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Con mi profesora de natación
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace unos meses que he empezado a hacer natación, estar en el agua siempre me ha encantado, me brinda una sensación de frescura y felicidad que no la cambiaria por nada en el mundo, pero estoy totalmente cautivada con mi profesora de natación.

Es una mujer de 30 años, de piel morena, cabello negro hasta la cintura, ojos verdes y cuerpo totalmente delicioso, siempre anda con esos corpiños ajustados que se le escapan un poco las tetas pero a mi me encanta vérselas lo máximo posible.

Cuando llego está nadando y parece una verdadera sirena.

-Hola profe Sami- la saludo ya que su nombre es Samira.

-Hola cariño- se acerca nadando y me da un beso en la mejilla.

Yo le sonrío y me pongo el traje de baño.

Ingreso a la piscina y me voy hacia donde esta ella.

-Hoy te voy a enseñar una técnica para que tus piernas tengan más fuerza cuando nades- me explica mientras baja su mano y me acaricia los muslos.

-Bueno

Se pone a mi lado y me sigue explicando.

-Debes tener las piernas relajadas pero no las tienes que dejar de mover nunca y si quieres nadar más rápido debes acelerar los movimientos pero nunca tensionarlas del todo- ella se aleja para nadar un poquito y hacerme una demostración de lo que acaba de decir.

Hago lo mismo que Samira durante unos minutos y luego nado de vuelta hacia donde está mi profesora.

-Lo hiciste muy bien, mi cielo, pronto serás una nadadora profesional

-¿Como tu?

-Vas a ser mejor que yo

-Ya que tengo tan buen desempeño, creo que merezco un buen premio

-Tu lo mereces todo- me dice suavemente en el oído mientras me toma de la cintura para acercarme mucho a ella.

Yo le apoye mi cabeza en sus abultados pechos y susurre:

-¿No crees que merezco un premio mejor?

Me separe de su abrazo para tomarle su bonito rostro entre mis manos y besarla.

La bese muy suavemente haciendo que ella abriera su boca y me dejara introducir mi lengua.

Me tome el tiempo para saborear sus bonitos labios antes de que nuestras lenguas se encontraran.

Ella al principio me beso con duda y sorpresa pero luego me ha seguido el ritmo y nuestro beso se convirtió en lo más ardiente.

-Ha sido el mejor beso que me han dado- me dijo Samira y le gusto tanto que me volvió a besar

Después de darnos tantos besos estando en la piscina, salimos del agua completamente empapadas y ya algo excitada.

La mire y la visión de su traje de baño mojado y pegado a su bonito cuerpo me pareció lo más sexy.

Me acosté en el suelo y ella hizo lo mismo pero arriba mío.

Su sostén con sus pechos escapándose quedaron justo en mi boca.

Primero le pase mi lengua por toda la tela del sostén que contenía sus senos, hasta bebi agua de ahí, con el movimiento de mi boca sus pezones se escaparon por los bordes y también los chupe mientras rozaba cada pezón con la punta de mis dientes.

Samira se quitó el sostén por completo y mi nariz quedo en el medio de sus tetas morenas mientras ella me masturbaba por encima de la tela de mi tanga.

Luego mi boca paso a devorar sus tetas, a llenarme de ellas y a tomar todas las gotitas de agua que aún quedaban en su bella piel.

Ella me quito mi sostén con un movimiento de sus manos y empezó a masajearme los pechos con movimientos circulares, yo la imite e hice lo mismo con sus senos, cuando aumentamos la velocidad de la masturbación nos acercamos un poco y nos fundimos en un gran beso con nuestros gemidos ahogados.

Después nos quitamos nuestras tangas al mismo tiempo y mi vista fue directa a su vagina, porque era la más bonita y rica que hubiera visto.

La hice darse vuelta por que quería masturbarle el trasero y Samira se puso en cuatro.

Le abrí las nalgas con ambas de mis manos para escupirle en el agujero de su culo y luego enterré mi lengua en esa zona, lo hice bien profundo para que sintiera la rica chupada que le estaba brindando.

Seguí chupándole el culo metiendo y sacando mi lengua, escupiéndole abundante saliva en su agujero mientras con mis manos le tocaba las nalgas y ella se masturbaba frenéticamente ya que estaba loca de deseo.

Cuando termine de masturbarle el culo le di un beso para que sintiera su propio sabor y ella me dio de chupar sus tres dedos que habían estado dentro de su concha.

Llego el momento de frotar nuestros coños y Samira se situó arriba mío otra vez, pero en esta ocasión su vagina hizo contacto directo con la mía y fue mucho mejor, pues, mi concha se mojó al instante al sentir la de ella.

La sexy profesora se empezó a mover de arriba a abajo y yo le seguí el ritmo con mis caderas mientras le agarraba sus nalgas que ya habían sido estimuladas por mi.

Lo que más me encanta de coger con chicas es el momento del frotamiento de las conchas y Samira lo estaba haciendo espectacular, mucho mejor que ninguna y gemía muy cerca de mi cara y luego de unos minutos me le uní yo con un largo gemido producto de que ya me había venido y descubrí que ella también había eyaculado por la humedad de su concha.

-El mejor sexo de mi vida- murmuro Samira y nos besamos.

Mi gmail es: [email protected].

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