Hola a todas y todos, sigo tratando de publicar en cada categoría de la página, no promuevo ni estoy de acuerdo con ningún sentimiento racista y/o xenófobo, las expresiones utilizadas en la siguiente publicación son emitidas únicamente para fines literarios, no para impulsar el odio.
Philippe, Era un dolor de cabeza, mis padres habían estado retando una de sus propiedades a un migrante, a decir verdad, consistía prácticamente un pie de casa, pero trato era un trato y negocios son negocios.
Philippe, como tantos migrantes en busca del sueño americano, permanecía en nuestra ciudad en espera de una oportunidad para cruzar, mis padres le habían confiado y le rentaron la propiedad en cuestión, por semana, pero, el buen Philippe, siempre tenía un pretexto para no pagar o dar una parcialidad.
Cuando mis padres me platicaban de la situación, siempre de condolían del “pobre y bueno” de Philippe, que con su mala suerte nunca completaba, pero con su buen corazón recibía y albergaba a otros de sus compatriotas en la propiedad.
Yo más bien, sentía que el mentado Philippe, abusaba de la buena fe de mis progenitores.
Un día al salir de la oficina recibí una llamada de mi adorable madre.
Mamá: Hola muñequita, podrías hacerme un favor
Yo: Hola, ¿Qué necesitas?
Mamá: Acabo de hablar con Philippe, y fíjate el pobre no tiene ni para la cena de hoy, y como te queda de camino a tu casa ¿Podrás comprarle algo?
Yo: ¿Qué?, o sea todavía que no les ha pagado la renta, ¿en qué? 6 semanas, quieres alimentar a esa boca aventurera. – molesta.
Mamá: Muñequita, no son 6, son 8, – podía oír su risita al otro lado de la línea- pero es un buen hombre que está pasando por una mala racha, yo lo haría, pero tengo que atender a tu padre, velo como tu buena obra del día, ¿ok?
Yo: Ok, mamá – fastidiaba.
Busqué los tacos más baratos de la zona, de camino, al llegar al inmueble se oía música del interior, tuve que golpear fuertemente la puerta para obtener respuesta del interior.
Al abrir la puerta, el sonido de la música se incrementó y salió una gran nube de humo, con un inconfundible olor a cannabis, detrás de la aromática nube, surgió la alta figura de un hombre afrodescendiente, de piel muy oscura, ojos irritada y sonrisa amplia.
El Hombre: Bonjou Bèl – alegremente
Yo: Buenas noches, ¿esta Philippe? – tratando de ver al interior de la vivienda a través de la vaporosa nube.
El Hombre: Mwen se Philippe – apoyado en la puerta – ¿Qué puedé hacégr Philippe pou ou?
Molesta por su cinismo
Yo: Soy Elena Ramírez …
Y antes de que pudiera decir más…
Philippe: Ti Elenaaá – alegremente –munequitá, pasá
Abrazándome con sus fuertes brazos llevándome al interior de la vivienda sin oportunidad de decir nada, el rápido movimiento, hizo que aspirara de un golpe el humo, llegando directamente a mis pulmones, provocándome una tos sofocante.
Philippe: Zanmi, Elena isit la ak dine – alegremente
Dentro estaban otros dos jóvenes afrodescendientes, compartiendo un carrucho, los cuales emitieron gritos de gusto y alegría, al escuchar lo que les dijo Phillippe.
Philippe: Munequitá, danós nuestgrá cená – extendiendo las manos hacia mí.
Aquí ya no tolere más, le avente el paquete de tacos, el cual reboto en su fibroso pecho, y furiosa.
Yo: Aquí están tus pinches tacos, y ustedes par de vagos a ¡chingar su madre!!! – aventando y pateando todo lo que estuviera a mi alcance.
No tenía idea si entendía mis palabras, pero a juzgar de sus rostros, entendían el mensaje rápidamente salieron de la vivienda, dejando a Philippe, con cara de afligido.
Yo: Y tu pinche negro, todavía que no pagas la renta, organizas tus fiestas, tienes el descaro de pedir cena, ¡no mames!!
Sus facciones rápidamente cambiaron de tristeza a molestia y enfado.
Yo: "Escucha, a pagas el pinche alquiler ahorita y te me vas a la chingada”
Philippe: "¡Chen sòt. ¿Comó té atgrevés a hablagrmé así?"
Esto iba a ser mucho más difícil de lo que esperaba, Phillippe prácticamente me duplicaba la estatura, y aunque delgado contaba con cuerpo fibroso, supongo que no estaba acostumbrado a ser intimidado.
Yo: "Paga el alquiler, esta es la última advertencia", tratando de sonar segura.
Philippe: "Pagagré el alquilégr cuandó agrreglén lá ventaná del cuagrtó"
Yo: "¿Qué ventana?".
Phillippe: "Lá putá ventaná dé lá ventaná dé lá grecamará”
Señalando al fondo de la vivienda, molesta fui a confirmar sus comentarios entrando a la recamara, entrando a la habitación donde solo habia una cama matrimonial, con viejo colchón, me acerqué a la ventana y vi que la manija estaba doblada, mirando más de cerca, vi las marcas donde había sido deliberadamente dañada.
Me volví, topando contra el pecho de Philippe, me había seguido hasta la habitación de cerca, sus movimientos eran los de un felino a pesar de lo grande que era.
Yo: "Claramente, la manija se ha dañado deliberadamente, por lo que está saliendo del depósito, tienes que pagar el alquiler o largarte"
Increíblemente el color de su rostro cambio, estaba furioso.
Philippe: "chen bay manti, ¿comó té atgrevés a acusagrmé?" – Gritó – “Pinché Putá”
Molesta trata de responder con una cachetada a su rostro con toda la velocidad y fuerza que pude reunir. lo esquivó fácilmente, provocando que perdiera el equilibrio. rápidamente me agarró del brazo, me hizo perder aún más el equilibrio y dirigió mi caída. Caí de rodillas, mi torso aterrizó en la cama.
Se sentó a horcajadas sobre mis caderas dejando caer su pesado cuerpo sobre, me inmovilizo. Él era grande y fuerte, mis años que pase entrenando en el dojo y gimnasio no significaron nada en ese momento, no era rival para él. Luche, pero no pude escapar.
Nadie me había hecho algo así antes. Por lo general, cuando tenía una rabieta, me salía con la mía. no iba a tolerar esto.
Yo: "Quítate de encima, pinche negro, hijo de tu puta madre", grite girando la cabeza.
Philippe: "Nó hastá qué té calmés"
Sosteniéndome sobre el apestoso colchón. con todo el drama sucediendo, podía sentir su verga comenzó a llenarse de sangre. Cuanto más luchaba, más grande se hacía, frotándose contra mi cuerpo. Después de un rato me calme y gire levemente la cabeza.
Yo: "Suéltame, pinche negro pervertido", grite.
Sentí su erección, no es que fuera difícil, al contrario, era más que imponente, se giró su cara hacia mí, hizo una negación y me dio un fuerte azote en las nalgas.
Yo: "Aahhh, ¿qué chingados crees que estás haciendo?" Grite,
Mientras trataba en vano de escapar. mi lucha resultó en que mi falda se fue corriendo, exponiendo más de mi trasero para él. Nadie me había abofeteado así jamás. Sentía un hormigueo, al menos al principio.
Volvió azotarme las nalgas unas cuantas veces.
Yo: "Chingas a tu madre, negro hijo de puta, te voy a matar, suéltame"
Me azoto una y otra vez, tan fuerte y rápido como pudo.
Yo: "Aww, ay, Nooo, dententeee, ayy." – mis ojos empezaban a ponerse llorosos
Philippe: "Vóy a seguígr hastá qué té calmés y te pogrtagrtés bién",
Ahora el cosquilleo era un ardor y comenzaba a ser doloroso.
Yo: "Chigadamadre, ok, ok, está bien, está bien".
Philippe: "¿Quiegrés lá grentá, Vegrdád?, Lá tengó, dejaré levantágr y té ló dagré".
respiraba con dificultad, su peso me había empezado a sofocar, lentamente se levantó. Mientras él retrocedía, me incline hacia atrás y me sobe mis pobres nalgas azotadas.
Me terminé de levantar lentamente con los ojos llorosos, ordenando mi ropa, me recompuse. Habiendo recuperado la compostura y recuperado el aliento, me lance hacia él de nuevo, mi puño aterrizó sólidamente en su mandíbula, pero antes de que pudiera golpearlo de nuevo, me agarró del brazo con una mano y del cuello con la otra. Haciéndome perder el equilibrio de nuevo. Esta vez caí al suelo. Mientras todavía estaba aturdida, se puso encima de mí, me inmovilizó ambas manos en el pecho con una de las suyas.
Me dio una ligera bofetada en la cara con la mano libre. Me tomó unos minutos recuperar el sentido, comencé a luchar, debajo de él, nuevamente tenía tu peso sobre mí.
Phillipe: "Tgranquilizaté o té vóy a golpéagr fuegrté, yá hé tenidó suficienté dé tú miegrdá".
Yo: "Chinga tu madre", grite mientras jadeaba "Pin… (jadee) che negro, Pendejo, quítate de encima, no puedo respirar".
Rodé sobre mi costado cuando él se apartó un poco.
Philippe: "GSerá mejógr qué té pogrtés bién o nó mé ló tomagré cón calmá".
Él dio unos pasos hacia atrás y miró mientras yo respiraba profundamente, mi cuerpo estaba agitado, mi vestimenta se había abierto, mi blusa luchaba por contener mis senos. Mi vientre estaba a la vista, al igual que mis bragas.
Me di la vuelta y me puse de pie. Me tome mi tiempo para levantarme, esperaba que no notara la mancha húmeda en mi ropa interior. Una vez de pie, rápidamente ordene mi vestimenta, mis pezones estaban duros y claramente eran visibles, este animas me estaba excitando, tenía que salir de esta, antes de perder más el control de las cosas.
Yo: "Pinche negro, voy a llamar a la policía",
Desafiante, buscando en mi bolso el teléfono.
Phillipe: "Clagró, adelanté, lés digré qué qué sóy tú dilégr y qué quisiste pagágr lá megrcancía cón uná folladá, igremós lós dós detenidós”
Retador y confiado.
Sutilmente solté mi bolso y tomé un jarrón, pero estaba listo para mi reacción. Caminó hacia mí y me agarró del brazo, impidiéndome levantarlo.
Phillipe: "Dejaló antés dé qué té ló quité y té aplasté cón él"
con una voz amenazadora y tranquila.
Moviendo un mechón de cabello de mi rostro, volví a dejar el jarrón sobre la mesa de antes de volverme hacia él. Lo ataque, abalanzándome salvajemente con todas mis fuerzas. Phillipe se balanceó y se movió dando un paso atrás después de cada uno de ataques. Logre 4 o 5 golpes antes de que él me diera un puñetazo en el costado justo debajo de las costillas, sofocándome.
Caí al suelo a cuatro patas, jadeando, pero incapaz de recuperar el aliento lo suficientemente rápido. Phillipe puso su pie sobre mi nalga y me empujó al suelo. Me levantó la falda y procedió azotar mis nalgas, tan fuerte como pudo, alternándose entre cada posadera. Mis carnes solo se estremecían en ondas después de cada porrazo.
Yo: "Oooww, aahhh",
Grité entre jadeos para respirar. Retorciéndome, tratando de escapar del castigo
Yo: "Por favor, detenteee", sollocé.
Dejó de golpear mi trasero una vez que podía sentir mi carne al rojo vivo en cada nalga. Ahora acariciaba y frotaba cada nalga. sollozaba en voz alta el dolor era abrasador.
Phillipe: "Té megrecías estó, ahorá nó quiegró escuchágr uná palabgrá más dé té hastá qué yó digá"
pasó sus manos por mi trasero, cambiando de dirección y acarició hacia la parte interna del muslo. Después de unos minutos de caricias, mis sollozos disminuyeron. Aún respiraba profundamente, pero ya no con la misma urgencia. MI ropa interior estaba claramente mojada ahora y no había dudas sobre mi estado de excitación.
Phillipe acarició la parte posterior de mi muslo presionando mi entrepierna, suavemente al principio. Trate de para moverme, pero con la otra mano me sujetó la espalda baja. apreté las piernas, pero mis suaves muslos no pudieron hacer nada para detener sus dedos.
Yo: "ummmm… negro pervertido, ¿qué chingados crees que estás haciendo? Suéltame", suspire.
Levantó la mano y me azoto con fuerza.
Yo: "Aaaahh", grite.
Phillipe: "Ní uná palabgrá, pegrrá".
volvió su atención a la tarea que tenía entre manos, frotando mi cuca a través de mis calzones.
Yo: "Hmmmm"
Un profundo gemido se me escapó antes de que pudiera reprimirlo, trate de retorcerme, pero cuanto más se retorcía, más me excitaba. Estaba decidida a resistirme, pero se sentía bien, aunque no quería, aceptarlo.
Phillipe metió la mano debajo de mí y sintió mi clítoris hinchado. Usó su dedo para acariciarlo suavemente mientras presionaba su palma contra su abertura. Su toque fue demasiado para que me resistiera. Moví las piernas para darle un mejor acceso.
Yo: "Ooohh, pincheee negrooo", suspire.
Después de unos largos minutos de retorcerme, entonces, podía sentirlo, dentro de mí, recorriendo todo mi cuerpo, me puso rígida, todo mi cuerpo se estremeció mientras dejaba escapar un largo y lento gemido que se hacía cada vez más fuerte. Me vine; deliciosamente. Me calor humedecía la mano de Phillipe. Él continuó jugando conmigo suavemente mientras el orgasmo se asentaba en mí, le tomó tiempo a mi cuerpo dejar de convulsionarse y finalmente se relajó y me quede flácida.
Phillipe se puso de pie, agarrándome por el cabello, despertándome de mi estupor. Lentamente a cuatro patas y luego de rodillas, mi cara estaba a la altura de su entrepierna el estaba tan duro, impresionantemente duro, casi estaba reventando sus pantalones. La presión de su verga dura como una piedra frente a mi cara, me hizo tragar saliva de lo grande y grueso que prometía ser.
Phillipe: "Abgré lá cgremallerá", ordenó.
no me moví, levantó la otra mano para amenazarme con golpearme en la cara, entendí el mensaje y no necesitó decírmelo por segunda vez. me acerqué y le abrí la cremallera. le saque la verga, era agresivamente oscura como la noche, grande, gorda, larga y NEGRA. quede hipnotizada.
La tome con ambas manos, Cuanto más acariciaba, más dura se volvía. Lo más importante de esta verga es que no podía envolver su circunferencia con mis manos, era tan irreal.
Yo: "Ooohh, quieres que yo?…", sumisamente mirándolo a los enrojecidos ojos.
él asintió sutilmente dándome la orden / permiso. Cerró los ojos y después de un beso, abrí mucho la boca y tomé la cabeza. envolví mis labios alrededor lo más fuerte que pude y comencé a engullirlo. Tome todo lo que pensé que podía y mire hacia arriba.
Phillipe: "Ohhhh, Wíiihhh",
gimió cuando sintió la cabeza de su verga toco mi garganta.
Me miró, sujetó mi cabeza con ambas manos y la atrajo hacia sí un poco más y luego la apartó hasta que sólo la cabeza estuvo en mi boca.
Phillipe: "Puedés hacegrló mejógr qué esó, jennès."
Me atraganté un poco, y tomó un tiempo, pero finalmente pude asimilarlo casi por completo.
Él me echó la cabeza hacia atrás hasta que me senté contra la base de la cama. Sosteniendo mi cabeza contra un cojín, apuntando su verga dentro de mi boca.
Mirándolo, dude si me podría abrir lo suficiente, para esta anaconda negra, deslizó su verga en mi boca lentamente durante las primeras embestidas, pero luego con más urgencia y velocidad con cada embestida adicional. Cada vez que tenía arcadas, él se detuvo un poco hasta que tener un mayor control del reflejo. Aceleró el ritmo y después de un rato de esto; tenía los ojos llorosos y la blusa empapada por mi saliva, pero no me resistí, en parte por miedo a las repercusiones, pero sobre todo por una sensación de creciente desafío.
Cuanto desesperadas eran sus embestidas, más control sentía sobre él. Mientras él me penetraba la boca mis manos se posaron en su negro y redondo trasero, unas cuantas embestidas más tarde. Estaba en camino de llenarme la boca.
lo mire a los ojos mientras tomaba más control y lo frenaba. Controlando el ritmo de las penetraciones moviendo mis manos desde su culo hasta sus muslos. Después de algún tiempo a este ritmo, moví mi mano hacia su trasero y lo jalé hasta que mi nariz se presionó contra su hueso púbico. Su verga estaba firmemente alojada en mi garganta, mientras mi lengua rasgaba la parte inferior de su anaconda.
Repetí el movimiento un par de veces hasta llegar lo más profundo que pude, hasta que sentí que su verga se dilataba aún más. alcance sus bolas, rascándolas mientras chupaba con fuerza. Entonces Él sostuvo con ambas manos mi cabeza tan fuerte como pudo.
Phillipe: "Hmmm," rugió profundamente.
Su cuerpo se puso rígido y explotó. Al principio tragué, pero luego me sentí abrumada. Me aparte y deslice su verga fuera de mi boca, pero todavía se estaba corriendo. Él se corrió sobre mi rostro, él siguió guiando su verga y encontró mis labios de nuevo. abrí, él continuó follándome la boca mientras tragaba su semen, vaciándose por completo.
Dio un paso hacia atrás, tropezó y cayó. Se acostó donde cayó mientras la felicidad pos-orgásmica lo consumía, cerró los ojos. Concentrándose en el sentimiento.
use mi blusa para limpiar el semen sobre mí. Me levante, todavía un poco mareada por la falta de oxígeno, mire hacia abajo para ver al negro de Phillipe de espaldas, con una sonrisa extendiéndose por sus anchos labios. Me quite la ropa interior, teniendo cuidado de no ponerlo sobre aviso. Pase por encima de él hasta que mi coñito estuvo alineado con su cara.
Me deje caer sobre él; mis húmedos labios vaginales aterrizando en el objetivo. Phillipe todavía estaba aturdido y no tenía idea de lo que estaba pasando, sus brazos a los costados estaban atrapados por mis piernas y su cabeza estaba atrapada entre mis muslos. Con todas mis fuerzas guie mi calor interno a su boca.
Me agache agarrándolo por su rizado cabello, tirando de su rostro hacia arriba. presione mi cuca contra su cara y me balance hacia adelante. Me balanceaba hacia atrás cuando él salió de la neblina, y se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Trató de mover los brazos, pero no pudo, intentó girar, pero estaba firmemente atascado.
Yo: "Hah, Pinche negro, ahora yo voy a chingarte a ti, hijo de puta,"
no estaba en posición de responder, estaba demasiado concentrado en respirar.
Yo: "Te voy a enseñar lo que pasa cuando me quieren chingar la madre".
me balance hacia adelante nuevamente girando mis caderas mientras mantenía la presión de mi vulva y clítoris. Me mantuve en su rostro sabiendo que no podía respirar. Cuanto más luchaba él, más me excitaba y placer recibía. Me balance hacia atrás, soltando su cabeza y permitiéndole respirar.
Yo: "Me voy a divertir un poco, pinche negrito." Con sarcasmo
Balanceándome hacia adelante, levanté su cabeza y lo sostuve allí de nuevo, presionando mi cuca contra él.
Yo: "Ohhh, usa tu pinche lengua, negro cabron"
Me eche hacia atrás dejándolo respirar por un minuto.
Cuando empuje hacia adelante, Phillipe respiró hondo y sacó la lengua.
Yo: "Ohhh síhhh, eso es; cabroncito, más profundo, pinche negro" ordene.
Cada vez que me balanceaba hacia adelante, lo mantenía allí un poco más.
Yo: "Oooohh, hijo de tu pinche madre, cógeme con tu lengua",
Le ordene, mientras continuaba moliéndolo.
Yo: "aahh, así, asíii", suspire profundamente.
En el siguiente embate, hice movimientos circulares con las caderas, asegurándome de moler mi clítoris. No solo estaba usando su boca y lengua, sino todo su rostro.
Yo: "Oooh, negro, cabron, pinche enfermo. Pon tu maldita lengua ahí, pervertido." gemí.
Mi mano fue a apretar uno de mis pezones.
Yo: "Oh, oooh eso es."
realmente estaba moliendo duro ahora, una sensación que disfrutaba inmensamente.
Cuanta más presión aplicaba a mis pezones, más fuerte y rápido me frotaba contra su cara. De vez en cuando me calmaba, superando mi orgasmo y dándole tiempo para respirar. Oírlo jadear por aliento debajo se sumó a mi excitación, por lo que pronto volví a molerlo.
Estaba tan mojada; él estaba luchando por respirar incluso cuando lo estaba soltando. Trató de apartarme, pero no me moví. Aunque él era fuerte, en esta posición tenía el control total.
Estaba completamente concentrada en mi propio placer construyéndose en un crescendo, ya no me importaba si podía respirar, todo lo que sabía era que el placer en mi coño ya no sería negado.
Mis movimientos ciertamente ya no eran lentos, eso era seguro. estaba jadeando por todo lo que valía, moliendo mi clítoris y coño contra su cara. Mis jugos estaban por todo su rostro.
Estaba cerca ahora y cuanto más me acercaba, más rápido me balanceaba. Me movía rápidamente y mi cuerpo estaba en llamas, el placer se disparaba desde mi coño hasta mis tetas y volvía a bajar. Cuando mi cuerpo comenzó a convulsionar, con los dientes apretados;
Yo: "Ahogarte pinche negro hijo de puta."
grite como una banshee
Yo: "Ahhh“.
Me corrí con fuerza, chorreando jugo de coño por toda su cara en ondas, todo mi cuerpo se paralizó mientras continuaba con el orgasmo.
Trató de girar la cabeza, pero estaba atrapado entre mis muslos. Sintiendo la presión de mis jugos por toda su cabeza. Justo cuando sentí que Phillipe comenzaba a desmayarse, relaje mi fuerza sobre él, baje lentamente hacia un lado, mi cuerpo se quedó flácido, pero aun temblando. Me desvanecí, uno de los mejores y más intensos orgasmos de mi vida.
Phillipe salió arrastrándose de debajo de mi sentándose para recuperar el aliento y la conciencia. Pude verlo sonreír maliciosamente antes de desvanecerme.
Recupere la conciencia, Phillipe me había recostado de lado, se había desnudado por completo, estaba detrás de mí, extendiendo la lengua hacia adelante y lamiendo los pliegues de mi vagina. Una vez que encontró el clítoris y lo sujetó con sus anchos labios, chupó tan fuerte como pudo. Usando sus dedos, jugó mis labios externos mientras chupaba.
Yo: "Hmmm" ronronee.
Convulsionándome de nuevo. Después de un rato, él se enderezó, acomodó mis caderas más en alto. Mordiéndome mi labio inferior, lo mire a los ojos sabiendo lo que vendría después.
Con la negra anaconda en mano comenzó a moverse hacia adelante, poniéndose en posición, alineando su gruesa verga con mi coño. Él empujó hacia adelante ajustándose cuando sintió que mi coño golosamente se aferraba a la gorda punta de su verga, era una sensación exquisita, mis labios apretaban suavemente esa boa y mis interiores creaban espasmos de placer que prácticamente tiraba hacia adentro ese cilindro oscuro. Él se balanceaba hacia atrás y hacia adelante, llegando cada vez más profundo.
Yo solo podía contener un grito ahogado entre mis sollozos de placer, cuando estaba a mitad de camino, me levantó la pierna para tener un mejor acceso y empujó toda la negra verga dentro de mí. Mi coño se sentía fantástico, caliente y saturado, era tanto mi excitación y lubricación, me sorprendía el hecho, que era una de las vergas más grandes que tenido, pero no había dolor solo placer, me encantaba. Reculó hasta que solo su gruesa cabeza estuvo, bajo su mano por mi pierna hasta mi vientre y la otra sobre mi cadera, empujó hacia adelante, mientras con mi mano sostenía mi pierna en alto para facilitarle que me penetrara, Sostuvo su negra boa profundamente en su vagina, moviendo sus caderas de modo que batía con su pitón mis jugos vaginales por todo mi interior, antes de sacarlo un poco, volviendo a penetrarme profundamente, batir y sacar, una y otra vez, dentro!!!, BATIR!!!, sacar, dentro!!!, BATIR!!!, sacar, dentro!!!, BATIR!!!, sacar una y otra vez. Mi cuerpo solo producía más y más jugos mientras me batía, y los músculos internos de mi vagina se contorsionaba para impedir su salida y facilitar su entrada.
Phillipe: "Ohhh bouzen, chat ou a dous epi li vle lèt nan men Phillipe."
Me había estado culeando con movimientos rápidos, deliberados y profundos durante un buen tiempo y me encantaba, estaba concentrada completamente en el placer que me atravesaba y batía una y otra vez.
podía sentir el placer construyéndose profundamente dentro de mi vulva y estaba enmarañando mi cerebro. Con una mano sosteniendo mi pierna, me contorsione para extender la otra mano para sujetarme de su fuerte brazo, calculando el ritmo, para mover mis caderas a la cadencia de sus embestidas. Su verga me tenía con la piel de gallina, cuanto más placer sentía, más golosamente apretaba mi cuquita a su negro invasor.
Yo: "Oh, pinche negro. Ohhh siiií, cógeme cogemeee", gemí.
Después de un rato, Phillipe agarró mi cabello, cada vez que empujaba hacia adelante, tiraba de él, con su otra mano agarraba uno de mis pezones y apretándolo con fuerza.
Entre el placer en mi atiborrado coñito y el dolor en mi pezón, me dirigía nuevamente hacia el éxtasis.
Phillipe: “fout bouzen, chat Meksiken ou a devore kòk mwen, salope bon mache”.
Sonrió al ver mi cara de éxtasis interrogativa.
Phillipe: “Pinché Putá, tú gatitó mexicanó sé tgragá todá mí vegrgá, Putá bagratá”.
escucharlo decir eso, de alguna manera extraña me estimulo aún más. mi cuerpo me urgía a ser culeada aún más y más, y Phillipe se estaba encargando realmente de atender mi necesidad.
Yo: "Siii, mi cuquita tiene hambre de tu verga, dámela todaaa, complace a esta pinche puta, pinche negro ", empujando mis caderas contra su verga.
MI cuca se apretó contra su pitón, mientras él batía su verga profundamente dentro de mi vagina, causando una gran cantidad de placer.
Yo: Oh, pinche negro. Ohhh
grite, El siguió culeándome, agarrado de mi pezón y mi cabello con más fuerza. De repente, sentí un rayo atravesar mi cuerpo, comenzando desde mis pezones y causando que mi cuerpo sufriera un espasmo duro. Me estaba corriendo de nuevo y tan fuerte como antes.
Mientras Phillipe continuaba bombeando dentro de mi rápido y profundo. MI cuca estaba convulsionando y apretando su verga con fuerza. Empujándolo más profundamente dentro, me corrió y me corrí y volví a correrme, su verga se agitaba profundamente dentro de mí.
Cuando en ese momento sentí su semen en lo profundo de mi interior, mi cuerpo fue atormentado por una serie de réplicas hasta que finalmente me desmayé de nuevo, el placer fue demasiado abrumador.
Abruptamente desperté, miré alrededor, Phillipe estaba junto a mí, dormía, roncando suavemente. Agarrando mis pantaletas, me las puse, mi vestimenta estaba arrugada y desalineada, me ajusté lo mejor que pude. Después de componerme, mire a Phillipe; todavía estaba dormido, y no quería correr el riesgo de despertarlo, pero, por alguna razón, coloque una manta sobre él, hasta se veía tierno el pinche negro, y salí de la vivienda.
Gracias a Dios, no era tan tarde, llegue a casa antes que Mi Mor y las bendiciones, para cambiarme de ropa y alistar la cena.
Antes de finalmente irme a dormir recibí una llamada de mi madre.
Mi Madre: Muñequita, te hablo para agradecerte que le llevaras a Phillipe algo de comer, quedo encantado con tus atenciones, que el POSTRE estuvo delicioso.
Yo: Heee, ha ok – sin saber cómo reaccionar
Mi Madre: Me dijo que tiene un BUENA PARTE para abonar a la renta, que si mañana puedes ir tu para DARTELA y que si puedes llevar otra vez algo de POSTRE
Yo: No, Mamá, ando muy ocupada en estos días – tratando de evadir
Mi Madre: Anda Muñequita, son gente muy necesitada y desamparada, podrías hacer un esfuerzo, ¿sí?
Yo: Ok, ok mamá, iré pasado mañana como las 2:00 pm – resignada
Mi Madre: gracias Muñequita, no olvides llevarle el POSTRE.
Yo: Si mamá – sumisamente
Mientras colgaba solo podía pensar: “Pinche negro abusivo, pero que buena verga tiene”
Espero que el acento y expresiones de Phillipe, hayan sido correctamente escritas, de no ser así, son bienvenidas las correcciones para una posible continuación.