Era viernes, mi prima me pidió algo y fui a llevárselo a su casa, aun recordaba lo que le hice a mi tía y no sabía si ella lo recordaba. Por el camino pensé en miles de escusas y discursos para dar por sí pasaba algo. Al llegar me recibió ella, me dijo que pasara, que dejara lo que me pidieron en la sala porque mi prima tuvo que salir. Estaba aún más nervioso, todo parecía normal y tranquilo, mi tía me dijo que tenía algo que contarme así que me senté en el sofá.
Ella se sentó a mi lado y se agarró las piernas, empezó a decirme que tuvo sueños raros conmigo, busco por Internet y sentía cosas raras por mi. Le pregunté que sucedía y ahí fue cuando mi rostro cambió.
-Quiero sentirte dentro de mi- me dijo dejándome totalmente sin palabras. Yo no sabía que decir o como reaccionar.
-Hace unas semanas estoy soñando contigo y no lo resisto- sus piernas se frotaban entre sí y sus manos temblaban en dirección a las mías.
-Este… tía yo… yo no se que pensar…- de verdad estaba en blanco, ella creyó que lo que le hice fue solo un sueño y ahora ella no debajo de pensar en mi.
Sus manos tomaron las mías y dijo -No pienses, solo hazme tuya- cerró sus ojos y acercó su cabeza a mi, ella quería besarme y yo entre en pánico. Tome su cabeza y la baje, no quería mirarla, pero ella llegó a otro lugar.
-Vaya sobrino, si tanto querías debías pedirlo- su rostro quedo entre mis piernas y sus manos en mis muslos. Ella empezó a bajarme la ropa, era una mujer que nunca pensé ver así. -Tía… yo… -movió su cuerpo rápidamente aplastándome con el. -Puedes besar lo que desees sobrino- continuo sacando mi miembro parcialmente erecto. La situación se salio de control, mi tía estaba encima de mi a punto de violarme y no sabia que hacer. Fue rápida, metió mi pene en su boca y comenzó a moverse. Se sentía genial y no dure mucho antes de correr me en su garganta, podía ver como su entrepierna mojar su ropa. Luego de tragar todo lo que libere ella se levantó un poco, se bajo su ropa y se dio vuelta. -hoy seré tuya- me tomo la cara con su mano y me beso. Su lengua entraba y recorría cada parte de mi boca, a la par ella se sentó sobre mi pene. Un golpe muy rápido me dejó totalmente dentro de ella, era un lugar apretado, húmedo y muy caliente.
-tu tío nunca me toca y hace unos meses que no siento un hombre dentro- empezó a moverse, sus enormes nalgas golpeaban contra mis piernas y mi pene se debilitaba llegando al orgasmo cada vez más rápido. Intente liberarme, pero el cuerpo de mi tía era muy grande. Se recostó sobre mi dejando sus pechos sobre mi cara. Creí que morderle podría ayudar, pero solo la excito mas. Ya no podía hacer nada, ella me usaría hasta estar satisfecha. Sus fluidos recorrían mi cuerpo que ahora le pertenecía a ella, más temprano que tarde, mi semen se liberó en su interior, pero ella deseaba más y más.
Una hora y media paso, mi prima llega y vio a su madre sentada en el sofá, tomó lo que me pidió y subió a su cuarto. Yo aún estaba allí, acostado en el sofá, con mi miembro aún en el interior de mi tía, ella estaba leyendo algo mientras daba pequeños brincos. Ahora le pertenecía a mi tía y ya no podría escapar.
Espero les guste este nuevo relato. Es una pequeña continuación del primer relato que subí, dejen su comentario y valoración si desean una tercera parte.