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Me vestí de mujer para que compañero de trabajo me cogiera
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¡Hola, hermosuras!

Estoy muy contenta porque me acaban de dejar bien cogidita y satisfecha, con muchas ganas de contarles lo que he pasado desde hace un par de semanas con Vic, el compañero de trabajo con quien tuve un "rapidín" en el baño de un local donde trabajábamos.

Debo ponerles en contexto: Desde la vez que cogimos, Vic se volvió muy serio conmigo, al grado de no saludarme o de solo hablarme para lo más indispensable. En mi orgullo decidí respetar esa decisión, ya que entiendo que puede ser un shock tener relaciones con alguien de tu mismo sexo.

En ese momento me desanimé porque si bien, no fue mi mejor experiencia, pensé que podía tener algo casual con alguien que iba a mantenerse discreto. Me resigné un poco ante tal situación y continué con mi vida de manera normal.

A la empresa le ha ido bien, tanto como para traspasar la oficina de Vic a un espacio más grande y me encargaron ayudarle a mudarse. Al enterarse hace unos días que me pusieron a cargo de esa labor me escribió diciéndome: "M" espero que no tengamos que pasar por momentos incómodos. Yo le dije que no tenía problema y que no se preocupara.

La mañana de hoy, Vic ya tenía sus cosas empacadas mientras que yo tuve que contratar a un par de muchachos que rentaban una camioneta de mudanzas. Lo hice un poco en venganza, pero bromeaba mucho con ellos, nos reíamos e incluso hacíamos chistes de doble sentido. Vic se mantuvo serio en todo momento, por lo que pensé que estaba celoso, y decidí hacerlo más.

Con uno de ellos le decía que tuviera cuidado bajando las cosas pesadas, que se podía lastimar la espalda, y ponía mi mano en su espalda. Hacía comentarios de sus brazos y de sus manos fuertes hasta que Vic de plano decidió alejarse. Con estos chicos no pasó nada. Terminaron su trabajo y se fueron, pero la cara de Vic era una joya por lo molesto que se notaba.

¿Todo bien? Le pregunté…

A lo que Vic respondió: ¿Le coqueteas así a todos?

¡Para nada! Solo me parecieron agradables, respondí. A ti sí te coqueteé porque me gustas, le dije.

Pero yo no soy gay, respondió Vic.

Tampoco yo, ni te estoy pidiendo que lo seas. Simplemente fue sexo. respondí yo.

Me acerqué a él y le dije que no se pusiera celoso, que lo nuestro había sido sin compromiso y que si quería podíamos repetirlo.

Le acaricié el pecho y desabotoné su camisa, aunque él se resistió como 20 segundos jajaja. De inmediato bajó sus manos a mis nalgas y me pegó a su cuerpo. Yo comencé a besarle el cuello y a chuparle la oreja, mientras le decía juguetonamente que si estaba enojadito yo podía contentarlo. Me dejé manosear para que se excitara. Me bajó el pantalón y acariciaba mis glúteos de manera fuerte.

Ven, chúpamela; me dijo él, y yo sin pensarlo me puse de rodillas y metí despacio su pequeña verga en mi boca. La chupé y la jalé una y otra vez desde los testículos hasta el glande, despacito y profundo hasta conseguí hacerlo venir en mi boca. Me tragué toda su leche.

Después de eso, se subió el pantalón y me dijo: Me gustó, pero quiero volver a cogerte.

Como yo me había quedado muy caliente, le dije que sí. Que nos veíamos a las 7 pm en un hotel de paso por el que pasaba de regreso.

Salí de la nueva oficina con destino a mi casa como una bala. Empaqué una maleta con una peluca rosa, un vestido blanco que me queda muy pegadito al cuerpo, unos tacones, perfume y maquillaje. Me dirigí al hotel, tomé una ducha y me alisté para Vic.

Quedé súper bonita. Mis labios rosas, sombra gris en mis párpados y unas pestañotas muy lindas. Me puse una loción frutal en el pecho y en la nuca.

Dieron las 8 pm y Vic no llegaba. Decidí llamarle y me respondió que llevaba 15 minutos en el estacionamiento, pero que no estaba seguro de subir. Logré convencerlo diciéndole que si algo no le gustaba, lo dejábamos y más tranquilo subió.

Toda esa tensión e inseguridad desapareció cuando cruzó la puerta y me miró. Lo primero que dijo fue: "¡No mames! ¿En verdad eres tú? Sus ojos casi se salen de sus órbitas mientras no dejaba de decir que no parecía ser yo, sino una muñequita "China" de animé. Jajaja.

Por alguna razón eso me halagó mucho, ya que desde peque he idealizado y admirado mucho a los personajes femeninos de videojuegos y animé, como Chun-Li de Street Fighter, Mai de KOF o Shampoo de Ranma 1/2, entonces con eso me ganó.

En ese momento el señor indeciso se había convertido en una máquina de besar. Me besó todo el pecho, chupó mis pezones y se fue bajando y dando vuelta hasta acariciar y morderme una nalga. En un segundo sacó su celular y me puso de nuevo a darle sexo oral, solo que esta vez grabó todo. Saber que podría verme chupándole la verga cuando quisiera, me prendió muchísimo y lo hice como si estuviera loca.

Cuando me di cuenta que no se bajaría su erección, tomé un condón del tocador, puse lubricante de mango en mi ano y me monté en Vic, dejándolo entrar poco a poco en mí. Aunque su verga no es la más grande, me sacó un gemido genuino, porque tenía mucho tiempo de no hacerlo con nadie y fue inevitable sentir un poco de dolor. Traté de hacerlo despacito, hasta que finalmente el dolor se convirtió en puro placer. Vic no dejaba de besarme el cuello y de meter sus dedos en mi boca para que yo los chupara y los mordiera, hasta que sacó su lengua y la metió en mi boca. Nos dimos un húmedo y largo beso francés hasta que me pidió empinarme. Yo me puse en 4, como decimos en México, ofreciendo mi culo a Vic quien no tardó en acomodar su pene para metérmelo.

¡Graba! Le dije. Quiero que cuando estés caliente veas como me coges y te la jales pensando en mí. Esto pareció motivar a Vic, quien honestamente, me estaba dando muy rico por el culo. Creo que grabarlo en su teléfono lo hacía poner más ganitas de lo normal. Ambos lo estábamos disfrutando mucho. En un momento yo ya no pude ocultar mi erección, y le dije que no quería voltearme para que lo viera, porque no quería que se bajaran sus ganas, pero él me dijo que siempre había fantaseado con estar con una travesti de Tlalpan, pero le daba temor contagiarse de algo o que alguien lo viera, pero que lo deseaba de toda la vida. Entonces me volteé boca arriba y Vic me cogió subiéndose en mí. Levantó mis piernas agarrando mis tobillos y entró en mi culo hasta que se vino con un último y duro empujón.

Al terminar nos quedamos acostados, yo abrazando su pecho y jugando con su vellos. Le pregunté si le había gustado y respondió que había sido la mejor cogida de su vida.

Antes de irnos me pidió dejarme tomar fotos para cuando no nos viéramos y accedí. Me tomó fotos mostrando mis nalgas, agachada, mandando besitos y más. Cumplir sus fantasías me excitó mucho.

Se despidió y me quedé para contarles lo que pasó.

Espero que haya una próxima vez.

Ya les contaré…

Los quiero, mis amores.

Besitos.

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