Jamás le fallaría a un amigo por "códigos", pero, en ese momento, al conocer más a la novia de mi amigo, me hizo perder los estribos.
A Diana nunca la vi con otros ojos, siempre la consideraba como una amiga común, la conocí en primero de secundaria y hoy que ambos tenemos 20 años ¡Vaya que ha cambiado!
Me la encontré en el pasillo de la universidad, cómo no la veía 2 años (ella se cambió de colegio), me acerqué para hablarle.
-Diana? -Le digo en plan pícaro
-Isla? -Me ve sorprendida.
-Diana, no te veo desde hace tiempo, cómo te ha ido?
-No tan mal…
En este punto nos ponemos al día de nuestras vidas por una hora. Ella me dio su número. En ese momento no me interesaba porque yo tenía novia.
Pasaron unos meses y manteníamos contacto casi a diario cuando me presentó a su novio me sorprendió mucho porque era alguien a quién yo consideraba un hermano, aunque no manteníamos conversación a diario, era alguien en quién yo puedo confiar y estaba ahí cuando lo necesitaba.
Ricardo me dice: Hey Isla, vamos a una fiesta esta noche? Yo le dije: claro, una copas no vienen mal. Su novia me miró fijamente, yo también pero no era esa mirada de "te voy a comer", su mirada de Diana era más como "Quiero hablar contigo". Me puse pensativo pero, no era momento de eso porque quiero divertirme.
La noche transcurrió y dirigiéndome al baño la me topo con ella, lucía un poco melancólica y le digo: "que te pasó?" Ella me mira y me dice: "Isla, puedo hablar contigo? Quiero que me regales unos minutos, por favor."
La tomo de la mano sin decirle nada, nos dirigimos a las afueras de la fiesta, había gente pero se podía hablar más calmado. Me para y me dice: "Me siento mal porque siento que me está dejando de gustar mi novio, ya no es como antes, ya no me mira como antes y ya ni me besa, ya no sé que hacer". Me tomo unos 10 segundos de silencio y le digo: "Creo que le vi con otra chica esta noche, pero si ya no te gusta porque no rompes con él?"(En realidad no la vi con otra, sólo quería sacar provecho de esta situación). Diana se queda callada y me mira fijamente, se acerca a mi oído y me dice: "me estás gustando tú, pero no quiero que por mí, Ricardo deje de ser tu amigo". La miro y me acerco para besarla, pero antes de llegar a sus labios me detiene. Diana me dice: "Tienes novia, seguro que quieres hacerlo?". Le quité los dedos de mi boca y la besé. Fue algo apasionado pero el alcohol en nosotros no quería quedarse sólo en beso. La agarro de la mano y pido un taxi, ella me acompaña a mi casa.
Llegamos y Diana me dice: "no me decepciones". Me quedo callado. La tomo de la mano para dirigirnos a mi cuarto pero, ya no aguantaba. Antes de llegar a la puerta del cuarto, me detengo y la arrincono en la pared. Me mira excitada y la beso. Nos besamos de manera desenfrenada, me agarra de la espalda y me araña, me agarra el cabello y yo le agarro el trasero. Su piel era demasiado suave, ponía demasiado atención en el tacto por la gran excitación que me causaba. La agarro de las piernas y la levanto para que sea más sexi. Vuelvo a la sala y me siento ahí con ella. Sentada en mi regazo, observo su espectacular figura, mientras ella lentamente se empieza a quitar su camisa. Era fiesta de disfraces y ella por falta de creatividad se vistió de colegiala. Su falda se la quiso quitar pero le dije: "no te lo quites, lo haré yo después. Le quito el sujetador, era de color rojo con negro y rosas plasmadas en el sostén. Me dice: "ya quiero que me la metas".
Es impresionante como las mujeres cuando están con la persona que se sienten seguras, sacan su lado más perra.
Levanto su falda, tenía puesto una braga negra con rojo que hacía juego con su sostén. No tenía preservativo, pero que más daba. La penetro. Ella gimió como zorra, me dice: "dame más, no pares". Yo la agarraba del culo y lo hacía rebotar, veía su cara y lo disfrutaba. Su respiración y la manera en cómo me veía me excitaba. Me besaba y si un momento paraba por el cansancio, ella se ponía a saltar para no dejar de disfrutar. Cuando se cansó, la cargué y nos fuimos a la cama. Hicimos el misionero y me dijo que le gustaba verme la cara. Estábamos tan empapados del sudor porque ambos sabíamos que esta oportunidad no se daba siempre.
Pasó 20 minutos y me echo. Ella se acurruca dentro de mí y me dice: "segundo round". Se va hasta mi pierna y empieza a jugar con mi pene. Lo mira, lo acaricia, se acerca, saca su lengua y empieza a chupar. Ella mientras me la chupaba paró y me dijo: "no te quieres venir no? Conozco una técnica" saco su lengua y empezó a masajear con tal entusiasmo la punta de verga. Era tal la excitación que sentía que he chorreado por su cara todo el semen y ella se limpiaba con la mano e introducía sus dedos a la boca. Le digo: "de dónde aprendiste eso?" ella se limita a sonreír super excitada, pero daba igual, si lo hizo con su novio o con cuantos hombres se había acostado, estaba ahí con elma disfrutando sus talentos innatos en la cama. Me dice: "te toca hacerme venir".
Hicimos la pose del 69, no era tan fan hasta que lo probé. Se puso en posición y pude ver el paraíso, saco mi lengua y empiezo a jugar con sus labios superiores. No saben cuánto agradecí estudiar anatomía porque ya sabía dónde quedaba el clítoris. Juego en esa zona y ella se retuerce, me deja de succionar la polla y gime más fuerte que antes. Llegó a un punto dónde se retorció tanto que empezó a fluir squirtinghace. Continuamos hasta 3 rounds de puro placer, hasta que ella se durmió, yo me quería dormir pero algo interrumpió ese momento.
Toc toc toc* Ya me imaginaba quién iba a estar detrás de la puerta, me cambio pero mi novia tenía las llaves de mi casa, pensó que estaba vacía y entró. Me cambio lo más que puedo y justo saliendo del cuarto la veo. Se quedó pasmada. No hace falta decir lo que sucedió, pero no sabía que las cosas a partir de ese momento iban a ir de mal a peor. Llama a Ricardo*.