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Carla: Mica cumple la promesa de amantarnos
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Atención: En éste relato nuestra amiga Mica, ya mamá, cumple su promesa. Hay relato de breastfeeding adulto. Si le molesta, no lo lea.

En dos relatos anteriores (lean “Carla: Orgía en la pensión y donación de semen a Mica”), y el previo a ese, les contamos como amigos nuestros y yo ayudamos al marido de Mica embarazarla. Como parte del agradecimiento, ella prometió gratificarnos con su leche cuando ya estuviera amamantando.

Todos aceptamos gozosos, pero tres de nosotros, el señor mayor que vive en el edificio del Golf, y Carla y yo, mas bien estábamos desesperados que interesados ja ja. En razón de que el arquitecto B, marido de Mica fue uno de los dos primeros que incorporamos al harem de Carla, nuestro contacto es muy estrecho.

En cuanto ella (post cesárea) estuvo en condiciones de cumplir su promesa (sin coger, obvio) coordinamos una ida a casa de ellos, con la niña en casa de sus abuelos maternos, primera salida, con los abuelos super contentos.

Llegamos los tres visitantes juntos, Carla preparada sabiendo que luego de una abstinencia de mas de un mes, era prácticamente seguro que B querría cogerla.

A nuestra llegada, se sucedieron los regalitos y felicitaciones de rigor, aunque ya los habíamos visto en el sanatorio.

Ni que decir, los saludos fueron todos intensos, tipo besos húmedos. Al quitarnos los abrigos, ya Carla quedó luciendo mini negra plisada, con medias negras y zapatos negros y camisa roja, bastante abierta, sin corpiño, para calentar el encuentro desde el comienzo. Mica, hermosa y ya muy recuperada, para resaltar que es mamá reciente, y sabedora de su papel en esa tarde, se puso un hermoso babydoll negro, sin corpiño pero con una especie de faja elástica para proteger su herida, ya casi perfecta externamente, pero con recomendación médica de protegerla.

Que suerte que fueron rápidos en aceptar! Tengo muchas ganas de ésta experiencia que les había prometido.

Imagínate, dijo Carla, nos morimos de ganas.

Por suerte tengo mucho, parece mentira pero me crecieron un poco y la nena tiene mas que suficiente, y desde hoy de mañana está en casa de los abuelos, así que van a tener lo que desean y les prometí.

Me muero de ganas solamente de verte, dijo H, el señor del edificio frente al golf.

Yo me muero de ganas de ver como las tenés dijo Carla, agachándose a la cama a mirar de cerca las tetas de Mica y de paso… mostrarle a B, el marido, que no solamente no llevaba soutien, tampoco tanga… al agacharse la mini dejaba ver la preciosa concha.

Al momento B se acercó y comenzó a acariciarle la concha y las tetas… Puedo ? Le preguntó a Mica… Claro vida, mereces sacarte las ganas… y a Carla además siempre le tienes ganas!

Rápidamente B se desnudó y mientras tanto yo terminé de desnudar a Carla, luego hicimos lo mismo H y yo.

Mica se corrió hacia el borde de la cama, para dejar lugar a B y Carla, obviamente quería verlos… y desde el costado, para excitarla aún mas H y yo nos alternábamos a darle a chupar nuestras pijas a Mica.

Lógicamente como preparación le hacíamos pequeños masajes a las tetas, por encima y debajo del baby doll. Carla se la chupó un poco a B pero era evidente que estaba sobrecargado de su propia leche a causa de la obligada abstinencia. Nos vas a ver de cerca dijo Carla a Mica, y se puso en cuatro casi al lado de ella. Al momento B se la estaba metiendo y nosotros le dijimos a Mica que mirara tranquila sin chuparnos.

No duró mucho B y llenó la concha de Carla, al punto que cuando retiró la verga, cayó un chorrito se semen a la sábana, que Mica levantó con sus dedos y saboreó.

Ahora es mi turno, dijo Carla, yo se las preparo…

Se giró, ayudó a Mica a sacarse el baby doll y siempre en cuatro sobre la cama, comenzó a masajear las tetas de Mica, a veces las apretaba entre las palmas de sus manos… y de pronto exclamó… Ahhh sííí… al sentir que H aprovechaba su oportunidad y la había penetrado de improviso.

Unos momentos después, Carla, y todos, vimos dos puntitos blancos en los pezones de Mica.

Al instante, sin que H dejara de cogerla, Carla estaba yendo de un seno al otro, ya salía leche. Chupó con ganas… y pidió a Mica, ahora dame el chorro en la boca!

Mica se apretó fuerte un seno y del precioso pezón salió un fino chorro que fue a parar a la boca de Carla, cambió al otro pezón y al apretar el seno salió una fina niebla que Carla también recogió en su boca. Sin tragar, arrimó su boca a la de Mica, que captó la idea al toque y abrió sus labios, recibiendo de la boca de Carla aquella porción de su propia leche, que tragó, y a continuación se besaban de lengua y se lamían los labios una a otra. Con la excitación, H acabó como corresponde dentro de Carla, y tanto H como yo fuimos a disfrutar al paraíso, mientras B volvía a coger a Carla, en cucharita y de frente a Mica.

Personalmente me encantó prenderme del pezón que entregaba un chorrito, el cual disfruté, que tibieza esa leche! La tragaba con placer! Mientras que H disfrutaba de hacerse regar la cara boca y lengua con la “niebla” que se desprendía del otro pezón mientras el apretaba la teta, aunque a veces tomaba forma de chorro también.

No queriendo abusar, la besamos de lengua y para ese entonces ni que decir, B ya había depositado otro abundante polvo en Carla.

Pero algo era evidente, las tetas de Mica goteaban espontáneamente… había mas! Y a por eso se largó Carla… Mmmm deliciosa! Dijo mientras iba de una teta a la otra relamiéndose. Por cierto repitieron el beso blanco maternal.

Podría? Preguntó H a Carla… Sí, sabés que es de mis vergas preferidas! Y la volvió a ensartar, ahora en misionero pues le encanta ver él mismo como entra y sale su pija.

Aprovecha, me dijo Mica, ofreciéndose… y no me hice rogar, tomé otro poquito de su maravilloso licor, y luego de besarla, le di mi pija a chupar nuevamente hasta lograr mi primera y única acabada, que Mica tragó gozosamente.

Mientras Mica se limpiaba los pezones con una toalla, Carla fue a ducharse, luego H y yo.

Ya todos vestidos Mica nos pidió un favor… Por favor, lo disfruté enormemente, que todavía no vengan los otros, no les digan nada, quiero repetir esto dentro de poco, cuando pueda coger. Tu pija me encanta H, sin ofenderte Sergio, ni a ti amor.

Y quiero repetir esos besos contigo Carla, que bien me mamaste y me hiciste venir la leche!

Así prometimos hacerlo. Locos de contentos y aún excitados por esa experiencia inédita para todos nosotros.

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