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Día prometido, día de las madres
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Estábamos a un par de días para que fuera día de las madres,  nuestra rutina continuaba más morbosa que nunca y en una tarde dejé escapar la idea sobre lo que haríamos para festejar pues siempre lo pasábamos los dos solos, como no queriendo la cosa mi mamá evadió el tema diciendo que "lo de siempre está bien" era básicamente ir de compras y luego a comer pero le insistí en que sería mejor pasar el día en la casa y que tendría un regalo para ella, seguía sin terminar de creer pues apenas pude me acerqué a ella y comencé a sobar sus tetas, como de costumbre me dejó y estuvimos así un buen rato hasta que tuve que sacar mi pene y masturbarme con una mano y con la otra seguía tocándola, terminé en mi mano y un poco cayó sobre su blusa, como cumplía mi promesa se la quite y la puse a lavar, esto no me disgustó pues en lugar de ir por otra blusa se quedó así sin nada.

Así en unos días ya tenía planeada mi sorpresa así que la puse en práctica en cuanto amaneció, le llevé el desayuno a la cama y yo solo traía puesto mi bóxer, le puse la bandeja y comenzó a comer con una gran sonrisa, yo me quedé de pie junto a la cama a lo que ella me habló:

-¿No vas a desayunar?, Ven acuéstate y comamos

-No mami estoy esperando tu orden

-¿Orden? ¿De qué hablas?

-Sí, por hoy voy a hacer todo lo que me digas y al final del día te daré tu regalo

-Ahhh así que es eso, pues te ordenó que vengas a desayunar

-Esta bien, pero antes de que me acueste ¿no vas a querer el ingrediente secreto de tu café?

-Oh, yo pensé que ya se lo habías puesto

-No, pensé que querías agregarlo tú

-Pues ahora que lo mencionas me gustaría mucho

Así que se acercó con una risa de complicidad pues ya sabía por dónde iban los tiros y creo que desde ese momento ya me la había ganado pero no quise apurar las cosas. Recorrió la cama a gatas, y llegó hasta mí, yo me acerque más y vio mi evidente erección dentro de mis boxers

-Hmmm veo que tengo que sacarlo también jaja está bien porque ha de estar muy apretado ahí.

Bajó mi bóxer y mi pene apareció frente a ella lo tomo con su mano y comenzó a masturbarme, no duré mucho pues desde que estaba preparando el desayuno ya me había comenzado a masturbar, pues no quería que su café se enfriará, al fin después de unos movimientos suaves pero rápidos con su mano logró sacar la leche con la que le encantaba acompañar el café, ella puso su taza y yo tan solo dí unos espasmos y comencé a eyacular, se formó una pequeña capa que se fue disolviendo y al fin se lo tomó.

-Ahhh este si es un buen café, gracias hijo ahora a desayunar.

Pusimos la tele y comenzamos a desayunar, después bajé los trastes e hice un poco de tareas domésticas mientras mi mami descansaba en su cuarto. De vez en cuando pasaba y entraba le daba un beso y este era correspondido, no un beso de lujuria sino de amor maternal, después de un largo día le pedí a mi mamá que se diera un baño y se arreglará pues había preparado una cena especial, aunque esté no era el regalo en realidad, ambos no sentamos a la mesa y fuimos cenando mientras conversábamos sobre la escuela y el trabajo al fin terminamos y mi mamá decidió que era hora de ir a dormir, pero le dije que todavía faltaba mi regalo, y como era una sorpresa le pedí que esperara abajo, entonces subí rápido y comencé a preparar todo, saqué mi regalo era una botella de vino especial, su favorito que hacía mucho tiempo que no tomaba pues le recordaba a papá, pero decidí que está era la ocasión perfecta para brindar un poco, pero ahí no acababa el regalo sino que adorne rápidamente la habitación con pétalos de rosa, también saqué una caja de chocolates, pues estos también le gustaban y me cambié a una bata sin nada abajo, y el toque final, había comprado unas luces ambientales para poner el cuerpo de color rojo suave.

-¡Mamá ya puedes subir!

-¡Voy!

Oí sus pasos y mi corazón comenzó a latir muy fuerte, tenía todo listo y por lo que había pasado en la mañana sabía que la noche que nos esperaba iba a ser mágica, al fin abrió la puerta y se sonrojó de inmediato.

-¡Ay hijo!, ¿Qué es todo esto?

-¿No te gusta mami?

-No es eso, es que esto parece más un 14 de febrero jaja, creo que te dejaste llevar un poco

-No lo suficiente para ti

-Awww que lindo

-Todo para ti mami, y ven acércate ábrelo

-Hmmm veamos… Que será…. Hmmm chocolates, mis favoritos, gracias.

-Ah pero no es todo

-Entonces… A ver… ¡Ah! ¡Pero hijo!, ¿Es este?

-Sí mamita

-Pero es muy caro amor… Y ya sabes…

-No importa mami, ya sé que es difícil para ti, pero por eso lo traje, quiero que sepas lo comprometido que estoy en esto

-Hijo… Lo que pasó esa noche y sabes eso… No quiero que pase más pensé que ya había quedado claro.

-Lo sé pero quise intentarlo, quería que no quedará en mí la decisión y por eso traje el vino, y aunque no pase nada quiero que brindemos.

-Hmmm está bien, es mi vino favorito y tiene años que no lo tomo ya sabes porque, pero supongo que te mereces el esfuerzo por conseguirlo y…

-No digas nada mami, lo sé.

Abrió el vino y lo sirvió en dos copas que ya estaban preparadas, ambos dimos unos sorbos y mi mamá apenas si aguantaba las lágrimas, por lo que dejé la copa a un lado y me acerqué a abrazarla, ella también dejó la copa y me abrazó muy fuerte, sentí como sus lágrimas bajaban por mi cuello y al fin se soltó de mí.

-Ya sé que esto es difícil para los dos, y quiero dejar todo atrás, hijo, enserio, ¿Te quedarías a mi lado para siempre?

-Cuando estaba pensando en tu regalo, se me vino está idea para demostrarte lo comprometido que estaba con nuestra relación desde el principio y no había mejor manera de decírtelo que con una copa de ese vino.

Ambos cerramos los ojos y nos acercamos el uno al otro, hasta que el calor de nuestros cuerpos nos indicó que era hora de buscar nuestras bocas, y estás se unieron en un beso, y después nuestras lenguas se buscaron, bailaban en el medio, saboreamos el vino, y permanecimos unidos por unos segundos.

-Hijo te amo

-Mamá te amo

-Por favor quédate conmigo

-Lo haré

Ella sola se recostó, el vestido que llevaba no era ni corto ni largo, pero en ese momento solo importaba una cosa, ella me pasó las manos por debajo de la bata, la retiró y está cayó en la cama, me acerque a ella pues quería que me besara, posó sus labios sobre mi cuello, y con timidez lo besó, y con esa misma timidez dirigió sus manos hacia mi espalda, y hacía que me acercara todavía más a ella, yo tan solo estaba esperando su siguiente movimiento pues no quería apresurar las cosas.

-Quitame… el vestido.

Me susurró

Se dio la vuelta y así recostada comencé a bajar su cierre, poco a poco iba viendo su brassier, negro y liso, y poco tiempo después pude ver su tanga a juego, la levanté un poco para que quitará el vestido de la cama y así atrás de mi mamá le quité también el brassier aunque no me lo hubiera pedido.

-Lo siento mamá

-No importa se que el ansia puede ganar a veces, así que también baja mi tanga, pero espera, quiero verte cuando lo hagas, acuéstame, por favor.

Así lo hice y pude ver su pecho desnudo, que me llamaba con toda intención de besarlo y morderlo, pero me contuve pues ya me había dado una orden. Subió un poco sus piernas y tomé la fina tela que cubría su intimidad, la deslice con cuidado, la tomé entre mis manos, no pude evitar olerla,

-Hmmm mamá.

-Vamos hijo, hazlo

Abrió sus piernas lentamente y se me ofrecía como una amante, a la vez que era mi mamá, posó su mano en mi mejilla

-Está bien hijo, quiero sentirte en mí.

Me acomodé entre sus piernas, esas que me vieron nacer, y que en este momento me sentirían pero con el paso del tiempo las cosas cambian, con la punta de mi pene toqué un poco, su humedad resbaló un poco, me dejé caer lentamente, hasta encontrar sus pechos, y una vez los tenía entre mis labios me dispuse a entrar, su calor me recibió, su interior me acarició en un lento pero amoroso abrazo, y un pequeño gemido salió desde su boca

-Ah

No dije nada, pues estaba muy concentrado, sentía como mi pene se perdía en ella, hasta que mi pelvis chocó y supe que eso era todo, así que comencé un movimiento lento, de atrás hacia adelante.

-Ah hmm así hijo así… Sigue por favor… No pares hijo hmmm… Ahhh sí, más más más más.

Yo hacía lo que ella mandaba aumentaba el ritmo, conseguía que se mojar y me empapar, abajo de ella se formaba una gran mancha en la sábana pues era fruto de nuestra pasión y ritmo de amor, pues no había nada más en el mundo que quisiera más que estar con mi mamá, con la mujer que más quería y que me había dado la vida, y ahora ella se retorcía de placer, hacía temblar sus piernas con mi pene y ella me hacía sentir un cosquilleo en la espalda, pues poco a poco se acercaba el momento de terminar aquel primer asalto, que no sería el último de la noche por supuesto, cuando estuve a punto de hacerlo ella lo anticipó, pues me enredó entre sus piernas.

-Hijo no tengas miedo, lo quiero dentro de mí, es en lo único que pienso ahora, quiero sentir como me inundas.

Esas fueron palabras para mis oídos pues después de unos movimientos más frenéticos comencé a estallar dentro de ella, sentía como su interior se llenaba y las contracciones me intentaban sacar hasta la última gota de semen, cuando todo terminó me quedé recostado sobre mi mamá, ambos nos miramos con deseo y complicidad pues sabíamos que en poco tiempo estaríamos disfrutando, así nos perdimos en un beso profundo, mientras sincronizamos nuestra respiración, y aunque mi erección se perdía poco a poco, comenzaba a moverme lentamente, frotando mi pelvis contra la suya, así me tomó entre brazos y me susurró al oído.

-Mi amor, me vuelves loca, estoy a punto de tener un orgasmo… Mi amor… ah ahh ahhh si, hijo… Ay mi… amor… ahhhh

Ese grito de placer era la emoción que necesitaba pues mi pene se puso duro de nuevo, ni siquiera lo saqué de su cuevita, pues estaba tan caliente que hubiera sido un desperdicio desaprovechar su cobijo, pero ahora estaba fijando mi nuevo objetivo, así que se lo pregunté.

-Mami, ¿Quieres que lo haga?

-¿El qué, mi amor?

-Ya sabes.

Dije mientras con mi mano intentaba buscar su ano, separaba lentamente sus nalgas y hurgaba en ellas.

-Ay amor, eres muy atrevido

-Solo si tú quieres.

-Nunca lo he hecho por ahí

-Entonces en otra ocasión

-No, espera nunca dije que no lo quisiera tan solo quería que supieras eso, ¿No te gusta la idea de desvirgar mi culito?

-Más que nada en el mundo mami

-Esta bien, amor por favor, quiero disfrutarlo, hazlo suave ¿Si?

-Claro mami, nunca te lastimaria

-¿Cómo me pongo? Tu dime

-Hmmm ven a la orilla de la cama

-Esta bien

Así me levanté y ella fue hasta la orilla de la cama.

-Ponte en 4, y luego baja la cabeza

-Ah ya entendí quieres que quede mi culito libre

-Sí

-Esta bien.

En ese momento se puso en cuclillas y elevó sus caderas.

-¿Me debería separar las nalgas, hijo?

-Sí mami, hazlo pero espera que ahorita vengo

-Ok amor

Este era un escenario que había contemplado, así que fui a mi cuarto y saqué una pequeña botella de color rosa, era lubricante anal, puse un poco en mis dedos.

-Ahora si mami, déjame verte el trasero

Mi mami separó sus cachetes y no perdí el tiempo pues coloque mis manos en ese culito tan hermoso, y poco a poco fui metiendo los dedos.

-Dime si te duele mami.

-No amor, lo estoy disfrutando.

Pasé un momento jugando con su colita, calentandola, y haciendo que se mojara, ni siquiera había metido mi pene y su segundo orgasmo llegó.

-Ay ay hijo… Ah… Ah, otra vez… Ay sí, sí sí que rico, ah hmmm ahhh

Esa fue la señal que estaba esperando, pues cambié de mis dedos a mi pene.

-Ahhh sí mami que rica es tu colita hmmm

-Con… cuidado… hijo… ah hmmm

-Sí mamita, ¿Te gusta que tu hijo te esté estrenando?

-Sí mi colita es tuya amor sólo tuya, ahhh hmm, métela… más ahhh ahh

-Sí mami como órdenes

A petición suya procedí a penetrarla por completo, dio un grito de dolor pero a la par era morboso y lleno de placer, no aguantó y con sus manos se tapó la boca, yo no quería perder la vista así que procedí a separar sus nalgas con mis manos. Sus piernas temblaban, y de repente comenzó a masturbarse, lo que provocó que cediera y se fuera de lado, yo la seguí aún penetrándola, ella alzó su pierna me puso el pie en la cara y sin más lo bese y lamí, esto fue el detonante para su tercer orgasmo que estuvo acompañado de una gran cantidad de jugos, yo ya no podía más, por lo que hice otra pregunta

-Mami, ¿Te lleno la colita de semen?

-Sí hijo… hazlo por favor, vacía tu semen en mi colita, quiero que quede llena y salga de mí

Así con toda mi fuerza embesti a mi mami sus nalgas rebotaban al igual que sus tetas y con mi último movimiento descargue mi semen dentro de su cola, al sacar mi verga está estaba llena de leche y jugo, chorreaba una gran cantidad de líquido, mi mami que ya no podía más tan sólo abrió la boca.

-Ponla aquí me dijo

Obedecí y sentí su lengua pasar por mi glande, succionaba cualquier rastro de fluido, y luego por el tronco.

-Ahhh que delicia amor, jaja que rico sabe mi cola

-Ahhh ay mami ya no puedo más

-Yo tampoco hijo, pero no importa ahorita descansamos y mañana tenemos todo el día para hacer cochinadas jaja

-Sí mamita quiero hacer cochinadas contigo

-Esta bien entonces ven vamos a dormir hijo

-Mamá, ¿Hacemos cucharita?

-Claro amor, ven y abrázame

Esa noche dormimos como nunca, no importaba que las sábanas estuvieran mojadas y tuvieran un olor fuerte, a fin de cuentas era producto de nuestro amor y pasión y la mañana empezó mejor.

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