, agg,
– Sigue zorra, con lo modosita y rancia que eras y lo Puta que te has vuelto, Uff, Uff
No aguante más y me vacié en ella.
– Gracias Amo, por convertirme en su Puta.
Seguía moviendo su culo, agarré el plug, se lo metí de golpe y terminé de follarle el culo. Lo apretó tanto mientras se corría, que pensé que lo iba a succionar entero. Volvió a caer hecha un manojo sobre la cama y yo sobre ella. Mi mano quedó al lado de su boca, jugando con sus labios, empezó a darle pequeños mordiscos y lamerme los dedos como si fuera una polla, mientras nos recuperábamos. Nos tumbamos de lado, lo que me permitió meter mi mano en su coño y jugar dentro de ella, que empezaba a mover sus caderas buscando más profundidad, me bajé hasta su coño ya totalmente depilado y empecé a comérselo despacio, besando suave cada parte de su entrada, prolongando las lamidas de mi lengua
– Umm, que gusto Amo, sabe cómo hacer disfrutar a Su Puta.
Apoyando sus manos sobre mi cabeza, levantaba las caderas para ofrecer ese manjar. Estaba frenética, cuando estuvo a punto de alcanzar el orgasmo, me coloqué sobre ella y jugando en su entrada comencé a follarla muy despacio.
-Por favor Amo, fólleme, no me haga sufrir, fólleme duro, quiero que me empotre. Soy una zorra y lo merezco. Castígueme.
Paré y le coloqué una almohada bajo su cadera, tenía brillante todo el coño, aproveché para darle un par de palmaditas, ella se retorcía de placer, buscando de nuevo que la penetrara. La agarré fuerte por las caderas y empecé a darle duro, le pellizcaba los pezones, apretándolos, estaba poseída. Los ojos en blanco.
– Más, mas, hasta el fondo, Agg, agg, me corro, me corro, use a esta guarra. Que gusto, agg
Abrió las piernas todo lo que daban de si, y apretando mi cuerpo contra el suyo.
Me abrazo con sus piernas mientras me corría.
– Puta esto es lo que querías? Que te llene por dentro.
– Si, Amo, gracias.
Le di un beso profundo mientras ella me apretaba más entre sus piernas, al terminar quedó esparramada, satisfecha. Teníamos el corazón que nos iba a saltar, la cama totalmente revuelta. Tras unos minutos.
– Vaya manera de estrenar la cama. Tengo llenos todos mis agujeros. Je, je Me encanta.
Isa se incorporó, cogió su móvil, abrió la cámara y me lo entregó, colocándose frente a ella.
Me miró fijamente con cara sería:
– Hasta ahora he sido una sumisa por voluntad con un contrato voluntario.
– Ahora quiero pertenecerte completamente sin contrato, que me uses sin límites, sin obligaciones hacia mí por tu parte, puedes hacer conmigo lo que quieras. Te pertenezco.
Dibujó una sonrisa, dándome un beso, paró la grabación y me la envío a mi teléfono.
Aunque para la ocasión se había saltado el Tratamiento, vi que su intención era hacer de su declaración un acto solemne de entrega, que hasta ahora todo lo sucedido había sido la liberación de una rancia reprimida, ahora realmente tenía una sumisa caliente entregada incondicionalmente.
Lo que pasó en la casa de campo forma parte de otra serie.
Isa se incorporó, cogió su móvil, abrió la cámara y me lo entregó, colocándose frente a ella.
Me miró fijamente con cara sería:
– Hasta ahora he sido una sumisa por voluntad con un contrato voluntario.
– Ahora quiero pertenecerte completamente sin contrato, que me uses sin límites.
Sin obligaciones hacia mí por tu parte, puedes hacer conmigo lo que quieras. Te pertenezco.
Dibujo una sonrisa, dándome un beso, paró la grabación y me la envío a mi teléfono.
Me hizo pensar que hasta ahora todo lo sucedido había sido la liberación de una
Rancia reprimida, ahora realmente tenía una sumisa caliente entregada incondicionalmente.
Hablamos de como planificar otros encuentros, tenía una parcela con casa, cerca
De Madrid a unos 20 Km de mi residencia, decidimos hacer una visita pero eso ya es parte de otra historia.