Este es mi tercer relato y mi primera experiencia gay con un hombre 40 años mayor que yo.
Soy de la Ciudad de México, está historia transcurre en una sauna ubicada en San Ángel un martes en la mañana. Les describiré un poco el lugar, en el primer piso está la recepción varios locales como una barbería y una cafetería, y en el segundo piso hay un enorme pasillo con habitaciones para guardar tus pertenencias y desnudarte un poco más en privado, al final del pasillo está la sauna donde hombres salen completamente desnudos al baño y a sus respectivas habitaciones a cambiarse, dentro de la sauna están las regaderas, espejos y bancas, seguido de dos habitaciones, la sauna seca y húmeda, un martes en la mañana, eras las 9 aproximadamente, acudí a ese lugar para córtame el cabello en la barbería, una vez finalizado el corte, decidí tomar una ducha en las regaderas que había en la sauna.
Al dirigirme a la recepción para pagar mi entrada, llego un hombre mayor, yo le calculaba 50 años mayor que yo, la verdad no le tome importancia ya que en ese momento no planeaba hacer nada, al subir al segundo piso, me asígnanos mi habitación, me dieron mi toalla y un shampoo, me desnude y puse la toalla alrededor de mi cintura y me dirigí a la sauna, en ese momento solo iba a tomar una ducha e irme, pero al ver que no había nada de gente pensé "ya estoy aquí, me voy a relajar" y me dirigí al cuarto de vapor seco.
Atrás de mi iba ese hombre que me encontré en la entrada, se sentó enfrente de mi del otro lado de la habitación y nos sonreímos de manera cortés, como saludándonos por encontrarnos dos veces, al pasar el rato y estar lleno de sudor, decidí salir de esa habitación para bajar un poco la temperatura y mojarme un poco para quitarme todo el sudor del cuerpo, este hombre salió detrás de mí y tomó la regadera que estaba a un lado de la mía, ambos nos quitamos la toalla y quedamos completamente desnudos, al cruzar miradas nos volvimos a sonreír cortésmente y yo regresé al cuarto de vapor seco.
Esta vez tardo un poco en entrar, pero cuando volvió a entrenar se dirigió hacia mi y se sentó a mi lado, yo no pude evitar ver su miembro, que aunque no era muy grande, llamó mi atención, cerré los ojos para relajarme un poco pero en mi cabeza seguía la imagen de ese miembro flácido, un poco arrugado, con manchas por la edad y con canas alrededor de el, empecé a sentir una pequeña ereccion, por lo que intente pensar en otras cosas, se me hizo muy extraño que me estuviera excitando, ya que no me gustan los hombres, eso pensé.
Como no podía ocultar mi semi-ereccion, trate de poner mis manos sobre mi pene cubriendo un poco y cruzando mi pierna, sabía que si seguía estando a su lado y con su pene invadiendo mi cabeza terminaría con una ereccion imposible de ocultar, así que decidí salir otra vez para tranquilizarme, al estar de espaldas de la habitación y de frente a los espejos, pude notar cómo salió detrás de mi nuevamente, pero esta vez al no tener la toalla puesta y tener mi culo descubierto, pude notas como venía hacia mi mientras miraba mi culo, se puso a un lado mío "revisándose" en el espejo, volteo hacia mi y me pregunto como me llamaba, mostrando un poco de calma, incluso pena le contesté.
-José Luis, mucho gusto, extendido mi mano para saludarlo, un poco extraño saludar de esa manera a un hombre desnudo
-yo me llamo Juan, apretando mi mano con fuerza
Yo no sabía que decir, no sabía a donde ver, luchaba conmigo mismo para no bajar la mirada hacia ese pene que tanto había llamado mi atención, hubo un pequeño silencio incómodo cuando me preguntó
-¿vamos a adentro?
-si, le dije.
Nos sentamos juntos otra vez, me pregunto que a qué me dedico, cuantos años tengo, y yo le preguntaba lo mismo, fue ahí que me contestó que tenía 58 años, yo le contesté que desde que lo vi, le calculaba casi unos 68, diciéndole con una pequeña risa que era 50 años mayor que yo, con un tono de cachondeo me respondió
– y por qué harías cuentas de mi edad y la tuya? Acaso planeas algo?
Yo no supe que responder, hasta que se empezó a reír, me tomo de la pierna y me dijo, sólo estoy jugando.
Yo supe para donde iba esto, sabía sus intenciones, así que decidí seguirle el juego.
-es que me gustan maduros, le respondí
-y a mi me gustan jóvenes, me respondió de vuelta
Y comenzamos a reír, nos quedamos en silencio un poco y me pidió ir al cuarto de vapor húmedo, yo accedí, se levanto primero, poniéndose enfrente de mi, poniéndome su pene a la altura de mi cara, yo lo vi rápidamente y voltee rápido a verlo a la cara, me levante y al salir de esa habitación, me abrió la puerta y me dio una pequeña nalgada en plan de juego y comenzó a reír nuevamente, en este punto seguimos siendo los únicos en TODA la sauna, una vez adentro del cuarto de vapor húmedo, donde literalmente no se ve nada debido al vapor (obvio) continuamos la platica, me dijo era divorciado, no tenía hijos, se consideraba hetero (igual que yo) y me pregunto si ya había estado con un hombre, yo sabía que ya había llegado la hora de meterme con aquel hombre.
-No, nunca he estado con un hombre, pero la verdad me gustaría intentarlo, y tú?
-Yo tampoco, siento que ya estoy grande para intentarlo, pero igual tengo ganas
-por que no lo has intentado? Eres joven, tienes buen cuerpo, eres lindo, yo a tu edad ya lo hubiera hecho, me dijo
-No he encontrado con quien, la verdad me da pena, no sé cómo pedirle a alguien que lo intente conmigo, no sé cómo lo vayan a tomar y la verdad.
-pues si un día lo quieres intentar aquí está tu servidor, me dijo
-Gracias, le dije con una sonrisa "falsa" y tocándole la pierna, muy cerca de su pene
Pude notar que una ereccion comenzaba en el, y el también lo noto, no tardo en aparecer la mía, ambos mirando al frente, nos quedamos en silencio, ya me había confirmado que quería hacerlo conmigo, sólo tenía que dar el segundo paso, así que comencé a llevar mi mano hasta su verga completamente erecta en este punto, y acariciarla un poco, el cerro los ojos y soltó un pequeño gemido, me arrodillé frente a él y lo seguí masturmando, despacio, con delicadeza, le di un pequeño beso en la punta de su verga, y seguía masturbándolo.
Me puse de pie, tome su cara y comencé a besarlo, el me respondió el beso, y a masajear un poco mis piernas, mientras el beso se ponía más intenso y seguía masturbandolo, el apretaba mis nalgas fuertemente y a besarme el cuello con desesperación, fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta principal de la sauna y el eco de las voces, era pareja de amigos, no estaban en la misma habitación que nosotros pero sabíamos que nos arriesgábamos a que nos vieran, aunque era excitante que nos descubrienan, estaba prohibido hacer ese tipo de cosas y podían llamar a la policía.
Le dije que lo esperaría en mi habitación, que saliera 5 minutos después de mí y yo lo estaría esperando con la puerta emparejada, le dije cual era el número de mi habitación, le di un beso y me fui.
Esos 5 minutos fueron eternos, tenía la cabeza llena de pensamientos de arrepentimiento y de excitaciones, pensaba en cambiarme y dejarlo ahí plantado, pero ese deseo de tener su verga en mi boca era más grande que mi arrepentimiento, lo esperé sentado en él taburete completamente desnudo, ya habían pasado 10 minutos y aún no llegaba, lo primero que pensé es que el si se arrepintió y me dejó plantado, cuando ya estaba por cambiarme, se abrió la puerta rápidamente y se metió casi corriendo, le susurré que pensé que ya me había dejado plantado pero me dijo que se tuvo que esperar a que el empleado se distrajera, le di mi lugar en el taburete, sentandolo y volviendo a besarlo, pasaron 5 minutos así.
Cuando me puse nuevamente de rodillas y le pedí que cerrara los ojos, finalmente pude saborear su verga, me la lleve a la boca saboreando cada centímetro de ella, el agarraba mi cabeza y la llevaba de arriba a abajo, soltando pequeños gemidos, le daba vueltas con mi lengua, le daban besos y le escupía, me pidió que parara, ya que estaba a punto de venirse, me puso de rodillas en el taburete y comenzó a comerme el culo, aún recuerdo esa sensación de placer, yo tomaba su cabeza y la pegaba aún más, quería gemir pero eso iba a ser imposible, me puse su mano en mi boca para tapar mis gemidos, él se puso de pie, puso saliva en mi culo y pude sentir la cabeza de su verga en la entrada de mi ano.
Yo me quite rápidamente y le dije que todavía no estaba listo, el seguía insistiendo pero yo no accedí, seguí chupándole la verga, esta vez el de pie, empujándome la verga hasta la garganta haciendo los movimientos con su cadera, lo volví a sentar pero yo me senté en el, no para meter su verga en mi culo, solo para frotarlo un poco, mientras yo frotaba su verga por todo mi culo, seguimos besándonos, el me decía al oído que le encantaba, que lo hacía como una puta, y yo le respondía que era su puta, así estuvimos un buen rato, hasta que me volvió a lamer el culo, y nuevamente poner la cabeza de su verga en la entrada de mi ano, pero yo no me opuse esta vez, pensé que había captado que no quería que me metiera la verga, por qué me era mi primera vez y me iba a doler, pero el muy cabron, lo metió todo de golpe y empezó a cogerme.
Yo me puse una toalla en la boca para tapar mis gritos y me pedía que por favor parara, pero no me hacía caso, sentía odio y repugnancia hacia él pero a la vez sentía excitacion, me sostenía de las manos para evitar que lo quitara o me moviera, yo no dejaba de llorar, quería pedir ayuda pero quería que siguiera, cuando finalmente se vino, lo hizo adentro, yo sentí paz por que al fin terminó su sufrimiento, me sentía como una puta con toda la leche adentro, pero eso me gustaba, me gustó ser su puta y en cierta manera ser violado por el, cuando me puse de pie, le comencé a reclamar por no parar y ser muy brusco, en forma burlona me solo respondió
-pues ya que, con una pequeña risa,
Cínicamente me pregunto si me gustó, solo alce los hombros, pero él sabía que si, abrió la puerta, se asomó que nadie lo viera y se fue, yo me quede sentado, pensando en qué fue lo qué pasó, me cambie y me fui, desde ese día no le vuelto a ver, pero espero volver a hacerlo
Desde ese día he tenido más experiencias con varios hombres pero eso lo contaré después