De regreso compartiendo algunas de mis experiencias o mejor dicho, todas aquellas veces que he disfrutado de este bello placer. A continuación les presento una más.
Después de aquel episodio de voyerismo que viví protagonizado por tan esplendida mujer, les quiero platicar una de mis primeras experiencias de sexo a distancia, agradeciendo tan infalible tecnología. Si, estoy hablando de sexo por cam.
Después de meses que deje por la paz el voyerismo, me quedé muy tranquilo pero mi cuerpo me pedía esa parte, tenía que sacar de alguna manera mis ganas, el placer y mis bajos y más sucios instintos como humano.
Una noche comencé a navegar por la red, y me encontré una página muy conocida en aquellos años de 2010, más o menos. Tenía 20 años, sediento de arrojar leche de mi pene a todas horas, comencé a buscar mujeres, debo aclarar que salía de todo un poco, pero tuve la suerte de encontrarme con alguien muy especial quien ahora es mi esposa.
Yo en USA y ella viviendo México, comencé a platicar con ella durante mucho rato, casi todos los días la relación se fue tornando más concreta, la confianza, la lealtad todo se dio para un extraordinario escenario de Amor.
Un tema nos ligaba a otro y claro está, el tema del sexo, así mismo quiero confesar que tuve suerte pues mi esposa en ese entonces tenía 26 años, yo tan solo de 20 años, pero se dio. Y con esa edad sus fotos me decían que estaba de pies a cabeza extremadamente hermosa, ella poseía y a la fecha posee un cuerpo sumamente atractivo, ella es (Gordibuena, más buena que gorda, aclaró) nalgas anchas, bien paradas y firmes, unas piernas torneadas al mismo tiempo que sus pantorrillas dejan ver un escultural cuerpo, pechos grandes, y que decir grandes excelentes para su cuerpo y para mí.
Una noche, después de a ver hablado de todo un poco decidí llevar un poco más la platica a lo hot, con la ayuda de la cam podía verla de frente aunque a distancia, le comencé a decir que le gustaría que le hiciera, ella amablemente comenzó a decirme todo lo que quería que le hiciera. Así se calentó el entorno y pues yo no iba a perder la oportunidad de que se desnudara, para romper el hielo me quite la playera, ella asombrada me elogio mi pecho, sin mas ni más le pedí que me dejara ver más, se quito una blusa casi transparente que traía, sus pechos dentro del brasier me dejaron ver un poco esos hermosos pechos, un brasier de encaje rojo, le pedí que se los tocará, mi pene ya estaba super erecto, ella me pide que le deje ver mi pene, para no hacer un poco de emoción me levante puse mi pene a la altura de la cámara y mostré por encima del short que traía mi pene, sin mas me dice: dejame ver tu bóxer, me quito el bóxer y asi lo puedo contemplar mejor, y la ereccion que tenía, no tarde en pedir ver sus pechos al aire, obediente lo hizo.
Wow, no me metían las fotos, de verdad sus pechos estaban hermosos, ella jugaba con ellos su aureola bien formada de un face claro, su piel apiñonada, traía un short muy corto que dejaba ver sus piernas, le pedí que se lo quitara, como siempre obediente asintió y se lo quito, date la vuela, dejame ver tu culo, se dio la vuelta, se puso a gatas en su cama y ahí estaba su culo, me imaginaba como la iba a embestir una vez teniéndola a mi lado, ahí mismo le pedí que se bajara las bragas, así lo hizo.
Que hermoso culo y que grande era, se formaba un corazón desde donde estaba en esa posición, después de eso, se dio la vuelta, abrió sus piernas y como invitación me dejó ver su hermosa panocha, estaba un poco peluda, ya que nadie la había usado ya hace mucho, así que ella sin tener a quien ofrecerla dejó que se llenará de bello.
No importandome, la pedí que abriera con sus dedos sus labios vaginales, y comenzó, comenzó a masturbarse, un poco agitada después de unos minutos me dice: quiero ver tu pene, no tarde en bajarme el boxer para mostrarle mi pene, acércalo, me decía… Lo arrime a la cámara y mi pene me punzaba en mi mano, ella se lamia sus labios, que rico esta, se ve muy grande… Jálatela por favor,… Así lo hice, duramos buen rato masturbandonos, se lamia sus pechos, la vi venirse varias veces, pero era mi turno… Me vine en mi mano, dejame ver tu semen se lo mostré y ella, finalizó diciendo, muy pronto me los comeré y los tendré en mi boca, te lo prometo, prometeme lo mismo, si, así será, te lo prometo.
Y así pasaron varios meses hasta que un día, me encontré con ella. Pero eso, es para otra historia.