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Esta es la historia de cómo me conoció el jefe de mi novio
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Fue un día sábado en el que yo no trabajé y me fui a la oficina de mi novio a esperar que saliera para irnos a pasear, su trabajo era en una casa de 3 pisos que habían adecuado para que las habitaciones fueran oficinas. Le mandé mensaje y él me dijo que me pasara y lo esperara en la recepción, así lo hice y desde ahí podía ver como trabajaba mi novio y sus 2 compañeros de su área, como los sábados eran tranquilos para ellos, estaban haciendo trabajos repetitivos como archivar actualizar los equipos. Yo quería que sus compañeros me vieran, porque me había ido muy sexy con una minifalda negra y una blusa escotada color gris, mi novio me presentó con sus compañeros y continuaron con sus trabajitos, yo me movía de un lado a otro platicando con ellos y recargándome en los escritorios para que así se me subiera mi falda y mostrara todas mis piernas.

Así estuvimos unos minutos, yo dejándome ver y ellos disimulando que no me veían. Luego de eso bajó el jefe de mi novio. Mi novio nos presentó y yo muy atenta le extendí la mano y con el brazo junté un poco mis pechos para que se viera más mi escote. El jefe de mi novio que se llamaba Jorge me dio la mano y me jalo con la otra tomándome de la cintura y plantándome un beso en la mejilla mientras yo me tuve que poner de puntitas ya que era un hombre de 1.85 m y yo a penas mido 1.64. Con toda confianza me dijo que les ayudara y me dio su celular y me dijo que le tomara fotos a todas las tarjetas de clientes que tenía en una caja justo ahí. Yo confundida voltee a ver a mi novio pues yo no trabajaba ahí, pero mi novio agacho la cabeza e hizo como que no veía. Eso me gustó de sobremanera, el ver a mi novio sobajado y cediendo toda la autoridad sobre mí, y ver a su jefe todo un macho jalarme y darme ordenes como si yo estuviera a su servicio.

Ese día fue todo lo que sucedió, pero yo me quedé con ganas de conocer más a ese hombre así que comencé a ir a la oficina de mi novio cada día que salía temprano esperando ver a su jefe, pero no todos los días lo veía, pero los días afortunados en cuanto lo veía me acercaba inmediatamente a él para que me tomara de la cintura y me besara, algunas de esas veces dejé a mi novio hablando solo por correr a saludar a su jefe.

Yo sabía que el sábado podría pasar más tiempo con él, así que planee seducirlo un poco, dejaría que viera por accidente fotos sexys mías en mi celular para así despertar en él un morbo hacía mí. Entonces me envié 3 fotos sexys mías para que quedaran en los archivos recientes mezcladas con las demás fotos de las salidas con mi novio. En una foto estaba yo frente al espejo con mi cuerpo de lado y sin ropa con una mano cubriéndome los pechos; en otra foto estaba de frente en ropa interior muy ajustada y en la última salía viendo hacía arriba mostrando un gran escote y con mi cara de putita como esperando una corrida con la boca abierta y la lengua un poco de fuera.

Así llegó el sábado y me fui vestida muy sexy con unas calzas negras super ajustadas y sin ropa interior, zapatillas y una blusa blanca desfajada que tapaba un poco mis nalgas y mi entrepierna que estaba super marcada. Llegué a la oficina y me puse a platicar con mi novio y sus compañeros para irles tomando confianza comencé tocándoles el hombro y pegándoles mis piernas en sus brazos ya que ellos se encontraban sentados en sus escritorios y yo me movía de un lado a otro.

No me di cuenta cuando llegó el jefe a mis espaldas y al escuchar su gruesa voz voltee inmediatamente a saludarlo de beso. Me saludó, les preguntó a todos como iban y me jaló de la muñeca mientras me ordenaba que lo ayudara con el proyector en la sala de juntas. Yo caminé detrás de él moviendo las nalgas y giré a ver a mi novio, sus compañeros me veían el trasero con cara de bobos y mi novio de nuevo estaba con la mirada agachada fingiendo que no le molestaba, que mi novio viera como otro hombre me llevaba y no dijera nada me excitó muchísimo.

Ya en la sala de juntas que era un poco pequeña me dijo Jorge si sabía configurarle una mejor resolución al proyector que estaba en el techo, mientras él se sentaba en una silla a preparar unas diapositivas en su laptop. Yo le dije que no era experta pero que podía intentarlo. Entonces le dije que me subiría a la mesa y él me dijo que adelante, pero entendió que necesitaba ayuda y se acercó a darme la mano, me subí primero a una silla y fingí un poco de miedo para subirme a la mesa, así que lo tome de los hombros con las dos manos, ya arriba de la mesa al separarme le dejarle ver toda mi entrepierna marcada. Sus ojos se clavaron en mí y yo me reí de forma picara. Él se fue a su silla y así pasaron algunos minutos mientras yo le picaba a los botones del proyector y en momentos me ponía de puntillas y luego me dejaba caer de talones para que mis nalgas rebotaran, no podía ver si él me veía, pero lo hice una y otra vez para asegurar que sí.

Así comencé con mi plan de mostrarle mis fotos, así que le comencé a sacar platica sobre que lugares frecuentaba y eso. Llegó el momento en el que le comencé a platicar lo increíble que estaba un nuevo lugar al que habíamos ido con mi novio. Le dije que tenía fotos de la comida en mi celular y en un momento se las podría mostrar. Él aceptó y cuando me bajé de ahí me acerqué a él y le empecé a mostrar las primeras fotos mientras le decía lo rico que estaba todo. Así pase a la foto donde estaba desnuda de perfil y la pasé inmediatamente, pero la siguiente foto era yo en ropa interior, solo exclame:

-Ay esas no. – y pasé a la siguiente foto de mi rostro con la boca abierta.

-Esa comida se me antojó más. – Me dijo y yo pregunte. -Cuál? – mientras regresaba a las fotos de los platillos.

Él comenzó a deslizar la pantalla hasta dejar la foto de mi carita y me dijo. -Esta. – Yo me sonrojé y le pregunté por qué.

– Se ve más deliciosa. – Me dijo mientras me veía fijamente. Yo evadí su firme mirada. Me pidió que le pasara la foto, pero me negué, le dije que no podía porque eran para mi novio.

-Entonces déjame verla una vez más. – Yo lo pensé poquito. -No, mejor haz esa mirada para mí.

Me quedé sorprendida, pero al ver su firmeza cerré los ojos y abrí mi boca al tiempo que sacaba lo más que podía mi lengua. Ya estaba mojando mi calza cuando él se acercó más a mí y me puso las manos en los hombros mientras me empujaba hacia abajo a la vez que decía.

-Creo que en la foto estabas de rodillas.

Yo me deje caer de rodillas frente a él mientras seguía conservando la mirada de putita.

Él me tomó de la cabeza y me pegó mi cara a su pantalón. Sentí su enrome verga en mi cara y le di un par de lamidas por encima. A prisa me paré y le dije – Voy a ver si ya acabó mi novio. – Y salí a toda prisa moviendo mis nalgas para que pudiera verme bien.

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