Como ya he dicho nos llevamos 28 años de diferencia, pero la edad es solo un número. Luego de tan exquisito día de sexo, miles de cosas rondan por mi cabeza, nos relacionamos por primera vez por las redes sociales, Facebook específicamente, y en forma casi inmediata, forjamos eso que llaman piel.
Nuestra historia, con el correr del tiempo, causo muchas diferencias con nuestras familias, pero al fin pudimos superar el mal momento de esos prejuicios… su dulce voz me trajo a la realidad:
–Gino, no es que no me guste estar con vos, ni que la haya pasado mal, pero quisiera ir a casa, tengo algunos compromisos que debo resolver.
–No hay problema mi princesa, vamos y te dejo en tu hogar.
Dicho esto nos aprontamos y la lleve a su casa; luego de unos mimos, caricias y besos, nos despedimos con un, hasta luego.
Ya en la soledad de mi morada, volvieron a mi cabeza los pensamientos interrumpidos, sobre una plataforma que permitió mi “amistad” con Mica y todas las trabas que sobrevendrían en nuestra relación, porque nunca entenderían, como una de las tantas redes sociales, logro que dos personas se toparan con, hasta ahora, la mejor historia de amor, en esta época muy cibernética y tecnológica que ha cambiado mucho las formas en que se interactúa, y las personas pueden llegar a relacionarse e incluso a enamorarse.
Hasta este momento, todo sucedía entre encuentros fugaces, y escrituras por WhatsApp, que se dividían en noches de sexo y largas charlas, se nos hizo simple, sobre todo por watts, poder hablar de las cosas más censurables, pues tuvimos una conexión casi inmediata, con varias cosas afines, playa, mar, montañas tranquilidad y buen sexo, creo que nos sentíamos muy a gusto hablando y como nos hacíamos sentir, convirtiéndose muy de a poco el alguien, tanto especial como esencial, en mi vida.
Que hermoso fue ese día en que salió de la pantalla y esas letras se transformaron en una persona tangible, no la conocía físicamente pero ya me gustaba, el conocerla fue una experiencia formidable, sentí volver a la adolescencia y experimente el revuelo de las mariposas en mi estómago. Alguna vez leí, que el mejor sexo, comienza con un buen oral, obvio no literal, si no con palabras que incentiven el morbo, que endulcen las neuronas y hagan mojar cualquier ropa interior, fue por eso que al hablar ya sea por teléfono o por mensajes, aparecía en mí, lo erótico y romántico, como antesala de lo que vendría en nuestros encuentros. El sonido que había predeterminado en el móvil me avisa que tengo un mensaje, observo el preview y es esa persona que hace aflorar en mí, los más bajos y oscuros deseos cuando comienza con su escritura tanto hermosa como dulce, cochina e indecente; que incentivan aún más el morbo que, la verdad, no sabía, habitaba en mí.
Dado a que se había desocupado de las obligaciones que debía cumplir, nos dedicamos a los mensajes.
–Hola Gino, hace un rato que no estoy con vos y ya te extraño.
–Si mi pequeña, me pasa lo mismo, quisiera que pase el tiempo más deprisa.
–Reconozco en este punto, que ahora me tienes a tus pies. Me excita que juegues en mi mente, sentirme esclavizada por ti.
Y una confesión, cada vez que entras en mi mente, mi sexo se moja, notando como se estremece vibrando por vos.
–Nuestra amistad se fue gestando a gran velocidad, y hemos compartido cosas que tanto a vos como a mí nos movilizaron en el interior, descubriendo un universo totalmente desconocido, me gustaría que ambos podamos compartir confesiones, con la impunidad que nos da el “anonimato” de estas letras.
–¿Te parece que no estoy haciendo una confesión? Confesión mezcla con apertura de alma y corazón, si estoy en este momento de mi vida como una adolescente que ansía encontrarse con su amado.
–Sí, note lo que estas describiendo, quizás exprese algo que debo y no lo sé hacer… (Mi sexo sabía sobre lo que escribía y se elevaba a la máxima expresión para ella.) Pues me pasa lo mismo, cuando hablamos por teléfono o por mensajes, mis testículos se endurecen y mi miembro palpita, humedeciéndose con su líquido pre seminal. Quisiera que en esos momentos estuvieras aquí, para así despojarte lentamente de tu ropa depositando tu cuerpo desnudo sobre la mesa y rozar acariciando con mi lengua toda tu vagina para arrancar esos deliciosos gemidos que salen de tu boca y que tu cuerpo se contorsione al ritmo de tu orgasmo.
–Tengo deseos de estar en esa situación, pues me gustaría luego de tu turno (risitas) que me hagas sentir como tu pecho tupido de esos bellos, roce el mío, tus fuertes manos acaricien mi flancos, espalda y piernas, para luego caer sobre la alfombra y fundirnos en un 69 hundiendo nuestras cabezas entre las piernas para saborear nuestros fluidos, mientras juegas con tu inquieta lengua en mi clítoris ya erecto.
–Te puedo decir en este mismísimo momento, que mi excitación sobrepasa los límites que haya conocido, con solo leerte creo en cualquier momento, expulsar todo el semen acumulado.
–Siii pero lo quiero para mí, dámelo todo aquí en mi boca.
Le gusta el sexo, me lo hacía saber, sin ningún tipo de tapujos me lo demostraba, enloqueciendo mi vida.
–Quiero tenerte aquí, desnuda poder ver como abres tus estilizadas piernas dejando al descubierto tú sexo depilado y suave como terciopelo (recibo una solicitud de video llamada y la acepto, escuchando…).
–Si lo pedís lo tenés, abro para vos mis piernas…
Veo en la pantalla del móvil que se encontraba desnuda y sus piernas se iban abriendo lentamente a la vez que se tocaba sus labios mayores y menores con dos dedos; cuando sus piernas estaban totalmente abiertas, metió uno de sus dedos en su cueva, jugando un rato entre la inserción y su clítoris, haciendo luego, muy hábilmente la introducción de los dedos índice y medio, se escuchaba de fondo el típico chasquido de los líquidos introduciendo sus dedos, se estaba masturbando para mí no lo podía creer, viendo su boca abierta, que dejaban escapar intensos gemidos mi efervescencia estaba en un punto limite el cual ya no tenía un vuelta atrás; mi excitación era total, me contuve lo más que pude, el orgasmo fue simultaneo y espectacular, ella con su masturbación y yo sin tocarme si quiera. Cuando recuperamos el aliento, cortamos la llamada y seguimos por mensaje. –Te pido disculpas, nunca se me había ocurrido antes hacer algo así, pero me surgió, me dio ganas de complacerte de esa manera y lo hice.
–No hacen falta las disculpas, lo disfrutamos los dos, en mi caso me pareció fantástico, nunca tuve una experiencia de este tipo y tenemos la posibilidad de hablar libremente, aceptarnos tal cual somos, nos decidimos a jugar en este gran juego estando en esa etapa de reinvención, en la que estamos haciéndonos saber mutuamente, nuestros más íntimos deseos y en el caso de ahora, fíjate que la distancia, nos acercó. Si falta la imaginación, fallaría nuestra comunicación y esa complicidad que desarrollamos. Te juro estoy viviendo algo paradisiaco, en donde el tiempo no me preocupa ni me apura.
–Como ya lo habíamos hablado, ambos crecimos en un entorno muy “pacato” en donde el sexo era tabú, y el estar descubriendo y haciendo tantas cosas nuevas, nunca antes experimentadas por mí y que me anime a hacer, solo las escuchaba por boca de mis amigas o algún video que he visto, me preocupaba por estar a la altura de la circunstancia.
–No deberíamos preocuparnos por hacerlo perfecto, en el sexo todo es exploración y saber cómo descubrir nuestros deseos, no se debería comprar lo que nos dicen, que no nos pinten mariposas de colores, no existen buenas o malas formas, o quien nos puede decir que es lo correcto o incorrecto en cuanto a las relaciones sexuales se refiere, cuál sería el punto clave, disfrutar.
–Sí, coincido con vos, lamentablemente tenía incorporado el cielo, el infierno, el sufrimiento eterno, el ¿vas a perder la virginidad? La famosa mancha roja de la sabana, la edad de la primera vez, sabiendo que para la primera vez no hay edad. Al fin y al cabo, ahora verdaderamente ahora, estoy descubriendo mi cuerpo y lo que me gusta, cuanto me perdí.
–Bien, esa es la actitud, nunca deberíamos permitir ni permitirnos que las cosas que nos causan placer estén dependiendo de terceros; en nuestro caso, tenemos la posibilidad de hablar, intentar de cualquier manera, sea con acciones o palabras, para decirnos lo que nos gusta y realmente nos hace disfrutar.
Lamentablemente es tarde, tengo que descansar para mañana estar fresco en el trabajo, pero necesito reunirme urgente con vos, tengo algo importante que decirte.
–¿me tengo que preocupar?
–Jajaja, para nada, pero es sorpresa, hasta mañana.
Lo que tenía para decir se lo dije a los dos días de la conversación, era si quería venir a vivir conmigo y compartir nuestras vidas, cosa que acepto, hoy llevamos casi 9 años de una feliz convivencia, a pura vida y puro sexo como si fuera el primer día.
Hasta aquí he compartido la historia ocurrida gracias a las redes sociales, espero les haya gustado, si desean, acepto críticas y sugerencias, pues quisiera seguir escribiendo con la pretensión de mejorar mis relatos, gracias por haber leído lo que humildemente trate de compartir con ustedes.