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Calle roja
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Era nuevo en la ciudad, y quedé con unos amigos después de la universidad para conocer el centro, yo había llegado a la hora pero me cancelaron y ahí estaba solo y aburrido. Como dije al ser nuevo iba visitando de tienda en tienda y caminando sin idea de adónde podía llegar, era joven pero no tanto como para perderme, así con el calor de la tarde entre a una tienda por algo de tomar, compré y salí, me senté en una banca que estaba cerca y mientras bebía me fijaba en todos los que paseaban por ahí, era gente común y corriente nada que destacar, mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz que se dirigía a mí.

-Hola, ¿está ocupado?

-¿Eh?

-Preguntaba si me podía sentar

-Ah, claro, claro

-Gracias, es que estoy algo cansada y el calor no ayuda

-No te preocupes, no vengo con nadie

-¿Estás solo? ¿Que haces aquí?

-Nada en particular, quedé con unos amigos pero no pudieron venir

-Que lástima! Entonces has de estar aburrido

-Pues… Ahora que lo mencionas sí, estoy algo aburrido, verás no soy de aquí y pues no sé a dónde ir para divertirme

-Así que buscas diversión… Pues te puedo hacer compañía por un rato, ahorita no estoy ocupada y nos podemos ir a un lugar que conozco

-¿En serio?

-Claro!

-Hum, ¿a propósito como te llamas?

-Jenny, ¿Y tú?

-Daniel

-Mucho gusto

-Igualmente

Aquella chica de nombre Jenny me había sorprendido, si no me fallaban los cálculos tendría unos años más que yo, y la verdad me había gustado, llevaba unos pantalones de mezclilla ajustados, era muy delgada, pero se le marcaba un buen trasero, pequeño y parado, además llevaba una blusa corta, se veía su ombligo perforado y tenía una linda cara, su sonrisa era grande, además tenía el cabello largo y lacio. Caminamos por un rato, no hablamos mucho, tan solo me llevaba de la mano, atravesamos calles y una avenida, hasta que se detuvo un instante, estaba enfrente de un edificio color blanco, con un cartel de letras rojas, "Motel". Me le quedé viendo con una cara de intriga y ella me sonrió.

-¿No querías un poco de diversión?

-Ahhh sí, eso creo pero nunca pensé que…

-¿En serio?, Sé que eres nuevo en la ciudad pero veo que eres bastante despistado ja ja ja

-Bueno la verdad sí un poco

-Mira no te preocupes, no te culpo por no darte cuenta de que estabas en el barrio rojo, casi todo el centro lo es

-Espera ¿Qué?

-Vaya si eres despistado

-Sí, no lo niego, pero bueno ya estamos aquí…

-Mira te digo los precios y ya decides

-Bueno

-Como eres nuevo quiero que tengas una rica experiencia, hum, 500 la hora, las relaciones que aguantes, besitos y caricias, si quieres algo extra, hum, bueno mira te regalo el oral, pero ya por el culito te cobraría 200 más ¿Que dices?

-Pues ya estamos aquí ja ja ja,

-Que bien! Vamos, van a ser 200 de la habitación

-Esta bien

Entramos al motel, pagué y me dieron la llave, no sabía que pensar pues era mi primera vez con una prostituta, además estaba nervioso por todo, pues era nuevo haciendo ese tipo de cosas, pero ya estaba subiendo la escalera, ella se adelantó un poco y pude ver su trasero más de cerca, de hecho presté más atención y pude ver cómo asomaba por arriba su ropa interior, era roja.

-Vamos pasa, ja ja, no muerdo, bueno si quieres un poquito

-ja ja ja

-Ay, estás nervioso ¿Que pasa?

-Bueno, es que nunca me esperé terminar así, y nunca había estado antes con una…

-¿Prostituta?

-Sí

-Ahhh claro, vamos relájate, te traje aquí para divertirnos, por cierto ahora que me doy cuenta ¿Cuántos años tienes?

-Hum 18

-¿En serio? Tenemos la misma edad!

-¿Qué?

-Estas muy sorprendido, ¿No parezco de 18?

-Ah sí, sí, no lo decía por nada es solo que…

-Ja ja ja, no te preocupes, siempre me he visto mayor, solo juego contigo, ahora mira siéntate y observa.

Me senté a la orilla de la cama, ella tomo el control de la tele, y la encendió, enseguida busco un canal porno, en el que apareció una chica en 4, mientras un tipo se la empezaba a meter por el culo.

-Uy, mira que bien, se ve que se la están pasando increíble, dime ¿si vas a pagar el extra?, No quisiera quedarme sin sentir algo en mi culito.

-Ah, sí quiero

-Perfecto!

Enseguida se puso frente a mí y comenzó a quitarse la blusa, unos senos más bien pequeños salieron, no llevaba sostén, sus pezones eran pequeñitos y morenos, tan solo con ver eso se me empezó a parar y ella notó mi intranquilidad.

-Que rico! Ya se te empezó a parar! Y eso que no me has visto toda

Se bajó los pantalones y pude ver su tanguita, era roja como ya sabía, pero tenía detalles en blanco. Ella dio una vuelta sensual, para dejarme observar sus piernas y su trasero que estaba bien paradito, a continuación se comenzó a bajar la tanga, para dejar su cuerpo totalmente desnudo a mi vista, sería por mi cara de sorpresa y excitación que ella no paraba de sonreír, estaba alegre y emocionada pues pasó una mano entre sus piernas para notar su humedad.

-¿Quieres tocar?

-Claro

-No seas tímido, ven

Me aproximé a ella y comencé a sobar sus senos, mis manos los tapaban completamente, y eso me encantaba, la besé en la boca, también en la mejilla y fui bajando a su cuello, ella pasaba sus manos por mi pelo y cuando fui bajando hasta su vientre dio un pequeño gemido

-Ay, hum, no, hmm no me la chupes

-Ah ok ok lo siento, es que siempre quise hacerlo

-Lo siento, pero no tienes tanta suerte, pero no te desanimes que ahora me toca a mí

Me apartó un poco, me quitó la camisa y seguimos besándonos, desabrochó mi cinturón y también mis pantalones, los bajó y puso sus manos sobre mis boxers, que ya estaban abultados, los bajó y mi pene saltó, no perdió el tiempo pues se lo sostuvo entre sus manos y comenzaba a sobar mientras no apartaba su mirada de mí.

-Estas bien emocionado, hmm que rico bebé, voy a probarlo, ahhh, hmmm.

Me estaba dando una mamada increíble, su boca envolvía por completo mi pene, y sentía un poco de su garganta, su lengua repasaba todo el ancho y largo de mi miembro mientras sus manos jugaban con mis testículos, y yo me deleitaba con la vista de esa linda chica chupándola. Era una experta abría la boca más grande para que entrara más profundo, llegué a empujar su cabeza para tenerla totalmente adentro, y su trabajo seguía, cuando la sacaba me masturbaba de adelante hacia atrás, y su saliva caía en gotas al suelo, con sus labios daba besos por toda mi zona, desde la pelvis hasta lo bajo de los testículos. La excitación era demasiada apenas habían pasado un par de minutos y la sensación de terminar estaba llegando, mientras lo tenía muy adentro le dije que iba a terminar.

-Sí bebé, dame tu lechita

Tan solo dijo esto y comencé a eyacular con fuerza, ella la había sacado y la apuntaba a sus senos quienes recibieron mi corrida, en sus pezones se separaban los chorros y escurrían al resto de su cuerpo.

-Sí que tenías ganas amor, mira me llenaste toda, me tengo que limpiar ¿Quieres ver?

-Sí quiero

Se levantó y fue a buscar su bolsa, de ella saco un par de toallitas húmedas y empezó a frotarlas entre sus senos, después de limpiarse toda, fue al baño y yo la seguí, ahí se enjuagó un poco la boca, y me pidió que me acercara.

-Tienes que limpiarte tu también amor, es por higiene

-Claro, hmm

-¿Quieres que yo lo haga?

-Sí por favor

-Esta bien, ven

Tomó mi pene y me acercó al lavabo, ahí abrió el grifo y comenzó a enjuagar mi pene después lo secó con una toallita.

-Listo! Ahora sí vamos a la cama, bebé.

-Llegamos a la cama y me disponía a acomodarme pero me detuvo en seco.

-Antes que nada, ya se me estaba olvidando, mi pago amor

-Perdón! Lo olvidé también

Me acerque a mi cartera y saque el dinero, todavía me quedaba bastante y al entregárselo, recuperó su sonrisa que ya se le había ido por unos segundos.

-Mira que bien, ahora sí, ¿Cómo quieres que me ponga?

-Veamos, algo clásico…

-¿De perrito?

-No, mejor de piernas al hombro

-Uy, esa me gusta, vamos

Se recostó en la cama ofreciendome sus piernas, jugaba como si fuera una gatita en celo, con sus pies me sobaba el pecho, yo los tomé y en un impulso comencé a besarlos y lamerlos, esto despertó interés en mi pareja de cuarto quien comenzó a reírse.

-Para, para ja ja ja, me haces cosquillas

-Perdón, me dejé llevar

-Veamos hazlo un poco más lento si quieres, así, despacio, con tu lengua, bien, abre la boca, vamos abre!! Ahhh ahhh ahhh, eso es veo que ya estás recuperando tu forma, ¿Estás listo?

-Sí, oh, espera el condón!

-Cierto… Hmm pásame mi bolsa, ahí tengo unos, creo que te quedarán jaja.

De su bolsa saco un paquete de condones, tomo uno, lo puso entre sus dientes y abrió el envoltorio, lo puso en sus manos y buscó mi pene, lo tomó con cuidado, levantó su vista y pude observar sus ojos candentes mientras me ponía el preservativo, cuando lo desenrolló, se dió media vuelta, tomó sus piernas y las abrió, se sostenía mientras esperaba que entrara en ella.

-Ahora sí bebé, ven conmigo

Tomé sus piernas y las coloque encima de mí, puse mi pene en su vagina, que estaba bastante húmeda y con cuidado fui metiendo, sentía su calor y un apretujon en mi miembro pues no perdía el tiempo, estaba haciendo contracciones con sus piernas, quería succionarme con todas sus fuerzas y una vez adentro me tomó entre brazos puso sus uñas en mi espalda y araño con bastante fuerza mientras se acercaba a mí y oía sus gemidos, hacía una voz muy aguda y excitante mientras la penetraba

-Ay ay ahhh umm si que rico, bebé dale verga a esta putita sí sigue sí así bebé cogeme bien, ¿Te gusta como aprieto? Ahhh

-Hmm sí, si me encanta hmmm ah ah, vamos rasguñame más, hmm aprieta más

-Sí, te gusta que mami te arañe, ahhh ahh hmmm vamos dame más más fuerte más rápido

-Hmmm ahhh si si sí, Jenny, quiero cambiar de posición, por favor

-Sí amor lo que tú quieras, ¿como quieres darme verga?

-Montame, por favor.

-Sí amor, si lo que digas bebé

Me recosté en la cama, mi pene estaba muy mojado por sus jugos, entonces ella estaba acomodándose, veía sus senos, suaves y pequeños, con sus pezones respingones, y su sonrisa de diablita, se acercó a mí nos besamos y al fin guio mi pene hasta dentro de ella y comenzó a moverse de arriba a abajo, de un lado a otro, yo me retorcía de placer, mis piernas se alzaban y se contraían por sus movimientos y mis gemidos se mezclaban con los de ella, tomé sus manos y las guíe hasta mi cuello, ella entendió perfectamente y comenzó a apretar, al principio muy suave y lento, parecía como una simple caricia, pero esto iba aumentando hasta que tenía su mano izquierda bien firme en mí, y con la mano derecha libre comenzó a darme bofetadas, esto fue suficiente para hacerme terminar, con un grito explote dentro de ella, sentía el semen resbalando por el condón, y sentía el peso de su cuerpo posándose en mí, ella había caído completamente hacia mí, sus senos se encontraban un poco más abajo de mi pecho.

-Ahhh sí, hmmm tienes mucha energía bebé, me gusta eso

-Ja ja ja, recupera el aliento amor que todavía te falta probar mi otro agujerito

-Ahhh sí, quiero penetrarte por atrás

-Ves, déjame ayudarte

Quitó el condón lleno de semen, lo miró con curiosidad, lo enredó y lo tiró en el balo y fue hasta su bolsa nuevamente, sacó los paños húmedos y se limpio a conciencia, también le dio una repasada a mi pene y lo que hizo después me sorprendió. Bajó hasta mi trasero, y sin preguntar comenzó a comerme, metía un poco su lengua y yo estaba paralizado con tanto placer.

– que rico, esto te ayudará a recuperarte hmmm

Con sus manos estimulaba mi miembro hasta que esté respondió y conseguí una erección.

-Esto siempre funciona bebé! Es el mejor truco pero no todas quieren hacerlo

-Sí que funciona, ve, estoy listo otra vez

-Fue más rápido de lo que pensaba, ahora… Vamos a ver.

De su bolsa sacó una botella de lubricante.

-Hmmm cómo quiero disfrutar yo también, tenemos que usar esto, así que dime lo hago yo o lo haces tú.

Extendí mi mano y me dio la botella, saque un buen tanto de lubricante, y ella se puso a 4 en frente de mí, me ofrecía su culo bien abierto ayudado por sus manos, hacía unos pequeños guiños, con el lubricante en la mano comencé a restregarle por todos lados, lo sobaba e intentaba meter algún dedo en su apretado agujero, así la fui dilatando por un rato, sin perder la erección, al contrario se hacia más fuerte.

-¿Lista?

-Sí bebé, estoy bien abierta para tu verga

Está vez yo me puse el condón y al tenerlo listo me fui adentrando en su culo, este era mucho mejor que su vagina pues sentía un gran apretón pero ahora era yo quien marcaba el ritmo, solo veía como iba de adelante hacia atrás y oía sus gemidos y el chocar de sus nalgas apretadas, era un momento único, el tener a una chica bien ensartada por el culo, así que no desaproveche la oportunidad e hice mis embestidas más fuertes, tomaba sus caderas con fuerza y las empujaba contra mí, veía como sus cachetes se iban poniendo un tanto rojos y como iba cediendo hacia enfrente, hasta que de tenerla en 4 ahora estaba recostada sobre su vientre, y yo la cogía como un salvaje, tomó una almohada y la puso contra su cara ahogando un poco los gritos que estaba dando, la tomé del cabello y tire un poco hacia atrás, hasta que sentí como sus piernas se contorsionaban y entre sus pocas palabras logre escuchar algo.

-Ahhh… Voy a ahhh acabar siii

Aquella putita estalló de placer en un fuerte orgasmo anal, su cara lo decía todo y su cuerpo también pues apenas si podía moverse, rodó en la cama y me vio con una mirada exhausta, pero yo no había acabado, por lo que me acerqué a ella, me saqué el condón, y puse mi pene a escasos centímetros de su cara, ahí con mucha fuerza comencé a masturbarme y al final los chorros de leche comenzaron a salir, se veía tan exitante con mi leche resbalando por sus rostro, la comisura de sus labios rojos con manchas blancas, y su delineador corrido, su pelo con algunas gotas también, y ahora ambos estábamos recostados mirando hacia arriba. Pero como una profesional, sabía que era hora de partir, por lo que se levantó de la cama y fue a arreglarse al baño, eso no me impidió echarle un ojo a ese cuerpo tan seductor, no tardó mucho en estar impecable como la había encontrado, se acercó a mí, y se despidió con un beso.

-Nos vemos amor, no te olvides de salir a tiempo si no esos cabrones te van a cobrar demás, te dejo un regalito en el baño eh.

Cuando recobre el sentido, me vesti rápidamente y fui al baño a comprobar el regalo, era su tanga que estaba en el grifo de agua, la llevé a mi cara para olerla, la guardé muy bien aunque sabía que volvería a verla muy pronto y ese cuerpo sería mío por lo menos por otra hora más.

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