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Me gusta que vean a mi esposa
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Este relato es verídico y con el fin de que mis lectores me ayuden con sus consejos y tal vez entre todos conviertan a mi esposa en la putita que tiene en el fondo.

Nos presento, yo soy Daniel un hombre de 1.66 de altura cuerpo robusto con estragos de lo que fue un cuerpo de ejercicio, piel morena y barba cerrada.

Mi esposa Claudia una mujer morena con una estatura de 1.60 cabello largo y lacio, unas tetas normales en tamaño, piernas torneadas por el ejercicio y un culo que le chulean hasta sus amigas.

Mi mujer siempre ha sido muy sexi para vestir aunque ella dice que no, a ella le gusta vestir entallada y cuando se presta la ocasión se pone minifaldas que con cualquier descuido dejarían verle hasta el alma.

Mi relato empieza con un viaje a la playa en el cual antes de viajar mi esposa me enseñó algunos trajes de baño, bikinis que ella se quería poner en nuestra estadía pero había algo que no me decía hasta ese momento.

Los días en la playa transcurrían normal una pareja común de vacaciones eso sí yo muriendo de ganas de coger a mi señora en todo momento y más con las vistas que tenía de tanta extranjera sin prejuicios.

Mi momento llegó el último día de vacaciones en el cual entramos a un club de playa y pues cada quien se fue a su vestidor a cambiarse. Yo terminé primero y me senté a esperarla en unos sillones que estaban colocados lateralmente al vestidor de damas por lo cual mi vista era la espalda de las mujeres que salían, cuál fue mi sorpresa cuando salió mi mujer enseñando su culo con un bikini tanga que nunca me enseñó en la casa (de color rosa y con unas costuras raras que hacen que el bikini se le meta en ese rico culito haciendo notar más su forma).

En ese momento le hablo para que me viera y se voltea de una manera pícara a lo que yo me acerco y le digo "cabrona" con una sensación entre celos enojo y excitación al mismo tiempo, a lo que Claudia me responde "por qué cabronaaa" y se ríe. La tome de la mano y nos fuimos caminando, yo sentía las miradas de los hombres hacia el culo de mi mujer y me prendía.

Llegamos a un bar con columpios en el cuál ella se sentó parando más su culito a lo que se le metía más y más su bikini y yo súper excitado imaginando como se cogían a mi mujer con la mirada a lo que no aguante y me pare a tomarle algunas fotos a lo que ella se desinhibió totalmente posando muy sexi, lo que nunca!

Llegamos a la zona de albercas y la misma situación, una sesión de fotos muy rica para mí y supongo para ella.

El tema fue que al terminar el viaje me pidió que le pasará las fotos y me pregunto que si yo no tenía problema con que ella subiera esas fotos a sus redes y la verdad si sentí muchos celos, pero era algo que yo en el fondo quería hacer también, yo deseaba que mis amigos la vieran como yo la vi y la verdad es que las fotos que le tome si estaban muy atrevidas para una señora casada. Le hice tomas empinada y algunas hasta abriendo más sus nalgas entonces imaginen las pajas que mis amigos le dedicarían a mi esposa, a todo esto le dije que si con una cara disque de enojo pero después reí. Mi interés también era saber que fotos de todas iba a subir, quería saber que tanto quería ser vista, mi sorpresa fue que si! Efectivamente subió las fotos más sexis. Llegada la noche no aguante las ganas y me la cogí de una manera que nunca y tuvimos nuestra primera plática.

Claudia: Amor no te enojaste por las fotos que subí

Yo: No

Claudia: No te dan celos de que otros me vean

Yo: Si! Pero yo sé que tú eres mía y nunca me vas a traicionar

Aparte si me prende saber que te ven con morbo.

Claudia: Te gustaría que fuera putita? Yo de niña siempre quise bailar en el tubo

Yo: O sea querías ser puta? Que te cogieran

Claudia: No! Solo bailar sexi, no me gustan los viejos feos y gordos. Pero no soy sexi ni femenina, soy muy tosca

Yo: Mmm si eres sexi

Claudia: Te gusta que sea putita? Quieres que sea tu putita?

En ese momento la empine, le abrí las piernas y le metí la verga a todo lo que podía, no podía creer la excitación que teníamos y que ella con cada metida de verga me paraba más el culo y abría más sus piernas como queriendo comerme todo el cuerpo desde adentro.

Yo: Cabrona! Te gusta que te vean tu culito?

Claudia con un quejido me decía mjjj si.

Yo: quieres que te coja otro?

Claudia: No! Solo tu yo soy tu putita

Y más se abría!

Llegó el momento en que no aguantamos más y nos corrimos los dos todos llenos de fluidos y de sudor.

Terminamos abrazados y pensando en lo sucedido… Lo que no sabíamos es que era la primera de nuevas experiencias que tendríamos más adelante.

Somos nuevos como pareja en esto de la sexualidad abierta y la verdad soy yo el más interesado en que pasen muchas cosas nuevas en mi relación pero poco a poco he logrado avances en ella que pronto les contaré.

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