Estoy escuchando una canción y fumándome un cigarrillo.
Estoy recordando nuestros días de pasión.
Te conocí hace casi 20 años atrás
Me buscaste hace poco, pero ya nada es igual. No hay día que no piense en ti. Cuando te iba a visitar y teníamos sexo sin control.
Recuerdo cuando te ponía en cuatro te levantaba la falda de colegiala y te bajaba los calzones. Ver aquel trasero angelical me excitaba demasiado. Te besaba el ano con ternura. Lo preparaba para mí. Te introducía mi tronco lentamente hasta llegar al fondo de tu ser. Gemías muy lindo, y comenzabas un vaivén delicioso, No tardaba mucho en explotar. Te llenaba todo de mi leche. Sin salirme de ti te acariciaba los hombros. Cuando intentaba salirme de ti hacías todo lo posible porque me mantuviera dentro de ti y eso me excitaba nuevamente, comenzábamos otra vez un rico vaivén, hasta explotar nuevamente dentro de ti y descargar toda mi leche nuevamente todo para ti. Era el sexo anal más rico que tuve durante dos años que duró nuestra relación.
Cuando te pedí que nos casáramos, solo le dabas vueltas al asunto, y entendí que lo único que querías era disfrutar el momento.
Ni siquiera terminamos nuestra relación, yo solamente dejé de ir a verte y tú no hiciste nada por buscarme. A casi 20 años después me buscas para tener un encuentro salvaje como aquellos tiempos. Pero ya nada es igual, yo ya estoy casado y tú también lo estás.
Creí que tu esposo era el hombre más afortunado del mundo por tenerte. Pero me cuentas que no es así, me dices que tu marido casi no te toca. Me pides nuevamente un acostón más para desahogarte. Pero él solo hecho de pensar que después de mí hubieron más que te dieron por el ano, me desanima. Me cuentas que ahora haces un buen sexo oral y que te tragas todo el semen, eso me excita mucho, y hace que a diario esté pensando en ti, hace que te desee aún más.
No sé si algún día nos volvamos a encontrar para recordar aquellos momentos.
Mientras tanto esta canción y el cigarrillo me hacen recordarte.
Te extraño mucho.