Hola machos cabríos, soy Verónica mejor conocida como Ishtar, tu milf, favorita. Te traigo una nueva aventura sexual a través de un rico relato erótico. Si has seguido, mis relatos sabes que soy una hotwife, me encanta hacer cornudo a mi señor, tener encuentros casuales. Sin embargo, también me dedico a tener encuentros pactados. Soy una hermosa chapina (Guatemala), debido a esos encuentros me volví famosa en mi tierra natal. Después emigre a México, y también he tenido cierta popularidad. Para que mi cornudo digo esposo, no sospeche he usado diferentes nombres artísticos, como; Ishtar, Venus, Luna, entre otros. Siendo el más famoso Ishtar, en honor a la Diosa de Babilonia, de la fertilidad, la guerra y el amor.
En México y Guatemala, me registre en páginas de escorts, las cuales se dedican a promocionar a mujeres y los caballeros ingresan a dichas plataformas y deciden pactar un encuentro casual con la dama que más les guste. Además, dichas paginas nos hacen verificarnos tanto a la dama como a los clientes lo cual nos otorga seguridad y así no correr un riesgo innecesario. Mi desmedida lujuria me incitaba a tener encuentros con desconocidos. Me excita y hace mojar, el pactar encuentro con alguien que no conozco, coger con un macho al que nunca más vere, del que muchas veces no se ni su nombre. En consecuencia, como la cougar ardiente, que continua con su infidelidad, apareándome como una leona con cualquier hombre que se me pusiera en frente o encima de mí.
Así que registre mi numero y perfil de Facebook, literalmente, miles de mensajes me llegan, muchas veces no puedo responder, o en algunas ocasiones respondo, pero no puedo seguir el hilo de la conversación debido a que son miles de mensajes y me pierdo. También, muchas veces desean tener un encuentro conmigo, pactamos y a la hora indicada, no llegan, por eso decidí registrarme en las páginas que son verificadas. A continuación, te muestro como se pactó mi último encuentro.
Era el sábado 5 de agosto, me llego un mensaje de un caballero que decía lo siguiente; buenas noches, hermosa Ishtar, quiero pedir información. Respondí; Hola mi amor, buenas noches. Gracias por tu preferencia. Baby en nuestra cita te ofrezco 60 minutos de relaciones ilimitadas, oral al natural, se usan las famosas pastillas negras para hacer más delicioso el oral, y me puedes echar la lechita en mi carita, lluvia dorada. El encuentro tiene trato de novios, besitos ricos, de lengüita, llevo rica lencería, te daré un rico baile y nos daremos un sabroso faje. Para posteriormente pasar al sexo, en todas las posiciones que desees. El costo de mi servicio es $ 5000, lo que se traduce en unos 227 dólares. Si quieres sexo sin condón, tiene un costo extra de $ 1000 y se pide prueba de VIH, de igual manera si quieres sexo anal tiene también un extra de $ 1000. Y si quieres un GangBang, son $ 3000 extras. Te atiendo en el hotel de Centro Histórico, Isabel la Católica o Metro Patriotismo. Métodos de pago, transferencia, efectivo o pago con tarjeta.
El caballero, respondió lo siguiente: el servicio me parece muy cotoso, pero he leído reseñas de usted, y muchos clientes te recomiendan, perfecto, mañana domingo en Metro Patriotismo, a las 8pm, será con preservativo. Respondí: perfecto amor, si te parece caro el servicio, pero créeme quedaras bien satisfecho. Aquel macho, no tenia foto de perfil, lo cual le daba un plus de excitación, quien será con el que voy a coger, me preguntaba, será como mi esposo poco agraciado y físico descuidado, será un joven atlético, o un adulto de mi edad, será guapo. Tendrá la verga grande o de tamaño normal como mi esposo, o pequeña pero rinconera. Dichas dudas solamente aumentaban mi celo.
Finalmente llego el domingo, mi señor había ido a Cuernavaca con el cabron de su jefe, mis hijas con sus novios. Eran las 6pm y estaba sola, disponible y super excitada, por saberme que cogería con un semental desconocido, al ingresar al baño, el agua estaba muy caliente, prácticamente hirviendo y yo ardiendo de lujuria, eran el escenario perfecto, para masturbarme con mis dedos, trascurridos unos minutos deje escapar un gemido fuerte, aaaaa, mmmmm, finalmente rasure mi monte Venus. Sali de la ducha, me dirigí a mi closet, y elegí, un mini vestido color negro con brillos que le daban un toque sexy, hombros descubiertos, en consecuencia también la parte alta de la espalda quedo descubierta, ese puti vestido, entallado, me llegaba hasta a la mitad de mis muslos, con escote pronunciado, coloque unas sexis medias negras que llegaban a lo más alto de mis muslos y mi tanga negra y unas zapatillas negras muy sexi. Me maquille usando un billet rojo intenso, sin olvidar mis aretes y anillos, por último, mi cabello suelto. Eran las 7:45, cuando aquel semental, me envió foto y ubicación, de la habitación, le respondí con un audio de voz, voy en camino amor.
A las 8pm, llego a la recepción de aquel famoso Motel, el encargado que ya me conoce, anuncia mi llamada, y una voz gruesa, le responde que suba, dije ojalá también tenga gruesa la verga, tome el elevador y al llegar a la habitación indicada toque, e inmediatamente un caballero moreno, guapo, con el clásico bigote, de unos 30 años, delgado pero marcado, de 1,77 aproximadamente, pantalón y camisa de vestir. Buenas noches Ishtar, buenas noches amor, respondí dando un beso apasionado. A lo que él, toco mis nalgas y las apretó con mucha fuerza. Así continuamos por varios minutos, y me dijo, te pago de una vez, tome el dinero, lo conte y lo ingrese a mi bolsa.
Inmediatamente, procedi a sacar de mi bolsa mi kit de trabajo (toallitas húmedas, aceite/lubricante, condones), mi semental puso música y volteó hacía mí para iniciar las acciones. Los besos fueron profundos y bien dados mientras sus manos acariciaban mis hermosas nalgas, cuando sentí su erección comencé a restregarme contra él, pegarme más y a palpar a ese duro miembro. Lo tiré a la cama y comencé a bailar, hice el famoso perreo, él no perdía el tiempo, y me manoseaba toda, desde mis senos, pasando por mis nalgas y terminar hundiendo sus manos en mi vagina. Me senté en el y ese miembro estaba a punto de reventar el pantalón. Nos estábamos fajando muy rico, después de varios minutos, nos levantamos y una vez arados frente al tocador comenzamos a besarnos. Beso su cuello; le toco el cabello; el froto sus manos en mis nalgas. Comienzo a desabrocharle el cinturón. y bajo el pantalón y luego los calzones de un jalón. Entonces sale un enorme miembro, con unas venas hinchadas a punto de reventar, con la clásica curva hacia lado izquierdo y muy gorda, cos vellos abundantes. Posteriormente, saco unas toallitas húmedas y limpio la zona de trabajo (de todas formas, él estaba impecable, era obvio que se había bañado). Mientras esparcía lubricante besaba aquel rico miembro.
Me puse de rodillas y de un solo golpe me la comi toda. –ufff Ishtar—se alcanza escuchar de aquella voz gruesa. Me quede unos segundos que se me hacen eternos, ahogada en esa dura verga. Saco su miembro de mi boca, empiezo a toser, por lo intenso del oral, y nuevamente, comienzo a mamarla profundamente. Hasta adentro de mi boca. Al tiempo que se la mamaba, con sus manos me tocaba las tetas, después con sus manos guiaba mi cabeza para mamar a su ritmo, me jalaba del cabello, cuando sentía que era muy intenso el acto, saque aquellas pastillas negras, que hacen intenso el oral y mi macho, gimió de placer, ufff que rico, puta señora, mientras ya salían unas gotas de semen. Despues de unos minutos lo lleve al borde de la cama, lo senté y lo limpie con una toallita húmeda. Una vez listo, nuevamente un oral profundo, suave, le ponía atención tanto arriba como abajo, mi cliente estaba extasiado con esa escena.
Ya te quiero coger, dijo, con ansia. Así que se acercó e hinco y me comenzó a besar sobre el vestido, lo subió y comenzó a bajar mi tanga de una manera delicada, y procedió a besar mi vagina, aaa comencé a gemir, chupaba y mordía muy rico mis labios y clítoris, sentía en todo mi cuerpo una descarga de placer. Posteriormente, se recostó, invitándome a montarlo, me dirijo a mi bolsa, saco un preservativo, y desenfundo un condón. Saco una botellita de aceite y lo vierte en aquel gordo miembro. Tome un poco más y me lo unte en una de mis manos y lo pase sobre mi vagina. Lo monte y abrazados comenzamos a coger. Me dijo que le gusta lento, que quiere disfrutarme. Cogiamos a un ritmo lento pero rico, y dijo: Qué sensación tener a Ishtar encima de mí, sintiendo todo su cuerpo aceitado, tocando sus nalgas, sus tetas, besándola, viéndola a los ojos, admirando su rostro desencajado a punto de llegar a un orgasmo-
Al escuchar esas palabras me excitaba más y más, quiero sentirte bien, le decía. Después mencione, tenías tantas ganas pues follame fuerte, aaa sigue sigue, cógeme rico, ahora fuerte, sigue mas, el ritmo de la cogida iba acelerando, no pares amor. Me detuve y le preguntó si aguantaba cargarme, y dijo que si, me cargo y me daba tremendos sentones, mi vestido me hacía sudar mas y más, era un infierno de lujuria, posteriormente subió mis largas piernas a sus hombros, gracias a que soy atlética, pude resistir esa posición, mis largar piernas quedaban hasta sus hombros y el aprovechaba para penetrarme duro, asi seguimos varios minutos, –aaa que rica— después me tiro en la cama para recostarme e iniciar la posición de misionero, estaba muy intenso y acelerado, y respondí a su intensidad de momentos anteriores con la misma iniciativa y la situación se ponía cada vez mejor, el se me acercaba para besarme cuando no lo hacía yo era la que me acercaba. En esta posición tomo mis piernas y las coloco nuevamente en sus hombros, para recargarse en ellas y entrar más profundo además entre ratos yo lo abrazaba con mis piernas como invitándolo a no perder el ritmo.
Sujeto mi cuello con ambas manos y me iba apretando lentamente. Ni suave ni fuerte. Aumentamos el ritmo del coito, apretó más fuerte y dijo, espera, quiero coger sin condón, se levantó de la cama, y dijo; mira aquí traigo más dinero y un estudio de sangre, estaba tan excitada que le dije que sí, ya no me importaba el dinero quería aparearme al natural sin preservativo. De nuevo regresamos a la posición del misionero y la verdad estábamos agotados, no sabía cuánto tiempo había pasado ni cuánto nos quedaba, pero no desistía, los besos seguían igual o más constantes y ricos, por momentos cerraba los ojos para disfrutar y yo no me permitía bajar el ritmo. Aquel caballero, hizo una semi plancha (como si fuera ejercicio) y me dio con todas sus fuerzas que le quedaban, el sudor y el cansancio se estaban haciendo presentes así que detuvimos las acciones un momento para simplemente recostarnos, yo lo masturbaba mientras lo besaba. Pedí hacer un 69 para degustar nuevamente su pene, tenía la esperanza de poder terminar así, pero tras un buen rato decidí que el descanso parecía mejor opción.
No había palabras, solamente besándonos apasionadamente. Mi lengua se abrió paso entre sus labios gruesos refregándose con fuerza contra la suya; inmediatamente me senté en la cama y mi cliente se puso de pie, estaba nuevamente frente a mí quedó cimbrándose su pene largo y tieso como un palo, su forrito retraído por la erección y una cabeza rosada y brillante con una gotita de líquido asomando por su punta. Pensar que esa verga riquísima me estaba dando un inmenso placer, de un caballero que prácticamente era un desconocido. Me acerqué y le di un tierno beso en la punta, luego me retiré para mirar su cara; un hilito de líquido se estiró entre mis labios y su glande. Él me miraba con una mezcla de calentura y furia. Pasé la lengua por mis labios, el sabor, de su líquido era delicioso, hasta diría que casi dulce. Mientras lo saboreaba, con mi mano derecha tomé su tronco y comencé a masajearlo lentamente llevando hasta atrás la delicada piel que lo cubría, lo que ponía más grande y brillante su cabeza. Después, abrí mi boca y la introduje en ella, mi lengua recorría aquella verga por todo su contorno, él respiraba agitadamente. Después de un rato, lo saqué y lo dirigí hacia arriba afirmándolo con mi mano, empecé a lamerle los testículos, desde allí mi lengua subía por su miembro hasta llegar a la punta, le mamaba un ratito su cabeza y volvía a bajar recorriendo el mismo camino.
-Me vuelves loco, Ishtar, eres una Diosa, que mamada me estas dando, la mejor de mi vida- mientras él decía esto, yo me sentía halagada, así que decidí morderle el tronco y después muy sutilmente el glande, –aaa perra, despacio- aquel liquido blanco comenzaba a salir. Acto seguido me puse de pie, lo avente a la cama, su pene apuntando al techo, finalmente no pude aguantar más y subiendo a gatas por la cama me senté sobre él metiéndomelo hasta el fondo, pero estaba vez de mi ano, mientras ambos nos veíamos a los ojos. -¡Ooooh qué rico! Exclamé al sentir su glande abriéndose paso en mi ano. Con sus manos apretaba con fuerza, sentía sus bolas calentitas chocar contra mi culo, en cada profunda embestida que dábamos. Yo lo besaba ardientemente, nos mordíamos los labios, después el bajaba y besaba mi cuello, haciéndome gemir como una loba en celo. Gracias a que soy multiorgásmica, tuve no sé cuántos orgasmos montada en ese miembro hinchado e incansable. Aquel caballero se venía abundantemente y casi sin ablandarse su falo. Continuaba dándome duro a los pocos minutos. Le decía con lujuria, así mi amor, cogete a esta puta en celo. De repente me jalo fuerte de los cabellos, -puta no eres mía ni de nadie, menos de tu esposo, eres una puta- mientras decía esto me jala fuerte, aunque me encantaba y me empezaba a nalguear fuerte y morder fuerte mis pechos -aaaa un gemido desgarrador, salió de mi boca, que debió escucharse en todo el motel.
Levántate puta y ponte en cuatro, me ordeno y yo como su buena meretriz así lo hice, dejando mis manos que cayeran sobre la cama, y mi culo elevado, él se colocó detrás de mi, -¿Estás cómoda? – Oprimiendo con un dedo sobre su ano. No obtuvo respuesta. -Separa las piernas y respóndeme. –dado un manotazo sobre su expuesto culo. -Siiii, aaa. –separando las piernas rápidamente. -¿Quieres más? –continuó aquel caballero. Después hubo un silencio. Tan solo respiraba acaloradamente. Tomo su pantalón y quito el cinturón y me propino varios correazos. Fueron suaves. Tan solo para reafirmar mi entrega. -No te he oído. –me dijo dándome otros correazos ahora fuertes un último algo más intenso.-Siii. -Sí que. –me respondio con otro de igual intensidad. -Siii. Quiero más verga.
Aquel caballero se acercó lubricando su pene con su propia saliva. Sujetó mi nalga derecha y yo me apropié de la izquierda. Gemí cuando mi culo fue abierto por nuestras manos. Cuando mi cliente rompió la resistencia inicial de mi agujero, este de manera natural protestó. Nuestras manos notaban como mi culo quería cerrarse ante las lentas pero constantes cargas que recibía. Finalmente cedió y sin demora me penetró en un prolongado empuje. Un sonido entre suspiro y aullido acompañó todo el recorrido. Tan solo cesó cuando nuestros cuerpos chocaron impidiendo su continuidad. Ese caballero hizo una pausa dejando que se acomodara en su interior. Minutos después, muy lentamente, como la ramera experta que soy, comencé a mover mis caderas ayudando a que la enculada fuera mas rica y llevarla a mi propio ritmo. A continuación, ese macho aminoró el ritmo. Ahora la sacaba completamente, me la mostraba y la volvía a enterrar de un solo golpe. Un bufido salía de mi boca con cada nueva estocada. Mis piernas empezaron a flaquear y en cada empalada, me iba doblando hasta que me ayudo y quede arrodillada, mi cliente como un tirador, aumentó la intensidad, ya no movía mis caderas, eran los brazos de mi macho bien aferrados quien me obligaba a sacudirme. Cada vez todo iba más rápido. Con la cara ya apoyaba contra el piso, gruñía dejándome partir. Mis pechos se balanceaban sin descanso, marcando el ritmo de las empaladas que recibía mi cuerpo.
Después me levanto y me arrojo con fuerza en la cama quedando, mis piernas abiertas, me tomo de la cintura y me alzo y su verga se introducía en mi concha, ayudada por mi enorme lubricación que había producido. Me sentía en una nube, al recibir esa verga, desplazándose por las paredes de mi matriz, hasta que comenzó a agitarse. Lo abracé con mis piernas, con fuerza gimiendo, ante su rápido y penetrante bombeo, permanecíamos pegados por nuestras bocas, entrelazando nuestras lenguas de manera vertiginosa. Ese acoplamiento, fue lo suficiente intenso como para producirme un largo e inigualable orgasmo, mientras su caudaloso semen era recibido en mi útero. –aaaa, mmm, aaaa- se combinaban nuestros gemidos mientras nuestros cuerpos sudados e impregnados de nuestros líquidos internos, continuamos abrazados aún con su verga en mi interior.
Después de unos minutos, nos quedamos en la cama, y le dije como la loba que soy, aun tenemos tiempo de otro round, el sonrió, me tomo y comenzó a besarme, permanecimos varios minutos asi, y lentamente me despojo de mi puti vestido, quedando con las medias y tacones, -cuantas pajas he realizado a tu nombre Ishtar- lo bese como agradecimiento y después me dirigí a su miembro, mi rostro estaba a centímetros de su verga, lo toque suavemente unos instantes, besé su glande con dulzura, su miembro aun estaba en el periodo refractario. Se lo sujetaba con mi mano, y con mi lengua le daba pequeños impactos en su extremo, mi cliente permanecía con los ojos cerrados disfrutando. Comencé a lamer sus huevos y meterlos en mi boca. Abrí mi boca para ir introduciéndola, mi apetito sexual por esa verga era cada vez mayor. Aquel miembro ya había recuperado su vitalidad, estaba completamente erecta, lista para penetrarme.
Nos levantamos de la cama, tome un poco de agua y le unte lubricante, y posteriormente, su verga la encajé en mi boca, chupando y absorbiéndola desesperadamente, clavando mis dedos en sus glúteos, intentando aferrarme con mayor firmeza, impidiendo que me la quitaran. Trataba de introducirla totalmente, a pesar de producirme arcadas, no podía parar mi impulso, metía y sacaba mi boca de manera vertiginosa, estaba cada vez mas mojada, Como loca lleve mi mano a mi concha para acelerar mi orgasmo, no tardó en llegar en el momento que sentía latir su verga en mi boca, succionando con más desesperación, hasta notar como unas gotas de su cálido semen, impactaba en mi garganta, disfrutando ese sabor tan especial, deslice sus jugos alrededor de su ya húmeda verga, haciéndola tan escurridiza y deliciosa de tocar.
Minutos mas tarde, yo misma me puse en cuatro, apoye mi cabeza en la almohada, levanté mi culito, ofreciéndolo a ser amancilladlo, mi esfínter se iba dilatando Me besó en los labios, agradeciendo, se preparó para el desenlace final, sentí punta de su verga buscando mi ano, oprimiendo su glande. Mi ano ardía al sentir esa dura verga agrandándome mi poco elástico esfínter. Era doloroso, pero mi calentura, superaba a cualquier sufrimiento, que hacía que lo soportara. Sentía como se introducía dolorosamente, centímetro a centímetro, a través de mi recto, me lo suponía enrojecido por su paso, hasta que mi cedió tolerando la incursión. Cuando al fin entró y la cabeza se alojó en mi recto, sentí una extraña y excitante sensación, al cobijar su verga enterrado en mis entrañas. Poco a poco percibía, mi culo se amoldaba al tamaño de ese extraño "ocupante".
Le rogué, -no te muevas, quiero relajarme para disfrutarlo en mi culo-, acarició mi espalda y todas las partes de mi cuerpo que estaban a su alcance, Sin quitar su verga de mi culo. Me trataba suavemente, tratando de evitar dañarme, la forma de acariciar demostraba esa sensación. Literalmente, sentía los latidos de su verga en mi culo, me hacía estremecer, me complacía sentir como esa verga vibraba en mi recto. Ante mi sorpresa, un nuevo empujón de aquel macho, termino de penetrarme totalmente, golpeando sus huevos en mis nalgas, arqueé mi espalda, sentí un dolor que formaba parte de esa calentura. –mmmm, aaaa—que rico, me mordía los labios. Me besaba el cuello, levante mi culo deseando sentirla más profunda, empezó con un vigoroso traqueteo, que me enloqueció. La sacaba para introducir de manera vertiginosa, apresando mi cintura, desplazándola hacia atrás a cada ante cada embestida, mis tetas oscilaban ante tan inquisidora penetración anal. No cesaba de gemir y gemir, rogándole que no parara. Lleve mi mano a mi clítoris, para acelerar mi orgasmo, que llego junto con exclamaciones de satisfacción. Grité como loca, ese roce en las paredes de mi culo era alucinante, sus huevos no cesaban de golpear mis nalgas.
Pronto llego un orgasmo, que fue fabuloso, sin paralizar su bombeo que parecía partirme, deseosa de que no finalizara, me vine nuevamente, estaba exhausta ante tan vertiginosa cogida. En un instante sentí que su verga estallaba dentro mío, un cálido liquido baño mis intestinos, cayó sobre mi espalda, abrazándome, estábamos abatidos, ante semejante esfuerzo. mi culo me ardía y emanaba su semen tibio, por mi entrepierna. Con los cuerpos llenos de transpiración y exhaustos, permanecimos sobre la cama, intentando recuperar las energías. Minutos después, le dije que ya tenia que irme, pero que, como regalo de su puta, podíamos bañarnos juntos, aquel caballero esbozo una sonrisa y su rostro reflejaba que estaba bastante satisfecho, así que mi macho, comenzó a quitarme las medias y tacones, quede completamente desnuda, me cargo llevándome al baño donde la cálida agua, hacia que nuestros cuerpos se relajarán y excitarán.
Entramos juntos a la ducha, abrió la regadera y comenzó a enjabonar mis partes íntimas, mi ano, estaba muy adolorido pero lo masajeaba bien, -despacio por favor-, y así lo hizo, como agradecimiento yo también le masajeaba su pene flácido y sus testículos, después se abalanzó sobre de mí; no tuve tiempo a reaccionar, cuando me di cuenta, me tenía contra la fría pared del baño y de inmediato me dijo: “siempre me has gustado mamacita, desde la primera vez que te vi en la página de Escorts CDMX, luego en tu Facebook, las fotos sexy, que subes, las frases de lujuria, como te gusta provocar a los hombres. El agua que caía de la regadera sobre nuestros cuerpos sudados llenos de nuestros más intimitos líquidos, estábamos de frente masturbándonos mutuamente, mientras nos besábamos.
Mas tarde, hizo que me pusiera en cuclillas, acerco su miembro y me lo acerco mi divina cara, estaba su miembro aun flácido, lo tomé con una mano y lo metí en mi boca; sentí un placer inmenso de nuevo, y empecé a chuparlo como a él le gustaba. ¡Ah que rico mamas puta!, de nuevo lo metió hasta el fondo y yo mordía fuerte el tronco, tratando de rechazarlo, pero eso él lo gozaba más, pues me decía: “¡ah, así putita, así, aprieta la boca, muérdeme la verga cabrona, que bien lo haces!” Otra vez se quedó quieto al terminar de meter todo su pene y de nuevo procedió a sacarlo despacio. Lo hizo varias veces. Luego de varios minutos su miembro tomo rigidez, me levanto y sentí como con una pierna de mi cliente me obligaba a abrir las piernas y con su mano tomó su pene y lo dirigió hacia mi vagina mojada por el agua; intentaba resistirme, pero me fue imposible, el pene estaba visiblemente erecto y comenzó a abrirse paso en mi vagina, provocándome un dolor inmenso, pero a la vez un placer rico.
Así continuamos por un instante hasta que me hizo hincarme y se vino, lógicamente esta vez expuso menos semen, pero de igual manera lo bebi, le dije: ahora si amor, me tengo que ir, salimos de la ducha, nos secamos con las toallas, y aquel caballero ayudo a vestirme, me coloco aquel mini vestido color negro con brillos que le daban un toque sexy, mis hombros descubiertos, en consecuencia también la parte alta de la espalda quedo descubierta, mi cliente aprovechaba y las besaba apasionadamente, lo que me excitaba, me coloco mis sexis medias negras que llegaban a lo más alto de mis muslos, me dijo regálame tu tanga, y así lo hice, tome mi tanga la oli y bese se la dio con mi boca y nos besamos con mi tanga, des me puse mis zapatillas. Me maquille usando un billet rojo intenso, sin olvidar mis aretes y anillos, por último, seque mi cabello y lo deje suelto. -me dijo Ishtar te pago otra hora, pero quédate- le dije no querido, ya fornicamos mas de la hora, y tengo otro encuentro- sorprendido, dijo otro- sí, asevere, me acerque a ese cliente, y le deje un beso enorme y por último mordiéndole los labios, como queriéndoselos arrancar, me manoseo por última vez, y salí del cuarto del motel. Que experiencia mas rica, coger con un extraño, tener encuentros con machos a los que nunca mas veras, ni siquiera se su nombre, pero ya fui su puta y me tragué su semen, soy Ishtar, ¿Quieres un encuentro?