Trabajé un tiempo como asistente administrativa, con funciones de secretaria. Al salir de la universidad fue mi primer empleo y aprendí mucho allí. Mis amigas me decían que como podía aceptar un empleo así, pero lo necesitaba y al final me sirvió de mucho por lo que aprendí y por los contactos que me permitieron ascender en mi siguiente empleo.
Mi primera fiesta de navidad trabajando fue en esa empresa. La responsable de la organización era la asistente social y yo, como asistente administrativa, la apoye en las reservas y contrataciones.
La fiesta empezó con un almuerzo en un club campestre y con una larga tarde de baile. Se había contratado el local hasta las 10pm, junto con una orquesta que estuvo muy divertida. Cuando cayó la noche, la mayoría de mis compañeros estaban mareados. Hacia las 8pm, con dos amigos que estaban solo ligeramente mareados y una amiga más, decidimos volver a Miraflores en un taxi. Mi amiga se quedó en el camino, pues su casa estaba en la ruta. Finalmente llegamos los tres a Miraflores.
Mis dos amigos me dijeron para tomar unas cervezas para terminar la noche. Acepté. Fuimos a un bar por allí cerca y cuando me di cuenta ya estábamos los tres muy ebrios. En algún momento de la noche, la conversación de compañeros de trabajo se había transformado en una charla caliente y me propusieron ir los tres a un hostal.
Hasta ese momento nunca había hecho un trio. Pero con el alcohol y la calentura no me fue difícil aceptar. Nos subimos a un taxi. Nos sentamos los tres en la parte posterior, yo al medio. Ambos me manoseaban y besaba a uno y a otro. Sentía sus manos en mis nalgas y en mis piernas, por allí explorando mi concha húmeda. Todo por encima del jean. En ese momento yo sólo quería estar desnudos en el hostal y sentir su piel en mi piel.
Llegamos al hostal, uno de ellos pagó. Entramos los tres a la habitación. Hubo un instante de indecisión en la habitación, hasta que uno de ellos dijo “nos desnudamos”. Y así lo hicimos. Yo tenía 23 y ambos por encima de 30. Yo era delgada y ellos ya macizos, solteros, con novias, pero ya empezando a tener cuerpos de casados. Me excitó que ambos eran velludos. No me había percatado de ello, pero viéndolos desnudos, era muy notorio.
Me senté sobre la cama y se acercaron. Comencé a chuparle su pene a uno y luego al otro y así intercambiando por varios minutos. Luego me pidieron que me acostara. Lo hice.
Uno se puso a la altura de mi cabeza, seguí chupándosela. El otro comenzó a sopearme. Me sentía morir de placer con su lengua recorriéndome toda y con mis labios entretenidos en un pene. Tuve mi primer orgasmo recibiendo y haciendo un oral.
Luego que llegué, quien me estaba sopeando le pidió al otro chico que se acueste. Él lo hizo. Me pidió que me ponga encima. Obedecí. Su amigo me comenzó a penetrar por mi concha y él empezó a lamerme el culo, tuve un segundo orgasmo, con un pene en mi concha y una lengua en mi culo. Ni bien lo tuve, mi amigo dejó de lamerme el culo y se subió encima de mí.
Me metió su pene al culo y entró muy fácil de lo caliente que estaba. En medio de los dos me sentía muy perra y tuve dos o tres orgasmos seguidos, fue una locura. No dejaba de gemir hasta que ambos se vinieron casi al mismo tiempo.
Nos acostamos juntos y tras una media hora dormitando, empezamos a jugar de nuevo. Me pusieron como perrita al borde de la cama y por momentos me penetraba uno y por momentos el otro, por momentos por mi concha, por momentos por mi culo. Me empezaron a decir que era muy puta, la más puta de la oficina, la más perra de la oficina y tuve un nuevo orgasmo, ya eran varios y estaba exhausta pero no quería parar.
Me acostaron al borde de la cama y mientras uno me cogía piernas al hombro, el otro puso su pene en mi boca. Sentí en su pene el sabor y el olor de mi culo y mientras su amigo me cogía, le chupaba el pene hasta que me llenó la boca de leche.
Un minuto o algo más mi otro amigo llegó en mi concha. Me temblaban las piernas. Eran ya casi las 4am y tenía que volver a casa. Me lavé la cara lo mejor que pude. Nos vestimos y salimos. Tomé un taxi a casa.