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Mi rico entrenador del gym
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Me llamo Fernando, tengo 23 años, y hasta hace un tiempo me consideraba 100% heterosexual, pero gracias a esta historia, hoy en día ya estoy más que abierto a nuevas experiencias de todo tipo.

Soy un tipo promedio, no soy feo, pero tampoco nada espectacular, mido 1.78 m, soy delgado y algo agraciado, aunque ahora por el gym he tomado mejor forma, y mi historia comienza hace poco más de 6 meses cuando me inscribí a un gym algo lejos de mi casa donde no conocía a nadie, cabe aclarar que me inscribí para mejorar mi físico, pero también para ver si podía toparme con experiencias sexuales, soy muy caliente, pienso muy seguido en sexo y el entrar al gym me despertó más las ganas. También debo decir que, si bien he tenido mis encuentros con mujeres, no han sido muchos, así que estaba con muchas ganas de encontrar algo en el gym, y vaya que encontré, pero no lo que yo pensaba.

Me crucé con un par de mujeres en las primeras semanas pero nada especial ni nada que llegara muy lejos, ya me estaba decepcionando porque no podía conseguir a alguien a quien realmente me quisiera coger, hasta un día conocí al protagonista de este relato, Rodrigo, un nuevo entrenador del gym, un tipo como de 1.80, ojos verdes, barba, con un físico brutal, y que se notaba algo mayor, unos 35 años para arriba, y debo admitir, cuando lo vi si pensé que estaba demasiado guapo, nunca me había fijado de esa forma en un hombre, pero es que era inevitable no verlo, era imponente, y todas las mujeres del gym lo veían con ganas de darle tremenda cogida, sin duda un macho.

Pasaron los días y para mi "suerte", Rodrigo me tocó como entrenador así que pasaba gran parte del día con él, lo fui conociendo y me di cuenta de que era soltero y sin hijos, algo que me sorprendió, un hombre así y de su edad y sin familia, era raro, total, varias chicas trataban de cortejarlo, porque en serio era guapo y yo lo veía de principio con un ejemplo por el gran físico que tenía, pero después me di cuenta de que lo comencé a ver de otra forma, me gustaba estar con él y sobre todo tenerlo cerca, y yo comenzaba a sentir cosas, algo que nunca me había pasado con un hombre, y no hablo de sentimientos, hablo de que cuando hablaba o estaba cerca de él, se me ponía dura, algo que antes solo me pasó con mujeres que me gustaban.

Era rara la sensación, pero lo sobrellevé, hasta que un día ya no pude más, mientras hacíamos levantamiento de pesas, él me ayudaba a sostener, cuando por accidente se me cayó la pesa y él por inercia la alcanzó a sujetar, pero se cayó encima de mí, más específicamente, su paquete terminó sobre mi cara, fueron como 5 segundos en lo que logró levantarse, que tuve todo su bulto encima de mi cara, algo que me dejo shockeado. Él solo se disculpó y yo ya no supe que decir, no dejé de pensar en eso durante todo el fin de semana.

Me sentía extraño porque cada vez que lo recordaba se me ponía durísima, no sabía cómo sentirme al respecto, pero después de pensarlo durante 2 días enteros pues lo acepté. Ese macho me estaba gustando, no me interesaba cortejar con él ni nada, quería verlo desnudo y ver ese paquete a todo color, así que me lo propuse al día siguiente de encontrar la forma.

Luego de hacer ejercicio, terminamos agotados y todos nos fuimos a la ducha, él fue el último en salir del agua y yo perdía el tiempo esperando para "toparme" con él. En eso lo veo que viene solo con la toalla, sin playera mostrando su torso increíblemente definido que me dejó temblando, seguía sin creer que, habiendo mujeres tan deliciosas en ese gym, a mi estuviera interesando un hombre.

Rodrigo se acercó a mí y yo por "accidente" me topé con él, y muy sigilosamente jalé su toalla lo más rápido que pude para que se cayera y funcionó, se le cayó y quedó sin nada enfrente de mí. Me bajé a recoger la toalla y en eso vi su paquete justo enfrente de mí, tenía una verga grande justo como lo imaginaba y yo no podía dejar de verla. Él se percató de esto y yo lo noté diferente, como si le gustara que lo estuviera viendo, ya que tardó en ponerse la toalla otra vez. Yo solo me disculpé y él con una sonrisa me dijo que no había cuidado, y me rozó el brazo con sus manos, eso me hizo vibrar. Lo que me estaba haciendo sentir este maldito ya me estaba haciendo dudar completamente si era 100% hetero, pronto lo descubriría.

Los siguientes días fueron algo diferentes, seguíamos entrenando y cuando el me ayudaba todo iba bien, pero note que el hacia todo lo posible por estar tocándome, siempre en los entrenamientos me tomaba de los hombros, de las piernas, de la cintura etc., algo que me ponía cada vez más cachondo. Ya estaba decidido en que Rodrigo me prendía mucho así que yo me dejaba.

En una ocasión me lastimé el hombro y él muy sugerente me dijo que si quería que me ayudara a entrenar a solas para poder estar más al corriente y que no me lastimara más. Yo de inmediato acepté, en lo único que pensaba ya era en estar a solas con él, era raro, a mí siempre me habían gustado las chicas y todavía lo hacían, veía los culazos de las compañeras y se me ponía durísima, pero es que las ganas que tenia de probar a Rodri eran demasiado, algo nuevo para mí, quería quitarme la duda.

Me dijo que en la noche fuera porque casi no había gente a esas horas. Y si, cuando llegué prácticamente todos ya se estaban yendo, me enteré también que nadie sabía que Rodrigo y yo nos íbamos a quedar. Los demás pensaron que el cerraría el gym al terminar, así que ahí estábamos los dos solos, él estaba entrenando sin camisa y con short pegado, sudoroso, no podía dejar de verlo.

Me dijo que empezáramos, y que yo también me quitara la playera, así estuvimos una media hora, haciendo ejercicios en los que en todos Rodrigo me tocaba demasiado, y yo estaba disfrutando, pero no sabía si quería llegar a más. En las sentadillas él se ponía detrás de mí y yo sentía todo su bulto en mi culo, eso me puso muy nervioso, estaba temblando mucho, hasta que en las barras mientras él me tomaba de las piernas para ayudarme a subir, yo por estar temblando resbalé y él me alcanzó a tomar, y me cargó tomando mi culo y bajándome lentamente hasta estar frente a él.

Tenía a ese tremendo semental frente a mí y yo estaba que moría, ya no tenía dudas que me encantaba, pero no quería coger con él, me remordía la conciencia, a mí me gustan las mujeres decía por dentro, así que me aparté y tomé un respiro, pero a él ya tampoco le aguantaron las ganas, y me dijo "sé que te gusto, tú también a mí, porque no aprovechamos ahorita para quitarnos las ganas, sé que quieres".

Yo no sabía que decir, hasta que él como buen macho tomó la situación y se abalanzó sobre mí, me giró hacia él bruscamente y comenzó a besarme de forma riquísima, yo lo quería quitar por los nervios y a pesar de que ya había agarrado cuerpo, él era más fuerte que yo, y mis ganas también, así que mientras me besaba dije “a la mierda" y me dejé llevar. Nos besamos apasionadamente, como nunca me había besado con otra mujer, él me tomaba de la espalda y me jalaba hacia él, me besaba el cuello, yo estaba que me moría de lo excitado. Me hizo besar su pecho y su abdomen, yo me sumergí en esos músculos como tanto lo deseaba y no me detuve, él se bajó los shorts y también bajó los míos, ambos estábamos ahí sin nada, así que le dije "vamos a una ducha".

Y lo que me dejo ver que el dominado aquí seria yo fue que en cuanto se lo dije, me levantó como si nada y me cargó hasta la ducha. Nos encerramos y él abrió el agua, y ahí en esa escena tan erótica en la que nunca imaginé estar con un hombre, estábamos los dos disfrutando, el me bajo directo a su verga y me dijo "cómetela toda, sé que la quieres". Y era verdad, yo jamás imaginé siquiera chuparle la pija a otro, pero desde el día 1 lo deseaba hacer con Rodrigo.

Como todo inexperto pues no supe que hacer más que meterla a mi boca, pero él me fue ayudando y luego comencé a disfrutarla, y chuparla con las mayores ganas del mundo, quería dejarlo seco. Así duré por minutos pegado a su verga hasta que me levantó y él comenzó con la mía. Era brutal, solo 2 mujeres me habían hecho oral antes, pero ninguna la disfruté tanto como esta. Yo ya estaba que me corría por todo el éxtasis del asunto, pero llegó el clímax. Él salvaje me dijo "quiero que seas mío por completo” y me volteo bruscamente.

Ya sabía que me iba a culear y yo me negué en muchas ocasiones, pero a él no le importó y me penetró por completo, era un dolor inmenso porque su verga era enorme, y no lo disfruté por un par de minutos, hasta que mi culo se abrió más y pude sentirla un poco mejor. Pasé de rogarle que dejara de hacerlo, a rogarle porque lo hiciera más fuerte, estaba demasiado caliente y no pude aguantarme más, me vine por completo ahí mismo. Él se percató y se bajó a chuparme todo hasta dejarme seco.

Luego de eso yo fui el que se bajó y lo hice venir también, lo masturbé hasta tirar toda la leche sobre mí, ¡dios! Fue acción sin parar por más de media hora, bajó el agua caliente de la ducha y con ni macho Rodrigo cumpliéndome la fantasía que tanto anhelé desde que lo vi. Luego de eso nos salimos, vestimos y cuando ya nos íbamos yo no aguanté las ganas de volver a comerle la boca y me le lancé, así que él decidió llevarme a su departamento y estuvimos todo lo que quedaba de la noche en su cama comiéndonos vivos.

Sin duda mi mejor experiencia sexual hasta ahora, y después de eso me quedaron claras dos cosas, 1: era bisexual, porque me seguían fascinando las mujeres y después de eso he logrado acostarme con otras chicas del gym que también disfruté mucho y puedo llegar a contar alguna vez, y 2: no me gustaban los hombres, me gustaba mi macho Rodrigo, al cual le volví a entregar mi lado gay muchas veces más, hasta la fecha.

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