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Con mi psicólogo Rodrigo
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Mi psicólogo Rodrigo es un chico alto, de contextura delgada, cabello marrón oscuro bien corto y ojos igual que su pelo, tez del color del caramelo lo cual es deliciosa.

Es recién graduado así que tiene unos 26 años pero igualmente es muy apasionado por su trabajo y cuando el me habla siento una paz infinita.

Hace unos meses que vengo haciendo terapia con el debido a mi ansiedad y pensamientos que no me dejan dormir por las noches.

-Carmelina Aszun- anuncia el mientras se asoma para que yo entre a su consultorio.

Me levanto e ingreso a la sala, es un bonito espacio con paredes blancas, su escritorio color madera y una camilla color negra muy comoda que es donde me acuesto para hablar con el.

-Hola Corazón- me dice una vez que cierra la puerta.

-Hola Rodri- le respondo mientras le pongo mis manos en su pecho y le doy un beso en la mejilla.

El me toma de la mano y me sienta en la camilla, luego agarra la silla del escritorio y se sienta al frente mío.

-Dime ¿como estas?

-Te refieres a lo de la ansiedad no?

-Si

-Lo mismo de siempre, no he podido dormir y cuando duermo me despierto a las 4 de la madrugada

-¿Te sientes alterada?

-Pues claro que si, debo entregar los trabajos de la facultad y a veces los hago todos en una sola noche

-Mi consejo es que debes distraerte, tienes una vida aparte de la facultad, yo se que vas a llegar a ser una exitosa abogada pero date un tiempo para ti misma.

-¿Con que me recomiendas distraerme?

-Sal al parque, ve a tomar un café, lee esas novelas románticas que tanto te gustan- de pronto su mano me esta haciendo una leve caricia en los muslos y yo me acerco más a el- otra forma es que te acuestes con alguien- termino diciendo mientras buscaba mi entrepierna.

Pero en vez de responderle que mi idea era acostarme con el ahora mismo decidi sorprenderlo, con un movimiento me sente a horcajadas sobre el y lo bese en los labios, fue un beso profundo, con mucha lengua y caricias.

Nos besamos con desenfreno y pasión contenida, se nos hacia imposible separar nuestras bocas de lo rico que estaba ese beso y solo con eso el tuvo una erección.

Me separe de su exquisita boca para besar su cuello, luego nos miramos y ya no hacian falta las palabras porque ambos queríamos así que comenzamos a desnudarnos, yo con su ayuda y el con la mía.

Quede maravillada con la visión de mi psicólogo completamente desnudo, porque a pesar de ser delgado tenia su pene grande y grueso que es perfecto para mi concha y culo.

El se me quedo mirando, pues estaba cautivado y lujurioso a la vez

Me sente en la camilla abriendo mucho mis piernas enseñandole mi vagina y el empezo con un rico sexo oral haciendo movimientos rápidos y circulares, yo lo tome de la cabeza para apretarlo contra mi concha y el profundizo la chupada haciendo que yo la sienta más rica, mientras me estimulaba la vagina me masajeaba las tetas a la vez, hasta pasaba sus dedos por mis pezones que estaban durisimos por la excitación.

Luego decidimos hacer el 69, por lo tanto el se acosto en la camilla boca arriba y yo sobre el de manera que mi culo quedo sobre su rostro y su delicioso miembro quedo justo enfrente de mi cara por lo que decidí tomarlo y chuparle la cabeza lentamente, pues esta zona también es gruesa y la disfrute mucho porque me tome mi tiempo para saborearla, sentirla y que mis labios hicieran un buen trabajo con ella.

Cuando decidí dar por terminada la cabeza de su pija, me meti su pene entero en la boca y asi lo empece a chupar cada vez más rápido.

Como yo aumentaba la velocidad de la mamada el también aumento el ritmo con la estimulación del agujero de mi culo que ya estaba bien estimulado.

Podía sentir su rápida lengua entrando y saliendo de su trasero, sentía un placer enorme y el también sentía lo mismo.

Cuando todavía se la estaba chupando una abundante eyaculación masculina me inundo la boca pero la supe tragar a tiempo y fue lo más rico.

Después me acoste en la camilla con las piernas flexionadas, el me tomo de las caderas y entro rápidamente dentro de mi vagina con su pene que estaba super duro.

Sus embestidas eran las más deliciosas y su agarre de mi cadera era firme, el me daba cada vez más fuerte para que mis tetas se movieran y yo lo disfrutaba muchísimo.

No quería que esto acabase nunca, deseaba coger con Rodrigo todas las horas del día pues su pene adentro mio me hacia sentir una sensación única.

Luego me puso en 4, me tomo de la cintura y me dijo:- Esta es mi posición favorita, voy a darte super fuerte ahora- mientras introducía su pija en mi trasero.

-Hazlo, dame fuerte- le dije entre gemidos

Y el no mentía, fue verdad que se guardo toda la mayor velocidad de sus embestidas para mi trasero, nunca nadie me habia embestido tan fuerte así y esto me encantaba

Mientras me penetraba el culo súper rápido me daba nalgadas, sus manos emitían un sonido espectacular cuando entraban en contacto con mi ojete.

Después de unos minutos me eyaculo adentro y fue ahí cuando pude verme las nalgas y saber que las tenia bien coloradas, eso me gusto.

-Eres mi última paciente del día, ya que mi turno ha terminado ¿queres ir a mi casa y quedarte a dormir asi seguimos con esta practica tan apasionada para ambos?

-Si, vamos- le respondi mientras le daba un beso en los labios

Mi correo es: [email protected]

Por si quieren escribirme.

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