Después de nuestra primera vez, la idea era que no debía ser de nuestro agrado, pero ocurrió todo lo contrario. Esa semana siguiente nos mensajeamos, todos los días y a cada hora, yo en el trabajo hacia jornada nocturna y le escribía todos los días y ella siempre respondía, esas conversaciones cada vez se pusieron más calientes mucho más. Recuerdo que fue un fin de semana, yo salía de la jornada nocturna y quedamos en vernos cerca de su casa, tanta era la calentura que nos traíamos que nuestra cita fue a las 7:30 de la mañana.
Recuerdo que la vi y quería comerle la boca, bueno tiene unos labios carnosos tan apetecibles y unas piernas muy largas que inician de unas redondas y bien puestas nalgas, y nada que decir de sus grandes pechos y redondos, que deseaba volver a sentirlos en mi rostro y con mi boca saborearlo, aunque ella es muy discreta en vestirse no las muestra mucho, pero yo la desvestía con la mirada, habremos caminado unas cuadras, yo estaba tan excitado que la quería tomar en mis brazos en plena calle. Lo malo que no encontrábamos ningún hotel por esa zona, hasta que vimos un hostal de muy mala muerte, pero era tanta la excitación que teníamos que entramos sin pensar.
El hostal era un asco, pero la verdad poco nos importó, comenzamos a comernos a besos y a acariciarnos todo y desvestirnos, quedamos totalmente desnudos frente a frente. Sin duda esas dos grandes tetas que tenía Gloria eran unos de los mejores manjares que la vida me había puesto en frente, muy duros firmes y grandes, como los besaba, me los comía, sentía que me faltaba mano y boca para saciarme, no me dio tiempo para sacar ni ponerme el preservativo, pensé que yo solo estaba satisfaciéndome, pero mi sorpresa fue verla y darme cuenta que su mirada estaba perdía en la oscuridad de ese cuarto, debido a la excitación y el placer que sentía.
Sin duda fue una de los mejores encuentros de mi vida, perdí la razón ese día y ella también. Recuerdo que ella se colocó delante de mí me dio la espalda y solita se acomodó mi pene metiéndolo dentó de su vagina comenzando hacer un movimiento tan sensual y placentero que pensé que me iba a venir en esa posición, después me senté al filo de la cama y ella se sentó encima de mi mirándome con sus ojo grandes y sentí como mi pene se deslizaba dentro de la vagina de Gloria, es que estaba demasiada húmeda no tenía que ni acomodarlo solo entraba y ella con sus piernas me abrazaba de mi cintura y me restregaba sus pechos en mi cara, que delicia y placer esas dos grandes tetas en mi cara, esa vagina húmeda recibiendo mi pene que estaba por explotar y ella gimiendo, era una mezcla de sensaciones.
Luego ella se recostó en la cama, por Dios, esa amiga tan tímida que conocí se había vuelto una loba, que solo se satisfacía comiendo partes de mi cuerpo, se abrió de piernas me dejo ver su sexo expuesto mi pene estaba tan duro y por explotar, de una se lo metí, fue una sensación tan lujuriosa, sentía que mi pene golpeaba con el fondo de su ser y ella totalmente abierta de piernas gimiendo diciendo mi nombre y sintiendo mi pene entrar y salir de su vagina, estuvimos un buen tiempo así sintiéndonos, disfrutándonos. Al final nos pusimos de pie y no aguante más y me vine encima de ella, era un placer, Sin duda no me había dado cuenta que fue el mejor polvo de mi vida, y nos marcó a ambos, por muchos años y yo creo que hasta ahora.
Bueno tuvimos otros encuentros donde nos entregamos todos, pero eso será para otro relato…