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Siempre contaremos hasta donde nos conviene
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Resulta que tiempo después de la confesión de mi esposa de su etapa como prepago, me volví a encontrar con mi “amiga” Diana, aquella con la que mi esposa había compartido una de las jornadas de trabajo.

Estaba con un grupo de amigos viendo un clásico de futbol en una de los bares de un centro comercial y en una de las mesas estaba Diana con los hermanos y otras personas, con uno de sus hermanos he jugado futbol en algunas ocasiones, además él es el esposo de una prima lejana, el me saludo, charlamos algo sobre futbol y la familia, se acercó Diana, que como siempre estaba vestida muy exótica, tenía un enterizo negro ceñido al cuerpo con la espalda destapada, me saludo de beso y abrazo, se le notaba que había bebido bastante, también hablamos banalidades y volvimos a nuestras mesas, al rato ella se paró para ir al baño y al regresar me pidió mi número de celular, según ella para una conocida que necesitaba unas terapias físicas, lo guardo y me envió una manito arriba para que yo guardara el suyo, acabo el primer tiempo del partido y revise mi celular, tenía varios mensaje de mi esposa y dos mensajes de un número desconocido, revise y era el número de Diana, me escribía así:

Diana: ¿por qué no estas con tu mujer?

Diana: ¡respóndeme! y una carita enojada,

La volteé a ver y solo se sonrió, le respondí

Yo: ¡es mi día libre!

Ella lo leyó y se tapó la cara con una mano.

Siguió el partido y a la mitad del segundo tiempo recibí otro mensaje de ella:

Diana: ¿y tu mujer que está pensando dejándote salir solo?

Diana: ¿será que no sabe lo peligroso que eres?

Yo: ¡Era!

Diana: ustedes los hombres no cambian

Yo: soy la excepción amiga mía

Diana: ¿tu esposa sabe que fui tuya?

Yo: ehhh, no

Diana: cuéntele, dígale lo que hacíamos

Yo: no me conviene, déjela tranquila

Diana: ¿sabías que ella y yo nos conocíamos?

Yo: si, ya ella me conto todo

Diana: eso me imagine y también supuse que a ti eso no te importaría

Diana: eres respetuoso del pasado de los demás, soy testigo de eso.

Yo: si amiga, el pasado es pasado

Diana: ¿qué vas a hacer después del partido?

Yo: dianita, pues íbamos a ir a comer con mis amigos y ya me voy para mi casa.

Diana: vámonos los dos, estoy soltera este fin de semana, la casa de mis papas está sola.

Yo: me parece un excelente plan.

Diana: ¿andas en carro?

Yo: no

Diana: mi carro está en el parqueadero, te espero allá.

Yo: ok, apenas se acabe el partido voy.

Vi que a los pocos minutos ella se despidió de los de su mesa y se fue, yo esperé a que se acabara el partido, me despedí de mis amigos y salí al estacionamiento, Diana me hizo luces, subí a su carro, ella me recibió con unos besos muy ardientes, metió su lengua en mi boca y yo pase mis manos por todo su cuerpo, le bese el cuello y baje hasta su escote, estuvimos así unos minutos y nos fuimos a casa de sus padres.

De camino a su casa seguimos besándonos y manoseándonos, ella paro para comprar licor y yo aproveche para decirle a mi esposa que llegaría un poco tarde, a lo cual me respondió que entonces pasaría la noche en casa de su hermana, que ya estaba tarde y los niños se habían dormido, que le escribiera apenas llegara a casa, que no tomara mucho, eso me permitía tener más tiempo para pasar con Diana, Diana compro ron y continuamos nuestro camino, seguimos con los manoseos, ella me pidió que sacara mi verga la vio y me dijo: “como me hacías gozar con este aparato” y se apodero de mi ella con su mano derecha, en cada semáforo ella aprovechaba y me daba unas mamadas cortas solo metiéndose la cabeza a la boca, como ella llevaba un enterizo negro pegado al cuerpo, yo solo podía acariciarla sobre la ropa, y como el polarizado de los vidrios no era muy oscuro, ella no podía desnudarse, llegamos a nuestro destino, ella sirvió el trago, se descalzo y nos tiramos en el sofá de la sala, ya yo había estado en esa casa en mi época de universidad y no había cambiado nada.

Diana estaba encima de mí y me besaba como loca, tenía muchos tragos en la cabeza, yo toca sus grandes nalgas y frotaba mi pene sobre su entrepierna, se paró y sirvió licor, bebimos y seguimos besándonos de pie, ella mide unos 1,55m, más o menos, me pregunto de cuánto tiempo disponía, le dije que de mucho, sonrió y se desnudó lentamente, mírame como estoy, todo esto va a volver a ser tuyo, me dijo, tomo la botella de licor con una mano y a mí con la otra y me llevo a su habitación.

Diana tiene varias cirugías estéticas, yo la conocí natural y era una mujer divina, la verdad se veía muy bien con sus cirugías, senos redondos y paraditos, abdomen plano y nalgas grandes, entramos a su habitación y ella se paró sobre la cama, sirvió 2 copas de ron, y empezó a tocarse los senos y a decir: “¿te acuerdas cuando te quedabas aquí conmigo? Nunca olvidare las noches que me hacías tuya sin descansar, fueron tiempos muy lindos”, continúo tocándose el clítoris con el dedo índice y corazón una mano y pasando el dedo corazón de la otra en medio de sus labios mayores, sus pezones estaban parados debido a su excitación, me acerque y empecé a besar su vagina suavemente, ella me tomo por la cabeza y la empujaba contra su pelvis, la tome de las nalgas y empecé a succionar su clítoris y a pasar mi lengua por él, Diana gemía duro y me apretaba fuerte la cabeza, le pedí que se acostara en la cama, me arrodilla en el suelo y continúe haciéndole el oral, con mi boca jugaba con su clítoris y con mi mano metía y sacaba mis dedos de su vagina, así la tuve hasta que se vino, le di un par de tragos más.

Ella se paró empezó a besarme me quito la camisa, bajo besándome hasta llegar a mi abdomen, estando de rodillas desabrocho mi pantalón lo abrió y sobo su cara sobre mi pantaloncillo, con cara de lujuria acabo de quitarme el pantalón y siguió sobando su boca sobre mi bóxer, me lo quito y mi verga salió apuntando al techo, ella me beso los huevos un buen rato y luego empezó a pasar su lengua de abajo arriba por mi verga, no dejaba de mirarme y preguntar si me gustaba, la tome de la cabeza y le metí mi verga en su boca, y prácticamente la estaba follando por la boca, ella seguía mis metidas, me pregunto que si quería que me la chupara así y le dije que quería que se la tragara toda, voy a intentar amor, es muy gruesa, me respondió y siguió mamándomela lo más rápido y metiéndosela lo más profundo que podía, se quedaba sin aire y sus ojos lagrimeaban, te gusta me preguntaba, se notaba que quería complacerme, trágatela toda le dije, amor es muy gruesa, me respondió y siguió intentando, tome mi celular y busque un video de mi esposa chupándomela y se lo mostré, ella lo vio sin dejar de masturbarme, ay no ¿cómo hace ella?, no amor mis respetos para ella, de razón la buscaban tanto cuando estaba de prepago, me dijo y siguió tratando de tragársela toda.

Yo no le quite el video y Diana lo veía atentamente, que tal esas tetisimas de tu mujer, me parecen más grandes que cuando la conocí, me comento, y siguió mamando, notaba como cada vez ella podía meterse más profundo mi verga, le serví un trago y después de que se lo tomo, le dije que la iba a ayudar a tragársela toda, Diana estaba en el punto ideal por el licor, le dije que me dejara metérsela toda poco a poco y que me indicara cuando ya no aguantara, ella acepto y empezamos, le pedí que abriera su boca lo más grande posible y empecé a meter mi pene en su boca de a pocos, en el primer intento logre meter una buena parte, ella no aguanto mucho y escapo de trasbocar, tomo aire, se recuperó y continuamos con el segundo intento, entro casi toda y ella aguanto un poco más, sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero ella estaba sonriente, me agache y la bese, se recuperó e hicimos el tercer intento, sentí sus labios en mi pelvis, duro poco pero se la trago toda, tocio, casi se vomita y corrían las lágrimas por sus mejillas, pero me dijo: ¡pude!, siguió ella sola metiéndola y cada vez fue más fácil y duraba más tiempo chupándola.

Me senté en la cama y ella seguía arrodillada mamando, parecía niña feliz con su nuevo juguete, yo de vez en cuando la tomaba de la cabeza y no dejaba que se sacara la verga de su boca, eso le activaba el reflejo nauseoso, se molestaba, pero no paraba de mamar, quiero tu semen dentro de mí, me dijo, pero primero quiero penetrarte, le dije, ella salió corriendo a la sala y regreso con su bolso, había comprado condones en nuestra parada en la licorería, le pedí que se pusiera en 4 y pude ver que estaba súper mojada, se había excitado mucho mamándomela, me coloque el preservativo y la penetre sin piedad, le di duro, rápido y profundo por un largo rato, sus gemidos eran muy sonoros y ella pedía más y más verga, note que se iba a venir y aumente mi velocidad y ella se vino a chorros, la tire boca abajo en la cama y la seguí penetrando, todavía duras mucho antes de venirte amor, me dijo, no tanto como antes, le respondí, se apoyó sobre sus codos para poder besarnos, me gemía al oído y me decía que le gustaba mucho que estuviéramos así, yo le besaba el cuello y apretaba sus tetas, y empezamos a platicar de mi esposa:

Diana: ¿qué tanto te conto tu esposa de nuestra vida de putas?

Yo: que habían compartido un viaje

Diana: ¿solo eso?

Yo: si claro con todos los detalles

Diana: ¿te conto que fue el centro de atracción?

Yo: no, cuéntame tu versión mamasota.

Diana: tu esposa fue la pareja del homenajeado, se vistió súper sexy en todo momento, siempre resaltando sus tetotas y sus nalgas, mostrando sus piernas gruesas, el señor quedo encantado con ella, le metía mano cada que podía y ella se portaba como si fuera suya desde hace mucho tiempo, a nosotras nos compartieron, yo estuve con dos o tres tipos más esa vez, pero ella solo estuvo con él, no sé si hicieron el amor en la piscina como todos los demás, pero ella se robó todas miradas esa vez, más de uno se la quería comer.

Yo: esa parte si me la conto, me dijo que se había tenido que vestir con ropa destapada por petición de quienes las contrataron, que se acostó con un hombre mucho mayor y que aparte de hacer el amor en la habitación también lo hicieron en uno de los baños de la piscina.

Diana: el señor comento que ella era completa, que no pensó que esa jovencita fuera tan caliente, estaba encantado con ella.

Diana: ¿Qué más te conto de esa época?

Yo: pues que había trabajado poco, que había tenido 3 clientes y que lo hizo porque tenía que recoger un dinero urgente y no tuvo otra salida, que con lo que le pagaron en ese viaje ella recolecto el dinero que necesitaba y no volvió a tener clientes.

Diana: si recuerdo que ella tenía esa necesidad, pero ella no tuvo solo 3 clientes, después ella y una amiga que se llama Viviana, atendieron a unos amigos míos y luego la llamaron 2 más a ella sola.

Le dije que volteara que me iba a venir, me quito el condón y metió mi verga en medio de sus tetas, las junto y empezó a sobarlas sobre mi verga, y a decir: “vente amor, quiero ver tu cara cuando te vengas, quiero volver a probar tu semen”, me vine y la mayoría de mi semen cayo en su boca, ella se lo trago y el resto se lo unto en las tetas, que rico papi, estabas cargadito, ven te limpio esa verga rica amor, me dijo, y con su boca y su lengua me quito los líquidos que quedaban, nos recostamos y seguimos platicando.

Yo: dame detalles de esos encuentros de mi esposa.

Diana: no amor, ella fue con mi amiga Viviana a un recibimiento de un amigo que venía del extranjero, no sé qué habrá pasado ese día, y los otras dos veces, para una la recomendé yo y la otra la recomendó Viviana, ella me dijo a mí, pero yo ya tenía cliente ese día.

Diana: ¿le preguntamos a Vivi?

Yo: Ok

Diana escribió a Viviana, eran casi las 12 de la noche, pensé que no respondería, pero a los 5 minutos contesto, Diana le envió un audio diciendo: “amiga, recuerdas que tú y la nena fueron a una “reunión de trabajo juntas”.

Viviana: “si claro”

Diana: Detalles amiga

Viviana: ese día fuimos a una parcela, era para una bienvenida de un amigo tuyo que venía de Alemania, el man se dedicó a ella, a mí me tocó con los otros dos, pero a ella solo se la comió el homenajeado, estuvimos en la sala de la casa todo el tiempo los 5.

Diana: más detalles

Viviana: amiga pues esos tipos se deleitaron con nosotras, habían pagado servicio completo, nos dieron pipi como locos, estábamos tomados y fue una faena completa.

Diana: ¿cómo se portó la nena?

Viviana: bien, por ahí nos dimos picos y esas cosas para calentar a los clientes, se gozó la ocasión, el tipo le hizo de todo, nos dejaron llenas de semen la cara y las tetas, nos tuvimos que duchar juntas

Viviana: porque tanto interés amiga.

Diana: curiosidad amiga

Diana: ¿tú sabes si ella trabajo más tiempo?

Viviana: poco, yo la recomendé una vez para un amigo que venía de Bogotá un fin de semana, la llame varias veces después, pero ella se dedicó a estudiar.

Diana: gracias amiga, nos vemos luego

Yo: pregúntale a tu amigo que tanto hicieron

Diana: no tengo el contacto, pero lo voy a pedir, le pregunto y te cuento todo

Esa noche seguimos haciendo el amor, terminé haciéndole por atrás de forma muy brusca, la verdad quería que le doliera y me demore un largo rato para cumplir ese objetivo, salí de la casa de Diana cerca de las 3 am, quedamos en vernos después.

En conclusión, siempre contaremos lo necesario o lo que nos conviene.

Hasta el próximo relato.

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