100 % real, salvo los nombres de los involucrados.
Hola! Que gusto oírte, como estás? Así comenzó mas o menos la llamada de “La Tejedora“ a Carla, siguieron con los saludos y otras cuestiones de norma entre conocidas ya casi amigas…
–Como? Que extraño! En general es totalmente al revés! Exclamó Carla, que ya me había llamado para que me acercara .
(Estamos disfrutando de unos hermosos días juntos, por una de las acostumbradas ausencias de mi señora, que ésta vez con dos amigas se fueron a Mendoza y Mendoza, sin planear detenerse en San Luis). Situación que aprovecharemos para estar juntos y también recibir a nuestro gran amigo Pedro y, desde luego, al tío de Carla
–Sí, sí, te llamo porque sé que Uds. son de super confianza, nunca me defraudaron, y tú en particular, lo has hecho muy bien con los dos amigos a quienes te he recomendado y nunca les has hecho problemas acerca de lo convenido.
–Sí, amiga, pero no son dos, ya son tres, acordate…el primero,1) el señor de profesión imposible de nombrar siquiera, 2) el capo de multinacional, y 3) el médico de Bs.As. que quiso hacer de voyeur, y como sabes volvió con el hijo y la nuera como voyeurs y luego volvieron ya como trieja, super felices.
–Cierto! Ya tres recomendaciones y todo perfecto, nunca te fallaron con lo convenido? Siempre en tiempo y forma? –Sí, siempre todo a tiempo todos han cumplido y han quedado re amigos nuestros y siguen y siguen dándome, hablando claro ja ja
–Ja ja ja Pues lo que te dije al comienzo, suena raro, pero esta vez es una señora quien quiere ver a su marido, por primera vez, no sólo recurren a mi, los conozco personalmente, gente de aquí de mi zona, de lo mejor.
Ella le quiere hacer un regalo a su marido para verlo, ella sueña con eso, y de paso, dice que lo fideliza, que no se le vaya a ir por su cuenta con cualquiera. Ella asegura que llegado el momento él no se negará a participar, aunque se sorprenda.
–Genial! Nosotros encantados si nos ponemos de acuerdo. Seguramente tu ya les transmitiste todo, lo básico y lo otro, cero violencia, cero droga, cero enamoramientos, y que prefiero totalmente con análisis previos, pues también se trata de disfrutar.
–Sí, estuvieron de acuerdo en todo, y solamente me pidió ella, para ver solamente ella una foto social tuya. Ella vendrá a casa a verla y yo la borro. Te parece bien?
–Si tú lo haces así, de acuerdo… confianza absoluta en ti. Y por supuesto les habrás resaltado que retomé los estudios, que termino en 2024 y que me encanta divertirme y facilitar mis estudios al mismo tiempo. Asegurale a ella que lo voy a sorprender a él y quizás hasta a ambos.
Así quedaron y La Tejedora hizo los arreglos, manifestó que les encantó que Carla haya vuelto a estudiar, aseguró transferencias, mostró la foto de Carla, una foto social, sentada en un café con Gonza y con el afro de la embajada (rostros de ellos tapados, obvio) cuyo embajador era íntimo y lamentablemente cambió de destino, aunque nos queda como amigo otro y un cónsul.
Fue ver la foto y la señora quedó encantada con lo que regalaría a su marido. O sea le encantó Carla, y los varones, según supimos.
Se convino hacerlo en el apartamento de siempre, en el cumpleaños de él. El engaño para llevarlo al apartamento era que después de almorzar cerca, ellos solos, irían al apartamento de una pareja donde la chica es amiga de ella y que sabiendo del cumpleaños los invitábamos al café.
Pongámonos de acuerdo en llamarlos N a él y C a ella. Por lógica, previamente al día del encuentro, C y Carla se habían encontrado a tomar algo, charlaron un rato y vieron que realmente todo marcharía bien. No hubo pedidos especiales de C a Carla, “te lo dejo, hacé lo que te parezca, él va como amigo, sin saber nada de nada, y yo muero por ver que lo monten, además hace días que me las arreglo para no tener sexo con él y llevártelo con muchas ganas“. Lo dicho mucho mas arriba, una situación muy poco vista ésta de esposa que le hace ese regalo a su esposo.
Llegados día y hora, se presentaron al apartamento que a esos efectos le alquilamos a Luis, en este caso lo tomamos por varios días para disfrutar a fondo de mi “soltería de 15 días”, por supuesto con importante descuento de parte de Luis dando por seguro que lo invitaríamos a algún encuentro, lo cual obviamente sucedió.
Llegaron, C y Carla se saludan como amigas de mucho tiempo, “de vernos tomando algo y empezar a encontrarnos deliberadamente a pasar un rato charlando en Carrasco o en Punta Carretas”.
Cada una presentó a su caballero y comenzamos con lo que teóricamente haríamos, tomar café como amigos.
Linda pareja, de clase alta, eso se notaba, él quizás 44/45 y ella 40, según le había dicho a Carla.
Con Carla, somos siempre que se puede de calentar el ambiente lentamente. Para eso, Carla, encargada de ir y venir con las tazas del café que yo preparé “en esa máquina infernal” se había vestido aprovechando la calefacción alta, con un vestido que se hizo hacer a imagen y semejanza de uno de reconocida casa española. La costurera se lo hizo en dos días, una maravilla. Totalmente negro, largo al piso. Con el detalle agregado de un tajo hasta el muslo izquierdo, llegando bien arriba. Zapatos de buenos tacos y medias negras con ligas con cristalitos pegados, justo visibles en el tajo del vestido a la altura del muslo.
Y arriba… cualquiera diría que eran tres tajos horizontales (y lo eran, pero bien hechos y ribeteados de cristales) uno a la cintura, otro mas arriba casi a mitad del tórax y el tercero justo en lo que llaman el under boobs, o sea justo de las lolas, de tal manera que ciertos movimientos del cuerpo o de los brazos, mostraban la parte inferior de ellas.
Por la espalda, escote hasta media espalda, y mas abajo, justo unos cinco centímetros mas abajo de donde se forma la raya de la cola, un tajo horizontal, también ribeteado de cristales de famosa marca. Como complemento digamos que detrás de los tajos delanteros y trasero, un muy leve tul negro casi totalmente transparente, daba decencia al modelo sin retacear la vista, ja ja. Honestamente. La raya de la cola, con ese tul negro se vislumbraba como si fuera la puerta del Paraíso.
En cuanto entraron ocurrieron las presentaciones, C exclamó: Carla! Estás divina! Demasiado lujo!
Y Carla: como me dijiste que es el cumpleaños de N, quise estar a tono y darle importancia al hecho ! De verdad te gusta el vestido? Si querés después te paso la dirección de mi modista.
Mientras tanto N trataba de fijar la vista en mi, pero se le escapaban miradas hacia Carla. Y así siguió mirando cuando Carla iba y venía con las dos rondas de café que yo había preparado.
Mientras tomábamos café y estirábamos la charla, acerca de cualquier tema, oh casualidad! El tajo del vestido de Carla se iba abriendo cada vez mas hasta mostrar la liga, con sus cristales brillando y llamando la atención a pleno. Mientras tanto, Carla no perdía oportunidad de enfatizar alguna exclamación o explicar algo hablando de vestimenta, acompañando sus palabras con una elevación de brazos, que a través de tajo y tul, dejaba ver su underboobs perfectamente.
Yo, no perdía detalle a la entrepierna de N, y bastó un sutil toque a Carla para que ella supiera que se le estaba parando. Esa señal a Carla fue suficiente para que le volviera a preguntar a C si de verdad el vestido le gustaba.
–Me encanta! Tanto el diseño como los detalles de cristales, aunque, no sé un detalle no me termina de convencer… (C captó la intención de volver a hablar del vestido).
–Que detalle?
–La verdad, el tajo de la cola, divino pero como muy bajo no?
–Ayyy te parece? Lo hablamos tanto con la modista. Se paró, les dio la espalda para que lo vieran, digamos sin apuro… Los cristales y el tul distraen de lo que hay abajo no?
–Se te ve un poco la raya, pero igual, sos tan linda que pasa!
Yo miraba a N, y el pobre se acomodaba el bulto, que digamos la verdad… abultaba.
Y allí el golpe maestro de Carla: Sergio, mostrale el apartamento a N… que C y yo le vamos a traer el regalo sorpresa de C para él!
Se fueron juntas, C tenía que ayudar a Carla con algunos detalles de lo que usaría.
–Te muestro el apartamento N? Yo quería dejarlo en evidencia, con la verga parada.
–Te agradezco, pero estoy tan cómodo aquí sentado!
–Vamos N no disimules, no pasa nada! Se te paró verdad?
–Me vas a matar, no te ofendas… sí, se me puso medio dura, no pude resistir lo que veía, o vislumbraba, y para peor no tenemos confianza, recién nos conocemos.
–Y eso que veías poco! Ni te imaginás! Pero no te preocupes, no sos el primero al que le pasa, y seguramente le va a pasar a otros. Sé que está buena, y nos encanta que se vista así.
–Sí, dejame tranquilo así se me baja, ni pensar quiero, pero te felicito
Llega desde un pasillo una voz… Sergio, en un sofá hay un pañuelo grande de seda, vendale la vista a N para sorprenderlo con el regalo! Así lo hice, se paró, ya con la verga mas blanda pues abultaba menos.
–Que diablos me traen de regalo?
Música suave, ruido de tacos… el ruido de tacos cesa evidentemente muy cerca de N, y la señora le dice: Ahora te saco el pañuelo y ves tu regalo de hoy amor. Y lo hace…
Sorpresa buscábamos y sorpresa fue, tremenda sorpresa. Al caer el pañuelo N ve ante si a Carla, y le dijo C a N, te la preparé para regalo.
Carla erguida, hermosa, zapatos dorados, altísimos. Desde medio muslo hasta los hombros envuelta en papel dorado, sujeto por una cinta plateada negra atada con un hilo dorado gran moño. Collar de tres largas vueltas de hilo dorado con algunos flecos cayendo desde la última y mas larga de las vueltas.
–Qué es esto? Balbuceó N… sombrado y admirado por partes iguales, creo. El bulto nuevamente a pleno semejaba una carpa de circo, pese a que en realidad Carla mostraba menos que con el vestido negro.
–Es tu regalo amor, estoy loca de ganas de verte con alguien, y nuestra amiga ZZ que me enteré que le dicen la tejedora pues teje relaciones ocasionales, me dijo que con Carla no puedo fallar. Vas a desenvolver tu regalo? Se desata la cinta y se rompe el papel, no lo olvides.
–No entiendo, no sabía de tu deseo.
–Ahora lo sabes…
N no tuvo mas remedio que pararse del sofá, el bulto a pleno, un cono hacia adelante.
Se acercó a Carla, desató la cinta, el papel permaneció en su lugar, pues viendo lo habían pegado con un poco de adhesivo, papel sobre papel.
–Ahora, mi señor por hoy, rompa el papel, si quiere satisfacer a su esposa… y a mi.
–Pero no entiendo, con tu pareja presente.
Intervine yo… Nos encanta… practicamos voyerismo, e intercambio o entrega desde hace seis años. Tenemos varios amigos fijos, y hemos conocido tres de ellos, ahora cuatro a través de La Tejedora, esa amiga vuestra.
–Ahhh… y N miró a C como para asegurarse de que no era broma, ella asintió.
N, con su carpa a full y sin acordarse ni avergonzarse de ella, avanzó y tomó el papel en un hombro de Carla. Carla ni le dio tiempo a arrancar una tira, comenzó a girar y el papel se fue desgarrando hacia abajo.
Apareció primero el “corpiño“ negro, que no era nada mas que un corpiño media copa al cual le habían sacado la media copa de frente, quedando solo el marco de alambre forrado en tela, y las hermosas tetas al aire, los pezones tan duros como se podía adivinar que estaba la pija de N y el collar con las tres vueltas cayendo al centro de los senos.
A medida que todo el papel se rasgó y N lo dejó caer al piso, quedó a la vista el resto.
Una hermosa “tanga“ de fantasía, negra, desde luego, también de autoría de la modista, solamente un hilo elastizado, horizontal, alrededor de la cintura.
Por delante, colgaban cinco hilos, formando un triángulo, el hilo mas largo al centro (justo sobre la línea dela concha, obvio) y a los costados de éste, dos hilos mas a cada lado se acortaban al alejarse del centro.
Por detrás, del mismo hilo horizontal siete hilos “en triángulo”, ya se imaginan, el mas largo y central, se perdía gozosamente en la raya del culo, y los otros seis, tres a cada lado, progresivamente se acortaban “tapando” los gloriosos glúteos, que tantos amigos y yo solemos disfrutar.
Lo de N era genuino asombro, y lo de su esposa C, alegría plena. –Te gusta mi regalo amor? Dijo C con Carla quieta de espaldas a él, el culo lucía como siempre, indescriptible con aquellas tiritas negras.
–Quizás prefiere verme a pleno, dijo Carla, dobló la cintura al máximo abriendo un poco las piernas. El chiquito, hermoso apenas llegaba a ser tocado por la tira central de la tanga, y la conchita apenas se abría un poquito, rosada, hermosa. La boca de N se abrió, aspiró, pero no dijo nada– O será que prefiere verme de frente? Carla se enderezó, giró y se acercó mas a N. – Le gusta su regalo señor? O le pedimos algo por algún delivery?
N se dio cuenta de que todo iba en serio. Los dedos índice y pulgar de cada mano apretaron suavemente los pezones, duros y rosaditos. Jugaba con ellos. Carla lo abrazó y comenzó, delicadamente con un beso de labios cerrados (ya vendrían después los otros). N se llenó las manos con las tetas de Carla, y un momento después dejó caer las manos a la cintura, perfecta, pero solo de camino a prenderse de las nalgas. Las amasaba, jugaba con los hilos, apretaba a Carla contra su cuerpo, “hasta me acarició el agujerito”… –Por qué no vamos al dormitorio? sugirió C… – ayyy sí, así N se desviste en el baño y puedo ver eso que tanto abulta dijo Carla.
Así lo hicimos, los tres caminando detrás de Carla para admirar aquel culo apenas disimulado por los hilos que fungían de tanga.
N fue al baño a desvestirse y Carla se desnudó completamente, esperándolo al costado de la cama, C y yo del otro lado del lecho.
Apareció N, con lo vellos recortados (siempre los usa así dijo C), verga totalmente dura, una piedra, buen tamaño, no descomunal, y por sobre todo, venosa, de cabeza brillante, ya con alguna gota de pre seminal visible y por sobre todo, cual estatua de Príapo, la verga apuntaba, ligeramente curvada, hacia arriba, los huevos, sin ser grandes, imposible quejarse de ellos ja ja!
–Que lindo lo que tienes en casa! Le dijo Carla a C. Y con N de pie se arrodilló a darla una primera chupada, no mas de dos o tres minutos, mientras le acariciaba los huevos.
Se paró Carla y arrancó con besos de lengua, cada vez mas intensos, mientras N le refregaba la verga por los pelitos (dijo que le encantaron) y se la punteaba en la concha.
Carla, que no deseaba que se le acabara afuera, lo empujó a la cama. Quedó N de espaldas, y ella le dio a mamar las tetas un buen rato, después vino ponerle la concha en la cara. Y sin olvidar que C le había dicho que quería ver como lo montaba, Carla, se lo montó lentamente (cuesta un poquito entrar porque es curva).
Con todo adentro, literalmente hasta los huevos, Carla se movía despacio mientras N empezó a mojar con saliva el dedo pulgar y a hacer círculos en el culo, y luego a meterlo de a poquito.
–Que pícaro N, como me lo estás dedeando… es un pícaro el cumpleañero dijo mirando a C… pero C apenas los veía ocupada tocándose las tetas.
N, desesperado y lleno de leche por la abstinencia que discretamente le había impuesto su mujer, empezó a moverse y a dar señales de que iba a acabar.
–C! No te pierdas esto! Dijo Carla… dejá de tocarte!
Y comenzó a subir y bajar sobre la pija de N casi hasta que se salía y justo antes volvía a bajar para que le entrara hasta el fondo.
Discretamente, con C absorta mirándolos, yo comencé desde atrás a acariciarle las tetas por sobre el vestido… cero reproche… señal de un futuro promisorio.
–¡Viene! Gritó Carla al sentir el primer chorro, y siguió subiendo y bajando mientras recibía buen en lo profundo de su ser mas chorros, y la pija entraba y salía cubierta de leche y de licor de la propia Carla.
–¡Que hermoso! exclamó C mientras Carla baba los últimos enviones…
Y no se esperaba C el chorro de semen y flujo que cayó sobre el vientre de N cuando Carla se sacó la pija, ya blanda.
Mientras tanto, C nada había dicho ni se había movido ante mi masaje de tetas.
Carla, servicial como siempre, al instante estaba chupando y limpiándole, la verga a un exhausto N… que solamente dijo. –Que divino
–Te gustó mi regalo de cumpleaños amor?
–Me encantó! Lástima que se terminó!
Y Carla exclamó… aquí no se terminó nada!
–Se puede seguir? Dijo C.
–Quiero seguir, es una pija deliciosa y seguro hay mas leche!
Ni se dudó, solamente C dijo: viste amor que buena gente de recomendó mi amiga?
A esa frase siguió un hermoso 69 de N y Carla, con algún ocasional beso de C a la cola de Carla que a nadie molestó.
Con la carga de leche que traía N y la agradable sorpresa de regalo a la cual ya se había adaptado, no demoró en estar nuevamente con la poronga como piedra, luego de la chupada, lengüetazos y chupada de huevos que Carla le propinara.
–Los quiero ver en cuatro! Fue la sugerencia/ orden que la dama del regalo transmitió a N y Carla.
Así lo hicieron, la pija de N re babosa por la chupada de Carla, y la concha de Carla llena de saliva de N.
Meterla fue juego de niños, y ver como entraba y salía era algo que tenía a C como hipnotizada, lo cual aproveché, de nuevo sin resistencia para acariciarle las tetas, desprendiendo como por descuido un botón del vestido, lo que me permitió llegar a acariciárselas por encima del corpiño, y en algún momento hasta directamente la piel. Cero objeción o protesta!
N empezó con el jueguito de sacarla totalmente y volver a meterla de nuevo en la concha de Carla, que estaba deleitada con ese mete saca. Finalmente acabó, notoriamente se contraía el escroto y suspiraba mientras Carla, muy suavemente le tarareaba un que los cumplas feliz!
Nuevamente al sacarla, goteo de leche a la sábana y, super excitada C se abalanzó, con Carla todavía en cuatro a chuparle la concha y todo lo que de ella escurría.
Algún lengüetazo de C al culo de Carla fue inevitable y ambas lo disfrutaron.
Otra vez Carla le limpió la pija a N a pura lengua… y preguntó… –Cansados?
A lo cual N respondió… –Yo me animo! –Y yo encantada de ver dijo C. Pero no quiero abusar de lo convenido.
–Olvidate! Es hasta que querramos, todo incluído en el catering del cumpleaños. Sabes N? La quiero en la boca ahora.
Y se prendió a chupársela, haciendo gala de todo su repertorio, cabeza, tronco, garganta profunda, lamida de huevos, cabeza buen babeada, otra vez huevos, etc. etc., mientras N le masajeaba el culo.
Finalmente, vino lo que quedaba, que no era poco… y algo cayó a las tetas de Carla.
–Puedo? Dijo C… –Claro, dijo Carla. Y le ofreció las tetas sosteniéndolas con sus manos.
Cuando C terminó de recoger de las tetas de Carla el semen de su marido, Carla le plantó un hermoso beso de lengua. De nuevo sin resistencia ni objeción de C.
Hubo, lógicamente, duchas y tiempo para un café final. Carla solamente se puso después de la ducha la parte de arriba de un babydoll blanco transparente, sin tanga. En todo momento tomando el café se esforzó por acercarle las tetas a N o mostrarle la concha si estaba sentada.
–No te arrepientes de nada? Preguntó Carla a C.
–Nooo… fue el mejor cumpleaños, me encantó verlos y hasta jugar un poquito… tengo miedo de enviciarme, creo que volveré a hablar con La Tejedora… valió la pena este catering.
–Que puedo decir? Me sorprendieron y quedé encantado.
–Y quedaría tanto por hacer! Agregué.
C, ya por retirarse dijo… podríamos hablarle de este cumple a alguna pareja amiga? De verdad nos encantó! Además Carla, en la previa, tu nivel, que bueno que retomaste tus estudios.
–Y lo que me cuesta! Pero obviamente esto ayuda… Y yo: coméntenlo si se da el caso, pero solamente a gente de bien en todo sentido.
Le besé la mano a C, y le dije perdón si me extralimité… y ella: para nada ja ja.
Y cuando Carla en su babydoll fue a despedirse de ellos, lo levantó y se inclinó sugiriendo: un besito mas? A lo cual ambos respondieron con tremendos chupones tanto al culito como a la concha de Carla.
Una tarde preciosa, de las verdaderamente inolvidables y de las que ayudan a los estudios de Carla.