Tengo un trabajo bastante bueno, pero en ocasiones me veo sometida a mucho estrés laboral, trabajo durante muchas horas al día. Entonces, al llegar a casa me di cuenta que tenía mucha presión corporal, me dolía la espalda y el cuello, por eso decidí acudir a un masajista. Había conocido a un vecino hace unos días que me había contado que es masajista, su nombre es Fabian, un hombre encantador y bastante tranquilo.
Decidí acudir a él porque me lo habían recomendado anteriormente, dicen que su trabajo es excelente y que lleva más de 10 años ofreciendo su servicio. Entonces me dirigí a su casa que no quedaba a muchas de la mía y toqué su puerta, el abrió inmediatamente y me pidió que entrara.
Yo: Hola Fabian ¿cómo estás? Vine por aquí porque últimamente estoy bastante estresada y necesito tiempo de relajación mientras me hacen un masaje, quería saber cuándo puedo venir para que me atiendas.
F: que bueno saberlo, me alegro bastante que me hayan recomendado, estoy libre hoy a las 15:30, si podés venir a esa hora para quitarte el estrés y toda esa tensión corporal.
Yo: Ok me parece perfecto, en ese caso nos vemos hoy en la tarde, vendré para ponerme muy ligera y que me ayudes a relajarme totalmente.
Realmente me había puesto un poco cachonda por la forma en cómo me atendió el masajista, estaba dispuesta a relajarme totalmente con tal de tener a ese hombre tocándome toda. Entonces terminé las cosas que debía hacer en la casa, me di una larga ducha y finalmente me arregle bien sexy. Se hicieron las 15:30 y me fui directamente para la casa del masajista.
Toque la puerta y me atendió de la manera más gentil de todas, me dijo que pasara a su casa y que pronto estaría lista el área donde me iba a dar mi rico masaje. Ya tenía preparado la habitación con velas aromáticas y una luz tenue, me dijo que me recostara en su camilla y obedecí.
En ese momento me sentí muy cómoda y totalmente relajada, puesto que, el ambiente estaba muy bien preparado y la presencia del masajista m excitaba muchísimo. Me pidió que me quitara la ropa y me quedara únicamente con mi ropa interior, yo le hice caso y me puse como él me indicó, luego me tapo con una toalla. Empezó a untarme un aceite que ayuda para estimular el cuerpo durante el masaje, esto ocasiono que me estremeciera un poco, luego me empezó a masajear y me fui relajando poco a poco.
Yo: Uy que rico se siente todo esto, tienes unas manos espectaculares, sigue así te lo ruego, espero que este momento nunca termine.
F: Me alegra mucho que estés disfrutando del proceso, al parecer en poco tiempo ya se ha reducido gran parte del nivel de estrés que tenias acumulado, tienes la piel muy suavecita y rica.
Yo: ¿en serio crees eso? muchas gracias, creo que me siento bastante relajada porque estás aquí con esas manos angelicales mientras me lubricas todo el cuerpo y eso me tiene como loca.
F: y eso que apenas estamos empezando, ahora que falta que te haga un millón de cosas que se van a sentir aún más ricas.
Yo: Que rico suena todo eso, me encantaría que probaras haciendo las cosas que vos quieras, solo quiero que me relajes y me hagas sentir placer, vos decides como.
En ese momento me sentí muy excitada y cada vez más se incrementaba el deseo que sentía que me pasara su verga por la cara y me la llenara de leche. Entonces, él siguió masajeando toda mi piel mientras realizaba movimientos, se sentía bastante bien, en un momento me deje llevar y empecé a soltar ligeros gemidos.
El masajista estaba cada vez más sexy y llegué a notar cómo iba poniéndose cada vez más cachondo, bajaba sus manos y me comenzaba a tocar las nalgas y me las lubricaba con su aceite esencial.
De un momento a otro me fue quitando la toalla que me cubría el cuerpo y me masajeaba cada vez más profundo. Yo no podía aguantar más, estaba muy excitada y decidí retorcerme toda para que ese diera cuenta que deseaba que me cogiera muy duro. Entonces empezó a meter las manos en mi culotte poco a poco mientras masajeaba todo, empezaba a gemir fuerte para que no parara de hacerlo.
Lo que más me sorprendió es que me agarró el culotte y me lo quito lentamente hasta dejarme desnuda, yo estaba muy mojada y toda cachonda, me quito el sostén y me termino dejando justo como quería, notó todo lo mojada que estaba y comenzó a estimular mis tetas. Se montó en la camilla y me empezó a frotar.
Yo: Que rico, hace rato que necesitaba esto, esos dedos son bien rico y me encanta que me metas tus manos.
F: ufff si, mírate toda mojada me encantan las clientas como vos, que desean llevar todo el tiempo, me encanta como me suplicas que, te voy a coger muy duro.
Yo: Dámelo todo, haceme venir toda, quiero que me sigas diciendo cosas y me hagas toda tuya.
Todo lo que le dije lo estaba poniéndolo muy caliente, su pene estaba erecto y en cuestión de segundos se había quitado toda la ropa. Comenzó a estimular mis pezones y me los pellizcaba para que gimiera fuerte, yo no podía quitar la viste de su pene. Me puso el pene en la boca para que se lo chupara, su pene apenas entraba y salía de mi boca.
Yo estaba dándole la mejor mamada que podía, moviendo mi lengua haciendo círculos en la punta y comiéndomela toda. Él estaba gimiendo del placer que le causaba tener su pene en mi boca, miraba hacia arriba para ver su rostro y podía ver su cara de demente toda estimulada y excitada, pare de chupárselo y lo mire a los ojos.
Mi vagina estaba totalmente húmeda, nunca antes la había sentido así, metió su pene en mi vagina y entro completamente. Me cogía con su pene muy duro, sus bolas estaban chocando con mi culo, yo gemía como nunca.
Giramos quede encima suyo montándolo como me gusta, movimientos lentos y luego aumento el ritmo.
F: Que rico se siente, Me vas a hacer venir, seguí así, estoy a punto de acabar todo encima tuyo, tu vagina está muy mojada, nunca había cogido con alguien tan caliente.
Duramos 10 minutos más el masajista acabó adentro, estaba llena de su leche, quedamos exhaustos. Me fui al rato y quedamos en vernos la semana entrante para la siguiente sesión.
Espero sus mensajes y/o comentarios.