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Mi mejor amigo me feminizó (parte 6)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Luego de aquella noche con Nicolás me sentía muy confundido, me había tratado como a una puta y me hizo chupar su verga durante un buen rato, incluso me obligó a beberme su semen… Pero ¿por qué me tiene tan confundido todo esto? No me desagradó que me tratara de esa forma ni que me ordenará hacer todo lo que hice…

A la mañana siguiente no podía dejar de pensar en esa sensación de sentirme dominado por Nicolás mientras hacía mi día "normal" en el departamento, veía el control de la televisión y recordaba como me tenía esperando a que se fuera como un perro adiestrado con su hueso en la boca.

Alrededor de las 5 pm una nota se deslizó por la puerta y sentí como los pasos se alejaban de la puerta, cuando ya no estaba cerca leí la nota que me había llegado, tal parece que quería verme de nuevo…

"Esta noche ponte un vestido ajustado, no uses ropa interior y ve a esta dirección… Te quiero allí a las 8 en punto, no se te ocurra llegar tarde."

Cuando leí su nota, se me aceleró el corazón como estaba siendo costumbre, fui a la habitación y busqué entre mi ropa algún vestido que fuese más ceñido a mi cuerpo, mis tacones y me metí a la ducha, al cabo de un rato estaba maquillándome y pensando que estaba loco por cumplir las órdenes de mi vecino del 11º piso.

Cuando eran las 7:40 pm salí del departamento tal y como me había ordenado en la nota, maquillada y perfumada como una mujer, estaba algo oscuro el camino pero los faroles de las calles iluminaban algo mi andar.

En el trayecto varios hombres comenzaron a gritarme cosas y me ponían muy nervioso, me obligaba a acelerar mi paso y tratando de ignorarlos solo avance hasta dar con la dirección, era una tienda de videos y cosas varias, me quedé en la puerta mirando las vitrinas y de un momento a otro sentí una mano en el culo apretando fuerte una de mis nalgas, lo que hizo que diera un pequeño brinco.

– Veo que te estás portando bien… ¿Me extrañaste?

Dijo Nicolás mientras me daba la vuelta y me dejaba de frente a él.

– Este yo… ¿Tú me citaste aquí no? ¿Qué hacemos aquí?

Dije algo nervioso y apartando un poco la mirada.

– No me has respondido todavía, asique no te responderé nada hasta que lo hagas tú.

– Quizá… Quizá sólo vine porque me lo pediste y ya…

– Entonces no perdamos más el tiempo, ven pasa.

Abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, me hizo entrar y detrás de un mostrador estaba un hombre de unos 30 y algo de años, al vernos nos sonrió y nos hizo señas para acercarnos.

– ¿Qué tal? ¿Están buscando algo en específico?

– Ella está aquí porque tiene ganas de divertirse un rato, ¿No es así Rachel?

Mencionó Nicolás al dependiente como dejándome a mi toda la responsabilidad de algo que ni siquiera yo sabía.

Lo miré un instante y sólo asentí con la cabeza, me sentía muy nervioso y no estaba entendiendo nada de lo que ocurría.

-Oh perfecto, ¿Quieres entrar con ella también?

-No descuida, yo me iré a casa ahora, pero por favor asegúrate de que se divierta mucho, y que no se vaya tan tarde de aquí, no sería bueno que le pase algo de noche.

Cuando dijo esto, me sentí extraño por dos cosas, la primera es que no entendía porque me había citado a un lugar que no conocía para encontrarnos allí si luego se iría, pero la segunda fue que se estaba preocupando un poco por mi…

-Queda en buenas manos, descuida.

-Bueno Rachel, espero que te lo pases bien, estaré sabiendo de ti pronto.

Nicolás acabo despidiéndose y se fue tan pronto me dijo eso, una vez que ya no estaba el dependiente lo siguió y cerró la puerta del local, dejándonos encerrados allí dentro.

-¿Así que es tu primera vez aquí? Nunca te había visto antes… Soy Mike.

-Pues… Si, soy nuev… Nueva por aquí…

-No estés nerviosa, ven sígueme.

Me llevo por un pasillo que daba a la parte de atrás y deteniéndose en un lugar donde había 3 puertas.

-Bien linda, ahora solo entra por esta puerta y cuando ya estés satisfecha solo da 3 golpes a la puerta y vendré por ti ¿Okey?

-Este… ¿Qué se supone que hay aquí?

Mike abrió la puerta de en medio y me hizo entrar a la oscura habitación, luego de que estuviera dentro se animó a responderme.

-Lo que hay es un interruptor, una televisión y mucha diversión linda, espero que lo disfrutes mucho.

Dijo sin que me dejara responderle, al quedar en ese silencio y esa oscuridad pude sentir que un pequeño "click" detrás de la puerta, como si hubiese puesto un candado por fuera, dejándome encerrado.

-Espera yo… No, no, no, no, no… ¡Déjame salir por favor!

Comencé a pasar mis manos por las paredes hasta que encontré un interruptor, al encenderlo, me di cuenta de lo que era ese lugar. Efectivamente había una televisión apagada, un banquillo y sobre el un control remoto para encenderlo, y varios agujeros circulares a los costados de la habitación.

-Espera… No, esto no está pasando de verdad… O-oiga… Déjeme salir por favor, yo no quería… No quiero esto… Yo solo…

Antes de acabar la frase sentí una voz por uno de los agujeros que me hablaba.

-Hola, ¿Te atraparon aquí también?

-Este… Yo… Si, me… Me atraparon aquí… ¿Sabes como salir?

Amablemente el tipo me habló y seguí su voz hasta aquel agujero intentando verlo, pero era inútil, las otras habitaciones no estaban iluminadas.

-Si, conozco una forma de salir de aquí, el tipo es amigo mío, puedo sacarte de aquí si quieres.

-¿En serio? En verdad te lo agradezco mucho… Yo no quería venir hasta aquí…

-Es una lástima cariño, ¿Te trajeron obligada?

-Si… Un imbécil me hizo venir aquí sin decirme nada de que sería… Pero dime, ¿Cómo puedo salir de aquí?

Me acerque lo más posible hasta donde sentía que salía su voz y parándome en frente conversaba con aquel tipo.

-Mira, la única forma de salir de acá… Es que nos hagas acabar…

Al decir esto, una enorme verga se asomó por ese agujero quedando a escasos cm de mi vestido y haciéndome caer de espaldas hacia atrás, era más grande que la de Nicolás y la de Daniel, estaba algo dura y ahora que estaba en el suelo, apuntaba directo a mi cara.

-Ven aquí preciosa, no seas tímida… Esto no muerde ja, ja, ja.

No podía creer lo que pasaba, estaba encerrado en esa habitación y ahora tenía que atender a ese tipo que ni siquiera conozco.

-Si no vienes a chuparme la verga ahora mismo le diré a Mike lo perra que estas siendo y te dejara encerrada aquí hasta que yo le diga que te saque… ¿Escuchaste bien puta?

Al oírlo de esta forma tan agresiva sentí miedo, mi corazón estaba latiendo tan fuerte que me golpeaba el pecho. Ante esta situación no tuve más remedio que solo acceder a sus órdenes…

-Es… Está bien…

Como pude me acerque gateando y al mirar hacia arriba note que su verga era casi del tamaño de mi cara.

-Parece que alguien tiene que enseñarte modales puta… Cuando un macho te da una orden se responde "Si señor" ¿Te quedó claro?

Entre balbuceos y algo de temor aún respondí a aquel hombre que estaba del otro lado de la pared mientras me arrodillaba frente a su miembro, quedando tan cerca de mí cara que podía olerlo.

-S-si señor…

-Así me gusta puta, ahora ponte a chupar, no viniste aquí para hablar.

Con mi mano derecha tome su verga y comencé a masturbarlo con algo de recelo, con algo de vergüenza me acerque y metí la punta en mi boca mientras con mi lengua le daba lamidas tímidas.

-¿Acaso eres tonta o solo eres sorda? Te dije que te pusieras a chupar puta, contéstame cuando te hablo.

-S-si señor… Lo siento…

Me empecé a meter esa enorme verga en la boca y poco a poco se iba cubriendo de mi saliva, al principio sentía miedo pero luego de un rato, no me parecía algo tan malo… Mi mente estaba bajo tanto estrés que por alguna razón, no me la estaba pasando mal.

-Ahora si estás haciéndolo bien putita… Sigue chupando que pronto vas a tener tu premio.

-Gggmmmh… Si señor… Mmmmh…

Seguía subiendo y bajando mi cabeza a mi ritmo y engullendo esa verga de aquel desconocido, de pronto me sentí confiado y aunque estaba haciendo algo que no pensé hacer nunca en mi vida me sentía realmente bien con eso…

De pronto otra verga se asomó por el costado derecho y esta parecía algo más pequeña pero igual era de buen tamaño.

-Parece que llegue justo a tiempo, no te olvides de mi zorra.

-Gffi gfee…

Dije a penas con la boca abierta y tomaba su verga con mi mano derecha para masajearlo, intercambiaba de una verga a la otra y a medida que las chupaba olvidaba mi malestar y empezaba a disfrutarlo en verdad, sentir esas grandes cosas palpitantes llenando mi boca y quedando completamente bañadas en mi saliva me hacía sentir de una manera muy diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado antes.

Una tercera verga se asomó esta vez por mi izquierda, llenando el último hueco vacío de ese lado de la pared, antes de que dijera algo lo tome con mi mano libre y masajeando su verga comencé a jugar con los 3 al mismo tiempo.

-Que buena putita ha venido hoy ¿No es así muchachos?

-Es toda una perra tragona, no puedo esperar a sentir su coño, apuesto a que ya estas toda mojada puta.

En ese momento me puse a temblar… Esos hombres creían en verdad que yo era una chica. ¿Pero que podía hacer en ese momento? ¿Decirles la verdad o seguir actuando como hasta ahora lo había hecho?

-Abre bien grande nenita, yo ya me voy a venir.

Dijo aquel hombre que estaba de frente en medio, ante su orden solo pude masajear a los otros con mis manos y seguir chupando su verga hasta que sentí los calientes chorros de semen llenando mi boca por completo.

-Uuufff… Esta puta si que sabe lo que hace, tragate todo, no es de buena educación despreciar lo que otros te dan ja, ja, ja.

Con mi boca llena y un par de gotas de semen escurriendo por mis labios me trague su semen, cuando acabe con eso, relamí mis labios para darle en el gusto.

-¿Así señor?

-Buena putita, asegúrate de tragarte todo lo que te den esta noche, así no pasaras hambre ja, ja, ja.

Una vez que se terminó de burlar se apartó de su lugar y quedó el espacio libre, seguí intercambiando entre una verga y la otra con algo de dificultad y mientras las chupaba apareció otra por el lugar de en medio.

-Vamos zorrita, me dijeron que te gusta mucho la verga, ¿Es eso cierto?

Dejando de lado las vergas que ya estaba chupando me puse de frente a la verga de aquel sujeto y con la excitación, la adrenalina y el morbo le respondí.

-Si señor… Me gustan mucho…

Le di una lamida desde los huevos hasta la punta y engullí su verga hasta el fondo de mi garganta, luego seguí con los otros hombres de los lados quienes me acabaron uno en la boca y el otro encima de mi cara, manchando mi peluca y parte de mi vestido.

Nos quedamos a solas con aquel tipo y me dedique a chupar su verga, sentía como se quejaba de placer y me empujaba la verga por la garganta haciéndome sentir llena por completo.

-Sigue así putita, voy a dártela directo en tu barriguita ja, ja, ja.

Cuando dijo eso soltó una gran carga que no me dio tiempo de aguantar, pasó directo a mi estómago y me hizo ahogar por un rato cuando me saque su miembro de la boca.

-Buen trabajo puta, espero verte pronto por aquí otra vez.

Algo cansado decidí tenderme en el piso y descansar un poco, cuando ya pude incorporarme de nuevo me dirigí a la puerta y di los 3 golpes que Mike me había indicado antes.

Al rato abrió la puerta y me alcanzó un poco de papel higiénico mientras me miraba con una sonrisa.

-Veo que lo pasaste bien, puedes volver cuando quieras.

Dijo mientras me limpiaba un poco la cara del semen que todavía tenía escurriendo en mi cara. Me llevó hasta la puerta y cuando me iba a despedir me dio un poco de goma de mascar.

-Toma linda, a no ser que quieras irte a casa con el aliento de semen y verga de tanta que comiste.

El comentario me hizo poner muy rojo y al recibirlo me lo metí a la boca para pasar desapercibido. Estaba algo confundido, me desagradaba tanto la idea de haber entrado ahí pero me sentía tan excitado cuando ya estaba chupando sus vergas. Me sentí como si en verdad me estuviera gustando todo eso.

Sin decir nada sobre su comentario solo me di la vuelta y me fui hasta el departamento, durante el camino recibía ciertas miradas obscenas y comentarios sobre mis piernas y mi aspecto.

Intente no darles importancia, cuando llegue al departamento solo entre y metiéndome al baño me mire al espejo… Parecía una verdadera puta, mi maquillaje estaba corrido, mi aliento apestaba a verga y semen… Me sentía asqueroso, pero… ¿Por qué me sentía tan bien al verme así?

Me bañe, dejé la ropa en la lavadora y luego de un rato solo me metí a dormir, por alguna razón dormí muy bien, como si estuviese acostado en una nube.

A la mañana siguiente me levante y sentí que había pasos dentro del departamento, me levante de la cama y viendo que el reloj marcaba 12:47 fui a ver que ocurría.

Daniel había llegado y estaba comiendo algo, cuando me vio se levantó de la mesa y me dio un abrazo como si no nos hubiéramos visto en años.

-¿Cómo haz estado? ¿Te lo pasaste bien en mi ausencia?

-M-me molesto mucho lo que hiciste… No me hagas salir de nuevo vestido así…

-Recuerda que todavía quedan varias semanas para que acaben los dos meses, aún tienes que cumplir mis órdenes.

-S-si señor…

-¿Cómo me llamaste?

Mierda… Sin querer le había dicho señor a Daniel, parece que aún tenía repercusiones de la noche anterior por culpa de esos hombres de la tienda de videos.

-Quise decir, está bien… Todavía tengo eso claro…

-Me gustó como me llamaste, comenzarás a llamarme así de ahora en adelante, y ve a vestirte, ya es tarde y deberías comenzar a hacer varias cosas.

-Está bien, iré a vestirme.

-Señor…

-Iré a vestirme señor…

-Así está mejor.

Durante el día estuve ocupado ordenando todo y cocinando un poco, hasta que llegó la hora de sentarse a ver la televisión como era costumbre con Daniel…

Gracias por leer mis relatos amores, he estado muy ocupada últimamente, pero apenas tenga tiempo escribiré la siguiente parte, espero que disfruten mucho y me lo hagan saber por aquí, los estaré leyendo, les mando un beso.

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