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Prácticas mediterráneas
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Acabo de llegar al apartamento de hoy, un bonito ático cerca del mar, se ve el playazo… he subido con la maleta, la abro, extiendo el campamento, los juguetes, las toallitas, el neceser. Hace un día soleado, estos días de primavera de Valencia que mas que primavera parece verano. Esta todo perfecto. Hago un poco de tiempo, recibo tu mensaje, ya estas llegando, bajo a la calle a recibirte, no conoces este apartamento, es tu segunda sesión, y ademas hay que ser cortés, como se suele decir, lo cortes no quita de ser un guarro! Bajo, y en unos minutos apareces, te veo llegar, sonríes, lo pasamos bien el primer día, lo vamos a disfrutar hoy también nos saludamos, reímos un poco, nos miramos, hablamos un poco, abro la puerta del portal, subimos por la escalera, me comentas lo cerca que esta este ático de la playa lo bueno de la ubicación… la verdad que lo es…

Una vez subimos, al entrar al apartamento, ves la terraza, todo el mundo alucina con ella… se ve el mar, toda la playa del cabanyal. Te paras a mirar, es un espectáculo… yo la tengo mas vista, en este apartamento he hecho de todo… a mi me interesa mas tu culo… lo miro mientras miras, que bueno… al apoyarte en la barandilla el vaquero que llevas te lo marca bastante… seguro que luego meteré mi lengua en el, me encanta tu culo.

– Quieres tomar algo??…

– Si, un poco de agua.

– Bonitas vistas verdad.

– Preciosas, una pasada, no había visto esta playa así nunca, voy a hacer una foto…

– Hazla claro, todo el mundo que sube alucina – Te haces un selfie con el mar de fondo.

Charlamos un poco en plan distendido mientras bebemos un poco de agua en la terraza, nos da el sol, se esta muy bien… No se si te has percatado pero otra cosa espectacular de esta terraza es que todos los edificios alrededor son mas bajos, nadie te ve en la terraza, bueno nadie que este relativamente cerca, desde un hotel que hay un poco alejado si que te pueden ver, y también desde otro edificio que esta en otra manzana, desde ese edificio si que te pueden ver mas… no perfectamente pero si…

– Y esta terraza ademas es súper privada, te has fijado que solo nos pueden ver desde ese edificio y desde el hotel??

– Siii… encima casi privada… podríamos jugar aquí fuera…

– Y casi nadie nos podría ver… siempre queda la duda, no?… jajaja

– Me gusta eso… me gusta la idea…

– Te gusta que te vean?

– Me pone la idea si…

– Y que mas te pone, cuéntame… porqque el otro día básicamente hicimos lo que te propuse yo.

– Me encanto sentirme sometida, eso también lo llevaba yo en la cabeza…

– Si, se te veía metida en el papel…

– Sabes, me gustaría que me azotaras.

– Ummm… perfecto, y aquí en la terraza?

– Pues si, seria espectacular.

– Un autentico espectáculo para los mirones sin duda…

– Si… quiero que me vean siendo azotada… me estoy poniendo mucho

– Y yo… voy empalmadisimo de oírnos… no te preocupes que hoy te voy a castigar aquí para que todo el mundo vea el tipo de zorra que eres… no problem.

Me acerco a ti, y te desabrocho el pantalón, te lo bajo hasta los tobillos, te ayudo a sacártelo de los pies… no te bajo las bragas negras que llevas, tu te quitas el jersey y la camiseta interior que llevas, te quedas en ropa interior, te agarro de la cara y te beso, te miro fijamente.

– Pues te voy a dar tus merecidos azotes, los vas a contar en voz alta, estamos perrita.

– Si mi amo -Cogiéndote del brazo te pongo contra la barandilla mirando al mar-

– Espérate aquí zorra – me acerco a mi maleta y saco los dilatadores y el lubricante – lo primero es lo primero… no perrita?… que es lo primero?… dime…

– Abrir mi culo mi amo.

– Muy bien, eso es… quitate las bragas, perrita, y ábrete las nalgas que te meta el mediano, vamos…

Con las dos manos, como buena perrita, abres tu culo, derramo un poco de lubricante sobre tu ano, unto el dilatador, entrará fácil, lo pongo en tu ano, presiono levemente, lo giro, sigo presionando, abre un poquito, estiras tu culo con tus manos mientras tu respiración se hace un poquito mas fuerte, se mete poco a poco, llega a la parte grueso, y pum, tu ano lo engulle, se lo queda, ya tienes esa bolita de acero dentro tuyo, el diamante fuera, sentir esa bola obligando a tu culo abrirse te pone cachonda, te sienta tan bien, es como que esta pensado para ti y tu culo, es súper sexy, con el dentro mueves el culo de lado a lado, tu coño abajo mojado completa la escena, acerco una silla de la terraza, me siento con mi cara a cm de tu culo para ver la escena en primera fila, pones tus brazos contra la barandilla, te sigues meciéndote con el culo empopa tus nalgas hunden el zafiro del dilatador, abro tus nalgas yo, lo tengo delante, dejas de mecerte y pones el culo empopa todo lo que puedes, chupo alrededor del dilatador, bajo mi lengua hasta tu vagina, meto mi cabeza entre tus piernas como puedo, me mojo la cara al pasarla por tu coño intentando lamerlo, toco el dilatador, lo meto y lo saco sin que salga, gimes, toco con mi mano tu coño, lo palmeo…

– Que gusto perrita… como me gustan los coños mojados… te voy a dar esos azotes que necesitas, aquí en la terraza… a la luz del sol, como públicamente, para bajarte los humos…

– Si mi amo, duro mi amo.

– Si, duro, claro, te voy a poner el culete rojo… eres peleona, verdad?… pues ahora te vas a enterar lo que le pasa a las niñas contestonas como tu… necesitas mucha educación y respeto por quien manda…

– Mandas tu mi amo, haz conmigo lo que se necesite.

No habías acabado la frase y te di el primero, un fustazo en todo la nalga derecha, no te lo he vuelto a decir, pero enseguida te pones a contarlos, 1, 2, 3, 4… cada vez que te doy, das un pequeño saltito y un pequeño murmuro, te doy en el derecho, y en el izquierdo, suena bien tu culo, cada vez que retiro la fusta te recolocas en la posición para recibir el siguiente. Azotarte al aire libre tiene mucho punto, apoyada con tus manos en la barandilla de obra, mientras miras la playa y la calle, recibes los fustazos que te mereces, por perra, que es lo que eres, la gente camina por la calle haciendo su vida normal.

– Ves a la gente putita?

– Si amo.

– Ser castigada aquí, públicamente, es lo que mereces, para lo que has venido.

– Si mi amo, lo merezco, soy una puta.

Cada varazo te lo voy dando cada vez mas fuerte, cada saltito tuyo es cada vez mayor, tu placer es cada vez mas grande, mi polla cada vez mas abultada. Acabo con los fustazos, 20 te has llevado, seguidos.

– Arrodillate perrita, vamos.

Sin rechistar, te arrodillas, me acerco a ti, saco mi polla, abres tu boca, la meto, hasta el final, instintivamente pones tus manos contra mis caderas, mal. Saco mi polla de tu boca.

– Muy mal, zorra. Meto mi polla y aguantas. Y punto.

– Lo siento mi amo.

– Vas a tener que mejorar esto.

Te dejo allí arrodillada, me meto dentro de la casa, cojo unas cosas de la maleta y vuelvo. Sin explicarte nada, me acerco a ti, dejo las cosas sobre la mesa de la terraza, una de ellas es una cinta, me acerco a ti, mi polla delante de tu cara toca tu nariz y tus pómulos, vendo tus ojos.

– Que se dice perrita?

– Gracias mi amo.

Arrodillada con los ojos vendados, desnuda con tu sujetador puesto, al sol, me acerco a la mesa nuevamente, cojo un cinturón corto, te rodeo por tu espalda, cojo tus manos, gimes, las pongo por detrás de tu espalda, y las ato con el cinturón, a la altura de tu culo a rayas rojas de los fustazos.

Vuelvo a la mesa, cojo otro cinturón, vuelvo por tu espalda, rodeo con el tus brazos a la altura de los codos, aprieto y te obliga sacar tu pecho. Toco tu cara con mi mano, la paso por tu boca medio abierta, callada, paso mis dedos por tus labios, sacas tu lengua y lames mis dedos, te restriegas la cara en mi mano, la buscas, como las perritas que buscan el calor de su dueño, ser admitidas.

– Harás cualquier cosa que yo te pida.

Sigues restregándote en mi mano mientras me escuchas, estas en trance, hipnotizada Me perteneces, hago lo que me da la gana contigo.

– Abre la boca.

La abres, y dejo escapar un poco de saliva de mi boca sobre ella, la recibes. Me encanta ver a una mujer así de entregada, feliz y contenta de descubrirse su instinto mas primario, cavernícola, todos lo llevamos dentro, tienes que rebuscar sin complejos, allí lo tienes, en tu cerebro reptiliano.

Me acerco nuevamente a la mesa, falta la guinda del pastel, cojo el gancho anal, vuelvo a ti, por tu espalda, pongo una mano en tu cadera derecha y la otra en tu hombro izquierdo empujándolo levemente hacia adelante.

– Saca tu culo perrita.

Arqueas tu espalda, lo sacas. Acerco mi mano derecha a tu culo, entre tus nalgas, paso mi mano, tu dilatador asoma entre ellas, lo toco, lo empujo hacia adentro, le doy unos toques.

– Eres mi perrita. Si?

– Lo soy mi amo, soy tu perrita.

Cojo el dilatador entre mis dedos, estiro hacia afuera, lo saco, no del todo, lo veo abriendo tu ano, lo vuelvo a meter dentro, lo saco nuevamente, te follo con el, me gusta verlo, es pura dedicación y amor, un poema romántico sin final ni principio.

A estas alturas tu coño debe de estar deshaciéndose, sigo follándote el culo con el dilatador, mi otra mano en tu hombro te mantiene ligeramente reclinada, tu espalda se sigue arqueando, jadeas, muestras tu culo para que siga trabajandotelo, te gusta ser una zorra con el culo roto. Me gustas.

Acabo de follártelo, y saco finalmente del todo el dilatador, tu culo ha quedado bien abierto, meto mis dedos en el fácilmente, sigue mi mano en tu hombro, te guio, meto mis dedos en tu culo.

– Quien te esta metiendo el dedo en el culo? Puta.

– Tu mi amo, es para ti, todo para ti.

Cojo el gancho, lleva puesta la punta gorda, para que lo notes bien, que no se te vaya a olvidar la lección, lo unto con un poco de lubricante, lo acerco a tu ano, y para dentro, hasta el fondo, paso el otro extremo del gancho entre tus manos atadas y tu espalda, y con la cuerda cogida al gancho lo amarro al cinturón que llevas a la altura de tus codos, estiro de el hacia arriba, bien ajustado, bien firme, sodomizada, atada, y con los ojos vendados, estas como tienes que estar, las cosas así no se te olvidaran, ahora mismo tu cerebro es una esponja, lo capta todo y lo relaciona con tu coño mojado, mi olor, mi voz. Acerco mi mano a tu coño, esta empapado.

– Me pongo delante tuyo, de pie, te voy a follar la boca sin piedad, no la mereces, estas para esto, esto es lo que quieres, acatar y servirme.

– A ver como lo haces esta vez.

Mientras me escuchas y jadeas, acerco mi polla a tu boca, la abres, y la meto dentro, hasta el fondo, cojo tu cabeza, y comienzo a follártela, en tandas de 5, te dejo respirar entre ellas, las cuento en voz alta, ahora estas totalmente entregada, no te planteas nada, estas viajando, repito varias tandas. Mi polla babea y se mezcla en tu boca con tu saliva, esto también lo relacionara tu cerebro. Ahora si que te has comportado, el gancho en el culo hace milagros, mano de santo para las devotas!

– Ahora si perrita, muy bien!!…

– Gracias mi amo.

– Levantate.

– Mi amo creo que me he meado.

Te ayudo a ponerte de pie, y literalmente has dejado un charquito en el suelo, has tenido un skirting, espectacular, debe ser la primera vez que te pasa, has pensado que te meabas. Pero no, el gancho dentro de tu culo ajustado, su bola moviéndose en el, mi polla en tu boca entrando y saliendo, atada, vendada, y vualá… te ha llegado. Es una experiencia nueva. Perfecto, no se te olvidara jamas.

Pongo la mano sobre tu coño, tengo la necesidad de chupártelo, te has portado bien, debe saber a gloria, me quiero restregar en el, en ti, que tu olor se mezcle con el mio. Mientras te toco, te beso, llevas todavía la venda, sigues atada, sigues sodomizada por el gancho pero se ha desajustado, paso mi mano por tu culo y lo empujo hacia adentro, siento que tu coño se estremece en mi mano, te cojo del brazo y te doy la vuelta y te conduzco dentro de la casa, llegamos al sofá, te quito la venda y comienzo a desatar tus brazos, desabrocho los cinturones, desato el gancho que cae hacia abajo, lo empujo hacia abajo lentamente y sale de tu culo, te das la vuelta, me besas, nos besamos, nos miramos.

– Siéntate en el sofá, quiero beberte entera.

– Quiero que me folles, mi amo.

Te sientas reclinada en el sofá, abro tus piernas, las subes al sofá, me enseñas tu bonito coño, pierdo el juicio viendo la escena, me arrodillo yo en el suelo, la idea de meter mi lengua dentro tuyo me nubla cualquier otro pensamiento, me dirijo directo a el, lo chupo, me encanta, aquí es donde quiero estar, saboreandolo, hundo mi nariz en el, meto mi lengua, restriego mi cara, tu coño babea, jadeas, me agarro a tus piernas, tu olor y tu flujo inundan mi boca y mi cara. Te vas, te pegas una corrida de campeonato, absorbo todo lo que puedo, me lo bebo, te bebo a ti, entera, no quiero perder nada. Mi polla me estalla, babea. Después llegara su turno. Sigo chupando, escucho tus gemidos, cojes mi cabeza y la aprietas contra tu vagina, me encanta esto. Tu corrida es la puta gloria.

Me incoporo y me dejo caer sobre ti, te voy a reventar. Mi polla entra casi sin querer en tu coño, resbalando, la meto y abres los ojos al sentirla, mi cara contra la tuya, comienzo a follarte, me abrazas mientras lo hago, abierta para mi, mojada para mi, eres para mi. Mi dura polla entra y sale de ti, una y otra vez, veo tu cara de placer, resoplas, resoplo, con ritmo, sigo fuerte. Te corres, mi polla asoma de tu coño bañada en tu corrida, continuo follándote, llega mi turno, me voy, saco mi polla, apoyo una mano en el sofá me la cojo con la otra, me pajeo y me corro sobre ti, grito al hacerlo, mi semen sale con presión, cae en tu cuello, tu pecho, tu estomago, sobre tu coño, te lleno. Me miras mientras lo hago. Caigo sobre tu lado, respiro hondo. Terapia de choque, me siento tan aliviado, relajado. Esto es el puto Nirvana.

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