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Carla: Sigue emputeciendo a Pía: Nuevo cliente
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Tiempo de lectura: 7 minutos

“—Quiero probarla y asegurarla! Podrá mañana? 

—Es domingo, si no tiene prueba el lunes o martes en Facultad quizás pueda…

—La llamas?

—De tarde la llamo y te aviso. (era pasado mediodía, habíamos estado mas de dos horas con H).

—Hola! Pía?

—Sí, como estás?”

Así terminó el relato anterior, con Carla llamando nuevamente a Pía, después de que la dejáramos en su apartamento, e insólitamente, ya con otro contacto para el día siguiente, domingo.

—No vas a creer, pero a veces se da así, fuimos a entregarle las llaves del sexto piso a Luis, y si tu puedes, si no te interfiere con Facultad, quiere conocerte mañana…

—Conocerme? Ja ja…

—Bueno, digamos eso, estamos al celu, nunca es del todo seguro que alguien no nos oiga…

—Ayyy en serio? Sííí (con todo el estusiasmo de novedad y de su juventud)… pero tengo que pedirte algo, por favor.

—Pedirme? Sí, lo que sea dentro de lo posible.

—Me acompañan? Me sentí segura, tranquila…

—Claro que sí, aunque tienes que crecer! Ja ja… pero yo sola, Sergio no está disponible, y se va a poner triste… le encantaste.

—Que dulce! Pero sí, quiero que vengas aunque sea sola. Arreglaste todo digamos?

—Jaaa sí, te gestioné aumento de sueldo, porque eres estudiante y quieres progresar, ya verás. Va a ser en el noveno piso, que está recién renovado, y como él es socio de la Sociedad propietaria, no tiene problemas. Tienen el sexto y el noveno y los alquilan para actividades por día o semana. Tiene socios del exterior, los “conozco” a todos, como amigos.

—Como hacemos?

—Me dio un juego de llaves por si aceptas y nos vemos a eso de las 9 así entramos juntas y conversamos antes de que él llegue a eso de las diez.

—Sííí, y mil gracias!

—Te espero.

Carla se lo comunicó a Luis, que quedó encantado, “loco de la vida“ como decimos aquí.

Le había explicado que ademas de divina y nueva, Pía seguramente iba a ser buena clienta de alquiler de apartamento, y que necesita generosidad, por querer de verdad salir adelante en la vida.

Al otro día, domingo, a las 9 de la mañana se encontraron las dos, a Carla le encantó que Pía fuera muy puntual con el horario, y subieron al noveno piso 901, al frente al Golf, mejor vista que el 601.

Nota: A partir de aquí relato según me contó Carla.

Pía extasiada al ver el apartamento recién remodelado. Tenían mas o menos una hora para conversar antes de la llegada de Luis.

Pía asombrada con la rapidez de concretar un segundo encuentro, no podía creer que Luis había accedido a ser muyy generoso con ella, acostumbrado a coger gratis, como amigo, a Carla.

Realmente, era una especie de concesión a Carla, que le quedaba debiendo un favor… y ya se aprovecharía… aunque al conocer a Pía, también le encantó. También Luis prometió, para que Carla le enseñe cierta técnica a Pía, ir casi depilado, en realidad muy muy recortado.

Hablaron de varias cosas ellas, estando solas. Carla le recomendó la firma contructora a quienes ella les había comprado su apartamento. se ofreció como referencia, y le sugirió comprar un apartamento que no fuera mono ambiente, sino con dormitorio y de ser posible, baño en suite, aunque también le recomendó no usarlo para encuentros, debía ser su casa, por fuera de su “trabajo”.

Y allí no pudo menos que confesar a Pía que ella había violado esa regla con su tío, pero sólo con él.

Dice Carla que Pía abrió desmesuradamente los ojos y dijo: “Pero cómo? Entonces?…

—Sí, y te digo, genial, y a Sergio le encanta sumarse. No te escandalices, es algo muy reciente, y nunca hubo nada forzado. Su admiración era tranquila, pero nos reencontramos después de años y… se dio… y como se disfruta!

Y llegó a entregarme a un amigo, que tiene gran billetera y un miembro excelente. No te asustes ni te escandalices… no es el único caso, tenemos una señora amiga que en pandemia, empezó a hacerlo con sus hijos y los hijos entre ellos… ya te contaré, si es que no huyes corriendo ahora ja ja…

—Nooo… debo acostumbrarme, mientras sea consentido para mi creo que está bien. Y algún día llegaré a conocer a tu tío y al otro señor?

—Van a venir muy frecuentemente, mi tío cada mes, y el otro, C, dependerá de si sigue entusiasmado y del precio de los novillos ja ja

Nota, ver relatos de cuando el tío prostituye a Carla.

Te cuento? Viven llenos de leche, sus mujeres, por edad ya ni se interesan en sexo.

—Mmmm ojalá me tocara algo así …

—Tienes que ordenar todo bien, tu apartamento, horarios y demás; no pierdas de vista tu interés fundamental…casa propia y estudios.

—Sí sí obvio.

—Si te aparece alguien nuevo deberás ser extremadamente cuidadosa, y en general, nuestros amigos, que podré presentarte algunos mas si quieres, son probados y comprobados, ja ja.

Uyyy ya 9 y 30, que tal si nos preparamos? Seguro Luis llega a las diez o algo antes.

Te traje algo divino por si te gusta, mientras vas haciendo tu guardarropas de trabajo, que es algo fundamental. Recuerda… ”Nunca apurarlos, siempre seducirlos”. Hay que saber ser encantadora, “novia” muy cariñosa… y si algo no quieres hacer, ser clara pero no antipática. Hacer “que se vayan ya pensando en volver”.

—Te entiendo, que me trajiste? Me muero por ver.

Carla le mostró: —Sugerencia para hoy, una hermosa bata blanca transparente, no de las cruzadas que se cierran con cinturón, sino abierta al frente, prendida a la altura del busto, con un broche de enganchar, dorado, grande, dos piezas con forma de herradura que al engancharse forman, digamos, un signo de infinito § algo parecido a ese símbolo pero en horizontal.

Como complemento, solamente una micro tanga hilo, también blanca, sobre la cual resaltaba magnífico y bien cuidado, el triángulo de pelitos negros impecable.

La bata, larga al piso y solamente mantenida semi abierta por el broche, dejaba traslucir todo. Con los zapatos de taco que Carla le dijo a Pía que llevara, estaba divina.

Nota: los que tienen intriga de saber cuan lindas son las tetitas y pezones de Pía, vean algún video de la actriz porno Iwia, sus pechos son casi iguales a los de Pía, aunque los de Pía incluso apenas mas chiquitos y los pezones mas de tono rosado.

—Y si practicamos a perfeccionar mis besos? Dijo Pía.

Carla no podía creerlo, se puso ella también una bata larga negra, sin lencería alguna y se fueron al sofa del living a besarse. “Para que se perfeccione” dijo mi chica. “Y también alguna otra cosa va a practicar hoy”.

Se besaron largo rato y Carla según me dijo aprovechó a tocarla toda, con gusto de Pía, pequeños gemidos, respuestas a las caricias.

Y en eso estaban cuando entró Luis, que obviamente no necesitó llamar! Se las encontró lado a lado en el sofá, lengua con lengua.

Interrumpieron “la lección de besos” y saludaron a Luis. Para ir rompiendo el hielo (poco hielo había con las vestimentas de Pía y Carla) Carla le contó a Pía quien es Luis, charlaron un poco y Carla sugirió a Pía “por que no desfilas un poquito desde el ventanal hasta aquí?), señalando el ventanal, enorme que da al Golf.

Al acercarse desde el ventanal, la vista del “desfile” fue incomparable, el ventanal suministraba iluminación a través de la bata transparente de Pía, silueteando su cuerpo bien esbelto.

Cuando llegó, directamente Carla se paró a su lado y frente a Luis le desprendió, situándose detrás, el broche de la bata, la deslizó de los hombros, dejó las tetitas al descubierto y luego directamente le retiró la prenda, dejando a Pía solamente en su micro tanga blanca. Las manos de Luis se fueron directamente a acariciar y dar leves pellizcos a los hermosos pezones, y al poco tiempo pasó a besarlos y chuparlos con fruición, mientras acariciaba con suavidad los pelitos y la cola de Pía.

De a poco las chicas tomaron la iniciativa, desnudaron a Luis, ya de pija parada, muy normal de tamaño pero rica dijo mas tarde Pía a Carla, y luego de darle algunas lamidas alternadas, Carla dijo… chicos, vayan al dormitorio, los dejo y voy dentro de un rato…”si no te parece mal Luis, así le doy respaldo a Pía”

Así fue, Carla les dio un buen rato a solas, aunque se asomaba por la puerta a fisgar.

“Se comieron mutuamente, cada vez que los espiaba se estaban haciendo oral, así que esperé un poco mas.

Cuando finalmente Carla entró, completamente desnuda, “Los encontré muy entusiasmados, Pía montada sobre Luis, con la pija a full adentro, casi saltando sobre él, y con la tanga corrida al costado de la concha, ni se la sacó”. Después, al teléfono, Luis me contó a mi que Pía le pidió que se lo hiciera por el costado de la tanga, una fantasía de ella que tenía pendiente.

Siguieron en lo suyo, y yo me recosté en la cama a mirarlos, era divino ver como le entraba y salía y como Pía estaba re excitada. Tan excitada que cuando Luis comenzó a acabar le pedía “más más,dame mas“. Cuando terminó de acabar, valga la redundancia, Carla pidió sumarse un ratito y se prendió a chuparle la concha a Pía mientras ellos se besaban.

Se sació de los jugos conchiles, y dijo: “te lo preparo Pía?“. —Síí por favor!

Luis, obteniendo un dos por uno inesperado, las dejó hacer. Carla se puso a hacerle uno de esos orales que tanto gustan a nuestros amigos, orales babeados, profundos a veces, sólo al glande, lamidas de tronco, lamidas de bolas… y de pronto… —Ahora mirá bien Pía!!!

—Que le vas a hacer?

—Por supuesto viniste duchado Luis verdad? Y como te pedí, mas que bien duchado…

—Obvio que sí!

—Ponete en cuatro… y tu, Pía mirame bien de cerca.

Y comenzó a practicarle otra de sus especialidades, ella también en cuatro detrás de él; un hermoso beso negro.

Lengua a full, lamida, punteo y ensalivarlo, lamida y punteo de lengua, y algún dedo insinuado sin meterlo, mientras recibía caricias de Pía, encantada acariciando el trasero de Carla, y Luis sólo ayinaba a decir “Que delicia”

Cuando Pía hubo mirado un rato, Carla le dijo: “es tu turno, hacelo con esmero”.

Y vaya si se puso a hacerlo con esmero! Su lengua recorría desde las bolas de Luis hasta el ano, le clavaba la lengua, lo ensalivaba, muy buena alumna de Carla… y además recibía un bono: Carla se puso detrás de ella y le practicaba también el beso negro, con lo cual, me contaron, estaban todos enloquecidos de placer.

Imaginen la excitación y erección de Luis… cuando cesaron los juegos negros, Pía se precipitó a chuparle la poronga a Luis mientras Carla lo montaba poniéndole la concha en la boca.

Y llegó la pregunta inevitable… Luis pagaba, tenía derecho a pedir… —Luis, querés cogerla y acabarle de nuevo adentro? O en la boca?

—Adentro!

—Ayyy sí que amoroso! Me encanta dijo Pía.

Se la puso en cuatro, y mientras estaba en pleno vaivén le acariciaba el agugerito secreto, divino, y Carla besaba a Pía y le acariciaba las tetitas.

Cuanto Luis se venía dentro de Pía, instantáneamente Carla fue a su lado y le dijo —Sacásela y dejame chuparle la concha! Me encanta!

Y se dedicó un rato a limpiarle la conchita, de todo el lácteo que escurría, mientras Pía dejaba brillante el miembro de Luis.

Largo rato d descanso caricias y besos. —Luis, te gusto? Preguntó Pía.

—Hermosa. Y dulce dijo Luis, te va a ir muy bien si sigues así.

—Me llamarás? —Te llamaré muy seguido, por cierto te has ganado lo tuyo.

Se ducharon, rieron, jugaron bajo el espectacular duchador doble móvil que ha pasado a ser norma en los apartamentos de Luis y sus socios.

Ya vestidos, siguieron conversando y salieron a almorzar los tres (Luis es de nuestros pocos amigos “libres” y no arriesga nada si fuera visto). Luis entregó a Pía los 30k acordados y las dejó.

Carla llevó a Pía a su casa, insistiendo en las recomendaciones de manejar bien su dinero y los estudios, a lo cual Pía le pidió asesoramiento sobre la compra de un apartamento. A esta altura, Pía idolatra a Carla, disfruta de su amistad, y le hizo saber de su gusto por los dos caballeros que ha conocido. Disfruta enormemente de los modales y de que al ser saludables, lo pueden hacer al natural, y ella lo goza… “me encanta sentir adentro esos chorros, tibios”.

Y por supuesto, la promesa de Pía de ordenar sus horarios “por si vuelves a llamarme” y la de Carla de llamarla con novedades de lo que pueda sugerir de apartamento, y su interés de que Pía reflexione y la llame para contarle si realmente se siente bien y si está abierta a nuevas sugerencias si fuera del caso.

—No lo dudes, dijo Pía, ademas de que lo haces con total desinterés, por amistad, me encantan tus amigos…no te perjudico verdad? No pierdes nada?

—No no me perjudicas, tenemos nuestros amigos, algunos me regalan, otros no y todo está bien, son muchos y a veces no me alcanza el tiempo. Y te digo, te quedan cosas por experimentas y que tus clientes te pedirán seguro, janja.

—Síí ya me imagino!

—Lo que imagines, y mas… y no te extrañe si vuelvo a llamarte, viene un alto ejecutivo, que ya estuve con él; y se reunirá con cuatro jefes de área que dependen de él.

Y paró el coche y la besó apasionadamente… (“me encanta esa chica, Sergio…”).

—Sos un cielo dijo Pía… y no lo dudes, estaría encantada con alguno de ellos o mas de uno… te juro que me animo!

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