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Una cita casi médica (tercera parte)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Mientras me tomaba fotos vestida como una sirvienta en un baño de hombres de una clínica campestre yo me excitaba mucho,  el sitio era grande y el me hacía posar mientras metía en ocasiones sus dedos por mi culito corriendo mis pantis sucias, sentía como tenía las pantis mojadas de tanta excitación, sentía el efecto de las pastillas que él me hacía dado para ponerme más sumisa, femenina, excitada y obediente por lo que mis ideas estaban nubladas y solo me importaba seguir sus órdenes, luego de terminar de limpiar organice las cosas y el me llevo, de la correa de perrita atada a un collar en mi cuello que tenía en todo momento, hasta la recepción, allí estaban nuestras maletas, me puso en el mostrador de la recepción y sacando una cuerda ato mis manos juntas y me puso con la nalguita levantada y el pecho contra la barra, entonces se puso detrás de mí y mientras metía sus manos entre mis piernas me dijo que había notado lo mojadas que tenía las pantis, yo comencé a gemir cuando sentí su mano tocándome debajo de la falda, solo podía decir que si a sus preguntas, si era una perra, si era una puta caliente, si quería que me comiera toda por el culito, si quería su verga en mi boquita y tomarme toda su lechita, el me seguía tocando toda, entonces me dijo que debía castigarme por ser una sirvienta cochina, yo asentí mientras escuchaba como se quitaba el cinturón de los pantalones y luego comencé a sentir los correazos en mis nalgas, eran deliciosos y fueron bastantes, al principio solo levanto mi faldita, pero luego me bajo las pantis y me siguió castigando mientras yo gemía y agradecía según sus órdenes, llego un momento en donde saco el plug de mi culito y me volvió a meter un dildo mientras me decía que era una perra sucia, una puta barata y cochina que no servía ni de sirvienta porque solo servía para abrir las piernas y recibir semen, yo asentía y siguiendo sus órdenes repetía sus palabras para que el me escuchara decir lo puta que era, lo sumisa y perrita.

Luego del dildo me dio unos cuantos correazos mas dejándome las nalguitas rojas y el culito muy abierto, entonces me soltó y me dijo que tenía una sorpresa para mí, me había comprado una ropita y quería que la usara para que termináramos nuestra cita, yo agradecí muy femenina y sumisa mientras mis piernas temblaban de la emoción, el me miro así vestida de sirvienta, excitada y con la mirada hacia abajo como me había ordenado, entonces me dijo que me sentara en el piso y fue por una bolsa negra que tenía el lado de su maleta, lo primero que saco fue una botella de agua y mientras me decía que tenía una sustancia que me haría sentir muy relajada, sumisa y femenina me la entrego, yo dichosa de estar así sometida y muy excitada comencé a tomarla de la forma más delicada y femenina que podía, mientras lo hacia el saco una tasa para perritas y la puso a mi lado con un poco de cuido, yo entendí que debía comerlo y deje de tomar el agua pues sabía que la iba a necesitar, cuando puse a botella en el piso el me tomo de la correa y sentándose en un sillón que había en esa sala de espera me acomodo entre sus piernas, primero me quito los sostenes mientras apoyaba mi cabecita contra su rica verga diciéndome que la lambiera bien como una perrita, yo obedecía y me dejaba hacer, luego comenzó a humillarme, a decirme que era una puta sumisa, una perra en calor, me miraba así vestida y me metía sus dedos en las boquita mientras me decía que era la más sucia de las putas, entonces comenzó a preguntarme si quería sentir su verga otra vez en mi culito, conteste de inmediato que sí, que lo deseaba, y mientras le rogaba que me la metiera pasaba mi lengua por su rica verga, el me siguió preguntando si era una puta, una perra sucia, yo decía que si y seguía lamiendo.

Entonces me dijo que era hora de cambiarme y que debía desnudarme entre sus piernas yo obedecí y cuando estuve desnuda el me entrego unas pantis, eran rojas de encaje, con adornos y muy cómodas cuando me las coloque siguió un sostén también rojo con encaje a juego, luego me entrego unas pantimedias blancas, para ponérmelas el me dejo poner de pie, luego me entrego una camisa de manga corta de botones rosada que se veía (y era) muy barata y trasparente y una falda roja igual de barata tipo tubo de cierre que me hacía apretar las rodillas, yo me puse toda la ropa encantada mientras él me decía que me veía como la puta barata y sumisa que era, luego saco unas pulseras y unas tobilleras gruesas de tela con argollas y me las coloco en mis manos y tobillos, entonces me ordeno que me pusiera en cuatro y fuera a comer mi cuido como una perra, yo obedecí obediente y me comí todo lo que había puesto en mi tasa, aunque confieso que lo logre gracias a que aún tenía más de la mitad de la botella de agua.

Cuando termine de comer mi cuido de perrita el me ordeno que me pusiera de pie, yo obedecí y él se puso frente a mí, lo primero fue atar mis manos con una cuerda al aro de mi correa de perrita, luego saco una varilla un tanto gruesa que tenía algo a la mitad y dos argollas en cada punta y la coloco con candados en las argollas de mis tobilleras, quedando justo entre mis piernas haciendo que las tuviera que tener abiertas, no mucho, pero siempre abiertas, luego me coloco una mordaza y mientras me llevaba por uno de los pasillos me decía que era la putica perfecta para su fantasía, que ya vería lo que tenía preparado para una perra sucia y barata como yo, yo lo seguía con mi miraba hacia abajo hasta que sentí como abría una puerta hacia un salón grande y espacioso, levante la mira y alcance a leer que era fisiatría, entre temerosa y me sorprendí al encontrar no uno sino dos vigilantes, estaba el que ya había probado y según entendí también el siguiente turno, mientras mi amigo me explicaba que ambos habían estado mirando por las cámaras todo lo que hacíamos me llevo a un aparato algo extraño, era como un potro de gimnasia pero mucho más corto y tenía soportes para las rodillas a cada lado, el me acomodo y con una cuerda me ato boca abajo en él, primero fueron mis rodillas y luego mis manos las que quedaron inmovilizadas así.

Pude ver como mi amigo se sentaba con su cámara y les indicaba a los vigilantes que podrían disfrutarme pues ya estaba lista para ellos, ellos se pusieron adelante y atrás de mil el que había visto saco su verga que ya estaba dura y luego de quitarme la mordaza la metió en mi boquita para que se la mamara, el otro un tipo más bien grande levanto mi faldita y luego de bajar con cuidado mis pantimedias y pantis hasta mis muslos comenzó a meter su verga por mi culito mojado y caliente, no tuvo que hacer mucho esfuerzo y ya me tenía ensartada como a una puta mientras yo chupaba y mamaba la verga del otro vigilante, mientras me filmaba mi amigo siguió humillándome y diciéndome lo puta que era, animando así a los vigilantes a que hicieran lo mismo, me dieran nalgadas, me pegaran con sus vergas en la carita y la boquita mientras cambiaban de lugar y me hacían rogar para estar así ensartada por dos vergas al mismo tiempo, así estuve durante no sé cuánto tiempo sometida como una hembra, incluso mi amigo tuvo un rato su verga en mi boquita y mi culito. El primero en terminar fue el primer vigilante, termino en mi boquita, me hizo tragar toda su leche mientras el otro penetraba mi culito y mi amigo nos filmaba de cerca, el semen chorreo por mi boquita pero logre tomarlo casi todo y atrapar el resto en mis manitas, él me puso a limpiar su verga y mientras lo hacía comencé a sentir como la verga del otro vigilante se ponía dura y gruesa hasta terminar en mi culito llenándome de leche y haciéndome gemir como una perra, como una hembra en celo, mientras el sacaba su verga de mi culito mi amigo rápidamente metió un plug adentro para que el semen no saliera y siguió filmando de cerca mientras me daba órdenes de limpiar las vergas de los dos vigilantes con mi boquita.

Cuando las deje bien limpias mi amigo me dio un poco de agua mientras me ponía su mano en la cabeza y me decía que era una buena perra y que ahora iba a cumplir su fantasía. Lo que hicimos después lo dejare para la cuarta y última parte de este relato de fantasía, sé que ya ha sido largo pero prefiero describirlo muy bien para que sea fácil imaginarlo para quienes lo lean.

Como siempre dejo mi correo [email protected] para quienes quieran escribirme.

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