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La primera vez con mi sobrina
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Al amparo de la noche, encontré a mi sobrina teniendo sexo con mi hijo. 

Ella es una chica menudita pareciera un ángel sin mucha gracia encima de tanta ropa, pero desnuda a sus 18 años, senos grandes, ojos color miel, 1.50 y viéndola rebotar encima de una verga grande y morena ella con sus ojitos cerrados viendo hacia el techo con sus mejillas totalmente rojas y gimiendo fue una shock para mí.

Los dejé estar aunque por la edad de ella y la edad de mi hijo lo confronté al otro día.

-Óyeme cabron ven para acá

– que hay

-Te vi con la Sam no me salgas con que no porque te madreo ahorita mismo.

El balbuceo se quedó callado mirada abajo.

Le increpe que desde cuándo y que por qué había abusado de la confianza su respuesta me dejó peor.

– papá yo no la busco, desde que llegué ella me buscó y un día estando yo con unas copas ella se me sentó en las piernas y me beso lo demás no me contuve.

-tienes pruebas.

Me muestra el celular y tiene conversaciones de WhatsApp ella pidiéndole que deje su puerta abierta que irá a qué la fornique él se niega y ella le dice o me abres la puerta o hago escándalo. Lo tenía en su mano ella era la que dominaba la situación.

Varios días anduve observándola a ella y su forma de actuar. Cuando no estaba su tía (mi esposa) y su mamá ella andaba con ropas ligeras shortcitos arriba de la nalga, tops siempre provocando a mi hijo.

En una ocasión hubo carnaval cerca de la casa fuimos todos pero las hermanas andaban con su mamá (mi esposa y mi cuñada) yo me fui a los toros con mi hijo. Y Sam con sus amigos.

Mi hijo es un poseso a la hora de beber y como yo estaba con el termino muy ebrio, tanto que antes de las 12 lo tuve que llevar a casa llegando el no alcanzo a meterse en su recamara se quedó en el patio en una silloneta que es cómoda.

Yo me fui a la sala y estaba tomando un par de tragos más cuando veo un par de mensajes en el celular de mi hijo.

-No te vayas a dormir hee

-llego en media hora déjame abierto…

Mi cabeza giraba al mil por hora que hacía. La esperaba y le reclamaría lo de mi hijo y ella. Que mejor forma de caerle en su mentira que siendo yo el que la esperara en el cuarto.

Ese día traía una bermuda y playera. Me metí al cuarto de mi hijo apagué todo. Me quité mi playera y me metí bajo la sábanas. Paso más de media hora yo estaba ya dormitando, cuando escucho ruidos y la puerta de la casa 5 minutos después escucho como abren la puerta de mi hijo y la cierran estaba a punto de quitar la sabana y reclamar cuando ella me quita la sábana y se monta encima mío.

Solo traía una bombacha puesta iba preparada para la cogida de esa noche. Se me pego a los labios y me beso, grande fue su sorpresa al sentir mi bigote y un cuerpo más ancho y gordo que el de mi hijo. Quiso separarse pero mis manos ya estaban sosteniendo la como tenazas alrededor de su cintura y culo, les digo es menudita cuerpecito de ninfa.

No me costó trabajo meter mi lengua en su boca y sentir su aliento a cerveza.

Ella solo se quedó quieta sin saber que hacer yo le bese el cuello y las tetas cuando mi mano ya estaba abriéndose paso a través de su bombacha y mi boca succionaba esos ricos pezones fue cuando ella reaccionó y con su mano me agarró de la cabeza y la otra mano agarro mi muñeca que estaba profanando la húmeda conchita sin mucho vello que se encontraba húmeda de sudor orín y sus jugos.

Cuando empezó a gemir fui bajando a su otro pecho y mis dos dedos ya jugaban con toda esa conchita mojada, que mi lengua atrapó en un par de lametones que me llevaron a perder la poca cabeza que hilaba retahílas por esa situación.

Me subí encima de ella, libere mi verga que se encontraba hinchada y dura como hace mucho tiempo no había estado y la penetre completa de una sola estocada.

Sentía su estreches, sus palpitaciones, sus dos manos agarrándome de los brazos y las piernas en automático se enrollaron a mi espalda cuando se sintió llena, de su boca solo se escuchó un gemido largo y quedó.

Me acomode de tal forma que mi mano la agarro de su coleta y la otra mano la agarro de su cuello y le empecé a dar durísimo muy rápido y solo le decía:

– a esto venías verdad putita, para esto es que estabas aquí perrita

Ella solo gemía y sus manos iban de mis manos a mi pelvis como queriendo detener la fuerza de los embates pero no decía nada solo gemía. En 3 minutos creo me vine como si fuera la última, siete contracciones en mi pene soltaron inmensas gotas en lo más profundo de su útero. Mi pene no dejaba de taladrar si interior hasta que no salió más esperma con dirección a su hueco.

Ella quedó quieta como desmayada sus manos me soltaron para agarrarse los dos pechos.

Yo no perdí oportunidad y me baje a limpiarle toda la lefa y chupar esa conchita rosada blanquita con su pequeña mata de pelillos güeros mi lengua escarbaba lo más profundo de su vagina la mordí la chupe mi lengua jugaba en todas direcciones ella empezó a gemir sus piernas querían cerrarse a mi alrededor pero sus manos empujaban mi cabeza para que siguiera escarbando en su interior.

Cuando mi pene se encontraba erecto y palpitando por querer entrar de nuevo yo con mi boca llena de esperma y sus jugos me subí y la bese, al principio ella como que no quería supongo que por asco.

Pero después de meterle la lengua y de ella sentir otra vez mi pene dentro se dejó llevar solo me abrazo y me dejó hacerle la puse de cucharita y se la metí de una su pequeño culo rebotaba le di un par de nalgadas pero ella como que no era de ese tipo así que me entretuve magreandole las tetas y apretando sus pezones mientras mi pelvis se movía a un ritmo despiadado.

Le dije primero súbete de forma algo temblorosa. Pero no se movía por lo que le dije.

Súbete putita ensártate como lo haces con Alfonso…

Ella salió de su trance y se subió quedó en cuclillas metiéndosela solita pero yo le ayudaba moviendo mi pelvis ella no se acomodaba por lo que me senté con ella ensartada y le apretaba su culito ella solo gemía se dejaba hacer.

Volvimos a estar de misionero y empecé a metérsela más duro ella solo incremento sus gemidos y sus manos agarraron mis brazos que la tenían sujeta de su pequeña cintura.

Me vine igual en su interior y me quedé dentro hasta que mi pene se puso flácido. Me recosté y le dije:

-Ya vete a dormir que tu mamá y mi mujer ya vienen

No hubo más intercambio de palabras. Ella se fue así desnuda chorreando de semen a su cuarto. Ese día llegó mi esposa como a las 3 am con su hermana y le di durísimo como tenía rato que no le daba.

Al otro día solo me acuerdo que le dije tomate está pastilla.

Han pasado más de 15 días y los dos nos rehuimos hasta que volvimos a perdernos en un momento de locura.

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