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Mi esposa y mi socio de trabajo
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Hola nueva vez a todas y todos. A pesar que si tengo tiempo para relatar mis historias se me hace un poco difícil. La razón es que mientras estoy escribiendo voy recordando toda la situación y me pongo hasta nervioso de la excitación. Mientras voy escribiendo me voy haciendo la paja también y un relato que puedo terminar en unos 30 minutos me toma algunas horas. Todos son reales, aunque tal vez con un porcentaje de drama para hacerlos más excitantes y morbosos. Espero les gusten y me dejen sus comentarios sinceros, ya sean contrarios o favorables. Gracias.

Comienzo:

Sucedió el lunes de esta misma semana. Sergio Me llama para pedirme ayuda con un problema estaba teniendo en su laptop que le impedía revisar las operaciones de sus tiendas. Él es un hombre joven y muy prospero. Proveniente de mi mismo país. Lo conocí por casualidad un día que visité una de sus tiendas para ver la clase de ropa que ofrecían y los precios. Me impresioné y comencé a escoger algunas camisa y pantalones que no tenía intención de comprar, pero me gustaron. El, que estaba paseando por el piso chequeando como andaba todo se me acerca, me saluda y me dice:

Sergio: Hola, soy Sergio. ¿Es la primera vez que nos visita?

Yo: Si. He pasado varias veces por el frente y siempre tenía la curiosidad por entrar a ver las ofertas.

S: Aaah, buena decisión. Pues por ser su primera compra con nosotros le vamos a dar un 25% de descuentos en su primera compra.

Yo: Ok, gracias.

En realidad, yo no tenía la intención de comprar en ese momento, pero al ofrecerme el descuento ya me comprometido. Seguí escogiendo algunas cosas más y hasta para mi esposa escogí algunas prendas íntimas y bien sexy. Mientras seguía sorteando la tienda el caminaba conmigo y me contaba que esa era su primera tienda y que tenía otras cuatro más en toda la ciudad y pronto abriría otra en la siguiente ciudad. Yo le hacía preguntas y escuchaba más para seguir aprendiendo de él.

Bueno, cuando me presente para pagar en la registradora sucedió un problema y todas las registradoras pararon de funcionar. Sergio chequeo lo que sucedía y no podía resolver el problema lo cual empeoro porque su celular comenzó a timbrar como loco. Sucede que todas sus tiendas corrían bajo el mismo sistema y las otras tiendas estaban experimentando el mismo problema. En ese momento le doy a Sergio mi tarjeta de negocios y le ofrezco mi ayuda. Soy Ingeniero de Sistemas y sabía exactamente lo que estaba pasando. Ya he tenido experiencias en estas situaciones.

Ante el dolor de cabeza por el que estaba pasando no dudo de mi conocimiento y me contesto que sí, que si yo podía resolver el problema me pagaría por mi servicio. Fuimos al cuarto donde estaban los equipos que controlaban el sistema completo de todas sus tiendas y en menos de veinte minutos su dolor de cabeza estaba resuelto. Las registradoras en todas las tiendas comenzaron a operar de nuevo.

Sergio estuvo sumamente agradecido. Me pregunto qué cuanto le iba a cobrar por mi servicio. Le dije que no me debía nada, que era un placer estar ahí en ese momento y poder ayudarlo. Insistió, pero le asegure que de verdad no le iba a cobrar nada. Al final me dijo que en ese caso escogiera algunas cosas más que deseara de la tienda que aceptara eso como pago entonces. Le dije que no tenía que hacer eso y que ya tenía todo lo que quería en ese momento. No me cargo por la compra. Conversamos unos minutos más y nos despedimos.

Mi esposa le gusto las cosas que escogí para ella. Le hable de la experiencia que paso. Estuvo impresionada como yo de la historia que aprendí de Sergio. Un hombre que no creo tenga 40 años cumplidos aún. No viene de familia rica, sino que se hizo a fuerzas de duro trabajo. Esto sucedió unas dos semanas antes de que me llamara para decirme del nuevo problema con su laptop.

Cuando recibí la llamada de Sergio me sorprendí porque no recuerdo haberle dado mi número. Le pregunté que como lo había conseguido me dijo que de la tarjeta que le di. Se me había olvidado por completo. Me dijo de su problema y le pregunte si podía venir a mi casa porque no estaba trabajando en un sistema para un cliente en ese momento. Acepto y apareció como en unos veinticinco minutos. Era cerca de las cinco de la tarde.

Sergio se impresiono al ver mi residencia.

S: Wow, esto es increíble. Que maravillosa mansión tienes amigo.

Yo: Vamos hombre, no exageres. (Aun estábamos afuera)

S: ¿Que no exagere? Es inmensa. La mía es grande, pero esta es enorme comparada con la mía. No me mal intérpretes, no es que tenga envidias. Es que de verdad me ha gustado y me alegro por tu comodidad.

No quise escuchar más halagos, le di las gracias y le pregunté cuál era su problema esta vez mientras íbamos entrando a la casa en camino a mi pequeña oficina en su interior. Llame a mi esposa y se la presente. Vi como observo toda la figura de ella. Le pedí a mi esposa que nos sirviera unos tragos. Vi que se sirvió uno para ella también. Como conozco bien a mi mujer, sé que le gusto Sergio, aunque él es algunos nueve o diez años más joven que ella. Lo sé por la forma en que me miro y se sonrió cuando nos trajo los tragos.

Mientras trabajaba con Sergio en solucionar su problema, recibo la llamada de otro cliente. Me disculpo con Sergio para ayudar a mi cliente. Llamo a mi esposa y le digo que le dé un tour por la casa mientras yo ayudo a mi cliente. Ella me mira bien picarona y me dice que con mucho gusto. Yo le guiño un ojo y ella sabe que es dándole luz verde.

Mientras estoy trabajando en el teléfono con mi cliente ella lo pasea por la casa. Pongo en mi computador a chequear las cámaras para ver donde estaban y que hacían. Puedo verlos, pero no escucharlos. Están conversando en el baño de mi habitación. Ella lo va llevando de la mano como si el fuera un niño. Mientras salían de una de las habitaciones él se encontraba distraído y vi cuando se golpeó la frente con el marco de la puerta. Ella empezó a pasarle la mano suavemente y hasta llego a darle un beso en donde se había golpeado. Se quedo mirándolo bien de cerca a su cara, le dijo algo que no podía yo escuchar. Le acariciaba su cara y lo beso de nuevo en la mejilla. Él se encontraba un poco nervioso y quería regresar a la oficina para que siguiéramos trabajando.

Era temprano en la noche todavía. Fui a ver a mi mujer. Ella estaba caliente y con ganas. Me puse de acuerdo con ella y le dije que me llamara al celular en unos tres minutos. Así lo hizo y cuando conteste pretendí que estaba hablando con el cliente que me llamo anteriormente. Le dije a Sergio que me excusara, pero iba a tener que salir un momento a ver al cliente para resolver su problema. Sergio me dijo que no había problemas, que se iba a retirar y que al día siguiente podíamos tratar de nuevo. Le dije que, de ninguna manera, que yo regresaba como en media hora. Insistió, pero lo convencí para que me espere. Lame a mi esposa y le dije que iba a salir a resolver un problema de ese cliente, que atendiera bien a Sergio y que yo regresaba en una media hora. Esa era la señal para que ella supiera cuanto tiempo tenía disponible. También le dije que yo la llamaba antes de regresar por si necesitaba algo de la tienda.

Me fui a unas cuadras de mi casa y me estacioné en el parque de una tienda de licores. No les voy a seguir cansando con todos los detalles, pero esto es lo que tanto ustedes querían leer y yo quería ver. Abrí la aplicación de monitoreo de las cámaras de mi casa y allí estaba mi esposa, detrás de la silla donde estaba Sergio sentado, acariciándolo. Él se veía nervioso y trataba de resistirse. Ella dio vueltas a la silla y quedaron de frente. Levanto el apoyo de los brazos y se sentó sobre él. Lo empezó a besar en la boca. El trataba de resistirse. Parecía que ella lo estaba violando y en realidad eso era lo que estaba haciendo.

El caso es que él fue perdiendo las fuerzas a resistirse y empezaron a comerse las bocas. Yo estaba tan caliente que necesitaba un trago y salí de mi auto, entre a la tienda de licores y compre algo y regrese rápidamente al auto para encontrarme que mi esposa estaba de rodilla dándole una buena mamada. Abrí la botella y me di un trago largo mirando el espectáculo. Vi cuando se estaba viniendo en la boca de mi esposa, como tragaba ella esos chorros de leche. Que delicia de mujer la mía. Tan pronto termino de tragar hasta la última gota se levantó y se sentó a cabalgarlo. Mientras él le daba verga y chupaba sus tetas ella miraba la cámara y se reía y me lanzaba besos sin que él se diera cuenta.

Veía como ella jadeaba y se movía sobre él. Como se daban lenguas. Ella chequeaba su reloj para contar el tiempo sin que él se diera cuenta y me miraba, me lanzaba besos. En una, me abrió una mano y me mostro los cinco dedos. Eso quería decir que faltaban cinco minutos para la media hora. El empezó a convulsionar, se estaba viniendo dentro de mi esposa. Ella empezó a tener un orgasmo también. Era divino ver como se mecían en esa silla mientras se venían.

Se quedaron tranquilos unos segundos. Se estaban diciendo alguna cosa y esta vez él fue que la halo y le dio un buen beso con lenguas. Ella me hacía seña con un dedo como pidiéndome que le dé un momento más. Se estuvieron acariciando por un rato. Llame por teléfono para avisar que ya iba de regreso (aún está en el estacionamiento) Él se levantó rápidamente y se arregló su ropa y siguió frente a la computadora.

Cuando regrese mi esposa se prendió de mi cuello y me dio un rico beso con lenguas delante de él y me pregunto que por qué tarde tanto. Sergio se mostraba tenso y nervioso y yo actúe como que no notaba nada extraño. Le Conte brevemente del problema que tenía mi cliente. Continuamos trabajando en su computador por unos minutos, pero estaba tan nervioso que se excusó y me dijo que era muy tarde y tenía que llegar a su casa, que al día siguiente continuábamos. No quise presionarlo y le dije que estaba bien.

Cuando se fue mi esposa me comió la boca a besos mojados. A ella la vuelve loca besarme después de haberse mamado una verga y tragarse su leche. Me pregunta si me gustan sus besos con sabor a verga y leche y se enciende más cuando le digo que me encanta. Mientras estábamos de pies, besándonos y acariciándonos empezó a salirse la leche que tenía en su vagina y a rodar por sus muslos. Me pregunto si quería limpiarla con mi lengua. Le dije, eeeh, no. Nos reímos y nos fuimos a la habitación. Se limpio con una toalla.

Se tiro en la cama y me dijo: Papi, sé que no te gusta, pero hace mucho tengo la fantasía de que me lo chupes después de haber sido cogida por otro macho. Hazlo ahora, por favor, cómeme antes de bañarme. Es cierto que no me gusta, pero en ese momento estaba tan caliente que no lo pensé dos veces. La halé por las piernas y empecé a comerme su coño. Ella me decía cosas que me encendían más. Me preguntaba si podía saborear esa verga en su coño, que si la iba a dejar coger con el de nuevo. Cuanto le había gustado y que quería de nuevo. Estaba tan excitada y agitada que alcanzo el orgasmo como en tres minutos.

Luego de eso la penetre. Hicimos el amor de forma desenfrenada hasta que nos vinimos y nos quedamos dormidos. Si, así sin bañarnos.

Espero les haya gustado y dejen sus comentarios. Gracias.

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