En el relato anterior cometí un error de teclado puse 49 años de casados y son 29, nos casamos cuando Carmen tenía 23 y yo 26 ella tiene ahora 52 y yo 55 nos conservamos porque hacemos ejercicio y nos gusta mucho el baile.
Bien le contaré mis avances para convencerla de hacer un trio o un intercambio de parejas, para verla disfrutar con otra verga, mamándola y cabalgando, de imaginarla me caliento mucho.
En días anteriores a mi esposa por los festejos Decembrinos hicieron la clásica comida de fin de año en su trabajo, al término de la fiesta por ahí de las 6 de la tarde me habla para decirme que se la van a seguir a un bar donde se puede bailar, que le alcance.
Llegué como a las 7 y había una mesa como con de 10 compañeros entre hombres y mujeres, ya estaban entonados y el alcohol hacía ya sus efectos, algunos conversaban y hacían chistes y otros bailaban, pregunté por Carmen mi esposa y una de sus compañeras me indicó que estaba bailando, volteo a la pista y ella bailaba una balada con uno de sus compañeros él se pegaba mucho a ella, cuando regresó a la mesa me vio y me presentó con algunos compañeros recién entrados a la compañía entre ellos con el que bailaba.
Carmen ya había bebido varias copas, lo noté en sus ojos y lo desinhibida que se encontraba, me senté y me puse a platicar con otro de sus compañeros que yo ya conocía, y Carmen me pidió permiso para seguir bailando, no tuve objeción y se levantó a la pista con su nuevo compañero, de vez en cuando volteaba a mirarla a la pista y varias veces vi como su compañero bajaba la mano más de lo debido casi tocando sus nalgas, y apretándola fuerte, se le veía el bulto restregándoselo, dándole sus arrimones, ella parecía no incomodarla y al parecer lo estaba disfrutando más que darme celos me excitó mucho, pensar en la posibilidad de que su compañero se la cogiera.
Me acordé de la sugerencia de Minerva sex en el relato anterior al decirme, deja que ella escoja con quién, y la otra sugerencia de SD40 de hacerla sentir deseada por otro, gracias por sus sugerencias nuevamente.
Cada que regresaba a la mesa por el calor del ambiente y la bailada se tomaba casi medio vaso de cuba, de tal suerte que ya se sentía mareada, dando casi las 11 de la noche se empezaron a retirar, incluyendo a su pareja de baile que antes de despedirse me agradeció haber dejado bailar a mi esposa con él, así que también nosotros nos despedimos pedimos el auto al valet al llegar el auto el valet se baja para abrir la puerta a Carmen, que sin pena al subir se le subió el vestido, y abrió las piernas tanto dejándole ver los calzones transparentes que traía puestos, notando su vello púbico y los labios vaginales, el valet abrió los ojos tratando de ver más.
En el camino me fue platicando los detalles de la fiesta y lo mucho que bailo con Jaime su nuevo compañero, la vi muy excitada y le acaricié sus piernas y sus nalgas, ella a su vez me acarició la verga, y me dijo no quiero llegar a la casa, llévame a un hotel, a ella le excita mucho cuando entramos a un hotel de paso, pues para ella es sinónimo de coger sin preocuparse si la escuchan gemir, jadear, y gritar, pasamos a pagar a la recepción antes de nosotros estaba pagando dos hombres y una mujer les asignaron la habitación y se fueron abrasando ambos a la mujer, le dije a Carmen, ya viste esa mujer, va a recibir verga por todos lados y me sorprendió su respuesta cuando me dijo, que envidia, fue cuando me percaté que si estaba borracha, la desconocí.
Aproveché para decirle que a mí me gustaría verla coger con otro, hacer un trio o un intercambio y me dijo si quieres tú, a mí también, le dije vamos a planearlo para hacer realidad la fantasía, no me contestó, entramos a la habitación y yo ya traía bien parada la verga solo de escucharla así es que la abracé desde atrás y le besé el cuello eso a ella la prende, y le agarré sus grandes senos, fui bajando mis manos hasta abrir su calzón y meterle un dedo en su vagina, la sentí muy húmeda y al oído yo le decía imagina que soy Jaime tu nuevo compañero con el que bailabas y le vas a mamar la verga y te la va a meter, y me decía sí Jaime dame verga, deja mamártela carbón. La volteé y la hice bajar su cabeza hasta la altura de la verga y le dije mámamela hasta que te llene la boca de leche y te la tragues, y me decía siii.
Fue tanta mi calentura que me vine y ella se los tragó, limpió con su boca toda la verga, para dar tiempo para reponerme, aproveché y le hice un rico cunnilingus y le agarraba sus nalgas, me agarraba la cabeza y restregaba su vagina en mi boca como loca y me decía, así cabrón mete tu lengua, así lo hice hasta que tuvo un orgasmo muy intenso, disfruté de sus jugos derramados.
Dicen que no hay borracho que coma lumbre y eso es cierto pues trate de meterle un dedo en el culo y me lo impidió diciéndome que por ahí no.
Volví a abordar el tema de estar cogiendo con Jaime y que se la voy a meter como su marido no lo hace, y me dijo si cógeme dame verga, la puse en cuatro y se la metí poco a poco pegándole en sus nalgas con mis huevos lo estaba gozando tanto que tuvo otro orgasmo, se voltea de frente y le pongo sus piernitas al hombro, se la dejo ir nuevamente ella movía el culo riquísimo jadeando y gritando, volvió a tener un orgasmo más, siguió moviéndose y me pidió que me viniera, me gritaba dame tu leche, lléname de tus mocos, volvió con otro orgasmo, me vine nuevamente casi al mismo tiempo que ella, el cansancio nos venció y nos dormimos.
Despertamos un poco tarde, y nos dispusimos a bañarnos, nos vestimos y salimos del hotel rumbo a casa.
En el camino le pedí que me contara que sintió al bailar con su compañero, que le arrimaba el paquete muy rico y que pareció gustarle, que si le gustaría cogérselo sentir una verga ajena, y nuevamente igual que otras veces se retractó y me dijo, ya ni me recuerdes, me siento muy apenada, estaba muy tomada y ya no sabía lo que hacía, que no se atrevería a coger con otro y menos del trabajo, que ya no insista.
Nuevamente volvimos a la rutina y no quiere hablar del asunto.
Se que hay avances, pero no logro convencerla del todo.
¿Cómo ven mi caso?
¿Que más me aconsejan?