Esto sucedió con un compañero, cuando cursaba el nivel medio superior, tenía 18 años. Cómo mencioné anteriormente en el relato que contaba acerca de mí, nunca me arreglo de manera sexy, aun así me gusta resaltar de forma discreta mi cuerpo. Algunos compañeros me llegaban a decir de forma respetuosa que siendo gordita se me veía buen cuerpo a diferencia de otras chicas, solo había un compañero que me lo decía de una forma que sentía como en su mente me desnudaba.
Este compañero era un año más grande yo, a pesar de que platicábamos muy poco en la escuela y una que otra ocasión llegué a sentir que me tocaba de forma atrevida (pensando ingenuamente que era por accidente) me empezó a mandar de forma recurrente mensajes, casi siempre me enviaba mensaje cuando estábamos en clase, supongo que le gustaba ver mi reacción ante lo que me decía, me escribía que no me creía el cuento de chica buena, que quería cogerme y descubrir que tan zorra era. No le contestaba nada, aunque he de admitir que me excitaba al decirme que quería cogerme y como lo haría.
Un día una maestra de la última clase nos dejó salir más temprano de lo habitual, me iba a ir pero mientras recogía mis cosas el se acercó y me dejó una nota, me decía que nos viéramos en uno de los salones del edificio de atrás, le dije a mis amigas que según iría a ver un pendiente con un maestro para así poder separarme de ellas. Cuando entre al salón él estaba sentando en la esquina de este de espaldas hacia la puerta, me acerque y antes de poder sentarme en la banca de a lado me jalo hacia el quedando yo frente a el.
-estas nerviosa?
Intenté responderle de forma segura pero no me funciono, en lugar de eso salió una risa nerviosa.
-te verás muy tímida y bien portada pero estoy seguro de que ocultas a una zorrita.
Yo no dije nada, aunque eso era cierto, quería experimentar más cosas y estar así con el me hacía sentir también excitada. Se levantó y me empezó a besar, me tomo del cuello y me iba besando más intensamente, sentí su mano recorrer mi cuerpo, empezó a sobar y apretar mis senos por encima de la ropa, yo instintivamente baje mi mano y empecé a sobar su pene por encima del pantalón, seguí haciéndolo hasta sentir como se iba poniendo duro, luego bajo más su mano metiéndola por debajo de mi pantalón y sobre mi ropa interior comenzó a frotar sus dedos en mi clítoris, hacia más presión para sentirlo mejor haciéndome acelerar mi respiración.
-te voy a dejar con tu ropa mojada, vas a terminar deseando más
Metió su mano por debajo de mi ropa interior y continuo acariciándome, sentía mi ropa mojada, luego saco sus dedos y los metió en mi boca.
-vamonos antes de que alguien venga- me dijo, no me había dado cuenta de la hora, ya casi era entrada del turno de la tarde -me hubiera gustado cogerte- me dijo antes de despedirse de mi.
El tenía razón, terminé deseando más, quería sentir como me cogía aunque sea una vez para no quedarme con las ganas. Durante dos semanas trataba de estar lo más cerca que podía de el sin hacer notar mis intenciones, ya que no me gustaban los rumores, el también cuando podía se quedaba cerca de mi, de ser posible me tocaba discretamente, no encontrábamos oportunidad para hacerlo, ni en una de nuestras casas y un hotel no podíamos pagarlo.
Un día salimos tres horas más temprano que de costumbre, me dijo que si podía acompañarme y le dije que si, en el camino me iba diciendo lo culona que estaba, me preguntaba si ya lo había hecho antes, le dije que si pero sin contarle lo de mi primo, cuando podía me daba nalgadas o me hacía tocar su verga por encima de la ropa. Después de un rato llegamos a un puente vehicular donde también había un camellón y un tráiler con su caja estacionado. Me dijo que lo siguiera y nos quedamos detrás de este.
-me vas coger aquí?- le pregunté algo temerosa
-por que no? Es más excitante
Estaba nerviosa pensé en qué pasaría si alguien nos veía pero también estaba excitada, ni yo sabía que tan capaz sería pero mis ganas de ser cogida me ganaron. Empezó a besarme, me sujeto con fuerza de la cintura para pegarme lo más que podía a él, metió su mano por debajo de mi blusa y mi brasier y apretaba con fuerza mis senos, baje su cremallera para poder sacar su pene y masturbarlo, estaba ya muy excitada sentía como empezaba a mojarme. Metió su mano por debajo de mi pantalón y mi ropa interior y comenzó a acariciarme, metió sus dedos poco a poco, los metía lo más que podía, yo empecé a gemir de lo rico que sentía, me estaba haciendo mojar mucho, bajo mi pantalón hasta el muslo y me puso de espaldas a el y comenzó a arrimar su pene en mi culo por encima de mi ropa, luego bajo también mi ropa interior y me empinó, continuo metiendo sus dedos en mi vagina lo más duro que podía.
-no tienes condón, verdad?- me preguntó
-no, no tengo- le respondí
-bueno, no importa, igual te voy a coger
Los dedos que había metido en mi vagina los iba pasando por mi culo, pensé que tal vez me cogeria por ahí, no dije nada, aunque me puse nerviosa y poco a poco sentí como iba metiendo su pene en mi ano.
-¡ay! espera, me duele
-empinate otro poco para que te entre mejor, te va a terminar gustando-
Sentí como con sus manos abría lo más que podía mis nalgas y después como lo iba metiendo poco a poco. Seguía sintiendo dolor, trate de empujarlo para que parara pero no me dejaba, yo gemía como perrita tanto por el dolor como por la excitación.
-ya te entro toda, te voy coger hasta que me pidas más, muévete para que lo sientas mejor
Empecé a moverme como me dijo, sentía rico su pene en mi ano que acababa de dejar ser virgen, suavemente lo metía y sacaba hasta que me preguntó si ya no sentía dolor, cuando le dije que no empezó a hacerlo más duro, escuchaba como golpeaba su vientre contra mis nalgas, me tomaba fuertemente de la cintura para pegarme lo más que podía a él en cada embestida, sentía como iba subiendo su excitación ya que me iba dando más nalgadas a tal punto que las sentía calientes de tanto que me daba, mientras yo hacía un esfuerzo por no gemir fuerte, después se sentó en uno de los escalones de la puerta del tráiler y me dijo que le diera sentones, empecé a hacerlo suavemente y me dijo que lo hiciera más rápido, mientras el con sus manos alzaba mi blusa y mi brasier para apretar mis senos, con sus dedos jugaba con mis pezones los cuales se habían puestos muy duritos por la excitación, continue dándole sentones hasta que sentí como palpitaba su pene dentro de mi, cuando me lo saco sentí como escurría su leche caliente por mi ano.
Nos limpiamos intentando no manchar la ropa, antes de que nos fuéramos me tomo de la cintura y volvió a besarme, alzó otra vez mi blusa y brasier y empezó a chupar mis senos, los metía lo más que podía a su boca y los succionaba. Luego me puso de espaldas a el y volvió a meter sus dedos en mi vagina, haciendo que otra vez me mojara.
-tan calladita que te ves y hoy te hice mi puta
-nadie creería que me cogiste, yo soy una niña buena- dije entre jadeos, mientras el seguía masturbándome.
-una niña buena para coger, solo yo se lo rica estas
Volvió a bajar mi ropa hasta mi muslo y me empinó para meter mejor sus dedos en mi vagina, lo hacía rápido y duro, me dijo que quería escucharme, que no me aguantará el gemir, yo no quería, ya que si estoy muy excitada gimo mucho, empezó a darme nalgadas más fuertes para hacerme gemir más mientras seguía metiendo sus dedos, empecé a sentir como escurría de lo mojada que estaba. Me levanto hacia el y metió sus dedos en mi boca.
-eres una putita muy obediente y lo mejor de todos es que yo te estrene
Volví a limpiarme, se despidió de mi con un beso y una última nalgada y cada quien se fue por su lado. Esa fue la única vez que cogí con el y en algunas ocasiones cuando podía me tocaba y me decía al oido que era suya.