El hijo mayor de Judith, toma la delantera en la competencia con sus hermanos, y madre e hijo comienzan a dar rienda suelta a su pasión.
Jonás realizó rápidamente sus tareas habituales, y ya de noche regresó al campamento.
Ni bien lo vio su hermano Jonatán, lo encaró a solas y le preguntó cómo le fue.
-Y ¿Qué pasó? Pregunta Jonatán.
-¡Me parece que la cagué, ósea todo venía bien, pero me parece que la re cagué! Se lamenta Jonás.
-¿Qué mierda pasó, que mierda hiciste? ¿no era que tenías tanto miedo que el que la cagara era Yo? Le pregunta casi rabioso Jony.
-Mira, el tema es que todo se fue de las manos, y al último cómo que a ella le atacó el cargo de conciencia, y ¡ahora no sé cómo va a seguir todo esto! Le detalla Jonás.
-¿Te la cogiste y se arrepintió? ¡hijo de mil putas, ahora el único que cogió fuiste Vos y el resto quedamos todos afuera! ¿pensaste que, aunque ella sea mamá, es la únicas te la quisiste coger en la primera oportunidad, ahora nos cagaste a todos!
¡ahora, Yo me quedo sin mi parte, Tomás sin la suya, y Roni se va a morir sin saber lo que es ponerla. ¡Todo porque Vos te la quisiste coger en la primera oportunidad que consideraste que se te presentó! Le grita Jonatán y le da una trompada en el pecho.
-¡Espera imbécil, no fue así, no me la cogí estúpido! La cosa se puso caliente y en lo mejor ella se echó atrás. Le cuenta Jonás.
-¿Caliente? ¿Hasta donde llegaron?, Insiste Jonatán por más detalles.
-Nos bañamos, nos desnudamos, y cómo la cosa iba viniendo, le metí mano. Después ella no quiso saber más nada. Eso fue todo. Explicó Jonás sin ahondar demasiado en detalles.
-¡Okay, hasta acá llegaste cómo capitán del equipo, ¡Yo me abro y voy a hacer mi propio juego por ganarme el lugar de macho Alfa para la única hembra de la manada, por tu estupidez no vamos a perder todos! Dice Jonatán muy disgustado con su hermano mayor.
-¿No le vas a dar una última chance al “equipo”, mira que quizás Yo pueda estar equivocado y tal vez no todo esté perdido con ella? Le advierte su hermano mayor.
-¿Cuánto tiempo queres? Le pregunta Jonatán.
-Es que no sé si es que se trate de tiempo. Le explica Jonás.
-Hace la tuya hermano, Yo me abro. Le dice Jonatán y se va.
-¿Cómo que te vas a abrir? Insiste Jonás
-Mira la verdad, es que acá Vos te estás asegurando el puesto de macho Alfa, y de última me harías o nos harías el favor de compartírnosla, y a mi eso no me termina de cerrar. Además, honda cómo que por lo que Vos mismo decis, ya estás acabado con ella. Y nadie comparte lo que no tiene ¿entendes hermanito? Se burla Jonatán.
-Aunque lo digas en tono burlón y sobrador, te entiendo. Lo único que te pido es que si la cagás. La cagues para Vos y no para el resto. Le responde Jonás.
La discusión se termina ahí y cada uno sigue con lo suyo.
La noche sigue avanzando la familia cena toda junta cómo cada noche, y después de limpiar y ordenar, todos se preparan para dormir.
Pero Jonás, estaba muy nervioso, se sentía muy inseguro y temeroso de tener que compartir esta noche la cama con su mamá, después de la reacción de ella allá en el manantial, luego de lo que pasó entre ellos.
Judith, lo notaba raro, nervioso, cohibido, avergonzado, compungido. Y es que también ella durante la cena familiar, y hasta ese momento antes de ir a dormir se había comportado totalmente indiferente con él. Y ella quiso aclarar las cosas antes de dormir.
Cómo el resto de los muchachos ya estaban acomodándose para dormir en la carpa, Judith le pidió a Jonás que fueran a la cueva donde ellos tenían el “comedor”, porque afuera ya estaba muy oscuro, llovía y no quería que sus demás hijos escucharan la conversación que ella tenía con el mayor de ellos.
Cuando llegan a la cueva Judith enciende 2 antorchas para alumbrar el lugar, y ella se sienta en una de las grandes piedras que usaban cómo sillas, y él se sienta en otra de ellas, frente a ella.
-Jonacito, mi amor, quería que hablemos un poco sobre lo que pasó hoy, y de lo que viene pasando desde hace tiempo, quiero hablarlo bien hoy, porque no quiero arrepentirme de nada en el futuro, mira, Yo entiendo por lo que estás pasando, por lo que estamos pasando ambos, y todos en general desde que nos quedamos atrapados acá. Pero ahora necesito concentrar esta conversación muy especialmente en nosotros 2, porque cómo sabrás de acá nos tenemos que ir a la cama los dos, cómo lo hemos hecho en cada noche, pero lo que pasó hoy lo cambió todo, ósea lo que pasó hoy, blanqueó una situación que ya no daba para mucho más, y que tarde o temprano iba a desencadenar algo, pero el tema acá es que no solo Vos tenés necesidades masculinas, Yo también tengo las mías. Y esto con el correr del tiempo se va a tornar cada vez más difícil para todos. Dice Ella mientras su hijo la escucha atentamente con la mirada en el piso.
-Mamá. Alcanza a decir él, cuando ella retoma la palabra.
-Todavía no termino. Lo que quiero que acordemos es que: Vamos a ir muy tranquilos con esto, lo que pasó hoy, es nuestro más íntimo secreto. Y con el tiempo veremos cómo evoluciona todo esto. Pero si sigue avanzando, y si decidimos tener una relación de hombre y mujer, no será cosa de un arrebato pasional momentáneo, sino algo muy bien pensado y controlado. Dice Ella.
-¿Me estás diciendo que nos vamos a dar una oportunidad? Le responde él sorprendido.
-Te estoy diciendo que no sé cómo manejar todo esto, que cualquier cosa puede pasar con el tiempo. Pero lo que pase, será algo cómo una locura racional. Ósea, mira, lo que pasa es que, en estos meses, no solo nos hemos entendido muy bien, nos complementamos muy bien, nos organizamos muy bien cómo cabeza de la familia yvoz de mando para el resto. Sino que también nos…bueno nos atraemos de algún modo cómo hobre y mujer, y aún así ¡No podemos olvidar que somos madre e hijo! Dice ella.
-Si mami, tenés toda la razón del mundo. Y no sé qué decirte, pero me gustaría que nos apoyemos mutuamente en todo. Él dice estas palabras y ella se pone de pie le toma la mano a su hijo y cuando este se pone de pie frente a ella ambos se abrazan por unos largos instantes.
Ellos apagan las antorchas que alumbraban el lugar, y vuelven a la carpa, donde ya todos dormían.
Ambos se desvisten totalmente a oscuras. Las palabras de Judith aún resonaban en la mente de Jonás.
Cuando el muchacho se estaba poniendo el pijama, y su mamá se da cuenta de ello, le pide que esta noche no se lo ponga, que la temperatura de la noche no estaba tan baja, y que esta noche no pasaría frio.
Jonás obedece a su mamá y se acuesta solo con remera y calzoncillo
Pero cuando aún se está acomodando en la cama, al rosar su cuerpo, se da cuenta que ella tampoco se había puesto el pijama esa noche.
Jonás cómo puede ignora la situación, y se acuesta dándole la espalda a su mamá.
Pero varios minutos después, siente cómo ella lo abraza tiernamente y lo besa en la nuca.
Lejos de poder dormirse, Jonás y Judith, quedan en esta posición durante varios minutos. Y entonces ella comienza a acariciarlo suavemente, y su hijo no puede evitar tener una brutal erección.
Ella lo sigue acariciando durante varios minutos, y cada tanto le da un tierno beso en la nuca mientras escuchan la lluvia golpeando la lona de la carpa, que en los últimos minutos se había vuelto más intensa.
Cómo el golpeteo de las gotas de agua sobre la carpa era más intenso, y el ruido también lo era. Ella encontró el momento para hablas en voz baja con él.
-Jonacito, mi amor. Murmura Judith.
-Que mami. Responde él.
-Gracias por entenderme, por estar conmigo en esta, y ser el buen hijo y hombre que Sos… te amo. Le dice ella sin dejar de acariciarlo.
-Yo también te agradesco mamita, sos la mejor y también te amo. Le responde él.
En ese momento, ella, baja su mano desde el pecho de Jonás hasta llegar al erecto pene de su hijo. Y para sorpresa de él, con un hábil movimiento lo libera del calzoncillo.
-¡Mami, noo! Alcanza a murmurar él. Cuando ella le toma el pene con la mano.
-¡Shhh, hoy a mamá le quedó algo pendiente, y lo va a hacer ahora…¡te acordas del orgasmo que me hiciste tener hoy a la tardecita? Yo prometí devolvértelo y lo voy a hacer. Dijo ella masturbándolo suavemente
Entonces Jonás se pone boca arriba en la cama y cierra los ojos, dejándola hacer su trabajo.
Pero mientras ella lo masturba suavemente en silencio y él abre sus piernas. La discusión que había tenido con su hermano Jonatán, volvió a la mente de Jonás. Especialmente cuando Jonatán le dice que él se quedaba sin su parte. Y eso lo hizo sentirse totalmente ganador con su mamá, cosa que en ese momento lo excitó aún más.
Entonces en un arrebato de calentura, le sacó la mano de su paja a Judith, y le dijo.
-¡Vení a arriba! Le ordenó a su mamá
-¿Qué? ¡Nooo! Se negó ella
-¡Vení a cabalgarme! Le insiste él.
-¡Nooo, es esto o nada! Lo amenaza su mamá.
-¡Por favor! Le suplica su hijo.
-¡Tranquilo, tranquilo, respira profundo y empezamos de vuelta! Trata de calmarlo ella dejando de masturbarlo.
Viendo que su mamá hablaba en serio, Jonás le obedece y respira profundo hasta tranquilizarse.
-¿Te parece que vamos muy rápido hijito? Le pregunta ella tiernamente.
-No sé, tal vez. ¡pero ya no pienso volver a tras! Le dice él.
-Tranquilo Jonacito de mami, nadie está hablando de volver atrás, mamá tampoco quiere volver atrás, solo me parece que tenemos que ir despacio con esto. Le explica Judith.
-Si mami, tenés razón, en eso quedamos en la charla de hace rato, Responde él.
-¿Podemos seguir ahora? O ¿preferís parar acá? Le dice Ella.
-Intentémoslo una vez más. Le pide su hijo.
-Tranquilo mi amor todo irá llegando, pero manejemoslo con calma ¿bueno? Le pide ella mientras lo pajea suavemente.
El no le responde nada, solo disfrutaba en silencio de la hermosa e increíble paja que le hacía su mama en aquella lluviosa noche en la carpa y mientras sus hermanos dormían plácidamente muy cerca de ellos.
Entonces de pronto ella siente cómo Jonás se pone duro y deja escapar un pequeño jadeo. Ella le toma la mano y ambos se dan un fuerte apretón de manos, mientras la verga de Jonás baña de semen la mano con la que ella lo masturbaba.
Judith, lo sorprende con un apasionado beso en la boca.
Jonás, aún estremecido por el orgasmo, siente cómo su mama lo besa, casi ahogándolo con su lengua, y por momentos dándole respiración boca a boca con su aliento.
Ella se levanta y sale de la cama, y poco después la puede oir salir de la carpa. Jonás queda tratando de recuperar energías y volviendo en si, tras el teremendo orgasmo que le había hecho tener su mami con la mano, y trataba de imaginarse lo que le esperaba cuando logre metérsela en la concha, el culo o incluso la boca.
Estaba en esos pensamientos, y casi durmiéndose, cuando la siente a Judith volver a la cama, limpiarle la pija con un trapo húmedo, besarlo tiernamente en los labios.
-¿Dónde estabas mamita? Le pregunta él casi dormido.
-Fui a refrescarme con la lluvia, para bajar la calentura que tenía, a mear y caminar un ratito para distraerme un poco. Le dice ella mientras lo acaricia suavemente.
-¿Queres que caminemos bajo la lluvia? Le pregunta él tratando de complacerla.
-¡Jajaja! Está lloviendo muy fuerte mi vida, lo que pasa es que Yo necesitaba salir un poco, después de lo que pasó. Dice ella
Ella se acuesta dándole la espalda, y el chico la abraza tiernamente, y se duermen hasta la mañana siguiente.
Durante el siguiente día Jonás y Judith, actuaron con absoluta normalidad frente a los demás, pero entre ellos, todo había cambiado definitivamente.
En cuanto a Jonatán, las sospechas, confusión y rabia. Iban aumentando en él
Jonatán, quería averiguar que estaba pasando entre ellos, y al mismo tiempo quería y ganándose una mejor confianza con su mamá de acá en más.
Con respecto a Tomás, lo suyo era más hormonal que otra cosa, la posibilidad real de tenerla en la cama a la única mujer en la isla, que resultaba ser su mamá, ni siquiera pasaba por su cabeza todabía.