Buenas gente, soy Adam, tengo 30 años, leí algunas de sus publicaciones y me animé a escribir la mía. Desde hace muchos años me calientan las mujeres maduras, ya lo descubría viendo a las amigas de mi mamá y cómo de rápido me ponían alguna de mis suegras.
Cuando empezamos la relación con mi novia (29) y me presentó a su familia y a su madre, inmediatamente me dio cierto morbo verle su cuerpo, pero siempre lo dejaba hasta ahí por respeto, sin embargo mi suegra se mantiene bastante bien, a sus 56 años, es de esas maduras que te dejan boquiabierto, un buen culo, que para su edad llega a impresionar lo rico que se le ve con cada prenda que se pone, unas tetas que sin ser las más grandes, destacan sus pezones que se le suelen marcar mucho.
Ella lleva separada unos 10 años y con mi novia llevamos de relación 3 años, lo cual me ha permitido ver a mi suegra y descubrir algo que no pensé jamás qué sucedería.
Esto ocurrió hace relativamente poco. Vivimos en casas separadas con mi novia así que aprovecho de visitarla cuando mi suegra está trabajando, así tenemos toda la tarde para coger.
En varias ocasiones le pedía a propósito que lo hiciéramos en la cama de su mamá, ya que me calentaba mirar que dejara por ahí sus pantys usadas, en algún momento le insistí tanto a mi novia que le empezó a causar morbo el asunto y se los puso solo para generarme más placer, así pude sentir ese rico aroma a su concha madura y a su cola y acabar muy rico en ellas, todo bien consensuado.
También en otra ocasión un baby doll de mi suegra, la experiencia se iba haciendo cada vez más rica, le calentaba saber que mi propia suegra me ponía, sin embargo hasta ahí llegaba todo y no iba mas lejos, a escondidas en otros días yo entraba muy caliente al baño a husmear en los calzones de mi suegra para olerlos y tocarme, siempre fue un gran morbo imaginar esa madurita brincándome.
Un día llegué a su casa y habían despedido a mi suegra del trabajo, así que tuvimos que acostumbrarnos a coger con más cuidado con mi novia, ya que ahora siempre estaba en casa pero esto lejos de ser algo indeseable, me permitió entrar en mucha confianza con ella, le solía ayudar en casa con algunos que haceres y hasta cocinar en casa de ella, me acercaba mucho a ella de espaldas con mucho morbo de rozar mi verga entre tus pantalones o vestidos qué traía, a veces la abrazaba un poco demás para sentir sus tetas e imaginarme muchas cosas ricas, a veces podía verla a escondidas cambiarse de ropa y aprovechaba de tocarme unos segundos antes de que me pudiera descubrir.
De un tiempo a la fecha siempre que yo le cocinaba en casa ella se iba a la cocina a peguntarme cosas y a veces se me acercaba mucho, yo le hacía chistes en doble sentido y agarramos más confianza y a la vez parecía que ella no se molestaba cuando yo me quedaba mirándole las tetas de frente, mi novia solía ir a comprar las ensaladas o el postre y nos quedábamos solos unos cinco minutos en ese horario todos los días, fue ahí en uno de todos esos acercamientos y días que terminamos sirviéndonos unas copas de vino como solía suceder cada tanto y yo me volví como siempre a ponerme cariñoso y abrazarla, pero esta vez me dijo muy sigilosa al oído si me gustaba como se sentían sus pechos en mi cuerpo, sentí un golpe de adrenalina y quedé congelado y caliente.
Le hice la seña con mi cabeza que sí y empecé a notar como sus manos bajaron a mi pantalón y cómo frotaba con sus dedos por encima de mi verga, estaba alucinando de lo que sucedía, debo confesar que me puse nervioso en ese momento pero no aguantaba la calentura así que rápidamente me saqué la verga y me empezó a masturbar, intenté darle un beso con lenguas pero solo me dio un pico, y me decía que si le gustaba su cuerpo, yo rápido le baje su escote y le agarré las tetas me puse a jugar con ellas con mi boca fue una sensación deliciosa y de otro mundo, al poco rato le quité las manos de sus ricos pezones y me fui a por esas nalgas y note cómo se sonrojaba pero suspiraba, sentir su culo en mis manos hacía que mi verga palpitara.
Así que le pregunte muy directo si quería hacerme sexo oral, ella se agachó sin más y comenzó a darme la chupada de mi vida, me resultaba muy morboso y muy delicioso tener a mi suegra con mi verga en su boca, estaba como nervioso y caliente, ella me miraba y parecía disfrutarlo porque cerraba los ojos y se tomaba su tiempo para mover la lengua, pero luego se paró y le dije si podía pasarle mi verga por sus nalgas así que se desabrochó el pantalón, llevaba un panty exquisito, blanco, con mallas en la parte de su culo, y transparente, me fui como un condenado a poner mi cara en su culo para estrujarme y lamérselo, ese aroma y sabor a cola madurita me enloquece, luego de quedar saciado de su culo en mi cara me pare, empecé a frotar mi verga entre sus nalgas y por entre medio, una calentura inigualable, apenas me creía lo que sucedía, pensaba en penetrarla y correrme dentro de ella pero al poco tiempo escuchamos qué mi novia llega a la puerta de la terraza de la casa así que tuve que rápido detenerme y mi suegra me dijo que me fuera al baño y que disimulara mientras ella se puso a sacar unos vasos mientras se volvía a acomodar su ropa, así fue que sucedió.
Luego desde ese día, nunca volvimos a mirarnos de la misma manera, mi novia no alcanzó a sospechar nada, pero me permite fantasear mientras cogemos que me estoy cogiendo a su madre, planeo decirle si le gustaría que realmente pudiera ocurrir y que si le gustaría estar observando, es algo que ahora me vuela la cabeza de placer.
Con mi suegra cada tanto que nos quedamos solos unos minutos le pido que me masturbe, también le dije que soy yo el que le deja sus pantys llenas de leche cuando me meto al baño y agarro una de ellas, estoy pensando en penetrarla pero aún no se da porque siempre estamos los tres en casa y ha sido todo muy reciente.
Muy buen relato yo me cojo a una tía de mi señora ella tiene 70 años y yo 66.adora que le llene el culo de leche .suerte que te la puedas cojer.