Habida fantaseado en muchas ocasiones tener relación sexual con una mujer transexual, pero no había dado el paso, por temor, en algunas ocasiones había leído relatos eróticos, visto revistas y videos porno, y alguna que otra vez en casa sólo me había masturbado con algún objeto que me penetrara, pero siempre lo he abandonado por temor.
Hace unos tres meses que soy socio del gimnasio cercano a casa, y en él me encuentro diariamente con mi instructora, es una hermosa joven de 28 años, de cabello rubio hasta la espalda, cuerpo escultural, ojos verdes claros, el primer día que la vi me quede impactado, esta no sería la palabra, mejor dicho me quede anonadado.
Tras varias sesiones de trabajo con ella, llegue a entablar una amistad que poco a poco fue creciendo nuestra relación entre alumno y monitora, en mi pensamiento cada vez que la veía soñaba que me gustaría descubrir todo los encantos que guardan sus ropas del gimnasio. Pues solía vestir con una mallas ajustada, que marcaba perfectamente su trasero y su vulva, así como un top corto que resaltaba sus pechos, los cuales me imaginaba duros y tersos, así como esos dos pezones que de vez en cuando se le señalaban en el top.
Una mañana, tras la sesión de gimnasia, me desplazaba yo por el pasillo hasta el baño, sin saber que ella me seguía, yo entre en el de hombres y mi sorpresa es que ella también entro en el mismo que yo, me quede un poco sorprendido, ella me adelanto y entro en el tercer baño, yo iba caminando para el baño número cinco, cuando, sale a mi encuentro y me comenta:
Monitora. Te estaba esperando.
Carlos. ¿A mí?
Monitora. Claro. Crees que no me doy cuenta como me miras. Sé que te mueres de ganas por poseer mi cuerpo, y yo te he de ser sincera, desde que llegaste, me muero de ganas por tener una relación esporádica contigo
Carlos. Por su puesto que me gustas, y he soñado muchas veces con tener algo contigo.
Monitora. Pero tenemos un problema, no todo es como se ve.
Carlos. ¿Qué?, no sé qué me quieres decir ¿Qué es lo que no se ve?
Monitora. Mira Carlos, este es mi número de teléfono, me llamas, quedamos y te comento, y de esta forma aclaro esas dudas que te he creado
Carlos no paraba de pensar en la monitora y en lo buena que esta estaba, así que cinco días después, tras finalizar la sesión en el gimnasio, me acerque a ella, y le recordé nuestra sita pendiente.
Monitora. Vale Carlos, quedamos esta tarde sobre las 20:00 horas. Paso a buscarte tengo tú dirección.
A las 20:00 horas, llegó y baje a la calle, ella esperaba en el coche (un Fort GT, motor 6V), subí a ese maravilloso coche, como maravillosa era su conductora, en un trayecto largo, dimos varias vueltas y estábamos conversando sobre nosotros, trabajo, estudio, si teníamos pareja, apetencias sexuales, me propuso ir a su casa para tomarnos algo, ofrecimiento al que yo acepte. Cuando estábamos ya en su casa, me senté en el sofá tal como ella me había indicado, pues iba a cambiarse. Cuando la veo venir por el pasillo, me dio un palpito el corazón y mis ojos querían ver más, me parecía hoy más hermosa y bella que nunca, pues vestía un pantalón corto negro ceñido, y una blusa verde clara muy corta que le resaltaba sus hermosos pechos. Comimos y tomamos algo, y tras la comida, tomo asiento en el sofá junto a mí y me comento.
¿Te acuerdas que te comente, que hay cosas que tu no ves y que serán una sorpresa para ti? Es mejor que te lo descubra ya y no te tenga tan intrigado más tiempo.
Carlos. ¿Qué es eso que me tienes que contar?
Monitora. No te has dado cuenta en el pantalón ceñido
Carlos. No, no me he dado cuenta, con tanta belleza no he reparado en detalles.
Cogiendo una de las manos de Carlos, la llevo a su entrepierna. Y Carlos dio un respingo y se quedó anonadado, la monitora no era una chica, sino una transexual. Carlos se quedó sin habla, pero cuando pudo reaccionar, observo que su mano aún seguía sobre su pene y el de él estaba iniciando una erección.
Me coloque de pie y ella se puso frente a mí, le bese el cuello y pude oler si perfumen de mujer, pasé mi mano por su cuerpo y pude observar que estaba con una mujer, pero en este caso una mujer con pene.
Me estaba gustando mi monitora, sin decirnos nada, ella me tomo de las manos y nos marchamos a su habitación, aquella habitación presidida por una amplia y hermosa cama, ella se acostó y me pidió que me colocase sobre ella. Regrese nuevamente a besar su cuello y oler ese perfume que ya no se me olvidaría, bese su cuello, sus orejas, mientras que sus manos me bajaban los pantalones y tras ello mis bóxer, la despoje de esa blusa corta y descubrir esos senos con los que antes había imaginado, esos pechos redondos con unos pezones hermosos, que me gritaban que los chupara y lamiera, cosa que empecé hacer durante un buen rato, mientras ella ya me había desnudado por completo.
Ella continuaba con su short blanco, me pidió que me colocara boca arriba. Mi polla estaba dura y erecta mojada ya de jugo antes del semen. Cogió mi polla con sus manos y muy suavemente se la acerco a su boca, para introducirla dentro de ella y comenzar una mamada, mientras metida y sabana mi pene de su boca, con su lengua me acariciaba la cabeza del pene y bebía mis líquidos, tras un rato practicándome una deliciosa mamada, se sacó el pene de su boca y se puso boca abajo, me coloque a su lado y la fui besando sus largas y suaves piernas, le empecé a bajar short y su diminutas braguitas, vi como estaba totalmente depilada, con un pequeño pelo púbico, recortado en forma de corazón, cosa que me gusto y me puso más caliente aún si cabe de lo que ya estaba.
Separe sus nalgas y descubrir un hermoso culo, dejando delante mía un lindo y hermoso orificio anal, preparado para que fuese penetrado, ella se gira y descubro su pene totalmente depilado, el pene estaba bien erecto yo diría de unos 14 cm. Un lindo pene, donde tenía fuera de la piel una rosada cabeza del glande, para mí una ricura de pene.
De ese pene brotaba unas gotas de líquido, moje mis dedos en ese jugoso líquido y me lo lleve a la boca, chupándome los dos dedos, al saborear esos flujos, no pude reprimir mis instintos y me lancé sobre esa hermosa polla, a la que empecé a chupar. Era la primera vez que chupaba una polla, así que lo hice, tal como me gustaba a mí que me lo hicieran, a mi monitora gozaba y yo estaba disfrutando del momento, tragando todos los flujos que desde ese pene se venían soltando, me coloque de rodillas sobre la cama, mi monitora extiende su brazo hacia la mesilla junto a la cama, abre uno de los cajones y saca dos condones, cogiendo uno de ellos, se lo colocó en su boca, y acercándola hasta mi pene, me puso el condón con una gran maestría, se colocó de rodillas sobre la cama, dejando su culo frente a mi pene, abrió esas cachas del culo lo más que podía, y comencé lentamente introduciendo hasta que sentí mis 19 cm por completo dentro de aquel culo, calentito y estrecho, realizando movimientos de salir entrar de su rico culo, que acepto con amabilidad mi pene, yo introducía y sacaba mi pene rápidamente, y manoseaba su bello pene, en otras ocasiones mojaba mis dedos en sus líquidos y los metía en su boca para que los saboreara. En unos minutos, aproximadamente 10, sentí como mi cuerpo se removió, un par de segundo después estaba lanzando unos chorros de semen, en varias ocasiones. Saque mi pene de ese agraciado culo, y ella me retiro el condón, limpio mi pene del semen sobrante, pasando su jugosa lengua por mi glande.
Mi monitora, me pasó el otro condón y me pidió que se lo colocase, se lo puse son suavidad, y menos maestría que ella, me colocará a cuatro patas, me abrió las nalgas y comenzó a lamerme el culo con una destreza maravillosa, sentí placeres hasta el momento ocultos para mí, tan gran placer sentí, que me corrí nuevamente, tras un corto espacio de tiempo, colocó la cabeza de su pequeño y hermoso pene en mi culo y con mucha suavidad fue introduciéndomelo todo, pude sentir el penetrar de ese corto pene dentro de mí, como esos movimientos rítmicos cada vez me gustaban más, sentí de pronto una entrada fuerte que me llego al alma, sentía como la cabeza de su pene, rosaba por mi próstata, todo un placer indescriptible, y que me estaba encantando, al poco tiempo de esta fuerte entrada, sentí como mi monitora se estremecía y tras ello se corría, sacó su pene y le retiré el condón lamiendo con gusto todos los restos de su semen, que quedaban en su jugoso pene, así estuve lamiando y chupando su pen un buen rato, yo no quería separarme de ese jugoso pene, a lo que mi monitora me premia comenzando a chupar el mío, tomamos la postura del 69, y tras un buen rato comiéndonos mutuamente y lamiéndonos, llegamos a una nueva corrida.
Nos levantamos y nos fuimos al baño, donde ella me jabono por completo todo mu cuerpo, para luego enjuagarlo y secarme, no sin antes volver a besar mi pene y mi boca. Yo una vez estaba duchado y seco, pero aún desnudo, al verla a ella en el interior de la ducha, hice lo mismo que ella había hecho conmigo, la jabone, la enjuague y la seque, dándole besos en su boca, su pene y su culo.
Tras esto nos vestimos y le comento, que me he de marchar, ella se ofrece para llevarme en su coche, una vez cerca de casa al bajarme del vehículo, la beso y me dice, espero que esta experiencia no gustase y si lo deseas podemos repetir cuando quieras, para mí ha sido todo un placer, y mucho más con un joven como tú al que he follado por vez primera en su culo virgen, no me olvidaré de ese culo tan rico y goloso que tienes y mucho menos de ese pedazo de polla que me ha hecho vibrar.
Me despedí de ella, con otro beso, y le dije que seguro que habrá más veces, ya que la experiencia vivida para mí ha sido maravillosa igual que eres tú.