back to top
InicioRelatos CortosMi dulce prima, un abrigo y una sorpresa

Mi dulce prima, un abrigo y una sorpresa
M

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Mi nombre es Damián, tengo 26 años y esto me pasó exactamente en vísperas de navidad. Cada año mi familia acostumbra a juntarse en casa de mi abuela, como familia numerosa es normal que vengan parientes de otras partes del país, nos vemos en un rancho con muchos cuartos por lo que cada familia toma una pieza para guardar sus cosas, dormir por la noche y por las tardes todos estamos en la casa principal para compartir con mis tíos y primos, actualizarnos sobre que hemos hecho durante el año, comer y de vez en cuando hacemos juegos apostando unos cuantos dólares para hacerlo más divertido. Tengo una prima que se llama Dulce de 21 años y es muy amable sin dejar pasar lo bonita que es, pero nunca había tenido una fijación hacia ella hasta ahora.

Corrían las 9 de la noche de un 23 de diciembre, estábamos bebiendo ponche, no acostumbramos beber alcohol, comíamos y platicábamos sobre los propósitos que queríamos lograr en el año venidero pero entre vaso y vaso tuve que ir al baño, pero oh sorpresa, la tubería estaba completamente congelada por lo que tuve salir e ir a mi habitación pues la caldera de los dormitorios siempre está encendida para que no se queden sin agua los cuartos, cuando voy pasando frente a la pieza de mi prima Dulce no pude evitar voltear y ver por su ventana, ahí estaba, sin el gran abrigo que acostumbra usar, solo con una pequeña blusa blanca muy ajustada mientras se peinaba y pude notar los tremendos pechos que escondía bajo su atuendo de invierno, eran los más grandes que jamás había visto en mi vida y no pude evitar una erección. “¿Pero que rayos? ¿Es mi prima porque me pasa esto?”.

Al día siguiente en noche buena, nos encontrábamos en el campo haciendo un picnic para comer y convivir, mi mente estaba completamente perdida pensando en esas tetas, eran tan enormes que no cabían ni en mi imaginación, jamás podría acabármelas, pero el deseo sexual era latente en mi verga y no dejaba de pensar en correrlas. Durante todo el día no podría dejar de verla y estoy seguro de que ella lo comenzó a sospechar porque cuando cruzábamos miradas volteábamos inmediatamente a otro lado.

Por la noche nos quedamos en una fogata todos los primos hacíamos juegos de preguntas, contábamos historias de terror, y a partir de las 11 de la noche, uno por uno se iba a dormir hasta que me quede solo con ella, eran las 2:30 de la mañana y moría de sueño, sin embargo quería seguir con mi prima y acercarme poco a poco para poderlas rozar de alguna manera, lo sé, era algo casi enfermo, pero no lo podía evitar, como la plática ya era más personal entre dos personas platicamos sobre amigos, ex novios, trabajo y la vida social en general, aquí casi lo arruino todo, no sé porque rayos dije que tenía muchísimo tiempo sin coger y me quedé perplejo con lo que dije, y Dulce solo se me quedó mirando fijamente y comenzó a reírse a carcajadas, me comentó entre risas que ella también tenía meses sin coger porque tuvo problemas con algunos pretendientes ya que solo la querían por sus enormes pechos y comenzó a tener inseguridades al momento de salir con alguien.

Quería verlos, pero sabía que era imposible, de repente mi pene se fue abultando en mi pantalón por una erección involuntaria e incontrolable por lo que fue imposible ocultarlo, Dulce se dio cuenta porque al seguir platicando con ella no quitaba la mirada de lo que ocurría en mi parte inferior, pero bueno todo terminó ahí, dieron las 4 de la mañana y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente el 25 de diciembre en navidad, nos saludamos como si nada hubiera pasado, pero sentí una conexión con ella, y estoy seguro de que mi pima también la sintió, nada que ver como cuando nos vimos hace unos días.

Esa misma noche nos volvimos a juntar todos los primos en la fogata y sucedió exactamente igual, se iban a dormir poco a poco hasta que solamente quedamos Dulce y yo, no escatimamos en tiempo para volver a sacar el tema sexual, y calentarnos mas de la cuenta ya que con los -5° centígrados que había era mas que necesario un calor extra además del fuego. Pensé “es que es mi prima, ¿y si solamente es de mente abierta y habla de cualquier tema? ¿por qué tengo estos pensamientos tan pervertidos? ¿y si les dice a mis papás lo que hablamos? ¿y si me quieren jugar una broma los primos para saber hasta donde llego?”.

Mientras mi cabeza hacía guerra con mis emociones tomó mi mano, desabotonó un poco su gran abrigo y la metió para que tocara, estaban tan tibias, ese calor corporal, tan firmes, una sola mano no bastaba, mi pene era una tremenda barra de hierro de lo duro que estaba, ella comenzó a acariciar mi bulto y sintió lo grueso que me puse, le dije que no podía mas y que me las enseñara, de prisa nos fuimos al almacén, abrió por completo su abrigo y se levantó el suéter junto con su brasier, cayeron ese par de enormes tetas, rebotaron un par de veces para así acercar mi cara y poderlas mamar, eran deliciosas, portaba un rico perfume de mujer por lo que me sentí embriagado por un momento, mientras jugueteaba, desabrochó mi pantalón y ahí estaba mi verga, dura como una piedra, Dulce se hincó frente a mi como sabiendo que hacer, abrió su boca y comenzó a chupármela lento, el frio era insoportable pero quería más, quería calor carnal, fue aumentando la velocidad y como no podría desaprovechar la oportunidad le dije “ya no aguanto, quiero cogerte” deja mi verga babeante y me sonríe, “claro que si” me contestó.

Me acosté en un montículo de paja y ella me montó como debía de ser, rompió sus medias que había bajo su falda y movió sus bragas un poco para darle la bienvenida a mi miembro viril, la comencé a penetrar, su cálida vagina, mi verga erecta, sus tetas botando en mi cara mientras chupaba sus pezones y manoseaba toda esa circunferencia de abismales mamarias, la posición sexual con la que soñé un día entero, ella montándome y botando sus tetas para mí, fue la dosis perfecta para eyacular dentro de ella y tener el sexo mas caliente de mi vida.

Cogimos todos los días durante el resto de las vacaciones en todas las posiciones que nos sabíamos, las rusas eran increíblemente extraordinarias, era mágico como desaparecía mi pene entre sus enormes tetas al hacerme las mejores rusas que pueden existir, eyacularlas y bañarlas en semen era el favor que yo le hacía para calentarla en ese frio invierno.

Hablamos y prometimos follarnos cada vez que nos viéramos, y eso al menos sería una vez al año, el hecho de coger con una prima a escondidas de la familia es lo mas caliente y pervertido que he logrado en mi vida. No puedo esperar al próximo año y cogerme a Dulce, mi dulce prima tetona.

Compartir relato
Relato anterior
Relato siguiente
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.