Mi nombre es Emma, tengo 18 años, mido 1,54 cm, peso 58 k, tengo poquito pecho, pero tengo buenas piernas y unas grandes nalgotas, esta historia es 100% real.
En noviembre empecé a trabajar en una verdulería en el centro del pueblito donde vivo, muchas veces quedaba sin transporte (bus) por las tardes así que me tocaba ir a tomar un taxi, muchas veces me topaba con el mismo taxista…
Un hombre de más o menos unos 50 años, moreno, alto y gordo, me gustaba irme con el ya que me cobraba un poco menos y siempre era amable, muchas veces me llevo a mi casa hasta que un día que hacía mucho calor y yo iba con ropa "más provocativa" el comenzó a mirarme mucho con morbosidad.
Yo me calenté un poco y le permití seguir mirándome, me hacía la tonta, baje mi mirada y vi su entre pierna, tenía parado su pene y se le veía bien marcado en su pantalón, le dije que si tomaba otra ruta más solitaria le podría ayudar con su amiguito, el aceptó sin dudar y se fue por un camino solitario le dije que se estacionara por la orilla, nos bajamos del taxi lo lleve detrás de unos matorrales y le desabroche el cinturón.
Él me decía que le chupara el pene por favor, estaba muy excitada así que me agaché delante de él y le baje los pantalones junto al bóxer, mire su pene, media aproximadamente unos 17 cm, gordito y muy apetecible, lo acaricie suavemente y lo acerque a mi boca, lo lamia y chupaba con intensidad, tenía buen sabor intentaba meterlo por completo a mi boca, pero me costaba así que el taxista me agarró del cabello y me empujó dentro todo su pene me llegaba a la garganta.
Me penetro la boca por algunos minutos hasta que se corrió dentro, me dijo que me tragara su leche, lo hice, me levante y él se puso bien su ropa, nos fuimos a subir al taxi y partimos hacia mi casa.
Tuvimos muchos encuentros después de este.