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Experiencia en el hotel “M”
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Tiempo de lectura: 5 minutos

¡Hola queridos!  Soy Tania, travesti de closet y me gusta escribir por aquí mis experiencias.

Hoy les contaré una muy reciente, apenas pasó la semana pasada.

Esa mañana me desperté húmeda, muy caliente (bueno como siempre jiji) el punto es que, revisando algunas páginas de travestis y gays, me encontré con una publicación que hacía referencia al hotel "M" (no diré su nombre completo para evitar problemas) la publicación decía que en este hotel se podía hacer de todo y me llamó mucho la atención ya que estaba muy muy caliente y necesitaba "algo de acción" quien me conoce sabe que me encanta el sexo grupal donde yo soy la única "chica" en medio de varios machos y la publicación decía que en este lugar una podía dejar la puerta abierta de la habitación y darle paso a cualquiera que quisiera entrar.

Al inicio no lo creí pero me causó mucha curiosidad y como no tenía mucho que hacer y nadie con quien salir, era domingo y mis amantes son casados ya saben ustedes… Pues me decidí a averiguar que tal estaba el lugar.

Bueno, llegué al centro de la ciudad y busqué la dirección, cuando la encontré me dio algo de miedo, la calle era solitaria y la entrada era sólo una puerta muy pequeña, en ningún lugar decía que era un hotel, sin embargo mis calenturas pudieron más y entré… En la publicación decía que en el tercer piso sucedían las cosas más interesantes así que solicité ese piso, Yo iba vestido de chico pero debajo portaba medias de red blancas, tanga blanca de encaje y bra de encaje del mismo color transparente que dejaba ver mis pezones oscuritos.

Con cara de pocos amigos el dependiente me cobró y me dijo que subiera, tomé las escaleras y justo al llegar al tercer piso me dieron la bienvenida varios hombres que deambulaban de un lado a otro el pasillo del hotel asomándose a las puertas de las habitaciones de ambos lados, todos con cara de lujuria, esa cara que adoro en un hombre, la misma cara del lobo a punto de comerse a caperucita roja jiji.

Caminé entre ellos echando una mirada a mi alrededor y dándome cuenta que estaba en el paraíso… Mientras caminaba podía ver las puertas entreabiertas con varias personas adentro, pero lo que me puso a mil fue el sonido, se escuchaba a diestra y siniestra gemidos, gritos de placer y el sonido característico de una buena verga entrando y saliendo violentamente de un hambriento culo… ¡Justo lo que necesitaba y pedía a gritos!

Me apresuré a llegar a mi habitación, al entrar cerré la puerta para cambiarme, me quité mi ropa de chico y quedé hermosa en ropita interior, mis medias de red blancas lucían deliciosas entalladas en mis moldeadas piernas, mi tanga ya estaba húmeda, mi bra estaba justo en su lugar (a veces es difícil mantenerlo en su lugar, ya que soy madura y mi cuerpo ya no es el mismo de hace años, pero me mantengo muy cuidada) guardé mi ropa en mi mochila y me puse mis zapatillas, blancas y muy altas, descubiertas con pulsera y solo una tira de piel pasando por el empeine… Estaba deliciosa, era de nuevo Tania, la hermosa diosa del sexo que solía ser cuando joven.

Ya lista, caminé hacia la puerta con la intención de entreabrirla para que los hermosos machos de afuera pudieran mirar, no tuve que esperar mucho ya que mis zapatillas hicieron ese delicioso sonido de tacones en el piso ya que no tenía alfombra y al escuchar tacones, varios machos ya estaban buscando de dónde provenía ese hipnótico sonido.

Abro la puerta y ya estaban unos tres machos de tipo promedio, morenos, medianos de estatura, medio panzones jiji pero a mí no me importa eso… Yo amo a los hombres en general… Si olor, su fuerza… Mmm, estaba muy caliente.

Hice como que no los vi, dejé entreabierta la puerta y regresé, esta vez a la cama, con caminar sensual moviendo mis nalgas de un lado a otro fingiendo que no sabía que me estaban mirando desde la abertura de la puerta.

Ya en la cama comencé a frotar mi ano acostada de espaldas y mi tesoro apuntando directamente a la puerta, dándoles un espectáculo lindo y caliente, complementé con suaves gemidos suficientemente altos para llegar hasta donde estaban ellos y asegurarme de que los escucharan.

No esperé mucho tiempo, cuando escucho una voz decir al tiempo que tocaba la puerta "¿se puede?" Era un bello macho como de 1.75 de altura, panzoncito que vestía una camisa azul y pantalón de mezclilla, su miembro asomaba por el zipper, ya lo traía afuera y yo respondí "pasa cariño"

Con prisa llegó hasta la cama y comenzó a acariciar mis piernas "qué rica estás mamacita" me dijo con voz excitada, Yo estaba excitándome demasiado al pensar en lo que ocurriría…

Atrás de él pasaron a mi habitación otros, no sé cuántos pero cuando abrí mis ojos ¡eran muchos! Al ver que yo no hice nada ni dije nada, comenzaron a acariciarme todo el cuerpo, algunos sacaron sus vergas y comenzaron a masturbarse, era un espectáculo grandioso para mí que para ese entonces estaba calientísima de tener a mi disposición tantos machos listos para cogerme llegado su turno.

Por su parte el primero que llegó ya se ocupaba de mi culito, se inclinó en la base de la cama, abrió mis piernas lo más que pudo y comenzó a lamer la entrada de mi ano con maestría, su lengua entraba considerablemente en mi ano y yo correspondía apretando mi esfínter con su lengua dentro, lo que lo puso como loco de excitación.

Otros me daban de chupar alternando una y otra verga en mi boca mientras con mis manos masturbaba al resto, otros se ocupaban de mis pies, frotando sus deliciosas vergas en mis dedos, entre mis plantas y zapatillas, en mi empeine… En fin, ¡el paraíso!

No lavaba lubricante, ya que el mejor lubricante para mí es la saliva y ese macho me dejó completamente húmeda y abierta con su lengua y dedos… Estaba lista y ansiosa.

"Ahora sí putita te voy a coger muy duro" me dijo aquel macho, Yo me estremecí de deseo, no había otra cosa en ese momento que deseara más que su verga invadiendo mi recto y abrí más las piernas levantando mis nalgas indicándole que estaba lista.

"¡Cógeme papito, hasta el fondo!" Le dije casi gritando y no se hizo esperar, su verga estaba durísima, Yo no podía mirarla por la posición en que estaba y además estaba atendiendo a mis otros machos, pero cuando sentí su glande imaginé el tamaño y pensé que ¡eso iba a doler! Se sentía muy grande y grueso, él comenzó a empujar y de mi boca salió un suspiro hondo y profundo que se convirtió en gemido ahogado por la verga que ocupaba mi boca, que en el momento en que mi macho me penetraba, también me sumergía entera hasta la garganta.

De un golpe me penetró y un grito de dolor salió de mi boca aún ocupada por otra verga, quise zafarme pero fue imposible, el macho que me cogía la boca me tomó por la cabeza presionando fuerte e introduciendo su miembro hasta mi garganta provocando mis arcadas, no tuve más que aguantar como la puta que soy, mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos lo que excitó aún más a todos mis machos que me decían cualquier cantidad de cosas "¡eso querías perra!" "¡Trágatela toda putita, faltamos todos! etc…

Mi llanto provocó que la excitación subiera a mil y comenzaron las primeras eyaculaciones que se mezclaron en mi cara con mis lágrimas, los machos que estaban ocupando mi boca terminaron en ese instante descargando cada uno su leche muy dentro de mi boca empapando mi lengua y llenando mi garganta, mientras los que terminaban en mi cara esparcían su semen por mis mejillas con sus vergas, otros terminaron en mi cabello, envolviendo sus vergas entre mis rizos y limpiándose con ellos.

Todo eso me puso a mil, me sentía la más puta, el centro de atención ¡y me fascinaba! ¡Amo a los hombres calientes! "¡Cójanme fuerte cabrones!" Les gritaba mientras el que se ocupaba de mi culito gritaba llegando al orgasmo inundando todo mi interior, Yo movía mis nalgas fuerte y rápido por puro instinto de hembra en celo.

Así siguieron, después del primero varios tomaron su turno gustosos haciéndome cada vez más puta y perra para ellos, para todos ellos.

Después que todos terminaron dentro de mi, en mi cara, mi cabello, mis pies, mis piernas, fueron saliendo de mi habitación hasta quedar tendida y sola, lista para ducharme. Estaba en la regadera extasiada por lo que acababa de vivir pero olvidé cerrar la puerta y cuando me di cuenta ya estaban otros tres machos, uno tenía mis medias y se masturbaba con ellas, otro mis zapatillas, los tres me miraban mientras me duchaba, masturbándose por lo que los invité a pasar, me arrodillé frente a ellos y comencé a chuparles si miembro alternadamente hasta que terminaron en mi boca, deliciosamente tragué hasta la última gota, al ver que estaba tan caliente aún comenzaron a orinar sobre mi… Nunca lo había hecho así, pero, la verdad… ¡Me gustó!

Terminaron y salieron de la habitación, cerré la puerta y continué bañándome para salir del hotel "M"

Juro que regresaré… ¡Me encantó! Aún madura, aquí puedo ser Tania, la misma de siempre.

Gracias lindos por leer, como siempre les dejo mi correo para recibir sus mensajes que me mantienen caliente y ansiosa:

[email protected]

¡Besos!

Tania

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