Mi nombre es Ricardo, y todo lo que aquí escriba es absolutamente real, no estoy cambiando nombres, ni quitando o agregando nada.
Desde muy joven me ha gustado exhibirme, me gusta que me miren desnudo, eso realmente me gusta mucho, jamás he entendido el porqué.
Actualmente estoy soltero terminé mi segundo matrimonio, trabajo como gerente en una empresa importante y mi oficina es de 20 metros cuadrados con unas mamparas que me dividen de mis dos asistentes que están en la entrada, una me atiende estrictamente en lo administrativo y la otra en lo administrativo y cosas personales como café, conseguir el desayuno etc. La segunda se llama Claudia, ella es casada, tiene 24 años y jamás la había mirado con una intención como la que contaré, ya que ella lleva trabajando conmigo más de 2 años.
Esto comenzó un día que mi primer auxiliar tuvo que moverse a las oficinas centrales, a mi oficina nadie va después de las 11 por lo que el resto del día solo estoy con ellas 2, pero este día ella se fue, debo decir que muchas veces hablamos todos en doble sentido, pero nada más. Ese día tenía yo una reunión importante por Teams y le dije a Claudia que cerrara la puerta y apagara las luces y solo con la luz natural que entra por las ventanas y tragaluces, en algún momento de la reunión (cuando no participo está en mute), ella me hablo y me pregunto:
Claudia: ¿está disponible?
Yo: Si, claro. ¿Como habría de estar?
Claudia: No sé, qué tal que este con menos ropa.
Debo decir que en la oficina o hace calor o mucho frío cuando se enciende el aire acondicionado, así que si hacía calor, y la pregunta si me movió un poco. A lo que respondí:
Yo: No, estoy sin ropa, es que hace calor.
Claudia: No le creo.
Yo: Pues no me creas.
La verdad hasta ahí me movió la idea de estar desnudo en mi silla y en la conferencia, ya que tampoco piden una cámara. Y me empecé a poner más cómodo, me desnudé por completo y me volví a vestir pero sin ponerme la ropa interior, camisa, bóxer y calcetines. Solo me deje un chaleco que traía, el pantalón y los tenis.
Ella me avisó que iba a pasar y le dije que si, entonces me dijo:
Claudia: Mentiroso, está vestido.
Yo: Pues ya me vestí, ni modo que pases y este así.
Claudia: Por mi ande cómodo, yo nada más no volteo o cierro los ojos.
Yo: Ok, que bueno que me dices.
Acto seguido se va, tomando sus palabras me desnudé por completo, y seguí con mi conferencia, a estas alturas ya tenía mi verga bien tiesa. Pero me vestí como que no me sentía muy seguro.
No pasaron 10 minutos, cuando vuelve a preguntarme si estaba visible. Yo le dije:
Yo: No me dijiste que anduviera cómodo, ando sin ropa.
Claudia: No es cierto, no le creo.
Me quité de nuevo todo, puse todo en una silla secretaríal y como tiene rueditas, la aventé suavemente hasta donde está una mesa donde se prepara el café, está queda justo a un lado del escritorio de ella. Ella se ríe y me dice:
Claudia: No le creo de todas maneras, pero necesito que me firme algo.
Yo: Si, ven, pero cierra los ojos.
Entro y se puso una mano en los ojos, obviamente estaba mirando, lo que hizo me excitara mucho, se acercó y le firmé. Y me dijo:
Claudia: No creo que esté desnudo.
Yo: Pues abrázame, no tienes que mirar.
Acto seguido me abraza y mi pene queda justo en su vagina, traía un mallon pegado, obviamente se dio cuenta que estaba desnudo.
Claudia: Si está desnudo, bueno Gracias.
Y se fue a su lugar, después salió al baño, me dio mucha excitación pero también arrepentimiento y fui por mi ropa y me vestí, a estas alturas no sabia en que iba la reunión. Regresando me dijo:
Claudia: No se vista, en verdad no me molesta que ande cómodo.
Como ella siempre me da masajes en las piernas, la espalda, pero siempre con ropa obviamente, tengo un sillón reposet reclinable, entonces me levanto y me acuesto ahí, y le digo:
Yo: Entonces deberías venir a darme un masajito.
Claudia: Si, nada más que con los ojos cerrados.
Entonces ella fue y me empezó a dar un masaje en las piernas, la verdad que eso hacía que casi estallara. Por más que le decía más arriba no subía y me dio el masaje y se fue a su lugar. Le dije:
Yo: Ya me voy a vestir.
Claudia: No, por que, así ande.
Yo: Es que es incómodo saber que te tapas por eso.
Claudia: Es que entonces llámeme a su lugar y voy, pero que sea así sorpresa, no me diga que está sin ropa.
Seguido de esto se ríe, y decidimos dejar eso así, ya no tocamos el tema una semana, hasta que de nuevo se va mi primer asistente. Después de 20 minutos que se fue y esta vez sin apagar la luz, me comencé a quitar la ropa, hasta la doble, quedando completamente desnudo y excitado, me acosté en el sillón y entonces le llame para que viniera, esta vez no me pregunto nada. La agarre desprevenida creo.
Yo: Clau, puedes venir tantito?
La verdad cada segundo era una eternidad, el nervio, las ganas, todo junto era una sensación increíble, así que me dijo:
Claudia: Voy.
Entonces escuche como se levantó de su silla, camino unos pasos y se fue directo a mi escritorio, pero yo estaba pegado a la mampara que nos separa y acostado en el sillón, completamente desnudo y con la verga bien tiesa, súper tiesa. Su cara puede notar fue de sentimientos encontrados, entre seguir mirando e irse, pero en su cara no se notó disgusto, si no una risa pícara, pero si se salió y se fue.
Yo decidí vestirme, ese día cuando ya me iba, me despedí de ella de abrazo (siempre lo hago) y me dijo:
Claudia: Así no tiene chiste, yo prefiero el abrazo sin nada.
Yo: No me dijo dos veces que me fui a mi lugar me desnude y le dije ven pues.
Y fue y de nuevo la abracé así, yo sin ropa y ella con ropa, pero esta vez llevaba un vestido y mi verga quedo justo en su vagina y rosando sus piernas y le dije:
Yo: así que chiste, y tu?
Y que en un abrir y cerrar de ojos se quita su vestido y solo traía un calzón que se quitó muy rápido. Entonces nos abrazamos así desnudos, empecé a tocarle los pechos que son justo del tamaño de mi mano. Y ella me daba unos besos tiernos en el cuello, yo esperando que tomara mi verga con sus manos, y tirarla en el escritorio, pero algo hizo que parara, se vistiera y se fuera.